divendres, de novembre 24, 2006

La causa del Pecado...

Estimado hermano:

Cuando se cambia o se le añade cualquier cosa a la Palabra de Dios, la consecuencia de ello, es la muerte, porque el pago del pecado es muerte...

¿El por qué te digo esto? bien, todos ellos creen que el pecado de Adán y Eva fue el comer del fruto del bien y del mal... ¿verdad? pues lo lamento, pero ello fue la consumación del mismo, es decir, su pago, su muerte espiritual, su perdida de la presencia de Dios...

¿Sabes cual fue el pecado de Adán y Eva?... veámoslo:

Dios, Su Palabra, dijo:

Gén. 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra (nequebá) los creó.

Gén. 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer (nashim), y la trajo al hombre.

Adán dijo:

Gén. 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona (ashuiá), porque del varón fue tomada.

Como vemos, Dios la llamó "nequebá", que no "ashuiá", y a la vez, Dios la llama "nashim" que no "ashuiá"... pero no, Adán, se salta (discurre por él mismo) la Palabra de Dios y sin pararse a pensar, la cambia por "ashuiá", el mismo la llama "Varona" que no Dios... por lo tanto, Adán cambia el sentido de la Palabra de Dios sin tener en cuenta que la Palabra dada fue claramente "hembra" o "mujer"... resultado; Adán termina pecando, porque aunque en ese primer momento no paso nada, ante la tentación, como no guardó la Palabra de Dios, como discurrió por él mismo sin tenerla en cuenta... terminó amando más lo suyo propio (su gozo) y por ello, al no sucederle nada aparentemente en aquel desliz, cuando vino la prueba no pudo defenderse ante la tentación del diablo y... TODOS SABEMOS QUE PASO... a día de hoy, LA PALABRA DE DIOS ES LA QUE PREVALECE, nádie llama a las mujeres "varonas" ¿verdad que no?... por lo tanto, cambiar o añadir a la Palabra de Dios, lleva como resultado MUERTE...

Bien, ahora veamos a Eva:

Dios dijo:

Gén. 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Eva dijo:

Gén. 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Como vemos, Eva, añade el "ni le tocaréis" a la Palabra de Dios, pues Dios dijo únicamente: "no comerás"... bien, el resultado es el mismo, pecado y muerte...

Recordemos:

Rom. 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y Cristo Jesús, es el árbol de la vida, el que Adán y Eva tenían a mano, sin impedimento alguno, y no, finalmente por discurrir por ellos mismos, por no guardar la Palabra, por querer ser como Dios, terminaron pecando y condenando al mundo entero.

Por lo tanto, tanto el cambiar, como el añadir, como el omitir la Palabra de Dios, es pecado con resultado de muerte... Siempre, desde el principio ha sido así, por lo tanto, si la Biblia dice "la madre de mi Señor" (es decir "Kuriós") y no "la madre de Dios" (es decir "dseós")... en ambos casos, tanto en Adán, como cualquiera que cambie -o añada- la Palabra de Dios, la falta (o desobediencia) es la misma, por lo tanto, el pago será irremediablemente la muerte, porque hacer caso omiso de la Palabra que nos ha sido por Dios dada, el cambiarla, añadir o quitar... TERMINA EN MUERTE.

Por ello, Jesús no llamó a María "madre" sino "mujer", por ello ningún apóstol llamo a María "madre del Señor" y menos aun "madre de Dios", y es por ello; que ningún patriarca, profeta o hombre alguno de Dios mencionado en TODA la Biblia se atrevió a añadir o cambiar aquello que LA PALABRA DE DIOS JAMÁS DIJO, porque todos bien sabían y saben, que el pago ES LA MUERTE IRREMEDIABLE.... en este caso, muerte espiritual si se prefiere, pero el resultado final, es la condenación eterna si no se vuelven a Dios y Su Palabra.

Cuando no atendemos la Palabra de Dios, cuando no la guardamos en plenitud, sin salirnos jamás de lo que está escrito, razón ella y por la cual, en el N.T. y como ya aporté, son más de 100 los versículos que advierten de ello, se pierde la presencia y amparo de Dios... para condenación eterna...

Adán y Eva, al no guardar la Palabra, terminaron por mirar su ego, su ambición y por ello; Satanás pudo vencerles, ya que desde el momento que se salieron de la Palabra dada por Dios, entraron en el razonamiento propio y por si mismo, y ante la tentación del diablo, perdieron la batalla y pecaron.

Como no, bien sabemos que no es el único lugar en que la Escritura nos muestra que la consecuencia de negar, omitir, cambiar o añadir cualquier cosa a la Palabra de Dios, tiene consecuencias graves inevitables... Moisés mismo pecó de ello ¿verdad?

Siempre que la Palabra de Dios es manipulada, el resultado es muerte, porque Dios mismo se ve obligado a demostrar que Él JAMÁS miente, cambia o modifica su PALABRA DADA.

Que Dios te bendiga, hermano, seguimos andando...


divendres, de novembre 17, 2006

Hacia adelante

Filip. 3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Cuando todo aparenta estar hecho, aun hay más, el Espíritu Santo no para nunca, es un fluir continuo hacia delante, hacia lo eterno, hacia el final de los tiempos.

Quedarse parado, aquí, ahora, creyendo que ya todo está hecho, que la verdad que disponemos es la absoluta, que todo cuanto hemos logrado, es Dios Padre quien lo ha dispuesto… es empezar a perder la batalla, a ceder la victoria ya y por Cristo ganada.

No, hay que seguir andando, hay que seguir muriendo, entregando, dando, reconociendo, naciendo y como no, creciendo en Cristo Jesús. Dios es quien así lo ha dispuesto.

Una camino, una verdad, una vida; plena, sin límite, sin tiempo, eterna, por siempre unida al Cristo. Ese es el andar de un verdadero Cristiano, ese es el andar de aquel que siempre es como un niño; inocente, sincero, simple, sin pleno conocimiento.

Un pequeño detalle. Cuando Jesús estaba en la cruz, Dios lo cubrió en el último instante de su vida carnal y allí fue donde Cristo mismo dijo: Consumado Es. Esto significa "Todo está hecho". Los que debemos seguir adelante sin detenernos somos nosotros, Él ya terminó.

Que Dios les bendiga.

divendres, de novembre 10, 2006

Obras ocultas

“…De allí que predicar, tal como todavía lo dicen muchos ministros, sin tocar el tema demoníaco, es tan incoherente como hablar del evangelio sin anunciar la salvación”.

Leyendo la “palabra del día” que mi querido hermano Néstor A. Martínez publica en su web ministerial, comparto la impresión que me causo y en concreto, su frase última. Destacando que nada tiene que ver con el propósito inicial de su comentario, pero que sí y mediante él, recibí la luz y palabra que a continuación quiero compartirte hoy.

Como bien tú debes saber; son muchos los que predican una vida futura, un día de mañana eterno después de la muerte, una nueva vida después de la presente, en Cristo Jesús. Bien, ello es incorrecto, te diría yo incluso -por no decir del todo seguro- una doctrina con entremezclados matices carnales y anímicos muy bien encubiertos por la tradición y pasar de los años y como no, por la inevitable necesidad de subsistir por siempre, aunque bien sabemos -o deberíamos de una vez reconocer- que ello no es posible en este cuerpo carnal que Dios y en su gracia nos ha dado para Su gloria.

Sin darnos cuenta, el buscar a Dios por un día de mañana eterno, por una nueva vida, en Cristo Jesús, es un oculto reconocer que no se quiere morir, que no se quiere dejar de ser, de existir… Y de no ser correctamente ministrado conforme a la verdad del Evangelio, puede terminar condicionando el más profundo ser anímico y carnal, y por ello; terminar siendo (entre otras cosas) causa de no haber logrado entregar la vida anterior que necesariamente a de ser crucificada hasta la muerte y sin reserva alguna, absolutamente ninguna, porque así Dios Padre lo dispuso para con todos sus hijos.

¿Por qué digo esto? bien, sencillamente porque nuestra fe ha de ir creciendo hasta lograr entender y creer a la verdad que, en Cristo el Señor, todo está hecho, consumado, y por lo tanto, deja de desearse aquello que en la gracia y misericordia de Dios Padre nos has sido ya dispensado.

Como todo deseo, una vez logrado y en un primer momento, uno se goza de ello, después se habitúa, y finalmente; se tiene la certeza y convicción de que por siempre lo disfrutaremos porque lo vemos (la vivimos) cada día y en cada momento, por lo tanto, nuestra vida, y en este caso, nueva vida eterna por Su gracia recibida, ha de empezar a centrarse en otros aspectos de la vida en Espíritu, en otras metas, en otros neceseres, y que en el caso de los que creen a la verdad en Él, bien saben que será Dios mismo quien les irá proveyendo en cada momento y a tal cual vaya siendo necesario para el bien de toda la Iglesia y Cuerpo de Cristo, y el suyo propio.

Por lo tanto, si no logramos creer plenamente y a la verdad que, en Cristo el Señor, hemos muerto y nuevas criaturas somos por que de Él y en la gracia recibida de Dios Padre, por su amor, por que así Él lo dispuso, hemos nacido de nuevo; nada habremos logrado por la sencilla razón que inevitablemente continuaremos andando por obras de la carne y mediante las cuales, nuestro más profundo ser anímico aun no quebrantado y por ello, no entregado y sometido a la voluntad de Dios, pretenderá aun justificar su salvación, o si se prefiere, vida eterna que de Dios Padre y en su gracia recibimos al creer en Su Hijo.

No es fácil lograr comprenderlo a primeras, bien lo se, se necesita tiempo y por sobre todo; la gracia de Dios Padre para a la verdad entenderlo y por ella; lograr verse en la necesidad imperiosa de reconocer que ante Dios y Jesucristo el Señor todo está hecho, consumado, que nada somos, que nada podemos, y, que todo lo anterior ha muerto y ahora ya, en su gracia, nuevas criaturas somos por Él, y, en Él.

Hemos muerto, hemos nacido de nuevo, todo está hecho, consumado y simplemente hay que ir tomando a tal cual Dios nos va dado en su gracia, y conforme su luz nos va llegando; entendemos, andamos y como no, vencemos. Por lo tanto; toda obra que de nosotros mismos nazca, que por nosotros mismos realicemos, con la pretensión de ganarnos -o no perder- la salvación y vida eterna que al creer y a la verdad, en Cristo Jesús, tenemos conforme a la promesa de Dios Padre, será y siempre una obra carnal, anímica y pretenciosa; condenada a muerte, a desaparecer, sin valor alguno, ya que por mucho esfuerzo y entrega que nos haya supuesto, nada habrá logrado ante Dios, para por ellas ser salvos.

Es la Palabra quien bien nos dice que nada somos, nada tenemos, que todo cuanto podamos ser y somos, de Él, y en su gracia, lo hemos recibido. Nada hay en nuestro pecaminoso ser anterior que pueda lograr ganarse la nueva vida que por creer en Cristo el Señor y en gracia de Dios Padre recibimos, ya que esta vida viene y vuelve de donde siempre y para siempre ha existido, de Aquel que es el Dios eterno, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Que Dios les bendiga.

diumenge, de novembre 05, 2006

Conociendo a María (III)

Luc. 1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

Recordemos primeramente que “muy favorecida” (Kecharitömenën) es un participo perfecto pasivo de (charitoö) y significa dotada de gracia (charis), enriquecida con gracia como en Efesios 1.6 y que por lo tanto su traducción e interpretación correcta es “llena de gracia que has recibido” y nunca “llena de gracia que tienes para otorgar” como erróneamente algunos lectores de la Biblia entienden.

Es verdad que en algunas traducciones viene la expresión "llena de gracia", pero su interpretación correcta y significado final es el mismo por ser siempre (Kecharitömenën) la palabra que es utilizada en los manuscritos griegos originales.


Ahora pasemos a la parte donde nos dice:

¡El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres!

Hay que tener en cuenta que en los más antiguos MSS. no tienen “bendita tú entre las mujeres” aquí, sino en el versículo 42, por lo tanto, bien podría suprimirse. Pero viendo que está en algunas de las traducciones de la Biblia que actualmente se utilizan, lo respetaremos y mantendremos.

Ahora veamos que dice textualmente “ENTRE las mujeres” y no “SOBRE las mujeres”, por lo cual, María, queda a un mismo nivel pero siendo ella la más favorecida por ser de entre todas, la que Dios ha elegido para que de ella salga SU Hijo.

Es la Biblia misma quien nos muestra que María no está por sobre mujer alguna, y a la vez, Jesús así nos lo enseña cuando no le da preferencia ante aquellos que oyen
la Palabra de Dios, y la guardan.

Veámoslo:

Luc. 8:20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.

Luc. 8:21 Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.

Luc. 11:27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.

Luc. 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

Como vemos, en dos ocasiones Jesús bien claro deja que María no está sobre quines oyen la Palabra de Dios, y la guardan, lo cual y a la vez, nos muestra que la expresión utilizada “ENTRE las mujeres” es correcta. Pero aun así, la Palabra y por tal de no dejar lugar a duda alguna nos da una escena donde nos muestra claramente el lugar que ocupa María entre aquellos que creen en el Señor Jesucristo, y guardan Su Palabra.

Veámoslo:


Hech. 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Fijémonos bien donde queda María: en tercer lugar, y como no, citada después de las mujeres, lo cual nos está diciendo claramente que está “ENTRE las mujeres” que no "SOBRE las mujeres". Es muy importante tener en cuenta que María es citada después de las mujeres, en tercer lugar, y no antes, y ello quedó escrito así por tal de no contradecir el Evangelio y menos aun, las enseñanzas de Jesucristo que anteriormente han sido reflejadas.

Recordemos y siempre que el Espíritu Santo no se contradice, y que siempre hay que hallar la verdad meditante toda la Escritura, no pudiendo omitir ni añadir nada de lo que en Ella está escrito. Haciéndolo así, es cuando por la gracia de Dios Padre va saliendo la verdad y por ella, entendiendo el Evangelio de Jesucristo para vida eterna. Y siempre y claro está; pidiendo y primeramente a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo que el Espíritu Santo nos guíe en nuestros estudios y nos muestre la verdad del Evangelio de nuestro Señor y Maestro, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Esperando su aportes y apreciaciones de una forma sincera y como no, en base a la Biblia, que no el catecismo, porque este no está incluido en ningún canon bíblico y por lo tanto, no debe ser considerado como fiable para la interpretación de las Escrituras, y menos aun, cuando el apóstol Pablo dijo por dos veces seguidas y claramente dada su importancia:

Gál. 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

Gál. 1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Gál. 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

Gál. 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Añadir como detalle final que cuando el ángel acude a María, cuando está ante ella, simplemente la saluda "Salve, muy..." por lo tanto, el ángel, no adora a María ni le hace reverencia alguna, simplemente la saluda cordialmente. Recordemos que los ángeles si adoran a Cristo Jesús y le sirven como Hijo del Dios Altísimo que es y a la vez, el único Nombre intercesor entre Dios y los hombres.

Que Dios les bendiga.

dijous, de novembre 02, 2006

Conociendo a María (I)

Luc. 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y aconteció que estaba Jesús orando en un lugar... que vello versículo y en el cual, sus discípulos le piden al Maestro que les enseñe a orar, no le preguntan como, sino que les enseñe. Diferencia hay, una cosa es saber de ello y otra ser enseñado por Jesús mismo, el Señor, el Maestro, ¿verdad?... que vello versículo. Aprendamos de ellos, sus discípulos, aprendamos a pedir a Jesucristo nuestro Señor por todas nuestras necesidades y juntos todos: ¡VEREMOS LA GLORIA DE DIOS!. Juntos todos y a una voz diremos: ¡VEN SEÑOR JESÚS, ESTAMOS DISPUESTO!

Nuestro Señor Jesucristo, directamente, sin intermediarios, sin tradiciones, sin dogmas, directamente, en sus propias Palabras, nos enseña a orar diciendo: Padre Nuestro... Y ello, después de haber estado orando en un lugar apartado, solo, ante el Padre, dirigiéndose a Él, al Padre, a tal cual les enseñó a sus discípulos, diciéndole, PADRE... Así siempre lo vemos, así siempre nos es mostrado en el Evangelio, Jesús siempre oraba al Padre, siempre.

Pero ahora, no, ahora nos quieren hacer creer que hay que rezarle a María, la madre de Jesús, sin base bíblica, sin nada, y por encima de todo sin tener en cuenta a quien y como oraba Jesús, porque: ¿Quien puede demostrar que Jesús rezaba el avemaría, quien puede demostrarlo? ¿Quien es capaz de afirmarlo? Claro está que Jesús jamás lo rezó, pero no, no quieren aprender del Maestro, no quieren Guardar sus Palabras, sus Enseñanzas, su Evangelio.

¿Donde dice en la Biblia que deba de rezársele a mujer alguna, a reina alguna, a diosa alguna? ¿Dónde?. Más bien y en cada ocasión que se dio, fue reprendido severamente por Dios Padre, muy severamente, siempre que tuvo lugar la veneración de mujer alguna, de reina alguna, Dios actuó contundentemente, y es más, en el Apocalipsis y de nuevo nos es mostrado nuevamente, sí, entre las 7 iglesias que son mencionadas, una de ellas entre otros errores que está cometiendo es el de consentir una mujer entre ellos, de nuevo lo vemos: DIOS NO CONSIENTE LA VENERACIÓN DE MUJER ALGUNA.

Dios reprendió a su pueblo por venerar y adorar imágenes, por adorar reinas del cielo, por adorar diosas madre, por… da igual, son atributos que se le dan a las diversas representaciones de María.

Dios lo condena, jamás lo ha consentido y para el final de los tiempos, en el libro de la revelación final, de nuevo y entre las iglesias vemos que lo condena. Entonces pues, no nos queda más que pedir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que les de luz y por ella, logren librarse de la oscuridad y mentira que les tiene preso.

María, la madre de Jesús, jamás hubiese consentido que nadie se postrase ante ella, que la venerase, que le diese honor, gloria, jamás, bien claramente lo dijo: HACED TODO CUANTO EL OS DIGA...

María está siendo humillada, está siendo puesta allí donde ella jamás aceptaría, por su humildad, por su sencillez, porque guardó hasta su muerte la Palabra de Dios, la cual y bien claramente dice:

Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Guardemos esto en nuestro corazón, al igual que lo hizo María la madre de Jesús, y veremos la gloria de Dios al cumplirse en nosotros todas la promesas del Padre que han sido dadas para todos cuantos creen en el mensaje de Jesucristo, Su Hijo, nuestro Señor y Maestro.

Nada más, que Dios les bendiga.


Conociendo a María (II)

Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Pero este versículo aun es más precioso, mucho más precioso. Dios Padre nos dio a su único Hijo, para que todo aquel que en él cree...

¿Se dan cuenta? Dios Padre nos da a su Hijo, para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna. El Padre cede todo cuanto Él es y representa, a su Hijo Jesucristo, el Padre cede al Hijo todo honor y gloria, el Padre mismo entrega al Hijo toda Su gloria.

Ya no hay que buscar al Padre, no, ahora llegamos a Él mediante el Hijo, el Padre le cede todo el honor, toda SU GLORIA. El Padre cede al Hijo TODA LA ORACIÓN QUE HASTA ENTONCES EL RECIBIA DE LOS HOMBRES.

Aunque no lo parezca, el padre se humillo así mismo, tomo la forma de hombre y dio a este hombre, que era Su Hijo, toda su gloria, todo su honor TODO, tanto, que para poder ser salvos, para poder llegar al Reino de Dios, hay que creer y primeramente en el Hijo, que no en el Padre.

Dios y ante nosotros cede Su divino lugar en pro de Su Hijo, Jesucristo, el Señor y Salvador nuestro. Le da todo su poder, toda su gloria...

Y ahora, los hombres, se ponen en el lugar de Dios Padre y nos dicen que no, que María es la intercesora, la que nos lleva al Hijo, le dan toda la gloria y la ponen en el lugar que Dios Padre cedió a su Hijo.

Esto es grave, esto es hacerla diosa, porque ella está ocupando el lugar que es del Padre, y el cual, el Padre mismo cedió a su Hijo para que todos pudiésemos ser salvos.

Si Dios Padre cede todo su Ser y gloria al Hijo, si Dios Padre cede toda la responsabilidad al Hijo, Si Dios Padre es quien nos da a Su Hijo…

SI EL MISMISIMO DIOS PADRE TODOPODEROSO INTERCEDE POR NOSOTROS MEDIANTE SU HIJO, entonces pues ¿COMO LOS HOMBRES OSAN SER COMO DIOS Y DARLE ESE HONOR A LA MUJER QUE LE DIO A LUZ POR GRACIA Y OBRA DEL PADRE?

Que Dios les bendiga.