dissabte, de desembre 27, 2008

Mi Señor...


Buenos días Señor:

Hoy quiero pedirte por todos mis hermanos, por la Iglesia, por el Cuerpo de Cristo, para que todos recibamos de tu inmensa gracia y don.

Padre, en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, mando que ates en los cielos a Satanás, y con él, a todos los espíritu inmundos que le están sirviendo. Mando que ates los espíritus de contienda, de discusión, de rebeldía, de división, de sectarismo... y mando que desates el Evangelio, la Buena Nueva y el Mensaje eterno de Salvación.

También quiero pedirte Padre Nuestro que no tengas en cuenta nuestros pecados, y reconocer ante ti que sí, que hemos pecado, que todos nos hemos apartado de tu camino, de tus preceptos, de tus mandatos, y por ello mi Señor y mi Dios, te pido que no tengas en cuenta nuestras deudas, nuestros pecados, que te acuerdes de la Sangre de tu Hijo Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario, y por ello...

Mi Señor y mi Dios: somos pecadores, siempre lo seremos, pero en tu gracia, en tu don, nos diste a conocer a tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor; y en su Nombre, el Nombre que tú nos has dado, en su Nombre TE PIDO POR TODOS NOSOTROS PERDON.

Padre; necesitamos de ti, de tu gracia, de tu don. Necesitamos, y por ello mando, que desates en los cielos tu Palabra, tu Evangelio. Que derrames tu Espíritu Santo sobre todo tu Pueblo, que muestres tu Gloria y...

Padre, en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, te pido luz para el camino, que seas tú mi Dios quien nos ilumine, quien nos lleve a tu Hijo, quien mande la lluvia desde el cielo, quien haga brotar la semilla del Evangelio que en verdad tú, mi Señor y mi Dios, has sembrado en cada uno de nosotros, tus hijos.

En el Nombre de Jesucristo el Señor, amén.

dilluns, de desembre 22, 2008

Padre Nuestro...


Buenos días, Padre:

Santificado sea tu Nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo...

No siempre recordamos la oración que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó. Recordémosla, meditémosla y pongámosla en práctica:
"Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal"
Por que tuyo es el reino, la gloria y el poder. Amén.

diumenge, de desembre 21, 2008

Construir la Casa de Dios...


Mi Señor y mi Dios, buenos días:

Hoy Padre nuestro y en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, mando y en verdad que seas tú mi Dios quien construyas tu Casa, porque si no eres tú mi Dios quien obre, a la verdad de nada servirán todos nuestros esfuerzos.

Padre, como Iglesia, como Cuerpo de Cristo que somos, en el Nombre que está por sobre todo nombre, el Nombre que tú nos has dado, hoy, Padre nuestro, mando que ates en los cielos todos los espíritus que están impidiendo que tu Gloria sea manifiesta.

Mi Señor y mi Dios, en tu inmensa gracia y bondad nos has dado el Nombre que está por sobre todo nombre, y mi Señor, he de serte sincero: hoy tu Iglesia, tu Cuerpo, apenas lo sabe utilizar, ya casi todos están perdiendo el verdadero sentido de su significado real.

Eres tú, mi Dios, quien nos diste un Nombre que está por sobre todo nombre, el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Y es en su Nombre Padre nuestro, que mando y de nuevo que ates en los cielos a Satanás, a sus principados y potestades, para que tu Gloria, mi Señor y mi Dios, sea manifiesta y plenamente en y por tu Iglesia.

Desata Padre tu Verdad, tu Evangelio, tu Mensaje... desata Padre a los que están presos, quita Padre todas las cadenas, da luz a los ciegos.

Sí Padre, eres tú quien nos ha dado el Nombre que está por sobre todo nombre, y en el Nombre de Jesús el Señor mando que construyas tu Casa, tu Templo, conforme a tu voluntad, a tu Palabra, a tus promesas, en honor a TU NOMBRE, el Nombre que nos has dado POR SOBRE TODO NOMBRE.

Gracias Padre, gracias mi Señor Jesús. Amén. 

En ti está...


Hola Señor:

Hoy acudo a ti, en mi dolor, apaciguado este por tu bondad, por tu amor, y que únicamente por esta razón, mi Dios, he podido comprender y bien entender cuanto nos amaste en la Cruz, cuanto hiciste por nosotros allí, en el Calvario.

Tú te la has llevado, mi Dios, ha sido en tu voluntad que ella, mi madre, contigo hoy esté. Y es por ello mi Dios que gracias te quiero dar: por tu luz, por tu bondad, por tu amor derramado, por todo cuanto por nosotros y cada día, en estos días, haces en verdad.

Tiempo estuve pensando, a lo largo de mis días oscuros, como sería el perder a aquella mujer que en tu gracia dispusiste que fuese mi madre. Y hoy, mi Señor, nomás logro ver y por tu gracia que en verdad, por tu amor, ella fue un regalo que desde el cielo, en tu gracia, nos diste.

Mi Señor, nomás puedo estar agradecido de tu bondad, de tu amor, de tu sangre derramada, de tu Palabra, de tu...

No tengo palabras mi Dios, veo borroso, pero se que aunque no está ya entre nosotros, ella, mi Señor, sigue obrando, sigue intercediendo, sigue mostrándome que todo cuanto fue, que todo cuanto hizo, que todo cuanto sufrió, en verdad, lo hizo por amor. Todo ello mi Señor es lo que por tu gracia, hoy, logro ver y comprender en cada recuerdo que de ella a mi viene y de nuevo.

Sí, por amor de madre, ello es cierto, nunca comparable a tu Amor; el que hoy, en estos días tan oscuros, a la verdad tú mi Dios estás derramando sobre nuestros corazones, y que no todos ellos, mi Señor, logran ver que estás siendo tú quien así lo dispones.

Paz, gozo, tranquilidad, serenidad... todos estos frutos los puedo vivir y comprobar en estos momentos de tanta necesidad. Gracias Señor por ser fiel a tu Palabra, por mostrarme que siempre a nuestro lado estás.

Como bien dije ante ellos, los presentes en el entierro; no es un adiós a mi madre, sino un hasta luego. Y con ello me quedo mi Señor, con ello me quedo, con el hasta luego: PORQUE EN TI Y TUS PROMESAS CREÍA, CREEN Y CREO.

Porque creemos en ti mi Señor, en la resurrección de los muertos, en tu venida, en tu Palabra, en tu don...

Mi Señor, he podido comprobar que en verdad cumples tu Palabra, porque a nuestro lado has estado y sigues estando, que en momento alguno nos has dejado, que siempre nos has sostenido y sostienes con tu mano poderosa, y...

Hasta luego, que no un adiós, es lo que por tu gracia, hoy, mi Padre, mi Señor, puedo bien ver y comprender que así es, y volverá a ser.

Gracias Padre, gracias mi Señor Jesús. Amén.

dissabte, de desembre 20, 2008

Lávame Señor...


Hola Señor Jesús:

En tu gracia, mi Señor, nos mostraste que ante ti estamos totalmente limpios, que tu sangre derramada en la Cruz cubrió y cubre todos nuestros pecados, que fuimos lavados plenamente al reconocerte y aceptarte, por la gracia de Dios Padre, como nuestro único Señor y Salvador. Y que hoy, cada día, nomás tenemos necesidad de que nuestros pies sean lavados, que no todo nuestro cuerpo, que no todo nuestro ser.

Sí mi Señor, por tu gracia entiendo que no todo nuestro ser necesita de ser y de nuevo lavado, que ya lo fue y por siempre en el Calvario. Que al creer en ti, mi Señor, todo fue plenamente resuelto.

Pero mi Señor, eres tú quien nos dijo que sí, que nuestros pies —cada día— han de ser lavados. Y ello; porque es en nuestro andar diario, que sin poder evitarlo, nos vamos contaminando, ensuciando, llenado de todo aquello que por el contacto con el mundo nos aparta de ti.

Y es por ello, mi Señor, que cada día, en cada ocasión, hemos de acudir a ti para que de nuevo, tú mi Señor, nos laves los pies, las impurezas, que por medio del andar diario han contaminado nuestro ser...

Ser mi Señor que anda por el mundo, que sigue un camino; estrecho, angosto, lleno de polvo, de inmundicia, de contaminación... y mi Señor, bien sabemos que polvo somos y en polvo nos convertiremos si no permanecemos en ti, en tu gracia, en tu don.

Mi Señor, gracias te doy por todo cuanto haces por mi, por todos. Y te pido mi Señor que hoy y de nuevo laves con tu preciosa sangre mis pies, que los limpies de toda impureza, de todo polvo, de toda cuanta suciedad ha quedado impregnada en ellos; por mi caminar por el mundo, por mi andar en el camino, por...

Mi Señor y mi Dios, que la Sangre derramada en el Calvario para perdón de todos nuestros pecados sea y de nuevo el agua limpia y pura que lave nuestros pies, que restaure todo nuestro ser.
"Jn. 13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos"
A ti sea la Gloria por los siglos de los siglos, amén.

divendres, de desembre 19, 2008

Mi anhelo hoy...


Buenos días Padre:

Hoy mi Señor mi mayor anhelo es conocer tu voluntad, tu deseo, aquello que en verdad llena tu corazón, que no el nuestro. Porque Padre, estoy cansado, bastante casando de andar tras mis pensamientos, mis razones, mis propósitos... y no, hoy se que no, mi Padre, mi Señor, hoy se que ha de ser y siempre conforme a tu voluntad, conforme a tu deseo, conforme a tu corazón.

Mi Señor, danos luz, muéstranos cual es tu voluntad, a tal cual los deseos de tu corazón. 

Mi Señor, te pido que nos guardes del mal, que no nos dejes caer en tentación, que apartes de nosotros todo cuanto no es digno de ti, todo cuanto no viene de ti.

Te pido Padre y en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que renueves nuestra mente, que dividas, que separes nuestro ser interior de nuestro ser exterior. Que nos des tu luz, que seas tú quien nos ilumine, quien nos muestre cual es y en verdad tu voluntad para con nuestras vidas, para con nuestros hermanos, para con la Iglesia: Su Cuerpo.

Y te lo pido Padre, y como bien sabes, en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.

Buenos días Padre, buenos días mi Señor Jesús. Amén.

dijous, de desembre 18, 2008

Mi Señor...


Hola mi Señor, buenas noches:

Quién te llama hoy, quien desea tu venida, quien está dispuesto a recibirte, quien te abre las puertas de su casa, quien oye tu voz????

Mi Señor, he andado durante largo tiempo creyendo hacer el bien, y a la verdad, mi Señor, todo empieza a resultar oscuro y en vano. Y todo, mi Señor, porque más que seguirte a tí, más que ello, a la verdad nomás andaba conforme a mi razón, a mi juicio, a mi...

Mi Señor, leo, atiendo, presto atención, y por tu gracia, ante tu luz, a tal cual me muestras tú, mi Señor, voy viendo...

Viendo como unos a otros se destruyen. Viendo como cada cual anda y por si mismo, en su propia gloria, en su propia razón, encerrado en si mismo y... ¿es lo que soy Señor?...

No se expresártelo mi Señor, veo borroso, aun veo borroso, aun no logro entender y por ello bien comprender porque hoy, ahora mismo, ya no soy el que hace apenas unos días creia andar en plena razón.

No mi Señor, ya lo empiezo a ver, a comprender, ya tu luz me está llegando, y ante ella, mi Señor, nomás veo quien a la verdad, tu verdad, soy.

No tengo palabras mi Señor, necesito más de ti, de tu luz, de tu misericordia, de tu gracia, de tu don. Necesito mi Señor que me libres de mi mismo, de mi ser carnal y anímico, porque todo él, mi Señor, es indigno de ti... ¿entiendo la Cruz?...

Sólo tú mi Señor puedes darme debida luz, debido entendimiento, y por ello te pido de nuevo que me ilumines, que me enseñes tus caminos, que me instruyas en tus sendas, porque sin ti mi Señor nada soy, nada somos.

Buenas noches mi Señor, en ti confio. Todo cuanto soy, todo cuanto poseo, todo, te lo entrego desde lo más profundo de mi corazón. Pero mi Señor, aun así necesito de ti, de tu luz, de que en verdad seas tú quien me muestre quien soy a tus ojos, a tal cual me ves tú, porque engañoso es el corazón, mi Señor, engañoso es: más que todas las cosas.

Gracias Señor por estar ahí, a mi lado, siempre atento, siempre dispuesto, siempre con tu mano sosteniéndome por nada a cambio. Por amor, por tu amor, EL VERDADERO AMOR, tú eres Amor.

Buenas noches mi Señor y mi Dios. Amén.

Te necesito...


Mi Señor, mi Dios, te necesito, en verdad te necesito. Sin ti nada soy. Es por tu gracia que cuanto más ando junto a tí, en tu búsqueda, más me voy viendo a mi mismo y entendiendo mi Señor que sin ti nada soy.

No logro ver mi Señor nada digno en mi, en mi carne, no mi Señor. En verdad necesito de ti, de tu luz, de tu gracia, de tu don.

Mi Señor, sin tu sustento nada soy. Cuando más se de ti, más me veo a mi mismo, más indigno soy, más me aborrezco a mi mismo, mas como tú quiero ser mi Señor.

Sí mi Señor, necesitamos ser más como tú. Que seas tu Señor quien nos instruyas, quien nos ilumine, quien nos forme, quien nos guie hacia la plenitud.

Hoy, mi Señor, no quiero mirar atrás, por nunca más. Mi vida pasada, mis propósitos, mis intenciones, mis ambiciones, mis anhelos, ante tí, han sido juzgados, y no mi Señor, no, no quiero volver atrás, sino seguir adelante hacia tu luz, conforme tu luz, conforme tu mi Señor me vas mostrando y cada día.

Se que no puedo confiar en mi mismo. Que en mi, el bien, no existe. Que claramente y por tu gracia logro entender que existe una Ley, la del pecado, y que esta y por siempre estará en mi mientras viva en este cuerpo que en tu gracia me has dado.

Sólo tú, mi Señor Jesús, puedes librarnos de todo impedimento, de todo pecado, de toda tentación. Y hoy, mi Señor, tu Iglesia, tu Cuerpo, está verdaderamente necesitado de tu gracia, de tu don. Y es por ello mi Señor que te pido misericordia por todos nosotros.

Te pido Padre que no tengas en cuenta nuestros pecados, sino que te acuerdes de tu Nombre, de tu pacto, de la Sangre de tu Hijo Jesucristo derramada en la Cruz, del Evangelio, de...

Mi Dios, te pido que nos perdones, que de nuevo derrames tu Espíritu, que de nuevo levantes a tu pueblo, que no tengas en cuentas nuestros pecados presentes, sino tus promesas eternas.

Padre, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén.

Hoy y de nuevo...


Buenos días Padre:

Mi Señor, hoy y de nuevo te pido luz, que seas tú quien nos muestre y en verdad quienes somos a tus ojos, a tal cual nos ves tú.

Mi Señor, no quiero confiar en mi mismo, porque se que por mi mismo podría traicionarte, y por ello, mi Dios, te pido que en tu gracia me sostengas, me ilumines, me muestre quien soy y en verdad a tus ojos, a tal cual me ves tú.

Te doy gracias mi Señor y mi Dios, por mostrarme el verdadero significado del camino estrecho y angosto, el cual, mi Señor, nomás puede seguirse mediante tu luz, mediante tu guía, en tu gracia, por tu gracia, en unión a quien en verdad es la Vida, tu Hijo Jesucristo, mi Señor, nuestro Señor.

También quiero pedir Padre, y en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que obres por tu Nombre, por el Evangelio, por el Mensaje... que recuerdes a todos aquellos que entregaron sus vidas, plenamente, por amor a tí, a tu Hijo, al Evangelio...

Gracias Padre, Gracias Señor Jesús. Amén.

dimecres, de desembre 17, 2008

El bautismo?...


Y os pregunto yo, en sencillez y humildad: ¿a fin de cuentas no es Dios quien llama a sus hijos, no es Dios quien los engendra, no es Dios quien es el dador de la vida y en verdad?...

Pues sí, en verdad lo es. Dios es quien en su gracia, en su don, en su misericordia nos llama a ser hijos suyos, y a la verdad, no somos hijos de Dios ni por voluntad de carne, ni de sangre, ni de varón, sino de Dios, porque es Dios quien engendra a sus hijos. Nadie puede ser y por si mismo hijo de Dios.

¿El bautismo?... verán, es mucho más que un sumergirse en agua, es mucho más que un llevar a un niño a bautizar, es... una verdad que únicamente y por la gracia de Dios bien se puede llegar a entender, comprender, y por ello, bien aplicar.

Escrito está, y todos lo podemos leer: nadie viene al Hijo si no le es dado del Padre, y nadie puede llegar al Padre, sino por el Hijo. Y siendo como es Dios quien nos engendra y toma como hijos al unirnos en su sola potestad a Su Hijo Jesús, el Cristo, el Señor...

La Escritura, que como bien saben contiene la Revelación sin error, inspirada por el Espíritu Santo y siendo Dios el autor, nos dice:
"Heb. 6:1 Así que sigamos adelante hasta llegar a ser adultos, dejando a un lado las primeras enseñanzas acerca de Cristo. No volvamos otra vez a las cosas básicas, como la conversión y el abandono de las obras que llevan a la muerte, o como la fe en Dios, 2 las enseñanzas sobre el bautismo, el imponer las manos a los creyentes, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. 3 Es lo que haremos, si Dios lo permite" 
Mis queridos hermanos, en mi humilde opinión, creo que es mi deber decirles que ha llegado el tiempo de madurar, de ser adultos, y por ello, obrar conforme el Amor de Dios.

Pido a Dios Padre que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Hola mi Señor y mi Dios...


Hoy, Padre, acudo a ti en verdadera necesidad, siempre y como bien sabes estamos necesitados de ti, y gracias te doy por ello.

Padre, acudo a ti por que en verdad te busco en mi... en mi corazón, en mi ser más profundo, allí donde en verdad sólo tú puedes llegar a ver, y por ello mostrarme, quien soy. Te busco, mi Señor y mi Dios, porque sin ti nada soy.

No se lo que me pasa, no entiendo bien donde está en mi el amor, el verdadero amor, el amor que tú, Padre nuestro, desde el principio me mostraste era y en verdad plenamente manifestado en la persona de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Hoy, Padre, te pido y de nuevo Luz, de nuevo te pido que seas tú mi Señor quien nos de tu Luz, quien nos ilumine y en verdad, y nos muestres quienes somos a tus ojos, a tal cual nos ves tú.

Mi Señor, no logro entender todo cuanto me sucede, no logro ver quien eres y en verdad. No, aun veo borroso, aun no logro y por tu gracia llegar a ver y en verdad cual es tu voluntad en estos momentos. Y busco mi Señor, tú bien lo sabes, pero cuanto más ando junto a ti, mi Señor, más voy viendo que sin ti nada soy.

Mi Señor, te necesito, cada día, en cada momento, en cada situación. Mi Señor, por tu gracia bien he entendido que sin ti nada soy, que tus caminos no son nuestros caminos, que tus pensamientos no son nuestros pensamientos, que...

Mi Señor y mi Dios, hoy y de nuevo te pido luz, luz para el camino, luz para bien entender y por ello comprender como nos ves tú, a tus ojos, a tal cual quieres tú.

Se mi Señor y mi Dios que sin ti nada soy, y por ello te doy gracias, por mostrarme cada día más que necesito de ti, de tu vida, de tu pan, de tu sangre, de tu luz.

Ahora mi Señor y mi Dios, ahora, quiero presentarte este hermoso día, que aun siendo en apariencia oscuro, aun así, se que he de agradecer todo cuanto haces por mi, por todos.

Se mi Señor que después de la noche, siempre, viene y de nuevo el día, un nuevo día más brillante que el anterior. Que aunque todo aparente ser oscuro, sin sentido, sin luz, a la verdad mi Señor, tú sigues estando ahí, a mi lado, a nuestro lado, y que todo cuanto aparenta ser oscuridad, a la verdad, es más de las tantas veces que nos muestras tu verdadero amor...

Amor mi Señor y mi Dios, amor que en verdad es el tuyo. Ese amor que únicamente por tu gracia, por fe; se puede hallar, entender, comprender, y como no mi Señor, ese amor que lo es y en verdad, por tanto que tú, mi Dios, ERES AMOR plenamente manifestado en la Cruz, la de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.

Gracias Padre, gracias mi Señor Jesús. AMÉN!!!

dimarts, de desembre 16, 2008

Buenos días...


Buenos días, Padre:

En este día, mi Señor, de nuevo te pido luz, de nuevo te pido que seas tú mi Señor quien nos muestre quienes somos y en verdad a tus ojos, a tal cual tú nos ves.

Mi Señor, bien sabemos que sin ti nada somos, pero aun así, mi Señor, una y otra vez parece ser que lo olvidamos y sin tan siquiera darnos cuenta, y por ello en muchas ocasiones terminamos yendo por donde no debemos.

Padre, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo te pido que derrames tu Gracia y tu Espíritu sobre todos nosotros, que seas tú quien nos enseñe tus caminos, y nos instruyas en tus sendas, porque bien sabemos mi Señor que tus caminos no son nuestros caminos, que tus juicios no son nuestros juicios y que tus pensamientos no son nuestros pensamientos.

También hoy y de nuevo quiero darte gracias por este hermoso día, por tu inmenso amor manifestado y plenamente en tu Hijo Jesucristo nuestro Señor, y como no, que hoy, Padre, toda la Gloria sea para ti y el Cordero.

Padre, también pedirte por la unidad plena de la Iglesia, porque seas tú mi Señor quien quite toda piedra, todo impedimento, todo cuanto en verdad no proviene de ti, y por ello, muchos, siguen sin entender que es y en verdad la Iglesia y Cuerpo de Cristo.

Mi Señor y mi Dios, buenos días. AMÉN!!!

dilluns, de desembre 15, 2008

Buenos días...


Hola Señor, buenos días: 

Hoy, Padre, te pido en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, mi Señor, que nos des luz, que nos muestres quienes somos y en verdad ante ti, a tus ojos, a tal cual tú nos ves.

Mi Señor, por tu gracia se que no puedo confiar en mi mismo y por ello te pido tu luz. Que seas tú, mi Señor, quien me muestre quien soy y en verdad ante ti, porque es allí, ante ti, en tu presencia, que a la verdad puedo ver quien soy.

Sin ti nada somos mi Señor, necesitamos que cada día, en cada momento, ante cada situación, seas tú mi Señor quien nos de luz, quien nos muestre y en verdad quienes somos, y por ello, en verdad, poder entender por tu gracia que sin ti, mi Señor Jesús, nada somos, nada soy. 

He de darte gracias mi Señor y mi Dios, por tu inmensa misericordia derramada sobre todos cuantos te aman, todos cuantos con corazón sencillo, humilde y quebrantado acuden a ti plenamente necesitados de la Sangre de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor, nuestro Salvador, nuestro todo, por tanto que tú, mi Señor Jesús, LO ERES TODO, TODO, TODO.

Padre, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, gracias por este nuevo día, en el cual, mi Dios, te pido humildemente ser digno de ti, y te lo pido, mi Padre, en el Nombre de Jesús, por el Evangelio, por el mensaje, por todos aquellos que dieron su vida por amor a ti.

Buenos días Padre, buenos días Señor Jesús, AMÉN!!!

dissabte, de desembre 13, 2008

Ser Cristiano...


¿Qué sentido tiene el ser cristiano?... a la verdad, si hoy, ahora mismo, me lo preguntasen, a la verdad, no lo se.
  
Nomás logro ver en mi un pasado, no digno, no certero, no bien encaminado. Más bien veo un tremendo ego obrando, una tremenda hambre de llenarme a mi mismo, un completo querer defender mis razones, mis causas, mis anhelos, mis...

Saben, no, no es tan sencillo ser cristiano, no, no lo es. Más bien es un camino estrecho, angosto, difícil, y por sobre todo imposible de andar hacia buen puerto por uno mismo solo. No, es necesaria la gracia de Dios, su misericordia, su amor... para en verdad hallar luz, su luz, en cada paso, ante cada situación, y siempre, siempre...

La luz, hablamos mucho de la luz, creemos y en verdad andar en la luz, pero no, cuando ella llega y en verdad, a la verdad, no andamos en la luz, sino que vemos claramente que hemos andando en la mayor de la oscuridad.

Así es, en Cristo Jesús solo existe un camino, su camino, que no el nuestro. Pero apenas dejamos de tener nuestros ojos puestos en él, a la verdad, el camino, su camino, lo empezamos a perder. Y no, no es fácil darse cuenta, más bien es imposible, por tanto que nosotros, y por si mismos, nada podemos ante Dios.

Hay que entender su gracia, su don, su misericordia, su amor, su tremendo amor. Sin su amor no somos nada, todo cuanto somos, todo, se lo debemos a Dios.

Padre, nada soy, sin Cristo Jesús, tu Hijo, nada soy, nada somos, nada puedo, nada podemos. Te quiero.

Un saludo, en Cristo Jesús, AMÉN!!!

divendres, de novembre 28, 2008

Anímense y levanten cabeza...


Luc. 21:28 Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados.” 

¿Dónde tenemos puestos nuestros ojos?... a la verdad, muchas veces, allí donde no debemos. Por tanto que si leemos el contexto donde nos es dada esta enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, bien veremos que a la verdad, los Cristianos, nada debemos temer, ni mal alguno para con nosotros esperar.

Leyendo el contexto, vamos viendo como el Señor nos va mostrando el que será el fin, pero con un particularidad, a nosotros, a todos nosotros, nos exhorta una y otra vez a alegrarnos, a animarnos, a estar contentos, por tanto que llega el tiempo de su gloriosa venida.

Pero verán, hoy, vamos a ser más sencillos, vamos a centrarnos en nosotros mismos, en nuestra propia vida, y meditemos a tal cual vamos viendo...

¿Nos encontramos mal?, ¿Estamos pasando problemas y vicisitudes?, ¿Todo aparenta ir mal?... Bien, pues una linda palabra nos da nuestro Señor: ¡ANIMENSE Y LEVANTEN CABEZA, MUY PRONTO SERÁN LIBERTADOS!

Muchas veces olvidamos que la Palabra de Dios está viva, que en verdad es ella quien nos da vida. Y por sobre todo, que aun hablando de un futuro "incierto", a la verdad, cada día, y en cada momento, NOS ESTÁ HABLANDO, NOS ESTÁ EXHORTANDO, y por sobre todo, ANIMANDO para este mismísimo momento.

Deberíamos aprender a no ir más allá de cada día, de cada momento. Deberíamos recordar y siempre que en Cristo, todo, es un presente. Que la Palabra, cuando por él nos es dada, en ese momento, en ese preciso momento DEBE SER APLICADA.

Como he dicho, y la Escritura a su vez dice, LA PALABRA DE DIOS ESTÁ VIVA, CUMPLE SIEMPRE SU PROPÓSITO Y NUNCA VUELVE A ÉL VACÍA. Pero no siempre lo tenemos presente, no siempre recordamos que Dios nos ama, y por ello, cada día; siempre que acudimos a él con un corazón sincero, humilde y sencillo, siempre, respuesta debida nos es dada.

¿Vicisitudes?, ¿Problemas?, ¿Desgana?, ¿Temor?, ¿Duda?, ¿Desaliento?... AMÉN! ANIMENSE Y LEVANTEN CABEZA, MUY PRONTO SERÁN LIBERTADOS!!! Es Palabra DE VIDA ETERNA.

Y recuerden siempre: 

Mat. 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. 

Que Dios Padre, y en el Nombre de Jesucristo el Señor, derrame sobre vosotros su gracia y don.

dijous, de novembre 27, 2008

Oremos...


Hoy, leyendo un libro de la Editorial Verbo Divino "Lectio Divina para cada día del año. Vol. 1", en la lectura comentada correspondiente a este día, leí esta oración que seguidamente te comparto:

¡Señor, eres la roca eterna y tus palabras son verdad y vida!

Ayúdame a construir mi vida en tus palabras, sólo así descubriré el cimiento que no vacila, una roca en la que estaré firme, un refugio seguro en las vicisitudes de mi existencia, una lámpara para mis pasos y luz en mi camino.

Perdona Señor mi necedad por cuantas veces he buscado mi plenitud en otra parte, mi cimiento lejos de ti; por cuantas veces he construido sobre arenas movedizas mis proyectos sin confrontarlos con los tuyos, ilusionándome con la autosuficiencia de mis palabras en vez de con una amorosa y gozosa obediencia a tu voluntad.

Señor, acepta mi alma arrepentida y mi corazón humillado, ya que deseo ser y no aparentar; quiero llegar a ser, contando con tu ayuda, un miembro vivo de tu pueblo y anhelo caminar contigo en humildad y justicia, para poder morar en tu ciudad santa.

Sobran mis palabras. Que Dios te bendiga.

Entre dientes...


Si hoy, ahora mismo, tuviese que escribir por tal como me siento, a la verdad, nada escribiría, por tanto que me encuentro realmente confuso, apagado y sin ningún proyecto seduciéndome lo suficiente como para moverme en absoluto a hacer nada.

Pero este sentir, mi hermano, ya lo vengo sufriendo desde hace mucho, pero que mucho tiempo. Sí, somos muy dados a mirarnos a nosotros mismos, de hecho, cada día, al levantarnos, ya tenemos todo nuestro ser centrado en nosotros mismos.

No tengo ganas de escribir, ahora mismo lo dejaría, como tantas veces lo hago. Es decir: me pongo ante el teclado, empiezo a escribir, y a la segunda o tercera línea me viene la desgana, el sentimiento de desaliento, y lo dejo, borro lo escrito hasta ese momento, cierro la ventana, y mañana, otro día, y así un día tras otro.

Pero hoy no, sigo tecleando, sigo escribiendo, y a la verdad, sin importarme en lo más mínimo que pueda al final terminar diciendo, compartiendo, o...

Y se repite, mucho tiempo llevo con ello, y ahora mismo recuerdo que alguna vez leí que hemos de evitar a toda costa el caer en la pasividad. Sí, ahora lo recuerdo, y pienso: ¿será esto, mi Señor, lo que me está sucediendo?... ¿habré caído en la pasividad?... ¿me habré dejado seducir por la que es una de las tantas debilidades de la carne, y por ello, Satanás, me está llevando y cada vez más a ser pasivo?...

Es posible, y por ello, ahora, ya tengo un deber ante Dios, ya tengo un porqué acudir a Él y decirle: Mi Señor, me siento mal, me siento desganado, no veo proyectos en mi que me muevan a... No se, a la verdad no se que oraré, por tanto que suelo esperar la guía del Espíritu, y...

Bueno, os dejo, ahora ya tengo un deber, un acudir a él y pedirle luz y consejo. Presentarle lo que ahora mismo acabo de ver, pero que aun no logro comprender, y... a esperar debida respuesta por parte de él. 

¿Qué haré cuando por su gracia respuesta reciba?... no lo se, por tanto que en cada momento, en cada paso, a la verdad, es necesario y siempre su sustento, su guía, su luz, su alimento. (Rom. 8.14)

Es todo, un saludo, y en breve, Dios mediante, nos vemos de nuevo.

Bendiciones de lo Alto.

dissabte, de novembre 22, 2008

Carta para un hermano...


Hola mi querido hermano:

No quiero que confundas las cosas: por donde tú estás pasando, debemos pasar —y pasamos— todos los que en verdad buscan a Dios. Me imagino que hubo un tiempo en el cual sentías la presencia de Dios y disfrutabas con ella. Bien, eso es normal, Dios y a todos nos da tremendamente su presencia para que sepamos de él y su gracia.

Ahora bien: esta presencia y en el fondo, sólo nos llena a nosotros en particular, es decir; que sólo nos gozamos nosotros y, por ello, andamos detrás de Dios por la gran satisfacción que nos produce su presencia en nosotros. Pero sabes, para Dios esta no es la forma que le agrada le sigamos. No, Dios y llegado el momento nos retira esta -su- presencia para ver si en verdad le amamos tanto a las buenas como a las malas. Si seguimos amándole tanto cuando nos da, como cuando nos quita.

Querido hermano; como ya te dije —y deberás metértelo en la cabeza de una vez por todas— y ante todo: Dios está en ti, Dios te cuida cada día y jamás, repito, jamás, se apartará de ti. Pero recuerda que Dios quiere gente que ante cualquier adversidad, ante cualquier problema... esté dispuesta a entregarse por él. Es por ello que nos retira su presencia para que aprendamos a quererle sin ella. Es decir: para que no dependamos de ella para obrar en su Nombre.

Andas bien en Cristo, andas bien en Dios, pero dependes aun y mucho de tus estados de ánimo. Cuando estás bien, cuando estas gozoso ¡GLORIA A DIOS! Ahora bien, cuando estas triste, cuando estas agobiado ¿MURMURAS CONTRA DIOS Y QUIEN SE PONGA POR DELANTE?... A esto se le llama, porque lo es, un acto de rebeldía que aun hay en ti hacia Dios. ¿Entiendes?

Mi hermano; debes confiar más en Dios. Deberás plantearte seriamente que Dios está en ti siempre y que mientras dependas de tus sentimientos, de tus anhelos... no podrás descansar. Si tú solamente haces la voluntad de Dios cuando él te da gozo a cambio, pero por el contrario, cuando no le sientes, cuando crees TÚ que no está en ti, no haces nada… ¿como quieres que confíe en ti para darte aquello que te tiene preparado?

Mira, estás en una etapa en la cual Dios te está probando y como no, te está llevando a un punto en el cual aceptes a Dios por encima de todas las cosas. El no quiere cristianos carnales y con sentimientos, él quiere cristianos espirituales y que no dependan de sus sentimientos. ¿Y sabes por qué? Porque mientras dependas de tus sentimientos, a la mínima de cambio, TE REVELARAS contra Dios. 

Y mírate hoy para entender: cuando estás mal, cuando tus sentimientos te agobian, no dudas en negarle, en dejarle de lado, en murmurarle… y no sólo a él, sino a todos cuantos están a tu lado (no te paras a pensar el daño que puedas hacerles y no, no puedes dejarlos de lado, son tus amigos y hermanos) es por ello que Dios ha apartado de ti su presencia (al igual que lo hace con todos los que le buscan en verdad) para que tú aprendas a quererle sientas lo que sientas y estés como estés.

Así pues, deberás pedirle a Cristo nuestro Señor que te muestre la verdad que necesitas para luchar esta batalla que tienes entre manos. Si lo haces con fe, si le muestras a Dios que ante la adversidad puede contar contigo, no te verás para nada defraudado.

Ten en cuenta que por donde tú estás pasando, antes, todos los hijos de Dios lo han pasado, y: todo aquel que no haya pasado por ello, no sabe nada de andar conforme al Espíritu de Dios. Es necesario pasar por ello para poder conocer en verdad la guía del Espíritu Santo.

Nada más, pero recuerda: no temas, no dudes, acepta aquello que estás viviendo y entregárselo a Cristo. Debes aprender a crucificar tus sentimientos en la cruz de Cristo. ¿Qué como se aprende?... Pidiendo mi querido hermano, pidiéndoselo a Cristo y esperando en Cristo, tan simple como ello.

Ánimo hermano, estás andando el camino!!!!


dilluns, de novembre 03, 2008

Los Santos...


La Biblia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios. Por tanto, siendo que Dios es un Dios de vivos que no de muertos, deberemos empezar a bien entender que: Los “Santos” de Dios, es decir, los que Él y para si ha consagrado; siguen estando vivitos y coleando. Para Él, que no para nosotros, por tanto que todos hemos de ser juzgados, sin acepción, el día por Dios dispuesto, que es cuando serán abiertos los libros, y también el otro libro, que es el libro de la vida mismo. Pero a los ojos de Dios, todos ellos, sus consagrados, están vivos, por tanto que lo que Dios da no lo deroga.

Ahora bien; esto nunca deberemos tratar de entenderlo a un nivel carnal, en base a nuestro particular y propio razonar, por la sencilla razón que aquí, en este asunto y en concreto, es necesario todo el discernimiento espiritual que la palabra “Santo” conlleva.

Como está escrito, y ya he señalado, lo que Dios da no lo deroga, y si Dios ha consagrado a hombre o mujer alguno para su servicio, por siempre ante Él estará consagrado, a sus ojos será por siempre un Santo, aunque no necesariamente lo sea igualmente para los ojos de los hombres.

Siendo que los Santos consagrados a Dios, en su vida, siempre actuaron a conforme Su voluntad, ellos, por siempre, siguen siendo escuchados por Dios, me explico: Todas sus oraciones, todas sus súplicas, todas su intenciones, cuando fueron expuestas ante Dios, mientras estuvieron entre nosotros, estas, fueron por Él aceptadas, y a día de hoy las mismas, que no otras, siguen intercediendo ante Dios en clara alabanza para con Él, e intercesión perpétua para con –y por– todo el pueblo santo.

Dios no olvida, siempre tiene presente a su pueblo. Y los Santos de Dios, aquellos que por Dios fueron consagrados, dan testimonio contínuo ante Él, en nombre de todos cuantos hoy estamos esperando. Las oraciones que los Santos hicieron en vida han quedado por siempre ante Dios intercediendo por todos nosotros.

Un Santo es también quien ante el llamado, no duda y voluntariamente consagra su vida a Dios, es también quien ha entregado todo su ser al servicio de Dios, y a su vez, un intercesor eterno ante Dios, por tanto que Dios es un Dios de vivos, que no de muertos, y todo aquel que ha sido consagrado por Dios mismo, siempre está presente ante Dios hasta el día del juicio, que no es otro y como he dicho, en el que serán abiertos los libros, y el otro libro, el de la vida.

Bueno, es un tema que necesita de oración, de meditación, y como no, de entrega total al Evangelio, por tanto que solo son Santos aquellos que en verdad han entregado sus vidas junto al Cordero.

Quizás otro día les hable más de ello. Hoy, considero más debido el dejar que el Espíritu obre en cada uno de ustedes, los que están oyendo.

Que Dios Padre, y en el Nombre de Jesucristo el Señor, derrame su gracia y paz sobre todos vosotros.

dimarts, d’agost 19, 2008

Soy pecador...


Hola de nuevo. Que la Paz del Señor sea contigo:

Muchos días llevo sin escribir en el blog, muchos días. Y si te preguntas cual es la razón, bien, te respondo: NO LO SE. Simplemente no tenía nada que decir ni compartir, pero hoy si lo tengo. Te cuento, por la gracia de Dios, que hay de Nuevo en mi:

Verás, nomás puedo reconocer que SOY PECADOR. Lo digo en letras bien grandes: SOY PECADOR. Y sabes, me alegro de ello. Todo tiene su tiempo ante Dios, y es por el pecado, gracias al pecado, y gracias a que es una Ley, que puedo ver la grandeza de la Sangre derramada por Nuestro Señor Jesucristo. Sí, muchas veces he dicho ante Dios que soy pecador, que me perdone, que no quise hacerlo... MENTIRA!!! SOY PECADOR, SIEMPRE LO SERÉ, Y POR ELLO LE DOY GRACIAS A DIOS!!!!

Es un gozo distinto el que se halla cuando uno entiende que gracias a ser pecadores, gracias a la Ley del pecado que mora en nosotros, gracias a ello, NOS ES POSIBLE LLEGAR A VER, ENTENDER y COMPRENDER, en la medida que Dios lo disponga y para nuestro propio bien, LA INMENSA E INIGUALABLE GRANDEZA DEL SEÑOR, MI SEÑOR JESÚS, EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS.

Es por ello que públicamente y a viva voz clamo desde lo más profundo de mi corazón quebrantado: GRACIAS SEÑOR POR HABER MUERTO POR MI, POR TU SANGRE DERRAMADA, POR TU AMOR POR MI. Sí, SOY PECADOR, TODO CUANTO EMANA DE MI SER CARNAL Y ÁNIMICO, TODO, ES CONFORME AL PECADO, y por ello: GRACIAS LE DOY A DIOS.

Dios y en su misericordia me ha mostrado, apenas un poco, la grandeza de Cristo, de su Obra en la Cruz, de la PRECIOSIDAD de su sangre derramada por mis pecados, y como no, SU GRAN VICTORIA PROCLAMADA EN LA CRUZ Y POR SIEMPRE, de la cual tomo, en cada ocasión que peco, porque soy PECADOR. En cada ocasión DOY GRACIAS A DIOS POR LA SANGRE DERRAMADA DE MI SEÑOR JESÚS, EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS.

Pero CUIDADO: no confundamos el pecar voluntariamente, sabiendo lo que hacemos, con pecar a causa de la Ley del pecado que mora en nostros, no. El primer caso ya está y desde hace tiempo resuelto, por su gracia, ante Dios, pues nunca peco porque ella sea mi intención, no. Pero el segundo, el que tiene lugar porque somos engañados, porque al ser pecadores podemos ser por Satanás tentados, ante el segundo, el de la Ley del pecado que mora en nosotros, no, ante ello y en cada ocasión DOY GRACIAS A DIOS Y AL CORDERO INMOLADO, POR LA SANGRE QUE MI SEÑOR, Y POR TODOS NOSOTROS, DERRAMÓ.

Es todo cuanto hoy te puedo compartir. Ahora pues sigamos andando, porque este camino, aunque estrecho y angosto, tiene sus GOZOS. Y como dijo el poeta más o menos: Caminante, el camino se hace al andar, paso a paso.

Un saludo. En Cristo Jesús TE BENDIGO.

dijous, de juliol 03, 2008

Fortaleceos...


Efes. 6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Por lo demás, hermanos, fortaleceos en el Señor y el poder de su fuerza. Ello es lo que leemos en este versículo, pero claro, no necesariamente lo estamos entendiendo, ¿verdad?... bien, pues a ello vamos, a fortalecernos en Cristo Jesús y su Evangelio.

Andamos y en ocasiones, por no decir de seguido y sin tan siquiera darnos cuenta, dependiendo una y otra vez de nuestras propias fuerzas, de nuestra propia inteligencia, de nuestra propia capacidad, pero no, en Cristo Jesús, mis hermanos, todo es distinto y distante a tal cual el mundo nos lo enseña y pretende hacer ver.

En Cristo Jesús, mis hermanos, todo es distinto, todo es distante. Nuestro deber es el fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza, y para ello, y como en más de una ocasión hemos ya leído, visto, y por sobre todo: ya deberíamos haber comprendido. Para ello, es necesario el morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Sí, nos es necesario nacer de nuevo, del Espíritu. Leámoslo en palabras de Jesús mismo:

Jn. 3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

El Cristiano nomás tiene un camino que seguir, un enseñanza que guardar, un deber que cumplir: el guardar la Palabra del Señor. Ello es y en verdad el mostrarle nuestro amor. Es él quien nos dice:

Jn. 14:23 Jesús le contestó: -El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él.

Y ante ella, su Palabra, nada más podemos que creerla y cuanto antes ponerla por obra en nuestras vidas. Por tanto que el fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza, ello, nos es dado mediante su Palabra, que como bien sabemos y creemos es la única y verdadera

Leamos y de nuevo:

... hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

No le demos más vueltas, este es nuestro deber hoy, el fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza. Y para ello es necesaria la oración, la dedicación, y por sobre todo, la atención debida a todo cuanto por su gracia nos está sucediendo en nuestras vidas... por una simple razón: todo en nosotros, y desde el día que creímos en Jesucristo nuestro Señor, desde el día en que libremente tomamos la decisión de servirle, de ser uno con él, de entregarles nuestras vidas, desde ese día, y a tal cual la Promesa, el Espíritu Santo vino a morar en nosotros, sobre nosotros, y la Obra de Dios empezó a tener lugar. Y claro, ahora me preguntarán: ¿cual es la obra de Dios?.... bien, leamos:

2Cor. 5:18 Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación.

La RECONCILIACIÓN. Sí, justamente la Obra de Dios no es otra que reconciliarnos con Él, para nuestra Salvación. ¿Y que es la Salvación?... simple: el haber logrado por la gracia de Dios haber sido redimido, quebrantado, y por sobre todo librado de uno mismo, para la gloria de Dios. Ello es la Salvación, ello es ser Salvo: EL SER LIBRADO DE SÍ MISMO PARA DIOS.

Mis queridos hermanos, se que no siempre nos resulta fácil entender a primeras lo que Dios y en su gracia nos está tratando de hacer ver y entender, no siempre, pero por la gracia de Dios, y en Cristo, tenemos todas las promesas de Dios a nuestro alcance, y una de ellas no es otra que, y en palabras de Jesús mismo:


Jn. 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

No hay más que pedir para de él recibir, nada más, pero sepan que hay que pedir en su Nombre, por tanto que escrito está, enseñanza del Señor es, y como bien hemos leído, ES SU PALABRA LA QUE HAY QUE GUARDAR:

Jn. 16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

¿Y que es pedir en su Nombre?... mis queridos hermanos, si Dios y en su gracia les ha dado ojos para ver, en verdad deberían ya estar viendo. Para poder pedir en su Nombre, mis hermanos, es NECESARIO...

... hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

En Cristo Jesús, les bendigo.

divendres, de juny 20, 2008

Silencio...

Hola, que la Paz del Señor quede con vosotros:

Cada vez me resulta más difícil y complicado hablar de Dios, de quien es Él, de cómo obra, de que hay que creer, sí, cada vez me cuesta más. ¿La razón?... verdaderamente no lo se, la verdad es que no logro aun bien entender cual es, pero todo apunta a que en verdad: hay que aprender a permanecer callado por tal de dejar obrar al Espíritu Santo.

Claro, ahora podría decir y bien claro y fuerte, que sí se de que estoy hablando, que es Dios quien por medio del Espíritu Santo me está guiando, pero no, ello sería un error y en si mismo, porque Dios, y en concreto el Hijo, no depende del testimonio de ningún hombre, y ello, lo dijo para que pudiésemos ser salvos.

Verán, Pablo, el Apóstol Pablo, el de los gentiles, fue muy claro: PREDICAMOS EL EVANGELIO DE LA CRUZ, y no, Pablo no quería saber de otras cosa que no fuese Cristo crucificado. ¿Y saben porqué?... porque predicamos el Evangelio de la Cruz, pero ello, muchos, ni tan siquiera entienden su significado.

Es la Sagrada Escritura quien nos dice que fue Dios, Dios mismo, quien dio a su unigénito Hijo para que todo aquel que en él crea no se pierda más tenga vida eterna. Y verán, es esta misma Escritura quien nos dice y en Palabras del Señor mismo que: NADIE CONOCE AL HIJO, SINO EL PADRE, Y NADIE CONODE AL PADRE, SINO EL HIJO...

Y no hay que darle muchas vueltas para bien entender que más allá del Evangelio de la Cruz, a la verdad, nomás estamos yendo más allá del que es y en verdad nuestro deber, el cual y como a su vez también está escrito, no es otro que andar...

Hech. 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Que Dios les bendiga.


dimecres, de maig 28, 2008

En el principio... DIOS!!

Ante estas cuatro primeras palabras que hallamos en el principio de la Sagrada Escritura Canónica, y antes tan siquiera de seguir leyendo, uno, ha de tener claro que son las que conforman el principio inamovible de la fe en el único Dios verdadero.

Hoy, en estos tiempos, el mundo, cuestiona en demasía la Palabra de Dios, pero es ella, mis hermanos, la que en verdad nos lleva a la regeneración de nuestro ser caído, y por ello, apartado de Dios y su divina Palabra encarnada.

Todo en la Biblia tiene un propósito: el reestablecer el desorden que en nosotros tiene lugar, y que no es otro que el estar apartados de Dios y su verdad, la cual y hoy; únicamente puede ser hallada en Cristo Jesús, el Señor. Él mismo es quien nos dice:

Jn 14:6 Jesús le contestó: -Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

Y sin olvidar que:

Jn 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Volvamos ahora el principio de la Sagrada Escritura Canónica:

Gén 1:1 En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra.

Es cuando uno cree con todo el corazón estas primeras palabras que nos son dadas, que en verdad puede creer todo lo que en la Biblia sigue, y como no, para vida eterna. La cual, y como bien nos enseñó nuestro Señor Jesucristo, no es otra que:

Juan 17. 3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Pero volvamos al Génesis...

Gén 1. 2 La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.

E aquí la triple condición del estado del hombre sin Dios (caído) y que lúcidamente aquí, en el principio de la Biblia, ya nos es sugerido:

1.- CONFUSIÓN: “No tenía ninguna forma”... sin armonía con el propósito de Dios. Imperfecto. Todo en el hombre es en base a su mente carnal, la cual y como bien sabemos, está en enemistad con Dios.

2.- VACIEDAD: “todo era un mar profundo”... Incapaz de producir algo bueno por si. Todo en el hombre es vanagloria, hasta lo mejor de si mimo, pues no reconoce que es Dios quien en su bondad y gracia le ha dado todo cuanto es y posee.

3.- OSCURIDAD: “cubierto de oscuridad”... No puede haber otra cosa que oscuridad donde no existe la luz, y la Luz lo es Cristo, el Señor, quien dio su vida por nosotros, muriendo en la cruz por nuestros pecados, y por ello, sin Cristo, continuamos estando en pecado, y estar bajo el pecado es estar bajo el poder de la oscuridad (Tinieblas). Y bien sabemos que Satanás es el Príncipe de la Tinieblas.

Pero atentos al detalle que bien no es dado en Génesis...

... y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.

El hombre natural no puede agradar a Dios –por si mismo–. Por mucho que se esfuerce, por mucho que pretenda ser mejor, siempre reinará en él la condición carnal y caída, siempre: pues no depende de la evolución, sino de la creación, de ser criaturas -nuevas- conforme a la voluntad primera y única del Creador. Y para ello: nos es necesario morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ello, mis hermanos, únicamente nos es dado por Dios –nuevamente– al Creer en su unigénito Hijo Jesucristo, el Señor.

Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Es al reconocer a Dios y creer en Su Palabra -que es Cristo- que a la verdad somos vueltos al Dios Padre, y por ello, nos es dada –en gracia– la potestad de ser hechos hijos suyos. Porque para nosotros, los Cristianos, Dios es ABBA, PADRE!!!

Rom 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

En Cristo Jesús, el Señor, les bendigo

diumenge, de maig 25, 2008

El que quiera seguirle...

Hola, que la Paz del Señor sea con vosotros:

Verán, ahora estamos en un tiempo donde realmente hay que empezar a entender que lo único que tiene verdaderamente valor es el llevar a cuantos más podamos a Cristo. Claro, todos dirán que ello es lo que siempre hemos hecho, que es lo que estamos haciendo... pero no, no es así; muy bien sabemos que cada vez más son las denominaciones que se van creando, los "pastores" que se van levantando, las cada vez más divisiones del Cuerpo que se van dando... demasiado sabemos de ello.

Mis queridos hermanos; el tiempo ha cambiado y ahora: es Cristo quien ha de Reinar!! Y Él vino, estuvo entre nosotros, murió, y fue levantado de entre los muertos y ascendido al Cielo, para entre otras cosas SER EL REY Y SEÑOR de Su Iglesia, la cual es su Cuerpo, y ella, ES PERFECTA.

No somos de este mundo, estamos de paso, y todos los que nacen del Espíritu y como bien nos es dicho; no se sabe de dónde vienen ni a dónde van. Y claro, así es, pues siempre van tras los pasos del Cordero. Cristo es el Camino, la Verdad, y la Vida, y nosotros, sus discípulos, andamos y siempre detrás de Él, nunca delante, sino trás sus pasos y siempre.

Mat. 16:24 Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame.

Saludos, y en Cristo Jesús el Señor, les bendigo.

dissabte, de maig 03, 2008

La Didajé (parte I)


Seguimos con la Didajé. Hoy, y por no hacer los aportes muy extensos, compartiré únicamente los cuatro primeros puntos:
I. Los dos caminos

Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos dos caminos.

Camino de la vida

Ahora bien, el camino de la vida es éste: En primer lugar, amarás a Dios que te ha creado; y un en segundo lugar, a tu prójimo, como a ti mismo.

Y todo aquello que no quieras se te haga contigo, no lo hagas tú tampoco a otro.

La perfección evangélica

Mas la doctrina de estas palabras es como sigue:

Bendecid a los que os maldicen y orad por vuestros enemigos, y aun ayunad por los que os persiguen. ¿Pues qué gracia tiene que améis a los que os aman? ¿No hacen también eso mismo los gentiles? Mas vosotros amad a los que os aborrecen y no tendréis enemigos.

Abstente de los deseos carnales y corporales.

Si uno te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la izquierda y serás perfecto.

Si uno te fuerza a ir con él el espacio de una milla, acompáñale dos.

Si alguien te quitare el manto, dale también la túnica.

Si alguien te quita lo tuyo, no lo reclames, pues tampoco puedes.

La limosna

A todo el que te pida, dale, y no se lo reclames, pues el Padre quiere que a todos se dé de sus propios dones.

Bienaventurado el que da, conforme al mandamiento, pues es inocente.

Mas ¡ay del que recibe! Porque si recibe por necesidad, será inocente; mas el que recibió sin necesidad, tendrá que dar cuenta de por qué y para qué recibió. Será puesto en prisión y no saldrá de allí hasta pagar el último ochavo.

Y aun sobre esto fue dicho: “Que tu limosna sude en tus manos, hasta que sepas a quién das”.

II. El segundo mandamiento

El segundo mandamiento de la Doctrina es éste:

No matarás. No cometerás adulterio. No corromperás a los jóvenes. No fornicarás. No robarás. No te dedicarás a la magia ni a la hechicería. No matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido. No codiciarás los bienes de tu prójimo. No perjurarás. No levantarás falsos testimonios. No calumniarás ni guardarás rencor a nadie.

No serás doble ni de pensamiento ni de lengua, pues la doblez es un lazo de muerte.

Tu palabra no será mentirosa ni vacía, sino cumplida por la obra.

No serás avariento, ni ladrón, ni fingido, ni mal intencionado, ni soberbio.

No tomarás mal consejo contra tu prójimo.

No aborrecerás a ningún hombre, sino que a unos les corregirás, a otros los compadecerás; por unos rogarás y a otros amarás más que a tu propia alma.

III. Apártate del mal

Hijo mío, huye de todo mal y de cuanto se asemeje al mal. No seas iracundo, porque la ira conduce al asesinato.

No seas envidioso, ni disputador, ni acalorado, pues de todas estas cosas se engendran muertes.

Hijo mío, no te dejes llevar de tu deseo, pues el deseo conduce a la fornicación.
No hables deshonestamente ni andes con ojos desenvueltos, pues de todas estas cosas se engendran fornicaciones.

Hijo mío, no te hagas adivino, pues esto conduce a la idolatría; ni encantador, ni astrólogo, ni purificador, ni quieras ver estas cosas, pues de todo ello se engendra idolatría.

Hijo mío, no seas mentiroso, pues la mentira conduce al robo.

No seas avaro ni vanaglorioso, pues de todas estas cosas se engendran robos.

Hijo mío, no seas murmurador, pues la murmuración conduce a la blasfemia.

No seas arrogante, ni de mente perversa, pues de todas estas cosas se engendran blasfemias.

Haz el bien

Sé más bien manso, pues los mansos poseerán la tierra.

Sé longánime, compasivo, sin malicia, tranquilo, bueno y temeroso en todo tiempo de las palabras que oíste.

No te exaltes a ti mismo, ni consientas a tu alma temeridad alguna.

No se juntará tu alma con los soberbios, sino que conversarás con los humildes y con los justos.

Recibe como bienes las cosas que te sucedieren, sabiendo que sin la disposición de Dios nada sucede.

IV. La comunidad cristiana

Hijo mío, acuérdate noche y día del que te habla la palabra de Dios y hónrale como al Señor; porque donde la gloria del Señor es anunciada, allí está el Señor.

Buscarás todos los días los rostros de los santos, a fin de recrearte con sus palabras.

No fomentarás la escisión, sino que pondrás en paz a los que contienden.

Juzgarás con justicia, sin miramiento de personas, para reprender las faltas.
No dudarás si será o no será.

Liberalidad en el dar

No seas de los que alargan la mano para recibir y la encogen para dar. Si adquieres algo con el trabajo de tus manos, da de ellos como redención de tus pecados.

No dudarás si das o no, ni murmures cuando des, pues has de saber quién es el buen recompensador de tu limosna.

No eches de ti al necesitado, sino comunica en todo con tu hermano, y de nada digas que es tuyo propio. Pues si en los bienes inmortales os comunicáis, ¿cuánto más en los mortales?

La familia cristiana

No levantarás la mano de tu hijo o de tu hija, sino que desde la juventud les enseñarás el temor del Señor. No mandarás con aspereza a tu esclavo ni a tu esclava, que esperan en el mismo Señor que tú, no sea que pierdan el temor del Señor que está sobre unos y otros.

Porque no viene a llamar con miramiento de personas, sino a aquellos a quienes preparó su Espíritu.

Por vuestra parte, vosotros, esclavos, someteos a vuestros señores, como a representantes de Dios, en reverencia y temor.

Últimos preceptos

Aborrece toda hipocresía y todo cuanto no agrada al Señor. No abandones los mandamientos del Señor, sino guarda lo que recibiste sin añadir ni quitar cosa alguna.

Confiesa en la reunión tus pecados y no te acerques a la oración con mala conciencia.
Este es el camino de la vida [...]
Es todo por el momento, que Dios les bendiga.

dimecres, d’abril 23, 2008

Haciendo camino ...

Que la Paz del Señor sea contigo:

Es curioso el andar cristiano, pues aunque parezca ilógico, a la verdad; es un camino de vuelta a casa. Quiero decir y con ello que una vez y por la gracia de Dios somos vueltos al Hijo, a su vez; somos vueltos al Padre. Es desde ese momento que nuestro camino es de vuelta a casa mediante la guía del Espíritu Santo. Siendo Él, el Espíritu, quien en verdad, y tomando del Hijo, nos guía en nuestros pasos (Jn 16, 13-15; 1Jn 2, 27). Bien sabemos que son hijos de Dios, aquellos que son guiados por su Espíritu (Rom 8, 14).

Antes de conocer al Hijo, nuestro Señor Jesucristo, antes de ello; el Padre, y como Dios único (Jn 17, 3); una vez y otra, mediante el Hijo (Dios-Palabra), nos estuvo llamando, pero claro, no fue hasta que le oímos –y cuando digo oír, no es por voluntad propia, sino porque el Hijo nos ha dado oídos para oír al Padre– que a la verdad fuimos vueltos al Dios Trino y Uno (Jn 6, 65).

Debemos recordar siempre que el Hijo es la imagen visible de Dios, que es invisible (Col 1, 15), y bien sabiendo que Dios es Padre, Hijo y Espíritu santo, ante ello; no debemos olvidar que estos oídos nos son dados cuando el Padre nos lleva al Hijo, creemos en Su Palabra, y por ello; nos es dado. O lo que es lo mismo, recibimos –viene a morar en nosotros– Su Espíritu (Jn 14, 23).

Nunca deberíamos olvidar y a su vez, que quien ve al Hijo, ve al Padre, pero curiosamente, nadie sabe quien es el Hijo, sino el Padre:

Luc. 10:22 “Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer.

Y lo dejamos aquí. Bendiciones.