dilluns, de desembre 28, 2009

¿Son cristianos los Testigos de Jehová?...



No. Los Testigos de Jehová no son Cristianos, ni como tales se les puede, ni debe, considerar. La principal diferencia que se da entre nosotros los Cristianos y los Testigos de Jehová (TJ), es que ellos niegan la Trinidad, es decir: niegan que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, un sólo Dios.

Si hablan con ellos verán que les resulta muy fácil decir que creen lo mismo que nosotros los Cristianos, pero no es así de modo alguno, por tanto que los Testigos de Jehová creen que Jesús es en realidad el arcángel Miguel encarnado, y que Dios lo creó en una primera creación y, mediante él, y siendo en si mismo un dios (otro dios), fueron hechas todas las otras cosas, incluidos los ángeles y demás seres celestiales. Por el contrario los Cristianos creemos que Jesús es el Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, y por quien todo fue hecho. Y no es el arcángel Miguel.

Los TJ también niegan que el Espíritu Santo es Dios, Tercera Persona de la Trinidad, ya que ellos defienden y enseñan que el Espíritu Santo es un algo, que no un alguien. Una fuerza impersonal, y que no es Dios. Se mire por donde se mire la doctrina de los TJ es totalmente contraria a la Cristiana, ya que niegan y totalmente la Trinidad, niegan y como hemos dicho que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo; niegan que el Hijo de Dios es nacido de Dios, engendrado, no creado; y niegan a su vez que el Espíritu Santo es Dios.

Ahora, para mejor entenderlo, y si acudimos a la traducción particular e interesada de la “Biblia” de los Testigos de Jehová y que ellos llaman: “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras” (TNM), editada por la Sociedad Watchtower, leeremos en su versión del evangelio según Juan, lo siguiente:

• TNM.- (Testigos de Jehová): Juan 1:1 En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. 2 Este estaba en [el] principio con Dios.

Como vemos, ya han cambiado totalmente su sentido, negando que la Palabra es Dios, y declaran que es “un dios” (atención al “un”, y la “d” minúscula). Con lo cual defienden el politeísmo, que es la doctrina de los que creen en la existencia de varios dioses, y la cual es totalmente contraria a la Cristiana que únicamente cree y da a conocer un sólo Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Si ahora leemos una versión católica, por ejemplo la “Nueva Biblia de Jerusalén” (NBJ), editada por Desclée, leeremos:

• NBJ.- (católica): Jn. 1:1 En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios

¿Ven la clara diferencia?, los Testigos de Jehová dicen que “era un dios”. Pero en su traducción debida del griego al español, y conforme los Cristianos creemos, vemos que dice “era Dios”.

Por descontado, si acuden a los TJ, indudablemente y mediante una clara mal traducción del griego, tratarán de hacerles creer que tienen razón, que su traducción es la correcta, pero no es así, podemos consultar infinidad de versiones distintas a la de ellos, que nos mostrarán siempre y en debida traducción del griego al español que: “la Palabra era Dios”. Vamos a verlo en diversas versiones católicas y protestantes:

• Nacar-Colunga.- (católica): Jn.1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.  

• BVI.- (catòlica en valencià): Jn.1:1 Al principi existia el qui és la Paraula. La Paraula estava amb Déu i la Paraula era Déu.

• DHH.- (interconfesional): Jn.1:1 En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.

• RV60.- (protestante): Jn.1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

• NVI.- (protestante): Jn.1:1 En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

Como vemos, no importa a que debida versión Cristiana acudamos, siempre y todas ellas traducen “era Dios” y nunca, como hemos visto hacen los Testigos de Jehová, “era un dios”.

Quizás les resulte curioso ver que unas versiones traducen “Palabra” y otras “Verbo”, las dos son correctas porque del griego “Logos” se puede traducir al español por ambas igualmente, y en un mismo significado.

Es todo por hoy, hay más en los TJ totalmente contrario al Cristianismo, pero ya lo iremos viendo, Dios mediante, en otro momento. 

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sea con vosotros.




divendres, de desembre 18, 2009

El autoexamen ...

 
NO SIRVE PARA NADA!!! Porque mediante el autoexamen, uno, únicamente logra verse así mismo, a tal cual el concepto que de si mismo tiene. Esto es incorrecto. No debemos olvidar que es en su Luz, que en verdad podemos ver la Luz. El hombre comió del árbol del bien y del mal. Y ese bocado sigue estando presente en todos, por tanto que todos, en Adán, hemos comido del mismo fruto.

El hombre, en Adán, sabe que está bien y que está mal bajo su punto de vista y sin necesidad de estar sujeto a Dios, sin necesidad de consultarle a Dios. No debemos olvidar que el corazón del hombre es más engañoso que todas las cosas.

El autoexamen no puede llevarnos a buen puerto, porque únicamente se fundamenta en el ego de la persona, en su yo más profundo, en su egocentrismo, en como cada cual logra ver las cosas por si mismo a su interesado entender y cómo este y por si mismo las juzga... y estas pueden ser –de hecho en la mayoría de casos siempre lo son– muy contrarias a conforme Dios las ve, dispone y juzga.

Sólo en su Luz, podemos ver la verdadera Luz. Únicamente Dios puede escudriñar nuestros corazones, intenciones, y demás... de una forma justa y conforme a su Voluntad. De ahí la necesidad de acudir constantemente ante Él, para ser escudriñados por Él.

El autoexamen NO CORRESPONDE A UN VERDADERO CRISTIANO. Un verdadero Cristiano, por la influencia del Espíritu Santo, se ve pecador, y como tal, se arrepiente de sus pecados, y por ello viene a lo pies de Cristo, y clama a Dios que le libre de sus transgresiones, faltas, y pecados, que le son mostrados bajo la luz del Evangelio, de la Palabra, por la cual vamos siendo limpiados.

No, el autoexamen ES UN ENGAÑO. Un cristiano confía en Dios, reconoce que es pecador, y que todo lo que mana de él, todo, es indigno de Dios. Y es por ello que acude a Dios, por medio del Hijo, y bajo la influencia del Espíritu  Santo, para que sea Dios quien EN SU LUZ, LE DE VERDADERA LUZ, y sea esta la que restaure su vida al mostrarle su verdadera condición caída.

Un Cristiano no ha de confiar en si mismo en absoluto; ni en sus juicios, ni en sus criterios, ni en sus percepciones de que es bueno o malo, porque un cristiano ya ha visto ante Dios que todo en él es contrario a Dios mismo, y únicamente puede conocer quien es y en verdad, ante la Luz de Dios mismo.

EN SU LUZ, Y ÚNICAMENTE EN SU LUZ, ES QUE EN VERDAD PODEMOS VER LA LUZ.

Como Cristianos, dejemos ya de andar conforme el mundo anda, porque este anda a tal cual Adán mismo después de su caída: alimentándose continuamente del árbol del bien y del mal y determinando cada cual, por si mismo, sin Dios, que es o deja de ser verdad.

Dios les bendiga.