divendres, de desembre 30, 2005

Hambre de Dios

Últimamente y cada día termino con la sensación de haber perdido un nuevo día para la gloria de Dios, es decir, que ningún día queda en mi el "saber" que hice la voluntad de Dios. Pero en mi está creciendo una gana inmensa de dar a conocer a Dios, a Jesucristo en todas sus formas, pero... no me resulta fácil, no siempre y cuando se presenta la ocasión soy capaz de decir nada al respecto, no siempre salen las palabras, ni las ganas... por lo cual después y al llegar la noche, últimamente tengo una "sensación" de no haber hecho la voluntad de Dios.

Me muero por hacer la voluntad de Dios, me duele en el alma y en todo mi ser el no haberlo hecho, pero no puedo... esto está creando en mi un hambre tremenda de hacer su voluntad, la cual no se aun como saber bien de ella, por ello y al no fiarme de mis sensaciones y prontos pensamientos, dudo mucho de actuar cuando de sopetón viene a mi algo al respecto.

Tengo tanto temor de no hacer la voluntad de Dios, que no sea en verdad su voluntad. Se cual es el mensaje, se cual es la obra, pero no se como ponerla en funcionamiento ni cuando es de Dios o cuando es mío... en fin poca cosa más, ahora y estos días estoy orando a Dios para que me de luz en esto. Solo se que el hambre crece, que me muero por hacerlo y que nada hay en este mundo que me llene, sino nada más que saber su voluntad y hacerlo y empieza a ser una necesidad en mi tremenda y en verdad lo deseo, pero... se está haciendo esperar y mientras tanto y gracias a Dios cada día me muero. HOY ES MI UNICO DESEO EL HACER Y CONOCER EN VERDAD LA VOLUNTAD DE DIOS, ningún otro deseo ni anhelo hay en mi corazón, pero me resulta difícil saber de ello.

No es que este derrotado sino confuso, ansioso y con unas ganas tremendas de recibir el verdadero pan del cielo. EMPIEZO A TENER HAMBRE, MUCHA HAMBRE. Ahora empiezo a saber que es desear a Dios, pero sabes, tampoco me fío de ello, pues no quiero necesitar de nada, de ninguna sensación para motivarme hacer la voluntad de Dios.

En fin, si puedes y consideras hablarme de ello hazlo, sino, esperaré la guía del Espíritu Santo. Creo que ando bien, que es necesario pasar por donde estoy pasando, me rindo a la fe. Y por decirte sobre como me siento ahora mismo mientras escribo, estoy un poco malhumorado y molesto conmigo mismo, pero creo es normal, pues por conocer la voluntad de Dios me estoy desesperando. En fin, feliz año 2006.

Bendiciones.

dimarts, de desembre 20, 2005

Unos pasos más

Pues nada, continuamos aprendiendo a andar en Cristo y conociendo la verdad. Estos días y por la gracia de Dios he podido comprender que ha Dios no le van las medias tintas, sino que es Dios ante todo y para todo.

Hubo un tiempo en el que pensé que Dios solo obraba a un nivel espiritual y para su obra, dejando a nuestro arbitraje aquello que en apariencia pertenece a nuestra vida mundana, pero no, Dios obra por medio del Espíritu Santo y mediante Cristo nuestro Señor, en todos los campos de nuestra vida, sean estos los que sean y nos dediquemos a lo que nos dediquemos. Quiero decir que cuando nos centramos en escuchar la voluntad de Dios, esta llega a todo cuanto podamos pensar y hacer en nuestras vidas, es decir, Dios y por medio del Espíritu Santo, nos guía en nuestro trabajo, en nuestro ocio, en todo aquello que hoy es nuestra vida en Cristo Jesús. Ahora bien, no es fácil el tener a Dios presente siempre, y nuestra lucha está en tratar de conseguir una y otra vez el mantener el equilibrio perfecto en nuestro ser que nos permita tener siempre nuestra comunión con Dios y Cristo nuestro Señor.

Dios siempre es el mismo y no cambia, por ello, cuando vemos que nuestra comunión anda perdiendo fuerza es causa y clara de que algo mal anda en nosotros, o bien un despiste, un mal paso, una mala actitud o lo más habitual ya: UN ATAQUE CLARO DEL DIABLO.

Sí, cuando nos vemos derrotados, angustiados, etc... nuestra mente y atacada por el diablo, nos lleva a pensar que Dios nos está probando, dejando de lado, etc... pero rápidamente nuestro espíritu nos indica que no, que hay lucha, que hay ataque, siendo este hoy el indicativo que satanás está actuando en nosotros. En fin; cada día logro tener a satanás un poco más centrado y acorralado, aun me juega malas pasadas, pero ahora ya, casi las prefiero pues gracias a ellas yo avanzo en Cristo nuestro Señor. Sí, me hace sufrir, padecer, dudar, todo; pero cuando por la gracia de Dios lo veo, cuando en oración lo venzo, avanzo gran parte del camino y se, y ahora ya si, que lo he vencido ya en ese campo, ahí ya está derrotado.

En fin hermano, voy aprendiendo -el Espíritu me está enseñando- a andar sólo con Cristo y voy viendo que finalmente por su gracia y obra en mi, que es ahí, el estar sólo con Cristo y Dios Padre, donde nos lleva el camino que nos muestra cada día el Espíritu Santo. Sí, gracias a Dios, empiezo a compreder que a nadie he de acudir sino a Él para encontrar salida y solución, a todo cuanto me pase en la totalidad de mi nueva vida, está ya, en Cristo Jesús.

Nada más, sigamos andando el camino, pero ahora y casi ya, distintos, pero que ambos y todos los de todos los verdaros hijos de Dios, llevan al mismo sitio... A los pies de Dios Padre y Jesucristo nuestro Señor.

Bendiciones de lo alto hermano, segimos andando!!!

dissabte, de desembre 03, 2005

Andando el camino

Días llevo ya sin escribir y ¿sabéis por qué razón? Simple: porque no hay carga alguna en mi que me indique hacerlo. Si algo he aprendido en mi camino en Cristo es que entre otras cosas, hay que aprender a no hacer nada sin la guía del Espíritu Santo. Sí, también hay que saberse estar quieto –mi Señor y ahora me lo está mostrando– esperando, buscando, escudriñando en lo más profundo del ser de cada uno, en lo más profundo del corazón. Aprendiendo a esperar en Cristo, sin hacer nada hasta que nuestro Señor Jesucristo nos muestre la verdad que necesitamos para seguir el camino.

Así pues y estos días, estoy inmerso en oración buscando, escudriñando, tratando de comprender aquello que Dios y por su gracia está poniendo en lo más profundo de mi ser. Estos días ando lejos de todo... luchando estoy amigo y hermano mío!

Nada más, sigo mi camino hacia Dios Padre y Jesucristo nuestro Señor.

Bendiciones y hasta pronto.

dimarts, de novembre 08, 2005

El alma engañada

Muchos son hoy los cristianos que andan llenos de gozo, de satisfacción, de paz, de voluntad, de... sensaciones de el alma que sin darse cuenta les apartan cada día más de la verdad. Y la principal razón no es otra que: han dejado de ser guiados por el Espíritu Santo, por la falsa verdad que su alma les produce. Y esta actúa así y en la mayoría de los casos, por haber sido tomada por nuestro enemigo el diablo.

Para entenderlo, veamos esto: La mayoría de cristianos han aprendido la Palabra -los hay que incluso han llegado a memorizarla- han estudiado y estudian cada día en su casa, oran, ayunan, acuden periódicamente a su congregación... todo cuanto en apariencia les pide Dios, pero... NO, no se dan cuenta que todo cuanto hacen, todo cuanto progresan, todo cuanto consiguen; es debido a su esfuerzo, a su constancia, a su tesón, a sus obras. Y ello: les produce satisfacción, alegría, gozo y un sin fin de sensaciones que por desgracia no son en verdad obras de Dios, ni están aprobadas por Él. La mayoría de cristianos hoy, han dejado de lado la guía del Espíritu Santo en pro de seguir su alma, la cual, a pasado a ser gobernada por una falsa espiritualidad, producida esta y quizás, por un error en la interpretación de la Palabra. Y su alma, como perfecta conocedora de su "YO", ha simulado el que estén en paz al proporcionarles aquello que les hace creer es correcto para con Dios. Su alma y bajo la influencia de esta falsa espiritualidad les ha hecho creer que todo aquello que les sucede, todo aquello que sienten, que les da gozo, todo aquello que parece ser correcto ante Dios, es realmente por SU gracia, pero NO. No hermano, las sensaciones son muy peligrosas y cuando uno empieza a conocer la obra real y única que el Espíritu Santo realiza en nuestras vidas conforme a la voluntad de Dios, aprende que para nada puede confiar en este tipo de sensaciones que sólo son producto de su alma sometida a una falsa espiritualidad, influenciada esta quizás por... veamos: ¿Si no es guiada por Dios, quién pues la guía? Ahora bien, no siempre es necesario que esté influenciada por el diablo, hay gente muy noble, repleta de buenas intenciones, pero fuera de la presencia y propósito de Dios, al hacerlo todo por sus propias emociones, sentimientos y anhelos de la carne.

El alma cuando no es guiada por nuestro espíritu y este a la vez no lo es por el Espíritu santo, está totalmente fuera del propósito de Dios. Por ello, todo aquel que anda conforme a la voluntad de su alma, no es guiado por el Espíritu de Dios y por consiguiente no es aun aprobado por Él. Porque recordemos esto: las obras de la carne no agradan en nada a Dios y; nuestra alma forma parte de la carne, la cual, está condenada ante Dios por el pecado acaecido por Adán. De ahí que nos sea imperiosamente necesario el morir y nacer de nuevo, nacer del Espíritu, para agradar y como no estar, dentro del propósito real de Dios. Y todo ello: tal cual nos lo indicó e indica hoy por medio del Espíritu Santo, Jesucristo nuestro Señor.

Una de las principales causas que llevan a esta confusión es la falsa paz que se siente. Es ahí en el sentir de esa falsa paz -dada posiblemente por un engaño del diablo- donde está el mayor peligro que un cristiano pueda encontrarse en su camino hacia Dios padre y Jesucristo nuestro Señor.

Veámoslo así y por si fuera su caso: Hasta hoy usted ha estado haciendo aquello que le han enseñado es lo correcto ante Dios: ha acudido y acude periódicamente a su congregación, a la escuela dominical, a seminarios y por qué no, al instituto bíblico. Y es más: ora cada día, ayuna de vez en cuando, lee la palabra, diezma, ofrenda... y a la vez; ha dejado de lado ciertos vicios y manías, ha dejado de mentir, ha dejado incluso ciertas amistades... en fin, ha dejado de hacer muchas de las cosas que hacía antes de conocer a Dios. Hasta hoy, su "YO" se encuentra a gusto consigo mismo porque no hay nada en usted, en su conciencia, que le acuse de nada malo ante Dios, por ello, cree erróneamente estar en paz con Dios. Bien, eso está bien, pero no es conforme a la obra de Dios, por la sencilla razón que todo cuanto ha hecho ha sido usted quien lo realizó, con su voluntad, con sus conocimientos, con sus dones, con sus propósitos, CON SU ALMA y la cual; no está aun sometida a la voluntad de Dios. Por ello, esta siendo usted y no Dios quien determina SU obra, es decir: todo ello y hasta hoy son sus obras y como bien debe saber; la salvación es por fe que no por obras. Ahora bien: ¿quiero decir con esto que hasta hoy su vida no ha tenido un progreso en la obra de Dios? Por supuesto que no, al contrario, ya que todo conocimiento adquirido, toda renuncia llevada a cabo, todo cuanto hizo por creer que andaba dentro del plan de Dios, le será de gran ayuda cuando en verdad sea guiado por el Espíritu Santo. Pero claro, hay un pequeño problema: deberá morir a muchas de las cosas que hasta hoy creía eran por y para la obra de Dios. Es decir: DEBERÁ MORIR A SU YO para que toda obra que tenga lugar en usted pase a ser y sea conforme la voluntad de Dios. Y no, no es negarse a uno mismo de forma radical. Su personalidad, su forma de ser, su vida, sus ilusiones continuarán estando, pero ahora ya dentro del plan de Dios y conforme SU propósito. Tenga encuenta que usted es hijo de Dios y por consiguiente representa su Reino aquí en la tierra. Por lo tanto; todo cuanto haga en SU nombre deberá ser conforme Él se lo muestre, ordene e indique. Y como no: deberá recordar siempre que la verdad le hace libre; todo lo contrario, todo cuanto en usted le impida obrar conforme a su voluntad, ya no es de Dios. Bien nos lo indicó Jesús: "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn. 8:32). No confunda las cosas; usted puede hacer su voluntad, pero ahora ya, dentro del plan de Dios. Si no lo entendiese, deje pasar el tiempo y en su momento lo entenderá, pues hay pasos previos que necesariamente deberá pasar antes de llegar a esta verdad. Tenga presente que hay un largo camino que recorrer, tan largo como lo será su vida.

Ahora y si es su caso u otro similar, deberá pedir a Dios que le de la guía del Espíritu Santo, por medio de su hijo Jesucristo, para que Él empiece a mostrarle todo aquello que en usted no es obra de Dios. Tenga presente que hasta que no llegue a un punto en el cual, se sienta totalmente vacío, totalmente sin recursos y reconozca que sin Dios, sin SU guía, sin la obra redentora de Jesucristo en usted, no será nada para Él, no estará andando plenamente en Espíritu y...

Sólo un detalle más y para terminar: el alma, allí donde está dentro de usted, la puso el Señor, así que no es algo malo ni despreciable, es un regalo de Dios. Sólo que su idea es que su alma se sujete a su espíritu lleno de SU Espíritu. Los problemas comienzan cuando el alma hace lo que se le da la gana. NO debemos despreciar ni destruir nuestra alma, debemos sujetarla al Espíritu Santo que mora en nuestro espíritu humano.

Bien, mejor lo dejamos y sea usted quien trate de descubrir por si mismo hasta que punto ha dejado de lado la guía del Espíritu Santo en pro de los intereses de el alma, la cual, deberá determinar cuanto antes que espíritus están gobernándola.

Hasta la próxima hermano. Quede con Dios.

dilluns, de novembre 07, 2005

Génesis 7: "El diluvio I"

Gén. 7:1 "Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación"
¿Cuando vio Dios a Noé Justo? ni más ni menos que después de haber comprobado que Noé había tenido fe en aquello tan increíble que le mostró Dios; sin ver, sin entender, sin nadie que creyese en las palabras de Noé, sin nada, todo por fe lo hizo Noé.

Sí, es verdad que en el v.9 del capítulo 6, ya la Biblia dice que: "Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé". Y es por ello que Dios se fijo en él, pero no fue hasta el final, hasta que Noé hizo todo tal cual se lo había ordenado Dios que lo vio justo y después y finalmente; el Señor mismo cerrase la puerta del arca como confirmación. Sí, Dios fue quien al cerrar la puerta sello la anterior vida de Noé y este, entró en su propósito, se ganó el derecho de entrar él y toda su familia en la nueva vida dada por Dios (en la presencia de Dios, en su Reino).

Noé era varón justo, era perfecto en sus generaciones. Es decir: que de toda generación -su generación- él era el único varón justo a los ojos de Dios (un poco más de luz al por qué de las genealogías citadas en la Biblia) y por ello es que Dios se fijo en él. Posteriormente y después que Dios le diese revelación de su propósito (Dios le dio luz y vio que era buena. Es decir: que Noé la había aceptado como verdad de Dios) Noé tuvo que demostrarle a Dios que era digno de Él, llevando para ello la obra de Dios a cabo sin duda alguna. Por su fe y ante lo increíble y no visto, sin dudar nada, Noé terminó la descomunal obra que Dios le había asignado y por ello, él y toda su familia fueron salvos.

Entonces pues, y volviendo al capítulo 7, vemos que por su fe, por no haber defraudado a Dios, fue recompensado, no solo él, sino toda su familia. Fue elegido para que de él, de su descendencia, naciese un nuevo pueblo, un nuevo mundo, una nueva generación de hijos de Dios (una nueva reforma, un nuevo cambio, totalmente dentro del propósito de Dios). Y todo ello, por fe; fe ciega, sin ver, sino por creer en verdad en aquello que Dios le prometió (en la revelación, en la luz que de Dios le llegó). Sin desfallecer, sin dudar, pero... no exento de trabajo, dificultades, de lucha constante contra su yo y un sin fin de circunstancias que una y otra vez, de seguro le llevarían a desesperar... Pero no, no lo hizo, no abandonó. Su fe, su verdadera fe, le llevo finalmente a realizar la obra que Dios le había mostrado con antelación y como no, siguiendo siempre... !la enseñanza divina para la construcción del arca!!! y por ello: Noé y toda su familia fueron salvos por la gracia de Dios. Y es más, un nuevo mundo, una nueva vida, una nueva generación de hombres nació de ello, y de la cual, descendemos nosotros hoy: tú, yo y todo el pueblo de Dios.

Y también hoy: tú, yo, y cualquier hijo de Dios, es un Noé, un llamado de Dios para ser salvo. Pero no, no todos saben seguir su llamado, su camino... el cual y ahora ya, sólo puede ser andado gracias a Jesucristo nuestro Señor. Porque para poder andar el camino, para poder conocer la verdad, para poder ser hijo de Dios, para poder vivir en total libertad; deberemos creer en su único hijo Jesucristo, pedirle que nos de por gracia el Espíritu Santo prometido y este, nos guíe, nos muestre nuestro camino, el cual, siempre estará dentro del propósito de Dios Padre, para todo el pueblo de Dios. O aprendemos a ser guiados por el Espíritu Santo, o estamos fuera del propósito real de Dios. Es decir: sin la guía del Espíritu Santo no seremos aprobados por Dios (si podremos participar en su obra, pero no seremos aprobados).

Lo dejaré aquí por hoy, el Espíritu Santo me ha hecho ver estos días parte del propósito de Dios para mi vida. Por ello y desde hoy trataré de dar más luz, más conocimiento, conforme a la voluntad de Dios, para que tú y cualquier hermano que leas estos escritos, llegue a conocer por medio del Espíritu Santo, la gran obra de nuestro Señor Jesucristo (muy descuidada hoy por hoy, entre el llamado pueblo de Dios).

Nada más: empecemos juntos el camino, empecemos a ser guiados por la LUZ de Jesucristo nuestro Señor: el Rey de reyes, el Señor de señores, el único que nos puede llevar y llevará a los pies de nuestro amado Dios Padre.

Pide hoy a Dios en oración que el Espíritu Santo te guíe a la verdad que hay en ello, por medio de Jesucristo Nuestro Señor.

Bendiciones de lo alto hermano.

dijous, de novembre 03, 2005

Impresiones

En un primer momento, en mis primeros pasos, Dios dejó un mensaje en mi corazón muy claro y conciso: que hiciese ver que el final de los tiempos se está acercando y que la iglesia de Cristo deberá volverse a Dios de una vez por todas y dar por y para siempre toda la Gloria a Dios Padre, por medio de su hijo Jesucristo, el Cordero de Dios.

Después de largo tiempo apartado de toda congregación, de todo hermano, de todo lo que se conoce por iglesias de Cristo (jamás antes me congregué). Finalmente el Espíritu Santo puso en mi la necesidad de congregarme, de acudir al que dice llamarse su pueblo. Bien, esta fue y hasta hoy, una muy mala experiencia, pues todo aquello que el Espíritu me mostró, todo aquello que me dio a conocer era iglesia de Cristo, todo aquello que me hizo entender que había que morir y como no obrar en mi para en verdad ser hijo de Dios, yo, no lo he logrado ver en aquellos que he tenido ocasión de congregarme y que al igual que yo, dicen llamarse iglesia de Jesucristo mi Señor. (no estoy diciendo que no haya congregaciones del agrado de Dios, hablo de una en concreto y a la cual acudí durante 9 meses)

Después de haber salido del mismísimo infierno, después de haber entregado voluntariamente mi vida a Dios, después de haber sido guiado por el Espíritu Santo y mostrarme este, el Espíritu de Dios, todo cuanto había que morir en mi, en lo más profundo de mí, para en verdad ser hijo de Dios. Llegó el momento de acudir y dar a conocer aquello que en mi puso Dios. Pero no, no fue aceptado, tan siquiera logré en aquellos que durante largo tiempo me congregué, el ser escuchado. No, el único propósito que había en ellos, era que me sometiese a los que dicen llamarse entre ellos, ministros de Dios, y como no: antes de tener autorización para poder hablar u opinar sobre la verdad de Dios, yo y primeramente, debía aprender mucho respecto a que era y según ellos, Dios, y como obraba Él dentro de... de su sistema y religión (sin ver las cosas tal cual ellos las muestran, no puedes ser guiado por Dios, pues ellos son los que determinan quién o quienes son los ungidos en verdad por Dios). Pero lejos de haber dudas en mi de que todo aquello que me fue mostrado era incorrecto, fue todo lo contrario, Dios me había mostrado que sí, que aquello que el puso en mi, que aquello que me fue mostrado por el Espíritu Santo para el bien y como no, de todo el pueblo de Dios, es cierto y está sucediendo tal cual lo había predispuesto y, desde el principio, Dios. Gracias a Dios Padre, mi Señor Jesucristo ya me avisó que sucedería esto que a mi y en esta congregación en particular me pasó: !Que no creerían en el mensaje del hijo de Dios!

No hermanos, no. Dios me hizo ver muy a las claras que: todo aquel que no reconozca y crea en verdad que Jesús es el Mesías, el hijo de Dios; el único digno de adoración, de alabanza, de gloría, de... no era hijo de Dios. Dios me hizo ver y entender que todo cuanto necesitaba para ser de su agrado era el que yo aprendiese a ser guiado por el Espíritu Santo. Que para en verdad ser su hijo, debía tomar ejemplo y guía de Jesucristo mi Señor. Porque él, Jesucristo, entró en mi vida cuando yo se lo pedí y desde ese momento, empezó en mi la gran transformación, la verdadera conversión. Empezó a mostrarme la verdad, a mostrarme el camino, a mostrarme que si seguía sus pasos... hallaría la libertad. Pero cuidado: esta verdad me fue y es mostrada por medio de la Palabra, de su lectura, de escudriñarla, de memorizarla y como no, de ponerla primeramente y por obra en mi vida como muestra en mi y para otros, de la gracia y obra de Dios.

Libertad que no ofrece ninguna religión, ni doctrina de hombre alguno. Por ello y en el nombre de Dios quiero decirte que: para en verdad ser salvo, para en verdad conocer y ser del agrado de Dios, deberás morir a todo cuanto te han mostrado de Dios y centrarte y de una vez por todas en conocer y pedir a Dios que te de y en el nombre de Jesucristo, el Espíritu Santo prometido. Solo entonces, solo cuando Dios te llene de su presencia y te deje ver su gloria, andarás el único camino que te dará la libertad, al conocer la única verdad, y que no es otra que: EL TESTIMONIO DE JESUS NO DEPENDE DE NINGÚN HOMBRE, EL MISMO DA TESTIMONIO DEL CAMINO, DE LA VERDAD Y DE LA LIBERTAD. EL DA TESTIMONIO DE SI MISMO Y POR SI, A TODO AQUEL QUE SE LO PIDA DE CORAZÓN... simplemente hay que morir a todo propósito, a todo sentimiento a todo cuanto nos pide nuestra débil condición... morir, morir y nacer de nuevo, para ver y palpar aquí y ahora !EL REINO DE DIOS!

No, no es fácil, es un largo camino que supone el recorrerlo toda una vida, pero... cada paso, cada centímetro recorrido, cada prueba superada te acerca más y más a Dios y ves como cada día, cada hora, cada minuto, tu lucha por morir a tu yo, te lleva a una presencia divina que para nada... !HERMANO: SIGUE EL CAMINO, VIVE LA VIDA, VIVE LA LIBERTAD QUE SOLO HALLARÁS CUANDO TE ENTREGUES CON TODO TU SER A JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR!

Y no, no te estoy diciendo que dejes de congregarte, sino que saques a la luz aquello que te está pidiendo Dios, y que te es mostrado o lo será, por medio del Espíritu Santo que Jesucristo nuestro Señor te dio.

Y para terminar recuerda: Todo ministro de Dios, todo hijo verdadero de Dios, siempre te mostrará y ayudará a conocer por ti mismo a Jesucristo nuestro Señor. Te llevará a los mejores pastos, te enseñará a ser guiado por el Espíritu Santo y cuando estés preparado, te dejará y si esa es tu voluntad, a los mismísimos pies de Dios Padre y Jesucristo nuestro Señor... el Rey de reyes, el Señor de Señores, el Hijo primogénito de Dios.

dissabte, d’octubre 29, 2005

Mi corazón

Mi corazón pide a gritos que mi Señor Jesús sea levantado de nuevo, que de nuevo sea alabado, honrrado, admirado, amado, buscado... que mi señor Jesús de nuevo sea glorificado. Mi corazón pide a gritos que toda la gloria sea para mi Señor Jesús... mi amigo amado.

Señor mio Jesucristo, aquí a tus pies te digo: dame luz, dame luz para el camino, dame luz para que yo sepa hallar la verdad, la única verdad, aquella que me llevará de una vez y por todas a tus pies, y yo pueda descansar...

Señor Jesús, mi amado amigo, ¿donde estas? de nuevo me repito. Salgo a buscarte, pero no logro hallarte, salgo a buscarte y no hay forma de encontrarte... Busco entre los que dicen llamarse tu pueblo, pero no, yo no te veo. Escudriño entre los que dicen quererte, pero no, yo no puedo en ellos verte...

Ando perdido, angustiado, ando inmerso en un gran desasosiego ¿será este mi desierto? me pregunto de nuevo.

Porque no, no puedo hallarte, entre los que dicen llamarse tu pueblo... no, no logré aun en ellos verte, tocarte, glorificarte, amarte, honrrarte... siquiera mínimamente agradarte. Porque no, no pude aun apreciarte en aquellos que tu pueblo dicen llamarse.

Apenas logré ver en aquellos que te dicen querer, pequeños destellos de tu presencia en su ser. No, no estan por y para ti, estan tan llenos de... de qué mi Señor Jesús ¿por qué no ven tu luz?

Amado amigo Jesús, sigo buscando, sigo luchando, sigo trantando de hacer ver, que tu estás aquí, entre nosotros y que solo tú eres... único amigo que ha de quererse.

Abre los ojos mi Señor, abre los ojos a tu pueblo te pido. Dales luz, dales luz para que logren ver que tú y en breve has de volver.

Te quiero mi Señor Jesús, vuelvo a tus pies, pues solo allí hallo dencanso, cuando en verdad entrego todo mi ser y tú, entonces y solo entonces, te dejas ver; cuando tú... amado amigo Jesús, amado Señor, amado... Hijo de Dios que llenas en plenitud mi corazón.

Gracias Señor Jesús, gracias por permitir... que no pueda vivir sin ti.

divendres, d’octubre 28, 2005

Presencia del Espíritu

Hace pocos días acudió a nuestras reuniones de oración, una madre que andaba buscado a su hijo, desaparecido este desde hacía 7 meses y por tanto, en paradero desconocido. Esta mujer y hasta entonces no había mostrado un interés real hacia Jesucristo y su obra salvadora, pues parece ser que nadie se la había mostrado en verdad. En otras palabras: a quien le correspondía hacerlo, no le había mostrado a esta mujer y a las claras, como llegar a Jesús para que él, entrase en su vida, la transformase mediante la obra que sólo puede ser llevada a cabo por el Espíritu Santo y así ser salva. Esta mujer y a pesar de haber sido bautizada y acudir periódicamente a cierta congregación -durante ya varios años- aun nadie allí se había preocupado de entenderla, de acercarse a ella con el corazón y, hacerle ver que no dependía de acudir a un lugar determinado para ser del agrado de Dios, y menos aun; que por mucho que acudiese a ciertos lugares, no podría ser salva si antes no reconocía que era pecadora ante Dios. Y como no, y ante todo: que le era imperiosamente necesario que ella personalmente pidiese a Jesucristo que viniese a su vida, la limpiara de todos sus pecados y le enviase el Espíritu Santo y, este la guíe personalmente hasta el final de sus días, a la santa presencia de Dios Padre.

Antes de orar por ella, el Espíritu Santo me reveló, que había que hacerle saber a esta mujer que de nada serviría que orásemos por ella si antes no reconocía a Jesús como hijo de Dios y único salvador e intermediario ante el Padre... Bien: finalmente no conseguí que orase por ella misma, por culpa de la intromisión de otros hermanos en la obra de Dios y que provocó que esta fuese, aparentemente, suspendida (no todos son capaces de ver cuando está obrando el Espíritu Santo, y su debilidad les hace ser presa de sus sentimientos). Finalmente oré por ella siguiendo la guía del Espíritu Santo y tal cual él lo puso en mi corazón; pidiéndole a Dios que le abriese los ojos, cambiase y renovase su mente y le diese luz para que pudiese ser libre de una vez por todas... Como no, oré por su hijo y pidiéndole a Dios que nos diese una muestra de que seguía vivo y así, ella pudiese descasar ante tanta duda. Apenas pasaron unos días, esta mujer me hizo saber que un transportista había visto a su hijo en cierto punto de nuestra España querida y que tanto anhelamos y pedimos en nuestras oraciones a Dios Padre, que sea por y para Cristo (ante lo visto, vaya ironía). GLORÍA A DIOS!!!

La mujer aun andaba dudando de las palabras del transportista, pues no cabía en su mente que un desconocido le hablase de su hijo... pero no es este el tema que hoy quiero mostrar, pues esta fue una manifestación del poder de Dios y que perfectamente a cumplido su propósito, propósito y que no es otro que: esta mujer y finalmente, tenga un punto de arranque para creer en Dios, una manifestación visible de que Dios ha obrado por y para ella y... que a pesar que en aquella reunión de oración, algunos hermanos dudasen que fuera el Espíritu Santo quien estaba obrando, este y finalmente ha mostrado que sí, que era su obra la que se llevaba a cabo.

Y esta obra hoy ha tenido una nueva etapa, pues esta mujer se presentó en mi domicilio (cosa que no ha hecho nunca) hoy mismo. Es más, y de forma sorprendente para mi, me pidió que orásemos por ella, por su marido y por su hijo... después de hacerlo yo por ella y primeramente, la he invitado de nuevo -esta vez sin interrupciones- a que pidiese ella personalmente a Jesús que viniese a su vida, que reconociera ante él que era pecadora y que quería que Jesús guiase su vida... y no sólo ella, sino que su otro hijo y que vino con ella, también ha terminado pidiendo a Jesús que venga a su vida y la cambie conforme al propósito de Dios Padre... Reconociendo ambos en voz alta que Jesús es el Hijo de Dios y... bueno, lo que el Espíritu Santo puso a cada cual en su corazón. Por ello y de nuevo digo: GLORIA A DIOS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS!!!

Hermanos: las obras del Señor son... las obras del Señor no se cuestionan, las obras del Señor se creen con fe ciega, se ora por ellas y se pide la guía del Espíritu Santo para llevarlas a cabo y como no: que nos muestre la verdad que hay en ello. Si lo hacemos con amor verdadero, sin ninguna pretensión por nuestra parte, sin buscar nada a cambio, con total fe y esperando que el Espíritu Santo haga el trabajo que a él y solo a él, le corresponde hacer como tercera persona de la trinidad que es; veremos que aunque todo parezca estar en nuestra contra, auque todo parezca ir de mal en peor; al final tendrá lugar aquello que en su momento pedimos a Dios Padre, por medio de su hijo Jesucristo nuestro Señor. Todo aquello que pidamos a Dios en Espíritu, nos será concedido sin lugar a dudas. Tan solo debemos dejar que este -el Espíritu Santo- sea el artífice de toda obra. Y es así cuando en verdad podremos decir: TODA LA GLORIA HA SIDO Y SERÁ PARA DIOS!!!

En cuanto a los que dudaron que en verdad era el Espíritu Santo quien estaba obrando, ha sido él y solo él, el encargado de mostrar cuan equivocados están andando.

Ahora queda un largo camino por delante tanto a los que les corresponde velar y guiar a esta mujer totalmente a los pies de Cristo, como a ella en particular y su familia... Yo, y por mi cuenta, ya cumplí con el trabajo que para esta ocasión me encomendó Dios. Ahora les corresponde a los que dicen ser... lástima de aquellos que... cada cual mire su corazón y pida a Dios que el Espíritu Santo les muestre la verdad que hay en ello. SOLO ASÍ SE GLORIFICA A DIOS!!! No, no penséis que yo dejé de lado a esta mujer, sino que he de esperar a que de nuevo el Espíritu Santo me muestre el siguiente paso.

Nada más, que Dios y en su gracia, les de la guía del Espíritu Santo.

dijous, d’octubre 27, 2005

Llegando a Jesús

Al igual que le sucedió a la mujer samaritana (Jn 4), deberemos creer en Jesús para que él se manifieste en nuestras vidas. El estudio de este capítulo es muy interesante, pues nos hace ver a las claras que fue introducido por Juan intencionadamente y con un propósito claro. Que no es otro que el mostrarnos el como llegar a Jesús y, él, se manifieste en nuestra vida.

Juan introduce deliberadamente este capítulo inmediatamente después de: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios (Jn 3.36)" y con el propósito claro de mostrarnos a través de su lectura, guiada esta necesariamente por el Espíritu Santo, que hay que creer en el Mesías, en Jesús, para ser salvo. Pero con una peculiaridad que nos muestra Juan a lo largo de todo el capítulo y, que como nota principal cabe destacar, que primeramente hay que creer en él, arrepentirse, sacar a la luz (confesarle) nuestros pecados, y como no y finalmente, dar testimonio de Jesús a nuestros semejantes más cercanos. Aquí en el capitulo 4 vemos los tres requerimientos básicos para ser salvos: Creer en Jesús con fe (sin ver), arrepentirse y confesarle nuestro pecados (los que conocemos y los que él sacará a la luz) y dar testimonio de él tanto en nuestro corazón, como por nuestra boca.

En la conversación mantenida con la samaritana (mujer/alma solitaria, pecadora y rechazada) esta, primeramente y en los v.11,15 anda dudosa de las respuestas dadas por Jesús, no acaba de creer, ni entender, aquello que le está diciendo, pero a la vez, Jesús la va guiando al propósito real, que no es otro que ella saque a la luz y reconozca ante Jesús que es un alma pecadora. Esto tiene lugar en el v.18 cuando Jesús le muestra su vida más intima. Aquí Jesús puede ver en ella, que es sincera en su corazón. Pues la samaritana y a pesar de andar ocultándolo (lo vemos en el versículo siguiente cuando ella cambia totalmente de tema, pues no le interesa lo más mínimo que Jesús siga hablándole de ello) no duda en decirle a Jesús, que: ya veo que eres un profeta, reconociendo con ello que Jesús anda en lo cierto respecto a ella.

Es ahí cuando la mujer empieza a creer en Jesús, porque le ha dicho todo cuanto ha hecho, porque Jesús claramente ha llegado a su corazón, y por ello y ya en el v.25 la mujer es quien le pregunta de forma indirecta -aun hay pequeñas dudas- pero con la intención clara de recibir una afirmación por parte de Jesús de que si, que él es quien dice ser, el Mesías que estaban esperando y el que ella cree de todo corazón. Al contestarle Jesús de forma afirmativa, ella se llena de gozo, cree plenamente en Jesús, y es por ello, que deja el cántaro (deja todo propósito cuando cree en Jesús) y acude rápidamente a dar testimonio de él, con la peculiaridad que todos creen en aquello que esta mujer (hasta entonces pecadora) dice (da testimonio propio), por la sencilla razón, que si un extraño era capaz de conocer toda su vida, la cual conocían a la perfección todos ellos, algo de verdad habría en el testimonio de esta mujer. Es más, Jesús entró fuertemente en está mujer, pues ella quedó llena de su Palabra y conquisto con ella a los samaritanos y estos acudieron en busca de Jesús al oír el testimonio de la mujer. Finalmente creen todos, por la razón que terminan viendo y oyendo a Jesús, cada uno de ellos en particular. En otras palabras: quedaron llenos del Espíritu Santo. Mención especial merece la mujer (alma ahora ya guiada por el Espíritu), pues nos muestra a las claras que todo aquel que es lleno del Espíritu Santo, convence con la Palabra.

El capítulo 4 de Juan, esta lleno de matices y enseñanzas básicas para poder en verdad llegar a Jesús. Es un capítulo con una fuerza y contenido espiritual desbordante (como todo el evangelio de Juan). Lleno de sabiduría y base misma de la sana enseñanza. Te aconsejo que lo leas y releas, hasta que el Espíritu Santo te muestre la verdad que hay en este sin igual capítulo de Juan.

Te sugiero que leas este otro estudio que escribí sobre este capítulo, hace ya algún tiempo. Lo tienes en este mismo blog: Hablando con la mujer samaritana: Hablando con la mujer samaritana

En breve aportaré más sobre este capítulo, pues aun queda mucho en el por salir a la luz.

Nada más. Bendiciones de lo alto.

diumenge, d’octubre 23, 2005

Y qué más da blasfemar...

¿Y qué más da que anden por el llamado pueblo de Dios, mal llamados ministros que para nada son aprobados por Dios, y que más da?. Es increíble con que facilidad le pueden llamar a uno: ángel caído, emisario de satanás... y sólo el diablo sabe cuantas cosas más les puede meter en la cabeza a estos, sus siervos. Porque de cierto os digo, que todo aquel que es guiado por el Espíritu de Dios, que no es otro que el Espíritu Santo, tiene muchísima precaución de condenar con insultos así, a la buenas, contra cualquiera que dice estar siendo guiado por Dios; por el gran temor a que aun parezca extraño y dudoso, pudiese ser en verdad el Espíritu Santo quien esté obrando. Sabéis que Dios, a la mínima de cambio y en el momento menos pensado, nos puede enviar la gran prueba. Tened esto muy presente en vosotros: "El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba contra el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a condenarlo con insultos, sino que solamente le dijo: “¡Que el Señor te reprenda!” (Jud. 1.9). Si el arcángel Miguel tuvo temor de condenar con insultos a satanás, cuanto más nosotros deberemos tener temor si no hay la seguridad plena de que quien este hablando no lo hace por obra del Espíritu Santo. A la mínima duda, por pequeña que sea está !CUIDADO, MUCHO CUIDADO DE CONDENAR CON INSULTOS A NUESTRO ADVERSARIO!

Pero sigamos: Tan sólo baste el dar a conocer la verdad, el mostrar a las claras cuan mal andan, para que salte con todo el poder de las tinieblas, aquel que llamándose ministro de Dios, no duda en lo más mínimo de blasfemar contra el que quizás -porque él no lo tiene claro- pueda ser un enviado de Dios lleno del Espíritu Santo. Blasfemar sin temor alguno contra aquel que tan solo dijo la verdad y que todo cuanto dijo, no pudo ser desdicho con la Palabra es muy peligroso, pues puede condenarte al fuego eterno. Y es por este motivo, el no tener respuesta, que se manifieste en ellos, por falta de Palabra en sus labios y corazón, el verdadero espíritu que les está gobernando su vida. Demostrando con ello que no hay temor de Dios, pues blasfemar contra el Espíritu Santo, es el único pecado imperdonable que cita la Biblia. Y aquel que no tiene temor de Dios, aquel que no teme blasfemar contra el Espíritu Santo, es y sin lugar a dudas siervo y emisario del diablo indiscutiblemente. Ahora bien, recordemos que Dios es grande en misericordia, y que nos corresponde a nosotros interceder por estos... ¿caídos en pecado? por tal que Dios tenga compasión de ellos.

Nada más, a quien le corresponda morir a espada, que muera a espada. Nada más hermanos. Por hoy, ya está todo dicho. Ten muy presente lo dicho hermano:

Que Dios te bendiga inmensamente y, para llegado el momento malo, brote en ti toda la sabiduría que Dios y hasta entonces ha puesto en tu vida.

Luc. 12:10: “Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero no perdonará a aquel que con sus palabras ofenda al Espíritu Santo"

diumenge, d’octubre 16, 2005

Empezar de nuevo

Cuando empece a publicar en este blog, lo hice primeramente con la intención de mostrar al mundo cuanta falta de verdad había en el, cuanto se había llegado a degenerar la Palabra de Dios en pro de interesés y vanaglorías de la carne. Pero conforme va pasando el tiempo y conforme el Espíritu Santo va trabajando todo mi ser, me voy dando cuenta -mejor me va mostrando el Espíritu- que para nada sirve el hacer ver qué está bién o qué está mal, por la sencilla razón que hoy, los cristianos y en su inmensa mayoría, no tienen ni el más mínimo interés de hallar la verdad de Dios. Tan siquiera se esfuerzan por hallar el camino que les dará la libertad. Camino que como bien dicen saber, pero no ponen por obra, es el que siguió el que debería ser, pero no es, su único Señor, el Rey de reyes, el Señor de Señores: JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS. Y digo debería ser pero no es, por la sencilla razón que hoy casi nadie está dispuesto a seguir sus pasos, a buscar su verdad, a ser libre. No, casi nadie. Pero tan siquiera me preucupa lo más mínimo esto, tan siquiera me preucupa, por la sencilla razón que el Señor sabiamente nos dijo: encontraré fe a mi regreso... que clarito lo tenia mi Señor.

¿Pero que os está pasando hermanos, qué os está pasando? ¿Pero quién os creéis que es Dios?... De nuevo, sin ser esto motivo para ello, me encuentro desilusionado por la sencilla razón que hoy, la verdad, no es aceptada. No, no lo es!!. Hoy la verdad ha pasado a ser aquella que a ciertos cristianos y en particular, les interesa que sea. Estos, hoy acuden a congregarse allí donde les venden aquello que estan dispuestos a comprar, allí donde les dan aquello que sus oidos, ojos y carne quieren eschuchar, ver y palpar. Allí donde sus sentimientos de la carne quedan a flor de piel, llenitos de falsa unción. Allí donde creen salen con la gracia de Dios, con las baterías espirituales cargadas a tope después de una sesión de alabanza y como no; una linda prédica del pastor, pastor que sea dicho de paso, no siempre esta puesto por Dios (hay muy buenos humanistas en esta profesión). ¿Pero que importa esto? nada!! lo que importa es salir de allí ungido, lleno de gracia -Dios sabe de quien es esta unción y gracia- para aguantar hasta el próximo día, el cual, volverán cuando empiezen a flaquear las fuerzas de la que creen pero no es, unción de Dios. Cuando de nuevo la baterías espirituales esten bajo mínimos. Y hoy estoy hablando de los que acuden en busca de la gracia y unción que creen es de Dios, porque aparte y para otro día dejaré, a aquellos que acuden en busca de vanaglorias personales en el nombre de Dios.

Hermanos: Dios es grande en misericordia, pero cuidado, también es grande y más si cabe, en justicia, y hoy, lamentablemente, apenas hay justicia en el llamado pueblo de Dios. Hoy estamos viviendo una iglesia de fantasía espiritual que nada tiene que ver con la realidad de Dios, hoy estamos viviendo un evangélio light, un evangélio adaptado a sistemas cuyo único proposito real es que sus estadísticas en cuanto a fieles, obras, donaciones... y una larga lista -cuanto más grande mejor- de vanaglorias personales esten por encima de la congregaciones más cercanas, para poder demostrar con esto, que en ellas hay más unción y gracia de Dios... y como no, todo ello con la única pretensión de captar más y más adeptos para el sistema, que no creyentes en Jesucristo nuestro Señor. ¿PERO QUE OS ESTÁ PASANDO HERMANOS?

Hoy es fácil acudir cualquier congregación, en todas ellas están esperando con los brazos abiertos a ver quien cae, y si vienen de otra, mejor que mejor. Hoy y por desgracia, es fácil cambiar a otra si no agrada aquello que en la primera, segunda, tercera... están ofreciendo. Porque claro está, no importa demasiado Dios, lo que realmente importa hoy es que el YO esté agusto, que el YO decida que es y que no es de Dios, faltaría menos, porque su YO es libre por la gracia de Dios... jejejeje ¿libre por la gracia de Dios? je, je y je, pobres esclavos aquellos que dependen para ser libres de su YO. ¿Qué ya nadie les enseña que su YO fue condenado a muerte por Dios, cuando Adán cayó? No!!!, ahí radica el gran problema, que hoy nadie predica sobre la caida del YO y las consecuéncias nefastas que conlleva vivir arraigado a este, su YO.

Pero ya está bien, ya está bien y volveos a Dios, arrepientíos de vuestros pecados y pedidle perdón a Dios, reconoced que sois viles y presuntuosos pecadores, pues el tiempo se está acercando y el día menos pensado... Hermano: ¿Oras todos los días tu solo ante Dios?, ¿hablas con Dios?, ¿lees su Palabra cada día?, ¿le pides guía al Espíritu Santo antes de cualquier paso?, ¿crees, tienes fe y esperas en Dios?... o finalmente dejaste de lado todo esto para acudir conforme pide tu carne, allí donde estás siendo condenado por desonrrar al dejar de lado a tu único Dios. ¿Pero como puedes llegar a saber la verdad, si no la buscas por tu cuenta?. ¿Pero como puedes saber si es verdad aquello que te cuentan, si no escudriñas la Palabra por ti mismo hermano?... Con ello sólo consigues que el mal siga propagándose, pues tu eres quien acepta aquello que ciertos hombres hacen por su cuenta en nombre de Dios, pero que para nada es de Dios.

No se, como digo ultimamente, no hagas caso aquello que yo publico, tan siquiera pierdas el tiempo leyéndolo, más bien, ora para que no sea yo, sino Dios, quien te muestre la verdad que hay en ello.

Nada más, bendiciones de lo alto si en verdad este es tu anhelo.

dijous, d’octubre 13, 2005

¿Qué es ser creyente?

¿Acudir periodicamente a una congregación? No. ¿Creer en Cristo? No. ¿Orar todos los días? No. ¿Hacer buenas obras de caridad? No. ¿Estar en el grupo de alabanza? No. ¿Cursar pues estudios bíblicos reconocidos? No... Entonces: ¿qué es ser creyente?

Pues hermano, ni más ni menos que serlo. Y serlo es el luchar cada día por llegar a ser como Cristo nuestro Señor. No tarea fácil, por cierto. El único propósito de todo creyente es el llegar a ser como su Maestro, que no es otro que Jesucristo nuestro Señor. Para ello, es necesario morir cada día un poco más a nuestra carne, a nuestros sentimientos, a nuestros anhelos, a nuestras ambiciones, a... una larguísima lísta de impedimentos carnales que nos apartan de la verdad de Dios. Que como ya dije, tarea no fácil es esta.

No todos están dispuestos a ser creyentes, ya que supone un rádical cambio en sus vidas terrenales, apegadas estas aun a los sentimientos y anhelos de la carne. Por supuesto que cuando digo cambio rádical, no me estoy refiriendo a que se deba cambiar nuestra vida de un día para otro, porque el morir; supone un tiempo, un largo tiempo, supone toda una vida. Pero, hay que recorrer el camino cada día, cada minuto, cada segundo. Aquel camino que no es otro que el recorrido primeramente por Jesucristo nuestro Señor. Recuerda: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn 14.6).

Analicemos esto: Jesús nos dice que él es el camino, ¿y que es ser el camino? pues ni más ni menos que SERLO. Veamoslo en terminos humanos: Si no fuese necesario para todo creyente el llegar a ser como Jesucristo fue, para en verdad ser salvo, Dios no hubise predispuesto que su hijo tomase la condición de ser, al igual que usted y yo, humano. Cuando Dios predispuso que su hijo se encarnase, fue para que nos sirviese de ejemplo, es decir, para que nádie pudiese decirle al Padre y llegado el momento: es que no he podido hacerlo, es que humanamente no es posible, es que la prueba es insuperable... Recordemos que Jesús renunció, a pesar de tener todos los derechos, a su condición celestial, a sus derechos como hijo de Dios, a sus derechos de ser quien era: DIOS. Y militó, al igual que nosotros, en su condición de carne. Pero él nos mostró que si, que en verdad es posible vencer al mundo y llegar a ser salvo, tal cual nos lo pide Dios.

Ahora bien, usted me dirá: si pero... el tenía la guía de Dios, el tenía el Espíritu Santo, él estaba protejido y apoyado por los angeles de Dios, él era Dios... pare, pare, ¿aun es de los que creen que usted no dispone de todos, absolutamente todos los privilegios que Dios le concedió a Jesús, para que superase toda prueba? Hermano, si cree esto, anda muy mal, anda totalmente equivocado. Usted tiene todos, absolutamente todos los privilegios que tuvo Jesús, usted tiene al igual que él, el Espíritu de Dios. Usted es guiado, desde el momento en que creyó en verdad que Jesús es el Mesias, el hijo de Dios... por el mismísimo Espíritu Santo. Y este, estará con usted hasta el final de sus días aquí en la tierra. Ahora bien, otra cosa es que usted crea en verdad y trate por encima de todo el estar lleno de su presencia y como no, reconocer de una vez y por todas que usted es, al igual que Jesús, hijo de Dios. La única diferencia que hay entre usted y Jesús -guardese la distancia-, es que él, es el primogénito de Dios. El primero de todo, el Rey de reyes, el Señor de señores. Y que gracias a él, hoy usted: puede ser salvo, puede ser rey, puede ser señor, !ENTIENDALO: USTED ES HIJO DE DIOS!. Siempre y claro está, que usted en verdad crea y decida seguir los pasos de Jesucristo nuestro Señor.

Pero sabe, no debería creer aquello que yo escribo, sino escudriñar por su cuenta la Palabra, para que no sea yo, sino Dios, quien le muestre la verdad que hay en ello.

Yo, por mi cuenta y con el propósito de ayudarle en su tarea, le dejo estos versículos como arranque para su busqueda de la verdad:

Jn. 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

1Jn. 2:27: "Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, y porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado".

Luc. 6:40: "El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro".


Mat. 10:24: "El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor".

Bencidiones de lo alto hermano.

dijous, d’octubre 06, 2005

Destellos de esperanza

Hace apenas unos días tuve la ocasión de ver en directo a Jesús Adrián Romero, aquí, en Valencia (España). Fue una ocasión única para poder ver y según mi estimación, cerca de 3.000 cristianos reunidos en un mismo lugar. Esto fue para mi una gran satisfacción, porque es de las pocas ocasiones en las cuales podemos estar reunidos y unidos todos en un mismo lugar, sin tener en cuenta de que denominación o doctrina seamos. Es de las pocas ocasiones que aquello que realmente importa es el estar cerca de la presencia de Dios.

Me gusto aquello que Jesús Adrian dijo al principio. Que todo aquel que hubiese acudido allí por tal de verle a él, se llevaría una gran decepción, pues aquello que realmente era importante es que se hubise acudido allí con la única voluntad de terminar lleno de la presencia de Dios, después de disfrutar de una tarde de alabanza. Pero aquello que más me lleno, fue y como dije al principio, ver a una gran cantidad de cristianos que por encima de sus denominaciones, creencias diversas y diferentes formas de interpretación de la Palabra, estaban allí reunidos con la única intención de acercarse un poco más si cabe a la presencia de Dios. Y esto que allí pude ver, es lo que hoy nos reclama Dios. Que nos unamos todos en un mismo cuerpo, que no es otro que el de nuestro Señor Jesucristo, y que dejemos de una vez y por todas de lado nuestras diferéncias doctrinales en pro de una unión total con Jesucristo nuestro Señor, la cual mostrará al mundo la gran diferéncia que hay entre el pueblo de Dios y el resto del mundo secular.

Ahora bien, esto no será así, mientras haya intereses por en medio en pro de mantener sistemas establecidos por hombres y los cuales, solo benefician a unos pocos hombres. Pero básteme a mi hoy el haber podido contemplar con mis propios ojos que en verdad es posible agradar a Dios desde un mismo punto de vista, el cual, es el único, el que nos pide Dios, para estar un poco más contento y lleno de esperanza, al ver que aquello que Dios me muestra, en verdad es posible y que finalmente y llegado su momento, llegará a ser una realidad viva y latente entre aquellos que en verdad son hijos de Dios, aquellos que en verdad tiene hambre de Dios.

Nada más, pues la seguridad de que finalmente llegaremos a ser todos un mismo cuerpo en Cristo, y finalmente él llegará a ser nuestro único Rey y Señor, me ha dado fuerza para continuar tan árduo trabajo que en su día me encomendo Dios. Trabajo que no es otro que...

Bendiciones hermano.

dilluns, d’octubre 03, 2005

¿La Verdad? no gracias

Jamás paso por mi cabeza durante el tiempo en que me encontré apartado del mundo en mi búsqueda de Dios, que LA VERDAD tuviese tantísimo rechazo a mi vuelta. No, jamás llegué a pensarlo.

Uno no logra saber cuanto rechazo hay a LA VERDAD, hasta que no se aparta del mundo durante largo tiempo para estar a solas ante Dios, luchando por hallar LA VERDAD. Verdad que me fue revelada por el Espíritu Santo y como no; contrastada por la Biblia, mi conciencia y otros hermanos que con anterioridad supieron de ella; no facilmente es aceptada. No, LA VERDAD se pierde por entre las éticas, normas, mandatos, doctrinas, denominaciones y una laga lista interminable de creaciones de hombres en contra de la sana enseñanza y su verdad. Verdad que por cierto y ahora más que nunca, reitero con todas mis fuerzas y con todo mi ser que: !SOLAMENTE PUEDE SER CONOCIDA POR LA GRACIA DE DIOS Y OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS!

Cuanto más estudio la Biblia, cuanto más entiendo la Palabra revelada, cuanto más escudriño las escrituras y... cuanto más me entrego a Dios negándome a mi mismo para conocer LA VERDAD. Más sorprendido estoy de cuanta falsedad hay en el mundo -su mundo- llamado "pueblo de Dios". Sorprendido de cuanta antiverdad puedo hallar en aquellos que dicen llamarse crisitianos o peor aun, hijos de Dios (entiéndase: aquellos que son lobos con piel de oveja). Básteme dar toda la gloria a Dios, la cual está por encima de mandatos o doctrinas que solo benefícian y defienden los interesés de ciertas creéncias denominacionales, para darme cuenta que la verdad no es tan facilmente aceptada. No, hoy y lamentablemente, sólo se reconoce la verdad que defiende los intereses -sus intereses- particulares creados entorno a las denominaciones que los defienden. Verdad que dista mucho de la sana enseñanza que nos dio a conocer Jesucristo nuestro Señor, a su muerte en la cruz. Pero lamentáblemente hoy esto es lo que menos importa. Hoy aquello que realmente importa es demostrar que son los únicos que tienen la verdad entre sus filas, creéncias y doctrina denominacional. Lamentable, es lamentable, pero Dios en su justicia: pagará el doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron su tierra con los cadáveres de sus ídolos, y de sus abominaciones llenaron su heredad (Jer. 16.18).

No me quedan fuerzas hoy para seguir con este tema, porque cuanto más escribo sobre ello, más mal me encuentro conmigo mismo, porque los celos que tengo por mi Dios y su hijo Jesucristo, mi Señor, me invaden de un desasosiego inmenso que me lleva a estados anímicos que para nada son deseables para un hijo de Dios. Y si yo, en mi humilde condición de servidor llego a estos estados, cuanto más llegarán a afectar a mi Dios Padre, y como no, a su hijo Jesucristo, el cual murió por... ¿por qué murió?

La verdad dada a conocer tal cual es, no fácilmente es aceptada por aquellos que dicen ser pueblo de Dios, porque: la verdad siempre es rechazada en pro de intereses denominacionales o doctrinales y en beneficio y defensa de aquello que solamente justifica su existencia, que no la de Dios. Pero dejaré este tema para otra ocasión pues llegado a este punto, necesito de más oración con mi Señor, porque como bien dije, llego a estados de veradera decepción, impoténcia, dolor, pena y... lágrimas vivas por la falta de toda gloria para mi Señor.

Que Dios bendiga a cada cual conforme a su fe. Yo por mi cuenta, aquí y ahora, puedo dar a conocer libremente la verdad tal cual me la muestra el Espíritu de Dios. Y por ello, gracias y más gracias le doy. Pues soy libre, libre por aquello que Él y solo Él me mostró.

A ti voy Padre, escucha de nuevo mi humilde oración.

diumenge, d’octubre 02, 2005

El perdón

Hoy publico un escrito que nos hizo llegar Orlando José, amigo y hermano en la fe, desde Argentina. Trata del perdón, uno de los principales problemas que podemos hallar entre la mayoría de cristianos en la actualidad:

EL PERDÓN, EL MEJOR REGALO QUE PUEDES DARTE:

¿Crees que perdonar es difícil? Muchas persona lo creen así porque piensan en el perdón como un regalo que van a dar a alguien más. El perdón es un regalo para ti mismo, no para el otro.

Huimos del perdón cuando decimos "Yo nunca le perdonaré" o "Que le perdone Dios". Dios no nos puede perdonar porque simplemente Él nunca nos juzga, somos nosotros quienes a diario emitimos juicios.

El juicio nace del miedo, el perdón en cambio va de la mano con el Amor. El juicio va acompañado de ira, resentimiento y venganza. ¿Te sientes tú inocente? Es difícil hacerlo, todo el tiempo nos estamos sintiendo culpables, es por eso que también necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. Esto es a veces más difícil que perdonar a los demás. Desde que nacemos nos sentimos envueltos en culpabilidad, ya tenemos encima "el pecado capital", ya se nos ha rotulado como culpables, haciéndonos sentir inmerecedores y rechazando la abundancia, auto-castigándonos para minimizar la culpa. No hay sanación posible si no hay primero un proceso de perdón. El perdonar te descarga y te ayuda a sentirte más liviano. Cuando tienes un resentimiento con alguien te ves triste, rígido, se te endurece el rostro.

PROMESAS DEL PERDÓN

1.Reconciliación. El perdón te conduce a un proceso de reconciliación. Esto no implica que tengas que hablar personalmente con aquella persona por quien te sentiste lastimado, simplemente tráela a tu corazón y limpia tus resentimientos con ella. Todos los procesos de perdón te traen el regalo de la salud y la alegría. Muchas enfermedades nacen de resentimientos o ira reprimidos, que terminan produciendo en el organismo sustancias dañinas que afectan nuestra salud y bienestar.
2.Armonía en las relaciones. Con el perdón dejas atrás heridas y sentimientos dolorosos, cortando así las cadenas que te hacen daño al mantenerte atado a los demás.
3.Paz Interior.
4.Dejar el Pasado Atrás.
5.Libertad.
6.Recuperar el Poder Personal.

DISTORSIONES DEL PERDÓN
Muchos confunden el perdón con alguna de estas distorsiones:

1.Ocultar los Sentimientos. Colocarte máscaras de tranquilidad cuando tienes sentimientos encontrados que te convierten en un volcán. Muchas personas creen que ser espirituales no les permite sentir este tipo de emociones, por eso los ocultan.
2.Permitir o Justificar. Nos rehusamos a perdonar para protegernos de ser maltratados otra vez, pero perdonar no es permitir ni convertirte en víctima para que otros pasen por encima de ti, ni defender al otro que te agrede. El que perdones no te obliga a seguir permitiendo el daño.
3.Adoptar Actitud de Superioridad. Si sientes que eres superior espiritualmente y por eso estás obligado a perdonar, y luego haces alarde de tu perdón, no estás perdonando sinceramente. El perdón es humilde si se hace de corazón.
4.Sufrimiento. Si tu ego aún se siente lastimado, si dices perdonar y aún te causa dolor el recordar lo sucedido, no has perdonado. Muchos se someten a situaciones que los lastiman por simple resignación, mas interiormente se acumulan cargas y cargas que impiden su libertad.
5.Ceder el poder Personal. Perdonar no implica que el otro pueda hacer contigo su voluntad. Sólo tú tienes el poder sobre tu vida.

¿Cómo puedes saber si ya has perdonado? Solamente observa la situación otra vez, recuerda a aquella persona que te lastimó, si al hacerlo se mueven en ti otra vez las mismas emociones, sientes rabia, tristeza, dolor, es tal vez porque te has convencido de un falso perdón.

PASOS DEL PERDÓN
Antes que nada separa la conducta del ser, puedes perdonar a la persona aunque su conducta haya sido inaceptable para ti. El perdón nace del corazón, sin embargo podríamos hablar de algunos pasos a seguir para alcanzarlo.

1.Reconocer y aceptar que hay en ti una herida.
2.Deshacerte del dolor. No es fácil, pero recuerda que eres inocente y no tienes de qué culparte ni por qué culpar a nadie.
3.Liberarte cambiando la visión. Trata de ver siempre más allá, con los ojos del alma.
4.Decide sobre la forma en que quieres seguir manteniendo tu relación con la persona que te hirió.
5.Sé Humilde.
6.No te duelas por haber perdonado.

Perdonar no es más que aprender a ver las cosas de otra manera, no rotular ni juzgar a nadie.

Resentir es no permitir que la herida sane para poder vivir en el presente. El pasado no lo podemos cambiar pero lo podemos observar de otra manera.

Recuerda que tu también puedes participar enviando tus escritos a: raul_gil@ono.com

divendres, de setembre 30, 2005

Nuestros propósitos

Una vida llena de propósito, por mucho que se ame a Dios, no siempre es sinónimo de buen camino. Muchos somos los que nos hemos propuesto más de una vez el llevar a delante propósitos personales creyendo que eran llamados para la obra de Dios, y los cuales, finalmente, hemos podido comprobar que han necesitado de nosotros y en algunos casos de otros hermanos, un gran esfuerzo personal para llevarlos a buen fin, o en el peor de los casos, haber tenido que abandornarlos por el camino por un enfriamiento del propósito inicial o clara falta de fruto en ellos. Y razón esta, que finalmente y más que beneficiar la obra de Dios, se ha dejado por enésima vez en entredicho la grandiosidad de nuestro Padre. La razón y en la mayoría de estos casos, ha sido debida a que fue nuestro propósito y no el de Dios. La obra de Dios, aquella que está dentro de Su propósito, que no el nuestro (por cierto: !SOLO HAY UNA OBRA DE DIOS!) siempre llega a su fin por mucho que parezcan torcerse las cosas. Pero desgraciadamente no siempre nos resulta fácil aceptar que aquello que en un principio creimos y pusimos por obra con tanta ilusión y "fe", no era verdaderamete un propósito real de Dios y... Nuestro orgullo, es nuestro orgullo: !HA DE SER DE DIOS A CUALQUIER COSTE!

La Biblia nos insta una y otra vez a que esperemos a ser guiados por el Espíritu Santo antes de tomar cualquier decisión. Pero por desgracia y mayoritáriamente en la actualidad, los creyentes han traspasado la barrera intraspasable del no esperar al llamado real, aquel llamado que Dios pone en nuestro corazón y que es verdaderamente su propósito; llamado que nos es dado a conocer por el Espíritu Santo. Ahora bien, para en verdad poder reconocer que es de Dios el llamado y no de..., primeramente habremos de haber sido, digamoslo así, adiestrados para reconocer cuando es el Espíritu Santo quien nos llama para determinado trabajo en la obra de Dios.

Esto suele suceder porque los creyentes desconocen que Satanás también evoluciona conforme vamos avanzando el camino de Dios y conociendo su verdad -sea dicho de paso, sólo hay una verdad, una fe y un Dios-. Porque este, Satanás, aprende de nosotros y como no, para nosotros en particular. Satanás no esta vencido ni mucho menos, Satanás tiene toda nuestra vida por delante para tratar de apartarnos del camino que nos lleva a la verdad del Padre, y puede perfectamente esperar por años el momento oportuno para sacar a la luz la artimaña que hasta entonces permaneció oculta en nosotros. Reconozcamos todos que Satanás es poderoso -no todo poderoso, porque este lo es Dios- pero muy poderoso y lo que más: sutil. Lo cual nos obliga a estar toda nuestra vida pendientes de nosotros mismos. Una excesiva confianza puede terminar mantando al más santo. Es por ello que cuando veamos -o nos muestren- en nosotros el más mínimo indício que Satanás pueda estar actuando en nuestras vidas, deberemos parar la obra y centrarnos plemamente en la oración, hasta que nos sea mostrado y finalmente erradicado de nuestras vidas y puesto en la Cruz. Porque de no hacerlo así, tarde o temprano tendremos que pagar las consecuencias.

Por supuesto que no es necesario que todo termine con malas consecuencias en un principio para nosotros, pero para Dios, todo aquello que se haga en su Nombre, como mínimo tine que ser digno de Él. Así que dejemonos de andar con vidas llenas de propósito y centremonos en vidas llenas de Espíritu y propósito real de Dios. Porque a la vista está que 2000 años después de Cristo, la llamada iglesia aun anda en pañales en cuanto al reino de Dios, y en consecuencia, aun deben de ser alimentados con leche la mayoría de creyentes y lo que peor, los dirigentes de estos creyentes. Y hablo de los dirigentes que andan en leche, porque los hay que... bueno, los hay de todos los colores, credos y religiones... que distan una eternidad del propósito real de Dios.

En cuanto a la verdad de lo dicho, tan sólo miremos a los grandes monstruos -sistemas eclesiásticos- que dicen llamarse iglesia verdadera de Cristo en la actualidad, y veremos donde nos llevan los própositos que no han sido ordenados y guiados por Dios. Aunque a la vista parezca que son obra de Dios, por su grandiosidad, consolidación, crecimiento y cantidad de fieles, todos sabemos que no andan confome a la Palabra de Dios y su sana enseñanza, sino conforme a los "buenos propósitos" de algunos hombres y que, al pasar de los tiempos, van terminado por su degeneración con la verdad y sana enseñanza que Cristo nuestro Señor nos enseñó.

Así pues y para terminar, tengamos presente que cada uno de los propósitos que vengan a nuestra mente deberán ser presentados en oración ante Dios y a la espera que el Espíritu Santo nos confirme que en verdad están dentro de Su propósito. Entonces y sólo entonces, tendremos plena autorización del Padre y lo que más: plena seguridad que la obra será finalizada conforme al plan de Dios. Obra que no necesariamente nos corresponderá a nosotros ver su final aquí y ahora. !SEÑOR: CUANDO ENTENDERÁN QUE LA OBRA NO COMENZÓ NI TERMINARÁ EN NOSOTROS!

Desde hoy y si algo te propones, asegurate que que sea en verdad para la gloria de Dios. Dejémonos ya de andar con vanaglorias personales y centrémonos de una vez y por todas en la obra de Dios. Obra que no es otra que: "Una voz grita: “Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa. Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho (
Is.40:3-5) Pero por desgracia: no todos quieren, ni se esfuerzan por entender que: !LA VERDAD ESTÁ EN ELLO!.

Bendiciones y recuerda: "!Honor y gloria por siempre al Rey eterno, al inmortal, invisible y único Dios! Amén. (1 Ti 1.17)

dimecres, de setembre 28, 2005

¿Denominaciones?

Hablar de denominaciones, es hablar de forma antibíblica. Por más que leamos y releamos la Biblia, en ningún lugar de ella lograremos hallar nombres denominacinales como ahora: pentecostales, bautistas, fundamentalistas, carismaticos... y una larga lista de nombres que de ninguna manera lograremos hallar fundamento bíblico válido que los apoye. No se ni cuando ni donde empezarón a surgir estas diversas denominaciones, ni me interesa lo más minimo saberlo. La verdad sea dicha, algunas rozan aquello que el libro de Apocalipsis llama "nombres blasfemos" pero este será tema para otro día.

En la Primera Carta de Pablo a los Corintios, que como bien sabemos pecaban de andar aun en la carne, apesar de estar bendecidos con todos los dones del Espíritu; Pablo ya les rogaba que se puesieran de acuerdo y que no estuviesen divididos. Pensando y sintiendo de una misma manera. Bueno, para no ser yo quien lo diga, leamos aquello que nos dice la Biblia:

1 Co 1.1-17: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo".

Yo, y tomandome la libertad de ponerme a día de hoy en el lugar de Pablo, os digo publicamente y sin ningún miedo a equivocarme ante la Sana Enseñanza que: todos aquellos de vosotros que aun andais diciendo que sois de tal o cual denominación... !ANDÁIS CONFORME LA CARNE Y NO EL ESPÍRITU DE DIOS! y doy por terminado este breve sermón. Cada cual escuche su espíritu. Bien se que todos aquellos que andáis conforme al Espíritu de Dios, que no es otro que el Espíritu Santo, lo habréis finalmente entendido y como no, aceptado.

Nada más hijitos. Bendiciones de lo alto.

dimecres, de setembre 21, 2005

El día a día

Por más que me esfuerce no logro entender el sentir de ciertos cristianos. No, no logro entender. Y la razón no es otra que viendome a mi, día a día, luchando por hallar la verdad de Dios, aquella que solamente el Espíritu Santo puede mostrarme. Sin ninguna unción, sin ningún sentimiento especial, sin nada que me de muestras en mi, que Dios está ahí, a mi lado, dandome su apoyo...

Día a día oro apartado del mundo, yo solo. Día a día le pido a Dios que me muestre como hallar el camino. Día a día le pido a Dios que me de unción, pero no: todo parece estar seco en mi, todo parece oscuro, todo parece confuso, y... Dios no parece darme nada. No, Dios parece que se alejo de mi, que me dejo solo ¿en qué le fallé? me pregunto una y otra vez...


Pero es ahí, en la más profunda de las soledades, en los momentos mas angustiosos, cuando comienzo a ver la verdad, la única verdad: que ya no soy de aquí, que mi vida ya no corresponde a este mundo, que ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mi. Es ahí cuando comienzo a dislumbrar la verdadera paz... !cuando dejo de sentir!

Sí, mi cuerpo empezó a dejar de sentir, de desear, de querer, de luchar, dejo de ser... pués morí. Morí al mundo, a los deseos, a los sentimientos, a... !mi anterior ser! y miro atrás y siquiera puedo pensar en volver allí, al mundo; porque nada, absolutamente nada hallaré que me de la paz que logré cuando en verdad renuncié a todo mi aterior ser. Porque nací de nuevo par servir hasta el fin de mis tiempos a Jesucristo, mi fiel amigo.

Padre: hazme morir más y más, pues quiero llegar a la verdad que hay en ti.

dijous, de setembre 15, 2005

No digas Padre

Hoy publico este texto que vi en el Blog de mi buen amigo y hermano Néstor, y que se lo hizo llegar uno de su muchos lectores. Aunque no es del todo nuevo, si lo es muy real y cierto. Por ello, yo también me he sumado a publicarlo.

No digas "PADRE," si cada día no te portas como su hijo.

No digas "Nuestro," si vives aislado en tu egoísmo.
No digas "Que estás en el cielo," si solo piensas en las cosas mundanas.
No digas "Santificado sea tu Nombre," si no lo honras con tus palabras y tus obras.
No digas "Venga a nosotros tu Reino," si no vives y llevas la Buena Nueva.
No digas "Hágase tu voluntad," si no la aceptas cuando es dolorosa.
No digas "Danos hoy nuestro pan," si no te preocupas por la gente con hambre, sin cultura y sin vivienda.
No digas "Perdona nuestras ofensas," si guardas rencor a tu hermano.
No digas "No nos dejes caer en la tentación," si coqueteas con ellas.
No digas "Líbranos del mal," si no tomas partido contra el maligno.
No digas "Amén" Si no has entendido ni tomas en serio las palabras del "Padre Nuestro"

Recuerda que tu también puedes participar en nuestro Blog. Simplemente haznos llegar todo aquello que nos ayude a crecer en Cristo a: raul_gil@ono.com

Morir y nacer de nuevo

Jn. 3:6: "Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu"

Cláramente lo dice la Biblia: lo que nace del Espíritu, es espíritu. Por ello, todos los nacidos de nuevo, espíritu son. Hermanos, no se la razón que lleva a pensar a la mayoría de creyentes (si la se, pero será en otro momento) que Dios nos bendecirá con toda clase de bienes, digamoslo así, terrenales. Bien sabéis que muchos sois los que andais pidiendo a Dios que os bendiga con: una mejor casa, un mejor trabajo, un buen coche, más dinero, más salud, más... una lista interminable de cosas que nos pide la carne. Pero permitidme que os diga que: !ANDAIS EQUIVOCADOS! No quiero decir con esto que a Dios no le agrade bendecir a sus siervos con todas estas cosas que nos pide la carne, no, a Dios si le agrada, pero para que Dios os dé estas cosas, primeramente deberéis ser verdaderos siervos suyos. Quiero decir con esto, y como ya cité en anteriores escritos que: "...buscad primeramente el reino de los cielos y el hacer lo que es justo delante de Dios, y todas esas cosas se os darán por añadidura" (Mt. 6.33). Pero tened claro que os serán dadas siempre y cuando estén dentro del proposito de Dios, y su obra, mediante vosotros.

Para aclarar un poco más lo que estoy diciendo te diré que; morir es exactamente aquello que es: morir es renunciar a nuestro yo, a nuestro ser, a nuestras ilusiones, a nuestra vida, a todo, absolutamente todo nuestro ser antes de la conversión (llegar a ser como Jesucristo nuestro Señor, ni más ni menos). Porque de no ser así, no es morir, sino estar muerto a medias, por consiguiente, las medias no son enteras, y por ello, no estamos muertos; y razón esta por la cual aun no podemos nacer de nuevo, nacer del Espíritu, ser espíritu.

Y nacer de nuevo es ni más ni menos que nacer del Espíritu, ser espíritu. Y el que es espíritu: no necesita de nada que ofrezca este mundo, porque aquel que nació del Espíritu, ya no es de este mundo, sino del reino de Dios. Y por ello: nada, absolutamente nada de este mundo desea; porque todo es suyo y cuando digo todo es suyo, me estoy refiriendo a que todo cuanto necesite para llevar acabo el proposito que Dios predispuso, desde antes de los tiempos, para su nueva vida en Cristo, le será proporcionado por Dios mismo. Dejó ya de preucuparle... el pan para mañana, entre otras cosas. Y es entonces, cuando se ha nacido de nuevo, que podremos orar al Padre, en nombre de Jesucristo nuestro Señor, para que nos conceda todo cuanto le pidamos, como ahora: paz para la iglesia, salud para nuestros hermanos, humildad, sabiduría, paciencia, dominio propio, fidelidad... creo que entenderás qué es aquello que pide todo aquel que nació de nuevo, todo aquel que nació en verdad del Espíritu... !todo aquel que es espíritu!

Hermanos: prefiero hablar poco y claro, que mucho y difuso, por ello y como en artículos anteriores, lo dejo aquí. Cuando tengas claro todo esto y este por obra en tu vida, entonces podrás entender aquello que compartiré otro día.

Si no lo entendiste o aun no puedes aceptarlo, pido ahora mismo a Dios, en nombre de Jesucristo mi Señor, que te de la luz que necesitas para poder ver la verdad que quedó hoy escrita en lo más profundo de tu corazón.

Bendiciones de lo alto, si en verdad ese es tu anhelo.

dimecres, de setembre 14, 2005

Buscad primeramente...

Mt. 6.33: "Por lo tanto, buscad primeramente el reino de los cielos y el hacer lo que es justo delante de Dios, y todas esas cosas se os darán por añadidura"

Solo Dios sabe cuantos son los creyentes que andan cada día detras de las cosas de este mundo, sin preucuparse lo más mínimo por hallar primeramente el reino de Dios. Y la mayoría de ellos así lo hacen, por la sencilla razón que aquellos que deberían darselo a conocer no lo hacen, o no saben hacerlo. Por ello hoy hablaré apenas unas líneas sobre como saber si andamos o no por él.

Quiero comenzar por aquello que cláramente nos muestra si andamos o no camino del reino de Dios. Para ello deberemos mirar, primeramente, aquello que Dios hizo o está haciendo en nosotros. Como ahora: haber sido bendecido con los primeros frutos que da el Espíritu Santo y que no son otros que: ...amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gál. 5:23) Tengamos presente que sin estos primeros frutos obrando en nuestra nueva vida, y que son el primer sintoma de que el Espíritu Santo está en nosotros, mejor será olvidarse de abanzar ningún paso más hasta que logremos estar llenos de ellos. Porque hermano, sin estos primeros frutos del Espíritu Santo, no se puede trabajar en/para la obra de Dios, pues esta, aun no está completa en nosotros mismos, y por consiguiente, aun andamos buscando el reino de Dios. Y... como decirte... mmmmm... !serás un ciego que guiará a otros ciegos!

Aré aquí un pequeño inciso: nadie debería ponerse a trabajar en la obra de Dios sin antes estar totalmente seguro de que anda totalmente conforme a la sana enseñanza, y no solo porque él así lo crea, sino porque otros también ven en él que así es. Porque hermanos: se ve a una legua de distancia que el Espíritu Santo reposa y ha tomado plenamente el control de la nueva vida del creyente, que es ya cristiano. En otras palabras más claras, todo aquel que no es guiado por el Espíritu Santo, no está capacitado para la obra de Dios y menos aun para guiar a otras creyentes.

Sigamos: una vez han comenzado a ser una realidad en nosotros mismos los frutos anteriormente citados, estos pasarán a afectar nuestro entorno más directo, en el caso concreto de ser un cristiano casado y con hijos, veremos claramente que: "En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo" (Sal. 128.3) Y, de nuevo, debemos tener presente que hasta que esto no tenga lugar en nuestra propia casa, no estaremos preparados para salir a guiar las vidas de otros creyentes, y menos aun, las llamadas iglesias del Señor. Como ya dije al principio, cualquier crisitiano que en verdad quiera servir a Dios, deberá buscar primeramente su reino aquí en la tierra antes de ponerse a trabajar en la obra de Dios.

De nuevo haré un pequeño inciso: Desgraciadamente hay muchos líderes, pastores, maestros y demás creyentes en cristo, que a pesar de no estar llenos y obrando en ellos estos primeros frutos que da el Espíritu Santo, no han dudado en ponerse o ponerlos al cargo de grupos de creyentes o peor aun, pequeñas y grandes congregaciones, por la sencilla razón que... bueno, ellos y Dios sabe quien, sabrán cual es la razón por la cual están donde Dios no les ha mandado estar.

Termino aquí y por ahora este pequeño estudio, ya que prefiero hablar poco y claro, que mucho y confuso. Si lograste entender esto, estarás preparado para aquello que compartiré en otro momento. Si no: ¿a qué esperas para ponerte al trabajar en ello?

Nada más. Bendiciones de lo Alto.

divendres, de setembre 09, 2005

Esperar en Dios


No siempre tengo palabras para poder compartir aquello que Dios puso en lo más profundo de mi corazón, no siempre las tengo. Muchas veces he de luchar con todas mis fuerzas contra cansancio, desasosiego, mal estar o... dudas y más dudas que satanás trata una y otra vez de poner en mi mente, que no en mi corazón, porque este: !está gobernado por mi Señor!

Hoy es una ocasión de esas, una ocasión en que tal cual voy escribiendo, luchando contra la desgana que trata de apoderarse de mi, van saliendo estas palabras que ahora estás leyendo. Pero sigo, sigo porque se que en lo más profundo de mi ser !Él está ahí, a mi lado, dándome palabra a palabra, línea a línea, párrafo a párrafo, aquello que en verdad quiere compartir hoy! Sí, y finalmente y al terminar, puedo ver que aquello que quedó escrito, no fui yo quien lo escribió, sino la Divina Persona que obra cada día, cada minuto, cada segundo... en mi nueva vida. ¿Quién? !el único, el insustituible Espíritu Santo, el mismo Dios! !Aquel que Jesucristo mi Señor prometió enviar a todos cuantos creyesen que Él es quien dijo ser: el Mesias, el Hijo de Dios, nuestro único Señor; el que resucitó de entre los muertos por y para: poder y gloria de Dios!

Hoy y cada día más, el Espíritu Santo está siendo arrinconado, dejado de lado... !casí olvidado! Está pasado a ser uno más de entre tantos y tantos "seres" que nombra la Biblia, ha dejado de ser lo que es: !LA TERCERA PERSONA DE LA TRINIDAD! Hermanos, por mal que algunos les siente, el Dios trino, es ni más ni menos que trino, que no es otra cosa que: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y los tres son una misma persona, !LOS TRES SON DIOS! (para los que aun andan alimentándose de leche). Y, !hay de aquel que niegue esto, porque está negando la gloria y la grandeza de Dios Padre mismo!

Es sorprendente ver como se predica en muchas congregaciones el misterio de la Santísima Trinidad, que Dios es tres en uno, que Dios es un Dios trino. Pero a la hora de hablar del Espíritu Santo y su obra en el creyente... !Aaaaay! reconcer quien es en verdad y cual es la obra que sólo puede realizar única y exclusivamente el Espíritu Santo en el creyente... !Aaaaay, ahí si que nos han dado!. (como dicen en mi tierra: !Aaaaay, que ens desmonten la paraeta!)

Dios reclama con fuerza a sus verdaderos siervos que vuelvan a instaurar el honor y la gloria que le correponde, como parte misma de Dios que es, la insustituible Tercera Persona de Su Trinidad, la Divina Persona del Espíritu Santo. Dios está cansado, muy cansado de que cada día más y más sea negada la Divina Tercera Persona. Y hermanos, aquel que no le de al Espíritu Santo la gloria que merece -la misma que merece Dios- !será condenado en el fuego eterno, porque con sus actos está negando al Dios Padre eterno, y como no, toda la obra y gloria de su hijo Jesucristo! Para aquellos que aun no lo sepan -y si lo saben se hacen los sordos- !Jesucristo no murió para perdón de nuestros pecados, Jesucristo murió para poder obrar en nosotros por medio del Espíritu Santo que nos prometió, siendo este, el Espíritu Santo, quien nos limpia y libra de todo pecado!

Termino con estos cuatro versículos: los dos primeros son la promesa dada por Dios en el Antiguo Testamento y los dos segundos la confirmación por parte de nuestro Señor Jesucristo:

LA PROMESA DE DIOS:

Jer. 31:33-34: Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.”

LA CONFIRMACIÓN:

1Jn. 2:27-28: Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado. 28 Ahora, hijitos, permanezcan unidos a Cristo, para que tengamos confianza cuando él aparezca y no sintamos vergüenza delante de él cuando venga.

Bendiciones de lo alto hermanos.

Diezmos y ofrendas

Pocas son las congregaciones que no estén viviendo el problema de los diezmos y las ofrendas. Bástenos visitar algunas de ellas para darnos cuenta de cuanta insistencia hay sobre este tema en particular. Pero sepan todas ellas que cuando tiene lugar este problema, es porque no se está sembrando conforme a la voluntad de Dios.

Personalmente les diré, porque así me lo hace ver el Espíritu Santo, que este problema tiene lugar por una falta de verdadera sana enseñanza. Digo esto, porque en la mayoría de estas congregaciones se insiste en predicar que: hay que dar, para que Dios nos de a cambio. Error grande este, pues todo aquel que da con la intención (auque sea en lo más profundo de su yo) de recibir algo a cambio, no esta dando, sino comprando, o si se prefiere, invirtiendo para recibir algo a cambio de Dios, y que por lo general se espera o se cree, será en proporción superior a lo que se dio.

Hermanos: Dios no debe nada a nadie, porque nada es nuestro, sino que todo, absolutamente todo es de Dios, y por ello, todo cuanto poseamos es porque, Dios, primeramente nos lo dio (somos administradores de sus bienes, que no es lo mismo). Ahora bien, es natural que en aquellos que aun son creyentes, que no cristianos
(otro día les hablaré de esto) no logren entender que todo cuanto ellos tienen o puedan tener, les fue o será dado por Dios. Siendo la razón principal de esta su creencia, que aun andan conforme la carne y no conforme el Espíritu. Por ello, su entrega aun no es total a Dios en Espíritu, y por ello continúan, digámoslo así, guardándose el maná para el día siguiente, por si de caso les falla Dios.

El diezmo y las ofrendas que le agradan a Dios, son aquellas que son dadas de forma totalmente voluntaria, sin esperanza de recibir nada a cambio. Es decir: aquellas que se dan por amor al prójimo y por consiguiente a Dios. Las ofrendas que en verdad le agradan a Dios, son aquellas dadas de todo corazón, dadas porque así nos lo demanda Dios. Y estas ofrendas no siempre son referidas a dar dinero, porque hermanos, muchas otras cosas son en verdad ofrenda grata a Dios, como ahora: dar ayuda al necesitado, corregir al que anda equivocado, dar vista a los ciegos, liberar a los esclavos, o simplemente: el barrer al terminar el culto, el centro de reunión. La verdadera ofrenda es aquella que se hace por amor verdadero a Dios. Nuestro Padre no quiere que demos diezmos y ofrendas de forma puntual, y menos aun con la intención de recibir algo a cambio, sino todo lo contrario, lo que le agrada a Dios Padre es que todo nuestro ser sea ofrenda viva y grata para su gloria. Lo que el Padre nos demanda es que seamos tal cual nos enseña nuestro Señor Jesucristo… ¡verdaderos siervos de Dios! ¡verdaderos administradores de su bienes! ¡bienes que Él nos dio!

Aunque es un tema que da mucho más de si, no es este lugar para largos documentos, por ello solo les diré y para terminar, que: todas aquellas congregaciones que necesitan de repetir una y otra vez que hay que diezmar y ofrendar, denotan que en ellas hay una falta de sana enseñaza hacia sus fieles, enseñanza no conforme a la demandada por Dios. Que no es otra que: el no enseñar el verdadero por qué del diezmo y las ofrendas. Tengamos en cuenta que la sana enseñanza no es el dar para recibir, sino, el por qué dar sin buscar el recibir.

Cuando un creyente comienza a ser guiado por el Espíritu Santo, este, le muestra el por qué de muchas cosas que hasta entonces no lograba entender desde su condición carnal, pero conforme el Espíritu Santo obre en sus vidas, estas actitudes que denotan una clara carnalidad, irán desapareciendo (muriendo) en ellos. Hermanos: si lo hacemos así, permitiendo que obre en ellos el Espíritu Santo, veremos como en poco tiempo y de forma natural y voluntaria los creyentes comenzarán a dar frutos, como ahora: el diezmar y el ofrendar, sin límites ni duda alguna. Y no solo en cuanto a dinero se refiere, sino en muchos otros aspectos que día a día les demandará Dios.

Hermanos: no tratemos de imponer, al contrario, limitémonos a dar a conocer las virtudes de aquel que nos llamó a su luz y dejemos que sea Él y solo Él, quien les alumbre día a día en su camino. Pero eso si, primeramente deberá haber luz en nosotros mismos, porque sino, no habrá… ¡Que Dios les bendiga!

dimecres, de setembre 07, 2005

!Llegó el final de los tiempos!

Llegó el momento, ¡llegó el final de los tiempos!. Dios Padre así lo predispuso, y así está sucediendo. Sí ¡llegó el final de los tiempos!

Hasta hoy las iglesias del Señor han estado cubiertas por el velo que Dios Padre les puso, para que no pudiesen ver, para que no pudiesen oír, para que no pudieran entender… para vergüenza de aquellos, que en vez de seguir a Dios, se limitaron a honrarle de labios a fuera, y permanecieron lejos, muy lejos, en sus corazones secos.

Llegó el momento, ¡llegó el final de los tiempos! Y Dios Padre tomará las riendas de su pueblo. Llegó, ¡llegó el final de los tiempos!

De camino viene nuestro Señor Jesucristo a juzgar a todos. A vivos y muertos. Porque llegó, ¡llegó el final de los tiempos!

Los humildes volverán a alegrarse en el Señor; los más pobres se gozarán en el Dios de Israel. Se acabarán los insolentes, dejarán de existir los arrogantes y desaparecerán los que solo piensan en hacer el mal.

¡Levántate hermano! !atiende el llamado del Señor! No sientas vergüenza, ni miedo, ni temor... !nuestro Señor Jesucristo de nuevo viene! Porque llegó, ¡llegó el final de los tiempos!...
!atiende el llamado del Señor!

Estate tranquilo y sereno, esperando en el Señor, porque va haber: granizos, tormentas, terremotos…
¡potentes trompetas os anunciarán la nueva venida de nuestro Señor!. Estate atento, abre tu corazón, a las Palabras que en breve llegarán a tu congregación. Estate atento, porque llegó, ¡llegó el final de los tiempos! ¡El regreso de nuestro Señor!

Estad preparados, atentos y unidos en el Señor. Porque llegó, ¡llegó el final de los tiempos! Nadie sabe el día ni la hora, pero llegó, ¡llegó el final de los tiempos!

Permaneced atentos a los cambios, a las luchas, a las caídas, a las vicisitudes que en breve se verán entre aquellos que dicen llamarse: ¡iglesias de Jesucristo nuestro Señor!

Llegó, ¡llegó el final de los tiempos! ¡De nuevo viene nuestro Señor!