dimarts, de desembre 18, 2007

Cuanta confusión...

Cuanta confusión está habiendo, hermanos, cuanta confusión. Tiempo ha llegado en que Dios apacentará a sus ovejas a tal cual la promesa de antaño, desde siempre, eterna, a tal cual su Palabra: única y verdadera.

¿Cuáles son nuestras intenciones?... ahora es tiempo de bien mirar hacia nuestros más profundos adentros, hacia lo más escondido de nuestra débil condición. Ahora es tiempo del remanente, tiempo de dar toda la Gloria a Dios.

No nos engañemos a nosotros mismos, hermanos, no. El Espíritu Santo siempre está obrando, siempre está llevándonos a los pies del Señor. Y ello, mis hermanos; tendrá lugar hasta el último día, hasta el último momento en que dejemos por siempre esta mísera condición.

El pecado es una ley inevitable, y mora en nosotros, por siempre, para siempre, y desde siempre. Por lo tanto no nos confiemos, no bajemos la guardia, y cada día, ante Dios, clamemos y reclamemos que nos sea mostrada nuestra verdadera condición.

Hermanos, si bien atendemos, si bien miramos, si bien escudriñamos nuestro más profundo interior... hermanos: NO TODO Y POR NUESTRA PARTE ESTÁ RESUELTO.

Es tiempo de entrega, de lucha, de guerra; pero mis hermanos, no nos confundamos: Todo ello y primeramente ha de tener lugar en nosotros mismos. La obra de Dios es que conozcamos a quien él envió: Jesús, el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y hay que verlo, conocerlo, saber de él; como es, como obra, como... mis hermanos: NO TODO ESTÁ AUN HECHO EN NOSOTROS.

Los ojos han de estar puestos en el reino de Dios, y su justicia. Ni en el mundo, ni en los otros, ni tan siquiera en nuestro circulo más inmediato. No, el reino de Dios es un reino de poder, de gloria... pero por sobre todo sufre violencia, y...

Mat. 11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.

Sigamos andando. Les bendigo.

diumenge, de desembre 09, 2007

Adentro está la victoria

Mis queridos hermanos, buenos días. Paz en Dios.

Por unos, por otros, por ciertos; una día, y otro, y otro; la Palabra de Dios nos ha ido llegando una vez, y otra, y otra; pero no: NO hemos atendido debidamente su llamado.

Tiempo buscando, tiempo pretendiendo, tiempo de no lograr ver frutos en nada en concreto. Y por ello: ansia, desconsuelo, pesadumbre... un buscar y pretender afuera aquello que por la gracia de Dios, un día, y otro, y otro; está teniendo lugar adentro.

¿De qué te hablo?, bien te lo digo: muchas son las ocasiones que por querer hacer, ser, tener, aparentar... en su inmensidad razones dadas únicamente por el ego más profundo que aun nos queda; una vez, y otra, y otra; pretendemos mostrar –o justificar– quienes somos ante los hombres, ante el mundo, ante los hermanos, ante... ¿y a Dios, dónde lo dejamos?

Dentro, es a hacia adentro donde debemos mirar cuando ello acaezca: Nuestro estado espiritual, nuestra casa, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestras deudas, nuestros... ¿lo van entendiendo mis hermanos?.

No, no nos confundamos. En la mayoría de ocasiones en que aparece en nosotros la necesidad –aparente– de tener que hacer algo por el reino de Dios, en la mayoría de ellas, no está siendo a tal cual es debido, no: suele ser y por norma general razón y propósito claro de nuestro tan ambicioso ego aun no del todo entregado.

Dentro, desde adentro. La obra del Espíritu Santo siempre tiene lugar de adentro hacia fuera, desde lo más profundo. Y por ello, mis hermanos, no es de extrañar que Dios una vez, y otra, y otra; tenga que cerrarnos todas cuantas puertas de salida, todos cuantos asideros nos queden disponibles, y por los cuales, mediante ellos, aun logramos mantener vivo nuestro más oculto y vanaglorioso ego: ¡puertas abiertas al enemigo son ello!

No. Mirémonos bien a nosotros mismos. Miremos hacia lo más profundo, hacia nuestros adentros. Miremos simplemente y si lo prefieren, por no ir tan lejos, hacia aquello que tiene lugar dentro de nuestro circulo más inmediato: nuestra casa, nuestros hijos, nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestro conyugue, nuestros.... y veremos muchas batallas aun no ganadas, un sin fin de victorias aun no tomadas, una perfecta obra de Dios aun no atendida a tal cual nos demanda, y por ello: muchas puertas aun no cerradas, y por las cuales, el enemigo entra y sale a sus anchas.

Queridos hermanos, antes de tan siquiera pensar en salir fuera a ganar mil y una batallas, antes de ello, mis queridos hermanos: MIREMOS DENTRO, HACIA NUESTROS ADENTROS, Y TOMEMOS COMO ÚNICA RAZÓN Y BASE SU PALABRA, para hoy:

Jos. 1:9 Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz sobre vosotros en este día.


diumenge, de desembre 02, 2007

Vida victoriosa...

Salm. 62:6 Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. 7 En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Queridos hermanos, lleva tiempo el bien entender qué es la vida cristiana victoriosa. Sí, lo lleva. Para hallar la victoria hay que aprender y por la gracia de Dios a desprenderse de si mismo. Y duele, y tanto.

En las citas de este salmo, y en otros muchos, bien podemos ver y apreciar el verdadero espíritu de victoria. Siempre suena igual, con un canto de alabanza plena hacia Aquel que lo es todo.

Victoria es cuando tomamos y en verdad la Palabra de Dios como nuestra ante toda prueba, todo enviste de Satanás, toda tentación del acusador y sin tan siquiera dudar clamamos: MI SEÑOR; TÚ SOLAMENTE ERES MI ROCA Y MI SALVACIÓN!!

La Palabra de Dios es la única palabra digna de ser creída, y guardada como oro en paño. Pues es ella, su Palabra, quien nos da la victoria cuando a la verdad, y sin duda alguna, por nosotros es tomada como verdadera y única razón dada.

No, no es fácil creer firmemente y sin duda alguna, ante nada, en la Palabra de Dios, no. Satanás una y otra vez tienta para que dudemos de ella, siempre anda pretendiendo hacernos cuestionar la veracidad de la Palabra de Dios. Pero es cuando en verdad y por la gracia de Dios han sido derribadas todas nuestras fortalezas, cuando en verdad hemos sido quebrantados por Dios mismo; que Su Palabra pasa ser nuestra Victoria.

Sigamos andando. Les bendigo.

dissabte, de desembre 01, 2007

¿Qué les están predicando?...

Que la gracia y don de Dios Padre y Jesucristo el Señor sea derramado sobre vosotros.

Hech. 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.


Mis hermanos, bien sabemos que el Evangelio da a conocer y únicamente las Buenas Nuevas de Dios cumplidas y a la perfección por la Cruz de Jesucristo Nuestro Señor. ¿Lo sabemos verdad?.

Bien, ahora vayamos al versículo de entrada y leamos de nuevo: predicando el reino de Dios, ¿qué predicaba?... el reino de Dios. Sigamos leyendo: y enseñando acerca del Señor Jesucristo, ¿acerca de quien enseñaba?... del Señor Jesucristo. ¿Y como lo hacía?... abiertamente y sin impedimento.

Mis hermanos, ahora les pregunto, ¿qué les están predicando y enseñando: los errores de los otros, sobre falsos maestros, la falsa iglesia quizás, que son la verdadera tal vez, el fin de los tiempos, sobre la ofrenda y los diezmos, el ciento por uno, la salvación por obras?...

Leamos de nuevo:

Hech. 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Es todo mis hermanos, que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor les de debida luz y entendimiento, abiertamente y sin impedimento.

dijous, de novembre 29, 2007

Muchos correran...

Mis queridos hermanos: Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz sobre todos vosotros.

Daniel 12:3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

Hermanos, atentos, pues es designio de Dios para estos tiempos.

4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.

Muchos son los que han corrido de aquí para allá, muchas son las separaciones que por ello se han producido del Cuerpo de Cristo, muchas han sido la revelaciones que se han recibido, y mucha es la ciencia que hasta hoy, y por todo ello, se ha visto. Pero el tiempo está llegando, y es momento de bien empezar a revelar este libro que por mandato de Dios fue sellado.

Muchos han sido los que ante el llamado dejaron sus puestos, y muchos han sido los que por ello una y otra vez han producido divisiones del Cuerpo, pero Cristo sigue siendo el mismo, él nunca cambia. No mis hermanos, una es la Iglesia y ella ES EL CUERPO DE CRISTO.

Bien sabemos que el Espíritu Santo siempre obra de adentro hacia fuera, nunca a la inversa. La obra del Espíritu Santo siempre tiene lugar en lo más profundo de nuestro ser, y es por ello que su obra en la Iglesia, como Cuerpo de Cristo que es, mismamente de adentro hacia fuera es.

Viendo a nuestro Señor, bien vemos que él jamás renegó de su pueblo, siempre anduvo entre ellos, respetó sus costumbres, sus tradiciones, todo cuanto por siempre había tenido lugar entre ellos. No, nuestro Señor no vino a quitar ni añadir nada, no, él vino a mostrar, y su vida dió por ello, el que es el verdadero y único Camino hacia Dios Padre: la adoración en espíritu y verdad. Sin importar el monte, sin importar el templo, sin importar el lugar.

Por ello, si hoy miramos debidamente a todo cuanto dice ser pueblo de Dios, bien veremos que todo anda igual que en tiempos del Señor: hay partidos, partidistas, juristas, legalistas... los hay de todos los colores y credos, pero uno sigue siendo el Señor de ellos y nuestro, y una sigue siendo la única forma que Dios acepta, porque así lo quiere, que se le adore: en espíritu y verdad.

Mis hermanos, la fe, aun mermada y tremendamente, y gracias a Dios y su remanente, sigue siendo en Aquel que lo es todo: Nuestro Señor y Maestro Jesucristo (muy desconocido hoy y por cierto). Por ello, no nos cofundamos a nosotros mismos, no nos dejemos engañar por aquel que bien sabe presentarse como ángel de luz, no, tengamos una mayor precaución y como no, un debido respeto. Pues bien sabemos que aun siendo Satanás vencido y derrotado por el Señor mismo en la Cruz, aun sigue poseyendo todos los reinos del mundo, tanto, que incluso se los ofreció a nuestro mismísimo Señor y Redentor Jesucristo. Y siendo, y bien sabiendo, que el Reino de Dios no es de este mundo, yo les pregunto: ¿DÓNDE TIENEN PUESTOS SUS OJOS?...

Hermanos, no se engañen a ustedes mismos, no: Sólo hay un Reino válido y digno de admiración: el de Dios Padre y el Cordero. Y nuestros ojos han de estar puestos allí, pues mandato del Señor es:

Mat. 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

¿Y saben el por qué de ello?, pues es muy sencillo y fácil de entender... porque nosotros, los llamados a servir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, y su Evangelio, hemos de ser quienes por todas partes han de ir...

Hech. 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Escudríñense a ustedes mismos y determinen donde tienen puestos sus ojos, y si ellos están puestos en los reinos del mundo, mis hermanos; ello es un andar muy errado, confuso, y de parte del acusador mismo. ¿Saben por qué le llaman a Satanás, y entre otros nombres, el acusador?... Pido a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo el Señor que hoy sirvan estas palabras para darles debida luz y entendimiento.

Que Jesucristo el Señor derrame su gracia y paz para con vosotros. Amén.

dimecres, de novembre 28, 2007

Un canto nuevo...

Mis queridos hermanos. Paz en Dios.

Como bien todos sabemos, la Biblia, fue inspirada por el Espíritu Santo y tiene a Dios mismo por autor. Y ello nadie, de los que en Él creen, puede negarlo. Y así y a su vez lo declara la mismísima Iglesia.

Ahora, mis hermanos, deberemos prestar atención, pues siendo la Biblia escrita por hombres inspirados por el Espíritu Santo, y siendo que Dios y a su vez es el autor, ante ello, mis hermanos, un canto nuevo nos está siendo revelado. El verdadero canto de los que a la verdad son siervos de Dios.

Leamos la Biblia cada día, leamos a tal cual es debido. Veamos como se expresan los patriarcas, los profetas, los apóstoles..., y como no y por sobre todos, nuestro mismísimo Señor Jesucristo. Leamos, atendamos, y bien veremos el canto continuo de alabanza al que es y en verdad el Dios y Padre de nuestro Señor.

A su vez, mis hermanos, lean sus propios escritos, sus expresiones, sus aportes, sus... atiéndanlos, compárenlos con los de aquellos que por la asistencia e inspiración del Espíritu Santo redactaron todo cuanto Dios y en su gracia les dicto en sus corazones, y que por escrito y para siempre nos quedó.

Hoy tenemos una gran ejemplo para ver y bien entender cual y como es el canto que en verdad Glorifica a Dios, lo tenemos en la Biblia misma, en aquellos escritos que fueron llevados a cabo por hombres y mujeres de Dios. Son sus escritos los que manifiestan y en verdad como son (suenan) los instrumentos que han sido afinados por Dios para sonar en una misma nota, a una misma voz, Su Voz.

Es la Biblia la que nos muestra cual es y en verdad el canto, nuevo canto, QUE A LA VERDAD GLORIFICA A DIOS.

Solo leamos, prestemos atención, y a su vez, leámonos a nosotros mismos, y ante ello, determinemos hasta que punto y como instrumentos que dicen servir a Dios, estamos o no sonando a una misma voz con aquellos que en su día, y al igual que hoy nosotros, sirvieron para la Gloria de Dios. Aquellos que fueron y en verdad instrumentos afinados en las mismísimas manos del Señor.

Simple y sencillo; uno es el canto, una es la mano del afinador, una es la nota, y ella solo produce una única Voz: LA QUE EN SU PLENITUD GLORIFICA A DIOS.

Un saludo, bendiciones y sigamos andando.

El Señor es mi pastor...

Salm. 23:1 El Señor es mi pastor; nada me falta. 2 En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, 3 me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre.

No, mis hermanos, no. No confundamos la palabras del salmista a tal cual nuestras pretensiones. Está siendo muy claro: ¿quién es su pastor?, ¿quién le da nuevas fuerzas?, ¿quién le lleva por caminos rectos?... exacto: EL SEÑOR.

Deberemos empezar a bien entender y bien leer la Escritura. Pues aun siendo Palabra de Dios, aun siendo fiel y verdadera, aun así, no siempre en nosotros esta siendo una realidad plena. Y ello, mis hermanos, por una sencilla razón: las Promesas de Dios únicamente tienen lugar cuando nuestra oración y alabanza es en espíritu y verdad.

¿Es el Señor y en verdad tu Pastor?, ¿es Él quien te está haciendo descansar en verdes praderas?, ¿es Él quien te está conduciendo a las aguas tranquilas?... ¿o sigues siendo tú mismo y por tus propias fuerzas quien pretende que así sea?... estas y otras tantas más son las preguntas que antes bien, y en Él, deberías hallar debida respuesta. Antes tan siquiera de esperar que Dios te preste atención, pues como bien nos cita el salmista y a su vez, ello tiene lugar haciendo honor a su nombre.

Concluyo con una breve exhortación para hoy: el tiempo está llegando, y es Dios quien está reclamando toda tu atención. Y has de ser tú, mi querido hermano, quien determines y por ti mismo si en verdad el Señor está siendo tu Pastor. Y recuerda que no basta un sí a la ligera, no, es necesaria su Luz en nosotros para bien ver nuestra verdadera condición.

En otras palabras: ¿es Él quien te da fuerzas y te lleva por caminos rectos, o sigues siendo tú quien mediante tus propias fuerzas pretendes andar en rectitud ante Dios?...

Un saludo, buenos días, y sigamos andando. Te bendigo.

dimarts, de novembre 27, 2007

Sigamos andando...

Mis queridos hermanos. Que la Gracia y Paz del Señor sea derramada sobre vosotros.

Es necesaria la instrucción, la corrección, las repetidas pruebas, para por todo ello bien entender la que es y en verdad la voluntad de Dios para con nosotros, y todo su pueblo.

Bien sabemos (o deberían saber) que la vida en Cristo es un camino de cruz, lleno de aparentes derrotas y en un principio. Lleno de vicisitudes que una y otra vez nos dejan un amargo sabor hasta lo más profundo de nuestro ser, bien lo sabemos, pero ello, mis hermanos, es andar por el camino correcto, camino de santificación.

Dios Padre reclama la gloria, pues Dios no comparte su gloria con nadie. No, Dios nos hace participes de su gloria en Cristo Jesús, pero jamás comparte su gloria. No se confundan, aunque suene semejante, no lo es, Dios nos hace participes de su gloria en unión a Cristo Jesús, pero suya es la gloria, TODA LA GLORIA.

Y para que ello tenga lugar en nosotros mismos, para que en verdad toda la gloria sea de Dios y para Dios, para ello, es necesario el ser probados, instruidos, muertos en mil y una batallas, mediante las cuales, Dios, nos va llenando de su santidad y don. Y es en la santidad –su santidad– mis queridos hermanos, donde en verdad vemos y entendemos sin duda alguna la que es LA VOLUNTAD DE DIOS.

Y quizás, mis hermanos, os preguntéis porqué no utilizo la Escritura para mostrar donde nos habla de todo ello, quizás os lo preguntéis. Pues bien, por una sencilla razón: porque deber de cada cual es el escudriñar las Escrituras con denuedo, y ello, mis hermanos, es mandato de Dios.

Porque es en ella, la Escritura, donde la Palabra de Dios va tomando sentido, razón y vida, en cada escudriñar con denuedo en busca de la verdad de Dios. Verdad que únicamente es hallada en Cristo Jesús el Señor, verdad que solo puede ser dada por Dios. Porque la Palabra de Dios está viva, y hay que lograr y por su gracia el hallar en ella a Aquel que es la Vida: Jesucristo el Señor.

La Escritura da razón de Él, mi Señor. Buscad y hallaréis, es Palabra de Dios, pero no sin antes tomar y para si mismos la cruz del Señor. Y recordando siempre que UNO MURIO POR TODOS, Y TODOS EN ÉL HAN MUERTO.

Un saludo, sigamos andando. Les bendigo.

Soldados en Cristo...

Mis queridos hermanos, buenos días:

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz sobre vosotros.

Es necesario que nuestra fe sea probada, cada día. Es necesario que Dios nos curta para mil y una batallas. Somos llamados a ser siervos de Dios, y como tales, necesitamos de una más que debida instrucción.

Cuando nuestra fe es puesta a prueba -y una vez superada esta y cada una de ellas- siempre salimos fortalecidos en Cristo Jesús. Y ello es necesario que así sea, pues como soldados llamados a la guerra necesaria es, y como he dicho, una más que debida instrucción eterna.

Dios tiene todo el tiempo del mundo, y Dios siempre logra su propósito para con todos sus hijos. La salvación es Promesa de Dios para todos cuantos a la verdad creen en su Hijo. Pero hermanos; el nombre nuevo, la vestidura blanca, la unión por siempre al Señor, sólo es para los vencedores.

Y vencedores son todos aquellos que por voluntad propia, y al igual que nuestro Señor, han menospreciado sus propias vidas en pro del reino de Dios. Bien lo dijo el Señor; sin mi nada sois. Bien lo dijo el Señor; hay que morir y nacer de nuevo. Y bien lo dijo el Señor; cada cual cargue con su cruz y me siga.

Nunca deberemos menospreciar la misericordia de Dios para con todos, pues deseo de Dios es que ninguno se pierda. Pero mis hermanos, ante Él y siempre, nuestra es la decisión. Sólo los vencedores recibirán un nuevo nombre, sólo el nombre de los vencedores quedará y por siempre unido al Señor.

Dios tiene un plan concreto y absoluto para todos cuantos en su gracia llama a ser uno con Cristo, todos tienen parte y por igual de las Promesas de Dios. Pero Dios jamás impone nada, nunca obliga a servirle, siempre deja en nuestras manos y conciencias aquello que en libre voluntad decidamos para con nuestras vidas.

Suyas son las Promesas, suya es la Palabra fiel y verdadera, y siempre nos es dada y por igual a todos. Pero ante Él, todos, han de decidir y por si mismos cual es su entrega.

Dios nos reclama todo, porque Dios y a su vez LO DA TODO. Tanto como somos llamados a ser uno con su Hijo, a participar de su Gloria, pero no sin antes tomar y para nosotros mismos su Cruz Victoriosa.

Dios es quien instruye a los suyos, nadie mas puede instruirlos. Todo siervo de Dios lo es y a su vez, porque por voluntad propia tomó la decisión de servir y por siempre al Señor Jesucristo.

Y lo dejamos por hoy. Que la gracia sea con todos lo que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.

diumenge, de novembre 25, 2007

Cristo vive en mi...

Mis queridos hermanos.

Que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia y paz sobre todos vosotros.

Hoy quiero compartir desde la verdad de mi vida, nueva vida, en Cristo Jesús. Y para ello, mis queridos hermanos, lo primero es reconocer que el simple hecho de estar aquí hoy escribiendo, este simple hecho, se debe y en su total plenitud a que mi Señor Jesucristo vive en mi, y en todos cuantos con corazón sincero invocan el Nombre del Señor.

La vida en Cristo es un camino que hay que seguir cada día, y es un camino de cruz. Solo existe un camino, el Camino de la Cruz.

No todos han recibido la gracia de bien entenderlo, no. No todos han logrado aun ser llenos de Cristo Jesús. Pero hoy, en este día, es el momento, y te invito a que por ti mismo tomes la decisión:

Simple y sencillo, tanto como reconocer que nada se es y por si mismo, que nada se puede lograr y por uno mismo, que una vida anterior nada puede ya y en si misma, sino que hoy, ante Cristo, para siempre y a viva voz declaramos: MI SEÑOR, YA NO SOY YO, NO, ERES TÚ QUIEN VIVE EN MI.

Estas palabras todos las habemos escuchado en boca del Apóstol Pablo, todos le hemos oído decir: ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí. Y Pablo bien entendió a su vez aquella Palabra que nuestro Señor Jesucristo y para todos nos dio: NADA SOIS SIN MI.

Cada letra, cada palabra, cada expresión que aquí, hoy, mediante este simple texto te estoy compartiendo, todo ello, está teniendo lugar PORQUE CRISTO VIVE EN MI.

Recuerdo un tiempo pasado, y a su vez presente, en el cual andaba sin Dios, sin vida, sin Cristo en mi. Era arrogante, pretencioso, carnal y vanaglorioso... Y LO SIGO SIENDO, siempre lo seré, siempre seré el mismo, siempre seré aquel que ha de morir. Pero es en ellas, mis debilidades, donde en verdad la Gloria de Dios obra en mi. Donde Él toma razón de ser y verdadera vida son Sus Palabras: BÁSTATE MI GRACIA.

Siempre seremos los mismos, siempre seremos los mismos, siempre seremos los mismos, y por ello: GLORIA A DIOS, Y AL CORDERO QUE SE ENTREGÓ POR MI.

La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.

dilluns, de novembre 05, 2007

No todo...


Hoy, justamente hoy, quisiera expresar todo cuanto Dios y en su gracia me va mostrando. Todo, en verdad, mis hermanos, hoy lo deseo con todo mi corazón. Pero no, ya no es posible, ya no lo es, el tiempo ha llegado de bien entender que no todo cuanto nos es dado ha de ser mostrado. No. Hay y en especial enseñanzas para nosotros, dadas y en verdad, para bien entender cuanto nos ama Dios. Pero… no.

Son tesoros, particulares, los cuales, bien hemos de guardar, bien hemos de esconder para en su tiempo, el por Dios dispuesto, darlos a conocer…

Si, mis hermanos, son las cosas que Dios tiene guardadas para quienes le aman, son aquellas enseñanzas que los ángeles quisieran ver, son… la PROMESA DE DIOS para cada uno de sus hijos y en particular…

Y leyendo el A.T., uno, ve que bien nos habla de quien enseñó todos sus tesoros, y por ello, todo lo perdió.

Tiempo ha llegado de bien entender que no todo cuanto nos es dado es para mostrarlo y a su vez. No. Hay que apreder a guardar aceite para nuestras lamparas, pues bien puede atrasarse el Señor.

Por ello, mis hermanos. Simplemente les digo…

Sigamos andando. Les bendigo.

diumenge, de novembre 04, 2007

Lagrimas...

No me pidas que te hable de mi Señor, sin lagrimas, sin dolor. No, no me lo pidas, pues no podría ser. Así es Él, lagrimas y dolor que invaden todo el ser.

Llorando, cayendo, levantándose de nuevo, uno, llega a bien entender que no. No es posible hablar de Él sin lagrimas, sin dolor, sin dejar de ser.

Vida derramada hasta el extremo, en la cruz, consumada, todo un ser entregado en dolor, en lagrimas, una vida que el mundo entero vio desvanecer. Levantado fue de entre los muertos, y hoy... su sangre reclama todo mi ser.

Lagrimas por siempre unidas al dolor de Aquel que por siempre dijo: FUI, SOY Y SERÉ.

Sigamos andando. Bendiciones.

Es el tiempo...

Sinceramente, mis queridos hermanos, sinceramente: los tiempos están cambiando. Y mal andamos, mal andamos, desde el momento en que pretendamos levantarnos por sobre Dios mismo. Sí, los tiempos y finalmente están cambiando.

Dios Padre, y en su gracia, ha obrado, ha dejado obrar, y ha consentido que el tiempo venga a sus pies. Tiempo de reflexión, tiempo de final, tiempo de llegar a ser y en verdad verdaderos discípulos del Señor.

No, ya no hay tiempo para el yo. No, Dios ha dicho basta, Dios es quien reclama, Dios es quien por fin tomará las riendas a tal cual la promesa que hoy, en este tiempo, ha llegado el momento de su manifestación.

Los manojos están ya hechos, la cizaña recogida, el tiempo llegando, y hoy, solo los vencedores serán y en verdad los llamados a ser Pueblo.

Tiempo de decir adiós a todos cuanto nomás es pretensión carnal y anímica, tiempo de volverse a Dios, pues es hoy, en este tiempo, cuando Dios y en verdad reclama aquello que desde siempre, desde antes de la creación fue, es y será su razón.

Tiempo de promesa, tiempo de dificultad, tiempo de llamado, tiempo de entregar. Tiempo de ser y en verdad hijo del Altísimo, al precio establecido, sin regateo, no, hoy ya no. Hoy es tiempo de un pasado ya presente, por siempre. Es tiempo de dar gloria a Dios.

Les bendigo. En su Nombre: les bendigo.

dissabte, de novembre 03, 2007

La madurez...

La madurez, ¿qué es la madurez?... hermanos, es la comprensión de aquello que en verdad no es. Es decir: ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mi. Palabras mayores, dadas a conocer por el Espíritu de Dios. Tan elevadas que... la madurez.

Si hoy, ahora, me preguntasen quien soy, sinceramente respondería: no lo se. Se quien fui, se que anduve sin tener, y hoy, ante todo lo que soy, hoy, resulta ser que a la verdad nada soy sin Él.

Cristo, mi vida, mi ser, mi esperanza, mi gran desconocer. Busco continuamente, hallo y siempre en Él, pero de nuevo empieza la esencia misma de su Ser... nada soy sin Él.

Siempre es un camino, hacia delante, un buscar sin llegar jamás a ver. Y ando, y busco, y logro entender... y es allí, ante Él, que dejo y de nuevo de ser, de ver. Y empieza de nuevo, la búsqueda, la razón, el necesitar y cada vez más de Él.

Se quien fui. Hoy, si me preguntasen, ya no sabría bien responder:
Cristo, mi vida, mi ser, mi esperanza... no lograda sin ver, sin dejarle ser. Cristo, mi vida, mi todo, mi nuevo ser. Él es quien es.

Bendiciones, en Cristo, sí: te bendigo.

dijous, d’octubre 25, 2007

No siempre...

Mis queridos hermanos:

No siempre estamos predispuestos a dar una Palabra, a compartir una enseñanza, a dar a conocer a Aquel que lo es todo, no siempre. Pero ello, mis hermanos, es el pan nuestro de cada día, es el andar de cualquier cristiano, es el ser mismo de cada cual de los llamados a ser uno con Cristo.

Somos personas como cualesquiera otras, con nuestros problemas, con nuestras debilidades, con nuestra preocupaciones... como cualquier otro mortal, pero: con la diferencia que en Cristo somos más que vencedores.

Y ustedes, mis hermanos, quizás se preguntarán: ¿y porqué no siempre podemos estar dispuestos?... ¿verdad?... bien, pues decirles quiero que sí, que siempre lo estamos. Verdaderamente lo estamos. Pero es ahí, en nuestras aun debilidades, que perdemos y en ocasiones la ya posición adquirida en Cristo.

Lleva tiempo, y tanto, el lograr vencer todo cuanto el mundo, los espíritus inmundos, y la propia carne misma puede generar para hacernos perder nuestra posición en Cristo. Tanto tiempo como toda una vida.

Cada día, si bien andamos, iremos creciendo y por ello, viendo. Cada día tendremos un mayor conocimiento, un mayor discernimiento, un mayor control de nosotros mismos. Pero siempre, mis hermanos, habrá debilidades que aun no conocemos, pensamientos que no son los correctos, intereses que aun creyendo son los de Dios, en verdad, nomás lo están siendo de nosotros mismos.

Por ello quiero decirles que, en Cristo, sí, somos más que vencedores. Pero la victoria es de Cristo, del Cordero. Nosotros, mis hermanos, por la gracia de Dios participamos de Su Gloria. Y es al creer en ello, en que todo fue consumado en la cruz, que podemos y en verdad entregar todo nuestro ser junto con Cristo.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ello duele. Por lo tanto, andemos cada día sin dar pie al desánimo, a la duda, al cansancio... no: más bien aprendamos, y para ello, mis hermanos, una invencible arma tenemos: LA FE...

Sigamos andando. Les bendigo.

dimarts, d’octubre 23, 2007

Atentos al engaño...

Buenos días. Paz en Dios:

Andamos, hoy, por sobre oscuridad. El día se ha presentado malo, tanto, que la noche ha pasado sin apenas dormir. Y se repite, un día, y otro, y otro... y aun aparentando no ser nada en sí, atentos, Satanás puede ser quien esté obrando.

Hemos crecido, en Cristo, vamos venciendo al enemigo, ante cada embiste, ante cada caída, ante cada engaño, lo vamos conociendo, lo vamos negando. Pero atentos, llega un momento que bien y perfectamente puede disfrazarse de ángel de luz, y por ello, ya no resulta tan fácil reconocer que nos está y verdaderamente atacando.

Volvamos: No podemos dormir, un día, y otro, y otro... y van pasando. Nuestra mente confusa, nuestra fuerza menguando, el trabajo y quizás se acumula, la concentración y atención se van debilitando...

Atentos, es posible, muy posible, que el enemigo, ahora, pretenda atacar nuestra salud, y para ello, necesita tiempo... No; somos uno con Cristo y ya no le resulta tan fácil vencernos porque por la gracia de Dios tenemos discernimiento espiritual, y de ahí, que ahora, y quizás, se vea en la obligación de obrar y primeramente en nuestra salud para debilitarnos.

Simplemente ello. Satanás es astuto, y tanto. No se confíen, cuando algo acontezca de nuevo en nosotros, siempre, hay que llevarlo a oración, jamás dar por sentado que es normal, que solo es un bache, un mal momento, o simplemente cosas de la edad y tiempo.

En cuanto al ángel de luz, bien, recordemos que Satanás y muy bien conoce la Palabra de Dios, ante Jesús mismo y en el desierto la utilizó. No se confíen, el siempre obra mediante el engaño, y por medio de aquellas debilidades que aun no hemos visto, vencido, y por ello, puertas son que le estamos brindando.

Un saludo, y que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo les bendiga inmensamente.

Sigamos andando.

diumenge, d’octubre 21, 2007

Hemos pecado?...

En ocasiones nos ha resultado imposible el contenernos, y por ello, hemos terminado pecando. Sí, es posible, y en la mayoría de los casos, que nomás haya sido un desliz que nos ha llevado y finalmente a pecar, aunque sea levemente. Bien, tranquilos, vamos a verlo.

Recordemos y siempre que Dios jamás nos induce a pecar, que jamás nace de Él la voluntad de que terminemos pecando, por lo tanto, siempre hemos de tener en cuenta que es Satanás mismo quien nos induce a ello.

Así pues, cuando pequemos, no demos pie al diablo. No. El primer paso es acudir a la oración, pedir a Dios Padre que la preciosa sangre de Jesucristo el Señor nos limpie de toda culpa, de todo error, del pecado y en si mismo. Y ya está. Desde ese momento no consintamos que Satanás nos acuse de absolutamente nada.

Él, Satanás, siempre nos lleva a pecar con la intención de hacernos caer de nuestra posición adquirida en Cristo. Satanás necesita de una base en nosotros donde poder obrar impunemente, y por ello, en ocasiones, ante nuestra debilidad, ante nuestra falta de fortaleza, logra que terminemos pecando, y ello, en la mayoría de los casos, lo lleva a cabo para lograr introducirnos un pesado sentimiento de culpa, y mediante el cual, hacernos más difícil el lograr entrar en comunión con Dios en nuestras oraciones.

Por lo tanto, cuando pequemos, rápidamente acudamos a confesar nuestro pecado ante Dios Padre, dediquemos el tiempo que nos sea necesario, y aun teniendo envistes del diablo que una y otra vez nos pretenden insinuar que no es posible el perdón, que Dios no nos está escuchando... aun así, resistamos, y con fe y tomando de la Palabra recordemos y siempre que ABOGADO TENEMOS ante Dios Padre Todopoderoso: Jesucristo, nuestro Señor y Maestro.

No, mis queridos hermanos, no. La vida en Cristo es una vida hacia delante, llena de luchas contra principados y potestades del mal, y estos, siempre están dispuestos para hacernos caer, intentando que perdamos nuestra comunión con Dios. Y siempre que les demos pie, ellos, no dudarán en hacernos caer, y por ello, tratar de hundirnos más y más si de raíz no tomamos la Palabra y les obligamos a retroceder.

Hemos pecado?... abogado tenemos ante Dios Padre. Acudamos a Él, pidamos que la preciosa sangre de Jesucristo nos libre de ello. Pidamos perdón, aun sintiendo que no estamos siendo sinceros, aun así, creamos que la sangre de nuestro Señor está intercediendo. Y una vez pedido perdón, venga como nos venga la insinuación, jamás demos pie al diablo. Somos más que vencedores, y él, Satanás, es quien está y plenamente derrotado.

Un saludo, buenos días, y que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor les bendiga inmensamente en este día.

Sigamos andando.


dijous, d’octubre 18, 2007

No es un sentir...

Hermanos, no es un sentir a Cristo, sino SER UNO CON Cristo. El sentir forma parte del ser carnal y anímico a un no entregado a cruz, llamado a muerte por Jesucristo nuestro Señor. Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu.

Y mientras sintamos, hermanos, estaremos dependiendo de ello, del sentir, para movernos. Tiempo ha llegado, hoy, en el que deberemos empezar a pedir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que deje de tener lugar y en nuestras vidas, el sentir, para pasar a ser y por siempre, uno con Cristo.

Cristo ha de ser nuestra vida, nuestra razón, nuestro sustento, únicamente, y para ello, mis hermanos, hay que aprender, y por la gracia de Dios, a sentarse en lugares celestiales junto con Cristo.

Una palabra les comparto, un enseñanza les doy: sentaos, descansad y aprended a estar firmes junto con el Maestro en lugares celestiales (leamos Efesios). Ello es camino de cruz, el dejar de pretender y por nosotros mismos.

Toda obra llevada a cabo en el Nombre del Señor, ha de empezar desde el reposo en Cristo. Ha de ser su voluntad la que nos mueva, y para ello, mis hermanos, el sentir a de haber quedado de lado, pues nomás cuando hayamos muerto, en verdad, nuestra voluntad quedará unida a la del Maestro.

"Efes. 2: 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús"

Y es entonces, por fe, sin sentir, sino por la voluntad de obrar con Cristo y para Cristo, conforme la voluntad de Dios mismo, que habremos logrado ser uno con Él y por siempre.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor les den debida luz y entendimiento. Recordemos: sentaos, descansad y estad firmes en lugares celestiales, con Cristo.

En Cristo Jesús, les bendigo.

¿Y tú quien eres?...

Nadie, ante Dios, nadie. De ahí, mi hermano, que toda lucha llevada a cabo, y por ti mismo, será un sin sentido, un esforzarte perdido, un pretender ser y por ello, un no lograr vencer en Cristo.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ellas, mi hermano, son palabras del Señor, es Palabra de Dios. Es un mandato en si mismo. Y ante él, mi hermano, nomás a sus pies, postrados, y reconociendo nuestra incapacidad, declarar con todo nuestro ser: Señor NO PUEDO. Hazme morir. No quiero luchar, no quiero vencer, no quiero ganar, no quiero y por mi mismo vivir. No Mi Señor Jesús, no: QUIERO MORIR, para que tú, mi Señor Jesús: SEAS QUIEN VIVA EN MI!!

Tomo tu muerte en cruz para mi, ante ella entrego mi vida, la entrego mi Señor. No, no quiero vivir sino morir. Mi Señor vive tú en mi. Se tú mi fuerza, mi castillo, mi todo. He muerto en ti, y por ello, mi Señor Jesús, VIVIR TE PIDO!!

Un saludo, buenos días, y que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor derrame su gracia y paz plena en sus vidas.

En Cristo Jesús, hermanos, les bendigo.

dimarts, d’octubre 16, 2007

Él es mi Padre...

Hoy, y de nuevo, les comparto en palabras de mi hija.

Querido Señor. Te amo, te amo, te amo...

No se porqué te amo tanto. Tal vez porque tú eres mi Padre, mi creador, mi salvador, quien me dio la vida, tal vez...

Solo quiero estar contigo, ya que gracias al amor que nos tienes me dejas llamarte Padre.

Mi amado, mi querido, mi Señor Jesús... no me abandones ¡nunca!, porque sin ti nada soy. Gracias, gracias, gracias...

Gracias mi Señor Jesús. Solo quiero estar contigo Padre. No quiero abandonarte. Quiero glorificarte siempre.

En el nombre de Jesucristo, AMEN!
Bárbara Gil

dissabte, d’octubre 13, 2007

Mi querido Señor...

Les comparto una breve petición que mi hija Bárbara, de 12 años, me ha traido para que la lea. No es que suela escribir demasiado, pero hoy me dijo: –ten papá, me ha salido del corazón. Y tanto, me tocó, lagrímas cayerón, y nada, se la comparto.

Señor, mi querido Señor, te pido por favor que seas tú mi vida, que seas tú mi todo, y haz que por favor nunca me pierda.

Señor, mi Padre amado, yo te amo. No quiero perderte. Así que guárdame. Padre guíame y haz que nunca sea yo, sino tú, quien me guíe.

Tú eres mi Padre amado y se que tú me amas, que no quieres que me pase nada, así que por lo tanto, te pido por favor y de corazón, haz que permanezca siempre contigo y que nunca me pierda en la oscuridad, sino que permanezca para siempre en tu luz.

Te lo pido en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, AMÉN!

Bárbara Gil

Amémonos...

Jn. 15:12 Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.

Que nos amemos unos a otros, como Él nos ha amado. ¿Les parece poco este mandamiento?... no, en verdad es necesario el morir y nacer de nuevo, del Espíritu, para poder y por la gracia de Dios bien entenderlo.

Uno murió por todos, y ello; porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Es Palabra del Señor. Indiscutible, fiel, verídica, y sin duda alguna cumplida. Nomás hay que creer, en Él, para a la verdad llegar a ser uno con Cristo.

Amaos, hermanos, amémonos, es Mandato del Señor, es Voluntad del Padre, es deber de todo llamado, es y en verdad mostrar que le amamos.

Recordemos que es Él quien nos dice: "el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí". Son palabras mayores, son palabras del Señor. Y la cruz, la verdadera Cruz, la llevó, soportó, y sufrió el Señor por amor. Sin medida, por todos, por todos, por todos... Uno murió por todos, Jesucristo, y Él es el Señor. Son palabras suyas, es Palabra de Dios.

¿No puedes amar?... pide y Dios te dará. Debemos entender que en verdad todo fue consumado en la cruz, así lo dijo el Señor: "consumado es". Todo está hecho, ahora: ahora hay que creer en Aquel que su vida y por todos nosotros dió, a tal cual la Voluntad del Padre, Padre que tanto amo al mundo que a su Hijo unigénito dió.

El Padre y el Hijo uno son, y Él, el Señor, es quien rogó por todos nosotros, para que a la vez fuésemos uno, como el Padre y Él uno son... hermanos, amémonos!!

Y seguimos andando, pidiendo a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo que el Espíritu Santo siga obrando en nuestras vidas, siga instruyéndonos, siga dándonos conocimiento de Aquel que es el Señor; Jesús, el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Ante quien, y, porque de tal manera amó Dios al mundo, exclamamos: Señor mío, y Dios mío!!

Amén, hermanos, sigamos andando. En Cristo Jesús les bendigo.

dissabte, d’octubre 06, 2007

Buenas noches...


Buenas Noches Padre, gracias por este hermoso día, y gracias por estar a mi lado en cada momento, en cada situación, en cada ocasión que en verdad te he necesitado. Señor Jesús, nada hubiese sido posible sin ti, gracias a ti he podido ver y comprender la grandeza de Dios Padre. Padre, a ti, con todo mi corazón, el que tú me has dado, gracias quiero darte...

Se que en ocasiones aun dudo de ti, de tu Palabra, de tus promesas, de tu inmenso amor para conmigo, por ello, Padre, te doy las gracias, por estar y siempre junto a mi...

Padre, se que no he obrado bien, se que no en todo he sido correcto, y se que sin tu asistencia, la que nos das mediante el Espíritu Santo, no lo hubiese logrado. NO mi Señor Jesús, te necesito, eres mi vida, mi luz, mi consuelo...

Padre, una cosa quiero pedirte, se y por tu gracia que jamás podré vencerme a mi mismo, se que jamás lograré ser digno de ti, y se que sin tu Hijo Jesucristo nada podría ante ti. Por todo ello, Padre, te pido que me des luz, entendimiento, que muestres todo cuanto error hay en mi...

Mi Señor, renueva mi mente, mi corazón, mi alma... Mi Señor, dame luz, haz que el Espíritu Santo ilumine toda cuanta oscuridad hay en mi, que saque a la luz toda mentira, todo engaño, todo cuanto nomás es un obrar de mi anterior ser aun no regenerado por y para ti...

Señor Jesús, te necesito, no puedo, necesito de ti. Señor Jesús, he tomado tu muerte como mía, en ti he muerto, y por ello mi Señor Jesús te digo: no voy a luchar, no voy a pretender cambiar, no voy a intentar ser mejor, no mi Señor, quiero que seas tú, quiero que sea tu vida la que obre en mi, quiero tu fuerza, tu poder, quiero ver tu obra en mi...

Padre, buenas noches. Jesús, buenas noches. Gracias. Alabado sea tu Santo Nombre y el del Cordero por los siglos de los siglos AMEN!!!

divendres, d’octubre 05, 2007

La pasividad (I) ...

Sin palabras, hoy, estoy sin palabras. Pero aun así me pongo ante el teclado, y en Él, el Señor, plenamente confío. Y sigo...

Son muchas las ocasiones en que hacemos caso omiso al deber, son muchas las ocasiones que dejamos de lado nuestros quehaceres diarios, y son muchas las ocasiones en las que al terminar el día, todo, aparenta haber sido una gran perdida, ¿verdad?...

Bien, en estos casos, y siempre, deberemos prestarnos atención a nosotros mismos por tal de determinar cual puede estar siendo la causa, y ello, porque en ocasiones, los falsos espíritus también obran en nosotros con la intención de llevarnos al que es el terreno en el cual ellos y libremente pueden obrar.

Sí, mis queridos hermanos, los falsos espíritus necesitan de unas condiciones concretas para poder y en verdad obrar, y ello siempre bajo nuestro propio consentimiento, pues una ley hay, espiritual, y nadie puede quebrantarla, ni tan siquiera los falsos espíritus, y la cual no es otra que la de la libre voluntad o si lo prefieren: libre albedrío que Dios y en su gracia a toda creatura a concedido.

Bien sabemos que Dios nos hizo libres, bien sabemos que Dios jamás nos impone ni obliga, sino que siempre y mediante el Espíritu nos da a conocer la que es Su voluntad para con nosotros, dejando y siempre en nuestra libre elección si tomamos o no como nuestra la que es Su voluntad y disposición para con nosotros. Y si Dios Padre Todopoderoso obra así, no dudemos que todo espíritu, sea de la clase que sea, ha de obrar y por ley mismamente, es decir, los falsos espíritus necesitan de nuestra voluntad, de nuestro consentimiento, para poder obrar. Y ahí entra la que es su pretendida obra, la de engañar para poder lograr tomar para si mismos el control de nuestra voluntad.

Hoy y en breve destaco una de las más grandes pretensiones de los falsos espíritus, la cual no es otra que la de llevarnos al terreno de la pasividad, el lograr y mediante mentiras y engaños, los cuales y siempre obran conforme a los agrados del ser carnal y anímico aun no regenerado, el dejarnos inactivos, sin propósitos, sin intenciones, sin visión alguna de que queremos y por nosotros mismos... y sus ataques, aun teniendo diversos grados de profundidad (su ataque pueden llevarlo a cabo a diferentes niveles) siempre será con un único propósito, el tomar y para si mismos la que es nuestra voluntad, el adueñarse de ella, el usurpar nuestra libre capacidad de elección y decisión.

Al estar inactivos, al haber logrado que entremos en el peligroso terreno de la pasividad, ellos, los falsos espíritus, pueden obrar con total libertad, siendo que cada vez que nos hacen llegar una intención, un pensamiento concreto, una falsa realidad, una invitación a obrar..., ante la incapacidad de hacerlo por nosotros mismos, ante la falta de visión, ante la pasividad provocada por los falsos espíritus, creemos falsamente que es Dios quien nos lo está reclamando, dando, confirmando, o mostrando..., y ello porque les hemos abierto las puertas de par en par al dejar inactiva nuestra voluntad, la cual toman y para si, sin dudar, los falsos espíritus.

Quiero dejarlo aquí, dar tiempo al entendimiento de cada cual, y confiar en que Dios Padre y Jesucristo el Señor den a todo quien lo esté sufriendo la luz necesaria para su completo entendimiento y libertad.

Un saludo, sigamos andando.

dimecres, d’octubre 03, 2007

Tienes fe?...

Pues pide y Dios te dará, porque Dios da en abundancia a TODOS cuantos le piden.

La maldad no está fuera, en los campos sembrados, no, la maldad está en nuestro más profundo interior, de ahí que si tus ojos son buenos, todo tu ser lo será. Debemos aprender a ver con los ojos que Dios nos da, ojos que nomás ven QUE UNO MURIÓ POR TODOS, y que TODOS tienen, y por igual, necesidad de ver a AQUEL POR CUAL LO ES TODO, Jesucristo.

Dios es grande, y grande es su misericordia, pero también es verdad que nadie tiene nada si Dios no se lo da, y tú, si hoy tienes, es porque Dios y en su inmensa bondad te ha dado unos lindos y preciados ojos que te permiten ver, pero no fuera, sino lo más profundo de tu ser.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree... bien, ahí lo tienes todo: pide y Dios te dará, pero no pretendas y por ti mismo ser superior a Dios mismo, pues es Él quien te dio la vida.

Pide y recibirás. Te bendigo.

dissabte, de setembre 29, 2007

Aliada del enemigo...

Querido hermano, Paz en Dios.

Hoy, leyendo el blog de un querido y apreciado hermano, bien entendí la razón por la cual Dios Padre y mediante el Hijo, le dio la Palabra que tan sabiamente ha compartido con la asistencia del Espíritu Santo. Palabra que a la vez yo sumo a mi blog, y en continuación al Mandato que de Él hemos recibido y ando compartiendo en estos días: Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia... Y es deber saber, mi querido lector, que ello no es tan sencillo, no, anchos y espaciosos son los caminos que llevan a perdición... y la pasividad, fruto del ser carnal y anímico en manos del acusador, es y en verdad; un mal aliado para el angosto y estrecho camino.

Si bien leemos, bien vemos que nos dice: buscad... es una acción, constante, hacia delante, más allá de todo cuanto el mundo nos puede ofrecer, es un lugar que hay que hallar, que hay que encontrar y permanecer. Y ante ello, no, no podemos dar lugar y pie a la pasividad. Y más cuando uno y en sus carnes bien la ha sufrido. No, la pasividad es y siempre la perfecta aliada del enemigo. Atentos pues: ante ella, cuanto acontezca en nuestro andar diario, y sin dudar, deberemos orar para que Dios y en su gracia reprenda al enemigo. No, jamás consientas que el acusador te deje inactivo, recuerda y siempre que la vida en Cristo es un camino a seguir, siempre, constante, hacia delante, a tal cual y por la gracia de Dios vamos entendiendo por la asistencia del Espíritu. La pasividad, mi querido hermano, es y en verdad una pura manipulación del Diablo.

Leámoslo de nuevo:

Mat. 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Son dos las enseñanzas que vemos en este breve versículo, ambas y en su contexto nos reclaman el dejar y de lado todo cuanto pertenece al razonar del ser carnal y anímico, el cual, se centra primeramente y siempre, en si mismo, en aquello que considera esencial para la subsistencia del propio individuo -que bien sabe jugar con ello el enemigo-. Atendiendo a ello; bien vemos que estas dos enseñazas están llenas de cruz y en si mismo, por una sencilla razón, y ahora las vemos: el reino de Dios no es de este mundo, y como bien sabemos hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu (Jn.3.5)... y ello es cruz en si mismo, y tanto. Y a la vez, hermano, bien nos habla de la justicia de Dios, y ella, bien, ni tan siquiera nos hace falta hoy comentarlo, ¿verdad?... Su Mano pesa, y tanto. En breve, Dios mediante, quizás hablemos de este aspecto.

Por ello, mi querido hermano, ante este Mandato que por Nuestro Señor nos es dado, no tiene lugar alguno la pasividad, no, ante el reino de Dios y su justicia, ante el caminar diario que impone el hallarlo, la pasividad nomás es y claramente; una pura mentira del Diablo.

Sigamos andando, te bendigo.

divendres, de setembre 28, 2007

Bienaventurados


Hemos presentado el día al Señor, hemos acudido ante Dios Padre, mediante el Hijo, y hemos dado las gracias por este nuevo y hermoso día.

Padre, buenos días, alabado sea tu Nombre, venga a nosotros tu renio, hágase tu voluntad, danos el pan de cada día, perdona nuestras ofensas, no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal.... así y en ocasiones empezamos nuestra alabanza a Dios Padre y al Cordero ¿verdad?... bien, pues sigamos con ello.

Padre, no puedo, ante ti no puedo, necesito de ti, de tu gracia, de tu don, de tu misericordia, sí, Padre, te necesito a ti, mi Señor Jesucristo, sin ti nada soy, nada tengo, nada puedo... y seguimos andando.

Unas veces más cerca, otras más lejos, pero andamos y siempre junto a Él, el Cordero, que por amor al mundo el Padre nos envió, nos dio, voluntariamente a la cruz se entregó, y mostró y por siempre que sí, que la Gloria del Padre nos ha sido dada y por siempre a todos cuantos con corazón sincero, entregados, y libremente dispuestos ante Él, se han postrado reconociendo y sin más: que todo ha sido CONSUMADO.

Es en el principio del día, como siempre, al Principio, que Dios obra y mediante Su Hijo, en unión constante se Gloria a quien en Su Nombre vino: Jesucristo el Señor, mi hermano querido.

¿Lo hiciste hoy?... ¿Le presentaste el día?... ¿Te reconociste y viste necesitado?... sí, seguro que sí, eres uno con Cristo, y Él obra, y el Padre obra, y ... ¿Lo hiciste verdad?...

Bien, pues siendo así, y en Su Nombre, nomás decirte puedo: TE BENDIGO.

dijous, de setembre 27, 2007

Buscad...

El Espíritu quiere expresarse. Ello es lo que en ocasiones entiendo, rápidamente acudo al teclado, y ahí: se queda todo. Y tiempo he estado luchando contra ello, y cada vez más cuanto más luchaba, más veía la imposibilidad de hacerlo. Tiempo ha pasado, tanto que al final nomás rendirme pude, y fue entonces cuando en verdad el Espíritu pudo y a su vez expresarse libremente, a tal cual por Dios y en su gracia ha sido dispuesto.

Quiero decir con ello, y simplemente, que con el tiempo, uno, llega a entender y en verdad que la verdadera obra llevada a cabo desde el comienzo no es otra que el sentarse, descansar y estarse quieto, reposando en lugares celestiales en Cristo.

Leyendo la Biblia, uno, bien puede leer que en palabras de Jesús nos es dicho: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas... y no ha sido hasta hoy que en verdad puedo hablar con certeza y convencimiento de ello: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia... atentos: es un Mandamiento.

Dios, en su inmensa sabiduría bien lo dispuso todo, tanto, que un único deber -y al igual que Adán- nos ha sido impuesto a todos quienes por su gracia hemos logrado creer en el Hijo, un único deber: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia..., tan simple como ello. Tanto que bien nos dice y seguido: ... y todas estas cosas os serán añadidas. No dado, no, sino añadido a lo que en unión a Cristo ya tenemos asegurado: el reposo prometido.

Por lo tanto, hoy, uno, puede empezar a edificar para la gloria de Dios, plenamente descansado de todo trabajo inmundo, de todo propósito carnal, y de todo cuanto nomás es un vanagloriar del ser anímico que todo lo quiere, pero que ante Dios mismo, bien le es dicho: hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu.

Terminar quiero con una sencilla palabra: cuanto más pretendas, más empinada será la montaña. La cual no hay que subir, no, sino aprender y por su gracia, la de Dios, que nomás basta una Palabra en reposo para que pase a ser plenamente llana.

Un saludo. Te bendigo.


dijous, de setembre 13, 2007

En breve...

Mat. 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Bien nos dice que busquemos primeramente, es decir, que hay que hallarlo. No es algo inmediato, no, es un camino que hay que andar cada día, cargando la cruz, y siguiéndole por donde Él anda... olvidándose de uno mismo en pro del reino de Dios y su Justicia. Dios, que es fiel a su Palabra, bien nos dice que todo cuanto el hombre necesita, ya lo tenemos, nos ha sido ya dado, pues bien claro nos dice "os será añadido", no dado, sino añadido a lo que ya tenemos: SU PROMESA. Y ello nos da una tranquilidad plena, y por ello, el descansar únicamente en un propósito; buscar primeramente el reino de Dios y su Justicia.

Sigamos andando.

Id y haced...

28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Viendo con los ojos debidos estos versículos, uno, bien puede llegar a ver y entender cuanta responsabilidad hay en ello, en el Mandato de: "id y haced discípulos". Si bien leemos, bien veremos que nada queda para nosotros, que nada es y para nada hemos de ser, nosotros, en lo más mínimo. Ello es el culmen de la Redención; el haber quedado libres de todo cuanto nace de nuestro más profundo ser carnal y anímico aun no regenerado por la gracia de Dios.

Decir quiero, y en más sencillez, que el Mandato dado es "id y haced", no traed, ni someted, ni obligad, ni imponed, ni reclamad derecho alguno sobre ellos, nomás, "id y haced discípulos" es el Mandato. Pero ¿discípulos de quien?... ni más ni menos que de Nuestro Señor Jesucristo, que no de hombre alguno, que no de institución alguna, que no de denominación concreta, que no de nosotros mismos, no, sino de JESUCRISTO EL SEÑOR Y MAESTRO.

Y para ello, uno, y por la gracia de Dios, debe de haber muerto y nacido de nuevo, del Espíritu. ¿Y qué significa esta muerte?, simple; el haber logrado por la gracia de Dios haber sido redimido, quebrantado, y por sobre todo, librado de uno mismo PARA LA GLORIA DE DIOS... y ello es, y a su vez, la Salvación, ello es ser Salvo: EL SER LIBRADO DE UNO MISMO PARA DIOS.

Ahora, es deber de cada cual mirarse así mismo, con sinceridad, ante Dios mismo, en oración, ante la Palabra, pidiendo que sea Dios Padre y mediante Cristo Jesús el Señor, quien nos ilumine, quien nos de luz y entendiendo de todo cuanto aun es parte de nuestro anterior ser, pecaminoso y carnal, condenado por Dios mismo, heredero de Adán... hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu, de Cristo!!!

Un saludo, les bendigo.

Ver artículo relacionado [Aquí]

dissabte, d’agost 11, 2007

La humildad...

La humildad y reconocimiento público de las faltas nomás puede aprenderse ante la Cruz de Cristo cuando por la gracia de Dios y, cada día, uno aprende a llevarla. Es en la oración, privada, personal y única, que podemos llegar a la presencia de Dios. Es cuando en verdad su luz nos es dada e ilumina las partes oscuras de nuestro más profundo ser carnal y anímico, el cual está lleno de tinieblas, que logramos ver y en verdad nuestras más pecaminosas miserias.

Y ello no es porque uno se esfuerce y por si mismo, no porque uno lo evite o lo pretenda, no, ello nomás es una tapadera... solo es verdadero cuando la Cruz de Cristo obra en nuestras vidas, cuando ante su luz vemos nuestras miserias, cuando entendemos que siempre estaremos llenos de todo ello y que, nomás, cuando somos iluminados por su presencia son vistas y en verdad crucificadas, y por siempre, nuestras pecaminosas debilidades y faltas.

Ello lleva toda una vida, siempre constante y hacia adelante, donde la carne, la prioridades y demás frutos de ser anímico nada pueden ni tienen cabida alguna. De ahí la necesidad de una comunión constante, y mediante el Espíritu, para lograr ir limpiando de impurezas todo cuanto impide que la vida de Cristo, su Espíritu, tenga libertad de manifestarse y por ello, dar a conocer al Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Ahora, es deber de cada cual el pedir luz y entendimiento de la Obra de la Cruz, la cual, hay que cargar y aprender a llevar cada día. Nomás así, y mediante ella, se logra la santificación. Nomás así se logra estar lleno de su vida.

Cuando algo se interponga entre nosotros y Dios, desde ese momento, el Espíritu Santo dejará de obrar, pues estará contrito, hasta que restablezcamos o demos solución a nuestra falta, error, o cualesquiera sea la causa debida.

Les bendigo

dimarts, de juny 12, 2007

Y la vida...

Hoy simplemente te comparto esta reflexión.

Jn. 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Veamos esto ahora:

Gál. 2:20 y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí.

Cristo es la vida, y es Cristo mediante su vida quien nos hace salvos, siempre y cuando en nosotros esté su vida. Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Hay que hacer morir las obras de la carne por medio del Espíritu, para lograr tener vida, y esta vida, no es nuestra, no, es la vida de Cristo. Sin Cristo nada somos, así lo dijo Jesús: sin mi nada sois... por lo tanto; uno no es salvo, es Cristo quien le salva al impartirle su vida. Hay que morir, y al morir, nacemos del Espíritu, y este Espíritu es el de (o uno con) Cristo, y ya no somos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros. Entonces pues, nosotros no somos salvos, sino que al morir, pasamos a ser uno con Cristo mediante Su vida... y por ello, aun que no lo parezca, en el momento que dejamos de guardar la (Su) Palabra, la cual es Cristo, porque Cristo es la Palabra de Dios hecha carne, desde ese momento, le estamos negando a Él mismo, y por consiguiente la vida que en verdad es Salva, Su vida, en nostros está siendo negada.

Un saludo y te bendigo.

dilluns, de maig 07, 2007

Historias y cuentos...

Historias y cuentos interminables. Historias y cuentos interminables… y más, y más, y más… y parece no tener fin. No, parece no tener fin.

Por la gracia de Dios y en su misericordia, uno, cree haber conocido al Hijo, y se entrega, y lucha, y se esfuerza, y llora, y sufre, y anda, y cae, y se levanta, y duele, y sigue, y llega a un punto en que la Luz y de nuevo le llega, y ve. Y tanto que ve. Ve como todo son cuentos e historias interminables de antepasados, de hombres. ¿Y saben?, al final, nuestros oídos y ojos están tan dolidos, tan cansados, que al final, solo pueden fijarse en Aquel que lo es todo.

Sencillez y humildad. Dos palabras. Sencillas, muy predicadas, pero que en verdad y por bocas, uno termina viendo que siempre es lo mismo: historias y cuentos interminables. De religión, de iglesias, de hombres, de leyes, de mandatos, de preceptos, de cómo, de cuando, de donde… No. Es necesaria mucha atención y dedicación por tal de oír Su Voz; sencilla, caballeresca y educadísima, tanto, que apenas el mundo intercede se convierte en inaudible. Por lo tanto, las historias y cuentos interminables sobre antepasados y demás cansan, y tanto.

¿Quieres hablar de Cristo? Hablamos. ¿Quieres hablar de historias interminables? Mejor callamos. Estoy cansado. El tiempo apremia, y el sentido de las cosas del mundo ya en nada me llena. Por ello y claramente te digo:

En Cristo, en Él, te bendigo.

dimecres, d’abril 25, 2007

Cual es el valor de una vida?

¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?, es muy sencilla, lee bien: ¿cual es el valor de una vida?... medítala y hablamos.

¿Ya lo has hecho?, ¿ya lo has meditado?... bien, pues olvídate de todos tus pensamientos, de todas tus ideas, de todas tus ilusiones, pues nada de todo ello sirve para nada, y esto, te lo digo por experiencia, para nada, absolutamente para nada sirve.

Una y sencilla es la razón: ¿quien eres?, ¿sabes quien eres?... nada más que polvo, y al polvo volverás, y ello es para todos; ricos, pobres, famosos, sin fama, bellos, menos bellos... todos, absolutamente todos serán en su día polvo, pues de la tierra vienes y a la tierra has de volver.

Y te preguntarás a que viene esto ¿verdad?. Bien, pues quiero hablarte de ello, sin más, a tal cual es, sencillo, sin complicarlo en nada. Viene a que por mucho tiempo -toda una anterior vida- he andado buscando una razón verdadera por tal de ser quien siempre quise ser, pero que jamás he logrado saber, y al final, por largo tiempo de búsqueda, al final, he visto quien soy, y todo ante Él, mi Señor Jesucristo. Y sí, ahora ya lo entendí, ya vi que nada en este mundo puede darme lo que Él, mi Señor, me está dando: Paz.

¿Paz? seguro que te estás preguntado: ¿paz?... Sí, Paz, pero atento, no como la da a conocer el mundo, no, PAZ en mayúsculas, y con ella me quedo.

Ahora todo está cambiando, ahora le quiero por encima de todo, ahora ya no quiero saber que opinan unos u otros, no, ahora quiero no perder la Paz que en Él he hallado, y ahora; empiezo de nuevo, y queda, un largo camino, pero yo así lo he decidido y así y desde hoy voy a ir andando, cada día, en cada momento, sin lugar a duda alguna dado.

Me queda, y tanto, errores anteriores han de ser solucionados, y los serán, y tanto, pero ahora, ahora ya no espero más, ahora le predico, le reconozco ante ti, ante el mundo entero, el es el Cristo, el Hijo del Dios vivo y verdadero. Él me ha dado la vida, y tanto, y a ello me apego. No, nada quiero más que su Paz, inmensa Paz, y con ella me quedo.

¿Entendiste?... si no ha sido así, bien; tienes quien te hablará de ello, está vivo, llamando, continuamente, simplemente es necesario un paso de fe y al instante lo tendrás a tu lado. ¿Lo dudas?, bien; ello está siendo todo cuanto te está impidiendo el disfrutarlo, porque Él está vivo, Jesucristo es quien te está llamando.

Apoc. 3:20 Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.

Por lo tanto, dicho está, dicho queda, y con Cristo ando hacia la meta de una vida, eterna, a tal cual es Su Promesa. Por lo tanto: ¿Das el paso de fe y vives por siempre, o continuas hacia el polvo al cual estás sentenciado?.... Tú eliges.

En Cristo Jesús, te bendigo.

dissabte, d’abril 07, 2007

Nací de nuevo...

Así es. Ni más ni menos. Anduve mucho tiempo detrás de todo cuanto el mundo pretende mostrar es Dios. Tome la comunión, mi mujer, mi hijo, mi hija ya no... camine por donde decían era la verdad, acudía a ellos, en momentos de necesidad, pero vacío, algo en mi decía que había más...

Anduve, caí, me perdí, todo cuanto mi vida había sido, todo, se fue, nada tenía, mi mujer, mis hijos... ya no estaban ahí, no, todo perdido, muerto en vida, sin nada, pero su voz seguía estando ahí, como un tambor llamando a la guerra, me rendí, sí, lo hice el día que un señor vino y me dijo; hijo, toma la Biblia, léela, en ella está la vida, lee, estudia, pide, ten fe... y se fue, mi ángel se fue... jamás lo he vuelto ha ver, no es de mi ciudad, se de donde es, le podría buscar, pero no, la voz me dijo que no, Él me dijo que no, que este señor ya había cumplido, que ahora, era yo, ante Él, por fe...

Y leí, y seguí leyendo, y escudriñando, y entendiendo, y viendo, y llorando, y sufriendo, y cayendo, y levantándome de nuevo, y huyendo, y volviendo... y sigo, y ando, y sufro, y lloro, y...

Le quiero, es mi vida, mi todo, sin Él nada soy, le necesito, le pregunto, me da consejo, y todo, simple y llanamente mediante la Biblia, Su Palabra, y Su Voz, dulce voz; sincera, noble, caballeresca, correctora, justa, severa, que duele, que amarga, que hace morir cuando Su Luz nos llega; y vemos, y entendemos, que nada, que Sin Él nada somos, y agrada, la muerte en la cruz junto con Él cuando se entiende da gozo, inmenso, tanto, que le amo, mi vida le entregué y hoy, solo quiero ser uno con Él, por encima de todo, es mi vida, mi hermano, mi amigo querido, MI TODO.

Y nací de nuevo, del Espíritu, y volví, a casa. Y sí, los míos estaban allí; mi mujer, mis hijos, mi techo, mi mundo perdido, todo volvía a ser como nunca jamás ha sido, y vieron, y entendieron que sí, que Cristo estaba en mi, y me amaron, y le amaron, y le aman, y lloran, y sufren y entregan y nada, sin Él no son nada, y ahora, cada día otros van viendo, y creen, y crecen, y somos llenos, de ti, mi Señor y Maestro.

Eres tú, mi Cristo, eres tú, mi amigo querido; a quien le hablo, a quien necesito. Eres tú quien está ahora mismo siendo uno conmigo. Y sigo, y ando, y nada quiero más que saber que en verdad y por Él muero, no, nada más quiero, no…

Bueno sí, a ti, el que lee y escucha; esta tan simple, es tan sencillo, es fe en Aquel que un día ya lejano dijo: CONSUMADO ES… AHORA Y POR SIEMPRE ESTARÉ VIVO.

Por todo ello, GRACIAS, a ti mi hermano, a ti te digo. En el Nombre de Cristo te bendigo.

dijous, d’abril 05, 2007

Muérase de una vez...

A ver si entiende, usted no le conoce, aun lo ha logrado verle, de ahí que solo habla de lo que el mundo le ofrece, y usted está confundiendo lo visible, lo palpable, con Aquel que es invisible, que es Espíritu, y en Espíritu y verdad debe adorarle. Jesús dijo: CONSUMADO ES, es decir; TODO ESTÁ HECHO, ahora, quien en Él cree, le ama, y guarda sus Mandamientos y Palabra, le será manifestado y a la vez, tanto el Padre como Él vendrán a morar. Y si Dios mora en usted, si el Hijo mora en usted, entonces pues ya me dirá que más necesita.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu, y ello es verdadero, necesario, por lo tanto; no le de más vueltas. Nomás habla del mundo, de hombres, de religión, de doctrinas... pero: ¿y el Espíritu?, ¿y Aquel que es verdadero?, ¿y Su vida en usted?... no joven, lo siento pero aun no le ha amanecido.

Le está llegando continuamente Palabra de Dios, la cual, no puede y por usted mismo desmentir, y aun así continua pensando que anda en lo cierto, pero no, usted es moldeable, usted es fácilmente manipulable, por una sencilla razón; busca al Verdadero entre aquellos que no son de Él, entre hombres, entre doctrinas... y Él está vivo, le está llamando, oiga y atiéndale:

Apoc. 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Mientras lo busque entre los hombres, entre las instituciones, entre los templos, ante las imágenes… usted no podrá oír su voz, porque Él es de la misma naturaleza que el Padre, es decir, Espíritu, y es desde el Espíritu que debe buscarle. Hágase el favor y muérase de una vez, deje de luchar, de buscar, de acudir... hágase el favor y escuche su voz y déjele entrar y cenarán juntos.

Yo entiendo que ciertos hombres le han hecho daño, le han quitado parte de su fe, pero no pretenda que esto sea culpa de Él, no, sencillamente es que usted se metió donde no era, pero gracias a ello, ahora está mucho más cerca, pero no vuelva al vómito, no se revuelque y de nuevo entre la carne, no sea moneda de cambio, no deje que comercien con usted, no, usted es ciudadano del cielo, por lo tanto no permita que nadie utilice su ser para mostrar que le han ganado y llevado a sus pies para gloriarse de ello. No; UNO SOLO MURIÓ POR USTED, Y ESTE ES JESUCRISTO, no se venda como esclavo de ellos, ni permita que comercien con usted. No; DIOS PAGO UN ELVADO PRECIO POR USTED, NO LE DEFRAUDE Y DEJE DE PREDICAR Y SERVIR A QUIEN NO ES ÉL.

Olvídese de unos, de otros, de los de más allá, céntrese en el reino de Dios y su justica. Búsquele en su habitación, cada día, ore, medite, lea la Biblia, pida, busque, halle... pero aléjese del mundo y todo cuanto este falsamente le ofrece.

Atienda: MUÉRASE DE UNA VEZ!!!!!!

Un saludo y que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz.

dilluns, d’abril 02, 2007

La Biblia?...

¿La Biblia?, no, La Palabra de Dios, la cual y como bien dicen las Escrituras está Viva. La letra mata, más el Espíritu vivifica.

Su lectura no es más que eso, lectura, si no hay acompañamiento de una vida en Espíritu y verdad, mediante la cual, entendemos y vemos la imagen visible del Dios invisible, es decir: CRISTO EN NOSOTROS.

Cristo es la Palabra de Dios hecha carne, venido a nosotros para darnos entendimiento y conocimiento pleno y mediante la Escritura, de Aquel que es verdadero. Por lo tanto, el estudiar, el escudriñar, el tratar de interpretar y por uno mismo lo que ella, la Escritura dice, no es más que una errada forma de hallar la verdad, porque está, la verdad, solo es posible de ver y entender por Revelación del Hijo.

Hay que andar el camino, cada día, con sus pasos, correctos pasos, y es entonces, y sólo entonces, que la Luz de la Palabra nos va llegando. Y es mediante ella, la Luz, que vamos entendiendo y viendo el verdadero significado de todo cuando nos fue dejado por escrito, lo cual, siempre es en base al Plan de Dios para con su pueblo e hijos.

La Biblia no es un libro de historia, ni de fábulas, ni de normas, ni de preceptos, ni de mandatos, ni… no, la Biblia es PALABRA VIVA, y nos es mostrada a través de los tiempos, siempre mediante la que fue, es y será LA VOLUNTAD DE DIOS. Por lo tanto, ella, la Escritura, debe ser entendida en base a una vida de devoción y adoración al que ES verdadero.

Vamos andando, entendiendo, entregando a la cruz, y es por ello que lo oculto, lo no visible, lo que los del mundo no pueden ver, va siendo y en nosotros una realidad viva, la cual; va tomando forma y sentido a conforme el Espíritu Santo obra en nosotros. No podemos entender nada, si antes no hemos muerto y nacido de nuevo, del Espíritu. Es cuando a la cruz entregamos, que vemos, que entendemos y como no VIVIMOS el verdadero sentido de las Escrituras, a tal cual lo hizo nuestro Señor y Maestro Jesucristo.

La Biblia se vive, hay que vivirla, sí, sin duda, en el cuerpo de uno mismo. Es allí, en lo más profundo del ser carnal y anímico que vemos y entendemos que sin ella, la Palabra Viva, nada somos.

Simple y a la vez tan complicado, pero como no, decir y para terminar, que quien tiene el Espíritu de Cristo, bien ha entendido, y quien no lo logro hacer, es decir: quien no ha entendido, bien, tome nota: AUN NO LE HA AMANECIDO.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz para con todos los llamados a ser UNO CON CRISTO.

diumenge, de març 25, 2007

Hoy es por ti...

Hoy no tengo palabras para expresar por mi mismo, no, hoy lo estoy haciendo en base a la voluntad, y todo, porque he entendido que sin ella nada somos para con Dios.

Sabes, la voluntad de servir a Dios conforme Su Palabra, ha de ser el punto de arranque de toda obra que se precie en Su Nombre. Sí, así es: la Obra de Dios siempre ha de ser conforme a Su Voluntad y Palabra dada, y jamás conforme a nuestra intención o preferencias particulares.

Para ello, necesariamente habremos de haber muerto y nacido de nuevo, del Espíritu, y ello, supone un tiempo a solas con Dios, mediante el cual, vamos viendo y reconociendo nuestro ser carnal y anímico más profundo, el cual, es sumamente pecaminoso, pues en lo más profundo de nuestro ser se halla la verdad del porqué de la Muerte en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.

Por lo tanto, hasta que nuestra carne no logre ser ajusticiada conforme a la voluntad de Dios, hasta que nuestras intenciones personales, nuestras preferencias, y demás razones de la carne y ser anímico, hayan sido clavadas en la cruz junto con Cristo, nuestro deber, único deber, ha de ser el permanecer en unión constante mediante oración, lectura de la Biblia, y como no, atención máxima a Su Voz, la cual, es tan noble, sencilla y caballeresca, que si no prestamos atención mediante la Palabra de Dios, nada lograremos ante ella, Su Voz.

Bien, nada más, solo fue un compartir mediante la voluntad, pues hoy, no tenía palabras algunas, pero sabiendo que de vez en cuando acudes a leer este blog, por amor a ti, me negué a mi mismo y trate de hacerte llegar un poco más de la vida en Espíritu que por la gracia de Dios voy logrando entender para bien de todos cuantos a la verdad han sido llamados a ser uno con Cristo el Señor.

Un saludo, y que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz para contigo y los tuyos.

dimarts, de febrer 13, 2007

Guardando Su Palabra

Cuando Dios nos da Palabra en particular para nosotros, cuando a la verdad sabemos que de Él la hemos recibido, pongamos por caso: "condúcete prudentemente en todos tus asuntos"... entonces pues ya no está en nuestras manos y particular decisión el si podemos o no podemos, si lograremos o no lograremos, si llegaremos o no llegaremos... no, ahora tenemos ya Su Palabra clara y concisa que seguir, y si así lo hacemos, correctamente, y como no, sin dar lugar a la carne y ser anímico, y menos aun a los engaños y artimañas del diablo, si tomamos de la fe y no desmayamos, todo y desde ese momento irá produciendo en nosotros, y a tal cual Dios ha dispuesto, los frutos correctos y adecuados a la voluntad de Dios para con nosotros y todo Su Pueblo. Por una sencilla razón; andaremos aprobados por Él, y por ello, Su Bendición estará sobre nosotros, nos acompañará y siempre, a la vez que andaremos y más fácilmente en comunión constante, pues tenemos Su Palabra donde acogernos ante la posible caída, desliz, o falsa pretensión del acusador.

Ello, no quiere decir que en un primer momento todo sea un camino de rosas, que no tenga sus problemas, sus aparentes atrasos, su aparente falta de frutos, incluso puede aparentar no dar absolutamente ningún resultado, pero... si guardamos Su Palabra, Dios estará a cargo de todo ello, y su protección y plan final, será plenamente cumplido, tanto en/para Su Obra, como en nosotros mismos.

Ahora bien, y claro está, al andar conforme la Palabra de Dios obligatoriamente lleva a una guerra continua contra principados y potestades del mal, los cuales, únicamente pretenden suplantar, anular, y por ello; apartarnos del Plan de Dios, de la comunión con Él, y por tanto, de Su Bendición y Voluntad.

Ahí, ahora, es cuando deberemos ir entendiendo y aplicando el verdadero significado de la obra de la cruz en nosotros, es decir, ante y por encima de todo ESTARÁ LA PALABRA DE DIOS y la cual; habrá que guardar así nos suponga la mayor de las perdidas aparentes. Por encima de nosotros mismos, de nuestros intereses, de nuestras pretensiones, de nuestras debilidades, del que dirán... de todo aquello que se presente contrario a la Palabra que por Dios mismo nos ha sido dada.

Entendamos que en nuestro caminar indudablemente vendrán baches que superar, contradicciones que negar, batallas que ganar, y que todo cuanto nos suceda, todo cuanto en apariencia sea una perdida, será necesario para llegar a entender que la Palabra que nos ha sido dada, es el único camino posible a seguir, por mucho que nos pese, por mucho que nos cueste, y como no, por mucho que a nuestro ser carnal y anímico le desagrade. Ello es entre otras cosas el negarse a uno mismo por amor a DIOS Y SU PALABRA.

Claro, en un principio y hasta la comprensión de la voluntad de Dios para con nosotros, puede haber tenido lugar por nuestra parte una siembra incorrecta, un camino mal andado, habiendo sido todo ello por nuestra falta de visión y reconocimiento, o bien, por no haber estado dispuestos a ello en pro de nuestro ser carnal y anímico. Bien, claro nos quede que si tomamos la decisión de guardar Su Palabra, por encima de todo, pese lo que nos pese, Dios sacará el mayor provecho de todo ello, sin duda alguna, ahora bien; no siempre Dios nos librará de aquello que por falta nuestra suponga que la ley sea aplicada, pues no necesarimente si hemos cometido un gran error, Dios esté dispuesto a eximirnos de nuestra culpa aun sabiendo que por la sangre de Jesucristo derramada y ante Él hemos sido perdonados por siempre. Por ser la consecuencia de un error o falta nuestra lo que llevo a determinada situación, que no de Dios, pero Dios utilizará todo ello para mostrarnos el por qué de las cosas, y como no, un camino mejor... y gracias a ello, habrá en nosotros una verdadera experiencia, sufrimiento, cruz, y por consecuencia; entrega total y sincera de nuestros errores y faltas, al haber entendido y en verdad aquello que no es correcto ante Dios.

Entendamos que este principio es siempre el mismo, para siempre, y por siempre: UNA SOLA ES LA PALABRA DE DIOS, la cual, cuando nos es dada, únicamente hay una opción posible ante Dios, GUARDARLA!!, por una sencilla razón; quien no la guarda, quien la cambia, quien la adapta, quien va más allá o menos... ya no está andando conforme a la Palabra que por Él nos ha sido dada conforme a su voluntad y propósito... y saben: el que es fiel en lo poco, lo es en lo mucho y... quien no es capaz de andar y servir correctamente en sus asuntos, no puede y a la vez, ser confiable para llevar a cabo LOS ASUNTOS DE DIOS.

Y así, siempre igual, ante todo, conforme vayamos andando y siendo fieles a Su Palabra, más nos irá confiando. Sabiendo a la vez, que cuando nos apartemos de ella, de la Palabra dada, todo empezará a irse por otro lado y: O ESTAMOS EN CRISTO, AL PRECIO QUE SEA, O ESTAREMOS SIN DIOS, y allá cada cual con las consecuencias.

Es todo mi hermano, es todo cuanto por la gracia de Dios tenía hoy en mi para compartir. Pero tengamos en cuenta que ahora, sabiendo de ello, necesitará y posiblemente que durante un tiempo el Espíritu de Dios obre en nosotros hasta que llegue a ser una realidad constante en nuestro caminar diario. En otras palabras: ahora, una vez aprobada la teórica, hay que pasar a la practica constante en nosotros hasta ser un verdad plena que se manifieste, y por siempre, en todos nuestros actos.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con todos sus hijos.

diumenge, de febrer 11, 2007

Temor de Dios

Hasta hoy, ahora mismo, no tenía un verdadero conocimiento de aquello que siempre he oído decir; teme a Dios. No, no tenía conocimiento de ello. Verdaderamente siempre andaba a mi interés más oculto, a mi forma de ser más arraigada en mi, y como no, siempre que sufría reprensión de Dios por ello, lograba decirle mansamente y sin duda alguna ya; gracias Padre, soy merecedor… pero…

Hoy ha sido distinto, cometí un error, sabía de ello, y en oración, cuando acudí ante Dios, vi venir y por primera vez la reprensión del Padre, claramente, pero atento; hoy he temido, hoy he entendido que hay que temer a Dios, pues hoy le he visto "enfadado", vamos, no es la forma más correcta de expresarlo, pero si le he visto molesto y dándome a conocer que era y necesaria la reprensión, y he temido, sí, lo he hecho, he tenido temor ante Él y su declarada reprensión.

Como he dicho, ha sido la primera vez que esto en mi se ha manifestado, y, no ha sido nada agradable, me he visto en necesidad de suplicar, pues aunque no lo parezca, me he visto y por primera vez plenamente merecedor de ello, y… sí, esta vez, tuve verdadero temor de Dios.

Bien, no tengo muchas más palabras que añadir, ni mucha más experiencia que compartir, pues ha sido todo muy rápido, tanto como lo justamente necesario para ver que no agradé a Dios y que he de temerle desde hoy. Tanto, que rápidamente pedí misericordia, que no tuviese lugar la corrección si era posible, pues bien se como es, lo que produce en nosotros y no, no es nada agradable. Pero bien sabemos que siempre somos merecedores de ello, por ser y siempre a la vez nosotros, lo causantes de ello.

En fin, únicamente entendí y por ello pedí a Dios Padre, que ello fuese una verdad en mi vida, una obra real en mi, es decir; que me diese en su gracia un verdadero temor a Él constante y formando parte de mi, porque entendí y claramente cuan necesario es para poder y a la verdad andar cada día en su voluntad y propósito, y si en su gracia lo considera, en servicio grato a Él.

Como dije, ha sido un deslumbrar leve, muy leve, pero con una fuerza y claridad inmensa, concisa, y con un advertir claro de que todo está llegando a un punto en que ya nada es y por mi dejadez o torpeza tan fácilmente aceptado y perdonado. No, considero y en base a la experiencia, que está llegando el momento en que ya no todo me es permitido, no todo me conviene, y… ahora ya es Dios Padre quien así lo está reclamando y por ello, llega el tiempo de a la verdad empezar a negar completamente todo cuanto nomás me beneficia a mi.

Nada más, sigamos andando el camino, y que Dios Padre y en su gracia nos llene de sabiduría y conocimiento pleno del obrar del Espíritu Santo, el cual, nos lleva y cada día más a ser uno con Cristo, conforme a la que es medida del varón perfecto.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con todos sus hijos

divendres, de febrer 09, 2007

El fluir del Espíritu Santo

Todo un Maestro, ni más ni menos, tanto, que si no se le presta la atención debida, correcta y totalmente entregada, no hay manifestación posible y fluir de Su Obra para con los otros. No, El Espíritu Santo es muy celoso de Su Obra, reclama la plenitud de nuestro ser atendiendo, tanto, que al mínimo desliz, al mínimo despiste, queda contrito, y entra y de nuevo por necesidad a Obrar la Palabra en nosotros.

No confundamos la Palabra de Dios, con el Espíritu Santo y Su Obra en el creyente, no, recordemos y de nuevo: DIOS Y EL PECADO NO PUEDEN VIVIR JUNTOS, por lo tanto; siempre que en nosotros se de el error, el pecado, la carne, o el ser anímico y natural por determinado interés personal dado, por leve que sea, por oculto que esté, el Espíritu Santo y sin lugar a duda, deja de fluir hacia fuera mediante el siervo consagrado, y pasa a centrar Su Obra, y plenamente, en el interior del creyente hasta que sea vista por este la causa que le constriñe.

Atentos y recuerden siempre; el Espíritu de Dios es SANTO, ello quiere decir lo que a la verdad es; SANTIDAD EN ESTADO MÁXIMO, por lo tanto, no podemos pensar que la Palabra que estamos dando, el conocimiento que estamos mostrando, la intención que estamos llevando a cabo, sea del Espíritu Santo, si hay entremezclado y por mínimo que sea, un interés carnal y anímico dado. Por ello, cuando se da el caso, es necesario y de nuevo que la Palabra de Dios obre en nosotros, por tal de sacar a la luz aquello que está impidiendo el fluir noble del Espíritu de Dios. Es la Palabra la que nos da luz, conocimiento, la que escudriña lo más profundo de nuestro ser e intenciones, es la Palabra la que nos forma, nos habla, nos muestra aquello que en verdad somos ante Dios, y es ella, la Palabra, la que nos lava de nuestro pecaminoso ser carnal y anímico. De ahí la necesidad de ser llenado y cada día de ella.

Siempre hay que estar alerta, en guardia, orando por tal de no caer en tentación, y como no, recordar que no somos llamados a obrar, sino a alabar a Dios. Nuestro deber es estar en comunión constante con Dios, por tal de recibir la guía y luz del Espíritu Santo, por tal de poder representar a Dios en plenitud y para ello, es necesario de estar continuamente siendo llenados de la Palabra de Dios, la cual, es nuestra espada, nuestra defensa, nuestra luz, nuestro lenguaje para poder hablar con Dios. Es ella, la Palabra de Dios, la que nos va mostrando las impurezas, los errores, aquello que desagrada a Dios, que le resta gloria, y es mediante la Palabra que vamos siendo, y somos; llenos del Espíritu de Dios... pero; cuando en nosotros hay error, confusión o interés personal dado, la Obra del Espíritu Santo se centrará y primeramente en darnos luz sobre ello por tal de entregarlo a la Cruz, y por ello, ser limpios y santos ante Dios. Por lo tanto, cuando se de el error en nosotros, la obra quedará parada, constreñida, a la espera de ser limpiados por la Sangre de Cristo Jesús mediante Su Palabra. De ahí la necesidad de oración constante, de no dormirse nunca.

El camino del siervo de Dios es constante, siempre hacia delante, no tiene límite, no. Siempre es un fluir hacia delante, el Espíritu Santo no para, es continua Su Obra, es continuo su lavado mediante la Palabra de Dios. En el momento que por razón dada dejamos de andar, automáticamente dejamos de crecer, de ser limpios, y por ello, dejamos de guardar Su Palabra, de representar a Dios conforme a su voluntad. Sí, somos libres, de toda carga, de toda obligación, de todo propósito, de toda obra. Sí, lo somos, pero atentos; SOMOS TEMPLO DE ADORACIÓN CONSTANTE, sin límite, por encima de nosotros mismos, SOMOS SIERVOS DE DIOS, para su gloría y alabanza.

Y ello, es la Cruz de cada día, ello es el no mirar atrás nunca, ello es SER UNO CON CRISTO PARA GLORIA DE DIOS.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con todos sus hijos.