diumenge, de desembre 24, 2006

Feliz Navidad...

No puedo más que desear unas Felices Fiestas llenas de paz y amor, a todos cuantos visitan de vez en cuando este blog… y sin la pretensión de hacer ver qué es o deja de ser lo correcto.

Considero que lo más importante es que en estas fechas celebremos la Navidad, es decir, el nacimiento de nuestro Salvador, permaneciendo unidos en un mismo Ser y Sentir en Cristo Jesús nuestro único Señor.

Por lo tanto, quiero ser breve, no entrar en ningún tipo de polémica y simplemente aprovechar estas breves líneas para desearles a todos:

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2007!

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz sobre todos cuantos invocan el Nombre del Señor.

dijous, de desembre 07, 2006

Conociendo a María (IV)


He de decirte que María fue concebida y nació con el pecado original, porque ella y al igual que tú, yo y cualquier otro ser humano, nació gracias a la unión de un hombre y una mujer, que dicho sea de paso; la Biblia nos dice que al unirse serán una sola carne.

Eva fue sacada por Dios de una costilla de Adán, y esto sucedió antes de que tuviese lugar el pecado original, ¿verdad?... bien, entonces pues, Eva no hereda la "maldición" que Dios Todo Poderoso vierte sobre Adán, por la sencilla razón que ella había sido sacada con anterioridad. Por lo tanto, debemos acudir a Génesis para ver cual fue el Juicio de Dios para Adán y cual lo fue para Eva...

Para Adán:

Gén. 3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

Gén. 3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

Gén. 3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Para Eva:

Gén. 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

Si leemos y prestamos atención, veremos que la tierra queda maldita por causa de Adán y no de Eva. Por lo tanto, en la unión del hombre y la mujer, cuando los dos pasan a ser una misma carne, el fruto que de su relación nace hereda obligatoriamente las dos partes del Juicio de Dios.

Pero en Jesús no tuvo lugar simiente de varón, ¿verdad que no?... es por ello y pues, que Jesús nace sin el pecado original, sin la maldición de la tierra sobre él... pero María, como todo ser nacido de la unión de varón y mujer, heredó el pecado original, pero a la vez, no lo transfirió a Jesús por no ser engendrada en ella la simiente de hombre alguno, porque fue Dios mismo quien engendró a su Hijo. Por lo tanto; Jesús no heredó la maldición que Dios dispuso para todos los descendientes de Adán.

De momento es todo, sigamos escudriñando a tal cual es Mandato de Dios...

Te bendigo en Cristo.

divendres, de novembre 24, 2006

La causa del Pecado...

Estimado hermano:

Cuando se cambia o se le añade cualquier cosa a la Palabra de Dios, la consecuencia de ello, es la muerte, porque el pago del pecado es muerte...

¿El por qué te digo esto? bien, todos ellos creen que el pecado de Adán y Eva fue el comer del fruto del bien y del mal... ¿verdad? pues lo lamento, pero ello fue la consumación del mismo, es decir, su pago, su muerte espiritual, su perdida de la presencia de Dios...

¿Sabes cual fue el pecado de Adán y Eva?... veámoslo:

Dios, Su Palabra, dijo:

Gén. 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra (nequebá) los creó.

Gén. 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer (nashim), y la trajo al hombre.

Adán dijo:

Gén. 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona (ashuiá), porque del varón fue tomada.

Como vemos, Dios la llamó "nequebá", que no "ashuiá", y a la vez, Dios la llama "nashim" que no "ashuiá"... pero no, Adán, se salta (discurre por él mismo) la Palabra de Dios y sin pararse a pensar, la cambia por "ashuiá", el mismo la llama "Varona" que no Dios... por lo tanto, Adán cambia el sentido de la Palabra de Dios sin tener en cuenta que la Palabra dada fue claramente "hembra" o "mujer"... resultado; Adán termina pecando, porque aunque en ese primer momento no paso nada, ante la tentación, como no guardó la Palabra de Dios, como discurrió por él mismo sin tenerla en cuenta... terminó amando más lo suyo propio (su gozo) y por ello, al no sucederle nada aparentemente en aquel desliz, cuando vino la prueba no pudo defenderse ante la tentación del diablo y... TODOS SABEMOS QUE PASO... a día de hoy, LA PALABRA DE DIOS ES LA QUE PREVALECE, nádie llama a las mujeres "varonas" ¿verdad que no?... por lo tanto, cambiar o añadir a la Palabra de Dios, lleva como resultado MUERTE...

Bien, ahora veamos a Eva:

Dios dijo:

Gén. 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Eva dijo:

Gén. 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Como vemos, Eva, añade el "ni le tocaréis" a la Palabra de Dios, pues Dios dijo únicamente: "no comerás"... bien, el resultado es el mismo, pecado y muerte...

Recordemos:

Rom. 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y Cristo Jesús, es el árbol de la vida, el que Adán y Eva tenían a mano, sin impedimento alguno, y no, finalmente por discurrir por ellos mismos, por no guardar la Palabra, por querer ser como Dios, terminaron pecando y condenando al mundo entero.

Por lo tanto, tanto el cambiar, como el añadir, como el omitir la Palabra de Dios, es pecado con resultado de muerte... Siempre, desde el principio ha sido así, por lo tanto, si la Biblia dice "la madre de mi Señor" (es decir "Kuriós") y no "la madre de Dios" (es decir "dseós")... en ambos casos, tanto en Adán, como cualquiera que cambie -o añada- la Palabra de Dios, la falta (o desobediencia) es la misma, por lo tanto, el pago será irremediablemente la muerte, porque hacer caso omiso de la Palabra que nos ha sido por Dios dada, el cambiarla, añadir o quitar... TERMINA EN MUERTE.

Por ello, Jesús no llamó a María "madre" sino "mujer", por ello ningún apóstol llamo a María "madre del Señor" y menos aun "madre de Dios", y es por ello; que ningún patriarca, profeta o hombre alguno de Dios mencionado en TODA la Biblia se atrevió a añadir o cambiar aquello que LA PALABRA DE DIOS JAMÁS DIJO, porque todos bien sabían y saben, que el pago ES LA MUERTE IRREMEDIABLE.... en este caso, muerte espiritual si se prefiere, pero el resultado final, es la condenación eterna si no se vuelven a Dios y Su Palabra.

Cuando no atendemos la Palabra de Dios, cuando no la guardamos en plenitud, sin salirnos jamás de lo que está escrito, razón ella y por la cual, en el N.T. y como ya aporté, son más de 100 los versículos que advierten de ello, se pierde la presencia y amparo de Dios... para condenación eterna...

Adán y Eva, al no guardar la Palabra, terminaron por mirar su ego, su ambición y por ello; Satanás pudo vencerles, ya que desde el momento que se salieron de la Palabra dada por Dios, entraron en el razonamiento propio y por si mismo, y ante la tentación del diablo, perdieron la batalla y pecaron.

Como no, bien sabemos que no es el único lugar en que la Escritura nos muestra que la consecuencia de negar, omitir, cambiar o añadir cualquier cosa a la Palabra de Dios, tiene consecuencias graves inevitables... Moisés mismo pecó de ello ¿verdad?

Siempre que la Palabra de Dios es manipulada, el resultado es muerte, porque Dios mismo se ve obligado a demostrar que Él JAMÁS miente, cambia o modifica su PALABRA DADA.

Que Dios te bendiga, hermano, seguimos andando...


divendres, de novembre 17, 2006

Hacia adelante

Filip. 3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Cuando todo aparenta estar hecho, aun hay más, el Espíritu Santo no para nunca, es un fluir continuo hacia delante, hacia lo eterno, hacia el final de los tiempos.

Quedarse parado, aquí, ahora, creyendo que ya todo está hecho, que la verdad que disponemos es la absoluta, que todo cuanto hemos logrado, es Dios Padre quien lo ha dispuesto… es empezar a perder la batalla, a ceder la victoria ya y por Cristo ganada.

No, hay que seguir andando, hay que seguir muriendo, entregando, dando, reconociendo, naciendo y como no, creciendo en Cristo Jesús. Dios es quien así lo ha dispuesto.

Una camino, una verdad, una vida; plena, sin límite, sin tiempo, eterna, por siempre unida al Cristo. Ese es el andar de un verdadero Cristiano, ese es el andar de aquel que siempre es como un niño; inocente, sincero, simple, sin pleno conocimiento.

Un pequeño detalle. Cuando Jesús estaba en la cruz, Dios lo cubrió en el último instante de su vida carnal y allí fue donde Cristo mismo dijo: Consumado Es. Esto significa "Todo está hecho". Los que debemos seguir adelante sin detenernos somos nosotros, Él ya terminó.

Que Dios les bendiga.

divendres, de novembre 10, 2006

Obras ocultas

“…De allí que predicar, tal como todavía lo dicen muchos ministros, sin tocar el tema demoníaco, es tan incoherente como hablar del evangelio sin anunciar la salvación”.

Leyendo la “palabra del día” que mi querido hermano Néstor A. Martínez publica en su web ministerial, comparto la impresión que me causo y en concreto, su frase última. Destacando que nada tiene que ver con el propósito inicial de su comentario, pero que sí y mediante él, recibí la luz y palabra que a continuación quiero compartirte hoy.

Como bien tú debes saber; son muchos los que predican una vida futura, un día de mañana eterno después de la muerte, una nueva vida después de la presente, en Cristo Jesús. Bien, ello es incorrecto, te diría yo incluso -por no decir del todo seguro- una doctrina con entremezclados matices carnales y anímicos muy bien encubiertos por la tradición y pasar de los años y como no, por la inevitable necesidad de subsistir por siempre, aunque bien sabemos -o deberíamos de una vez reconocer- que ello no es posible en este cuerpo carnal que Dios y en su gracia nos ha dado para Su gloria.

Sin darnos cuenta, el buscar a Dios por un día de mañana eterno, por una nueva vida, en Cristo Jesús, es un oculto reconocer que no se quiere morir, que no se quiere dejar de ser, de existir… Y de no ser correctamente ministrado conforme a la verdad del Evangelio, puede terminar condicionando el más profundo ser anímico y carnal, y por ello; terminar siendo (entre otras cosas) causa de no haber logrado entregar la vida anterior que necesariamente a de ser crucificada hasta la muerte y sin reserva alguna, absolutamente ninguna, porque así Dios Padre lo dispuso para con todos sus hijos.

¿Por qué digo esto? bien, sencillamente porque nuestra fe ha de ir creciendo hasta lograr entender y creer a la verdad que, en Cristo el Señor, todo está hecho, consumado, y por lo tanto, deja de desearse aquello que en la gracia y misericordia de Dios Padre nos has sido ya dispensado.

Como todo deseo, una vez logrado y en un primer momento, uno se goza de ello, después se habitúa, y finalmente; se tiene la certeza y convicción de que por siempre lo disfrutaremos porque lo vemos (la vivimos) cada día y en cada momento, por lo tanto, nuestra vida, y en este caso, nueva vida eterna por Su gracia recibida, ha de empezar a centrarse en otros aspectos de la vida en Espíritu, en otras metas, en otros neceseres, y que en el caso de los que creen a la verdad en Él, bien saben que será Dios mismo quien les irá proveyendo en cada momento y a tal cual vaya siendo necesario para el bien de toda la Iglesia y Cuerpo de Cristo, y el suyo propio.

Por lo tanto, si no logramos creer plenamente y a la verdad que, en Cristo el Señor, hemos muerto y nuevas criaturas somos por que de Él y en la gracia recibida de Dios Padre, por su amor, por que así Él lo dispuso, hemos nacido de nuevo; nada habremos logrado por la sencilla razón que inevitablemente continuaremos andando por obras de la carne y mediante las cuales, nuestro más profundo ser anímico aun no quebrantado y por ello, no entregado y sometido a la voluntad de Dios, pretenderá aun justificar su salvación, o si se prefiere, vida eterna que de Dios Padre y en su gracia recibimos al creer en Su Hijo.

No es fácil lograr comprenderlo a primeras, bien lo se, se necesita tiempo y por sobre todo; la gracia de Dios Padre para a la verdad entenderlo y por ella; lograr verse en la necesidad imperiosa de reconocer que ante Dios y Jesucristo el Señor todo está hecho, consumado, que nada somos, que nada podemos, y, que todo lo anterior ha muerto y ahora ya, en su gracia, nuevas criaturas somos por Él, y, en Él.

Hemos muerto, hemos nacido de nuevo, todo está hecho, consumado y simplemente hay que ir tomando a tal cual Dios nos va dado en su gracia, y conforme su luz nos va llegando; entendemos, andamos y como no, vencemos. Por lo tanto; toda obra que de nosotros mismos nazca, que por nosotros mismos realicemos, con la pretensión de ganarnos -o no perder- la salvación y vida eterna que al creer y a la verdad, en Cristo Jesús, tenemos conforme a la promesa de Dios Padre, será y siempre una obra carnal, anímica y pretenciosa; condenada a muerte, a desaparecer, sin valor alguno, ya que por mucho esfuerzo y entrega que nos haya supuesto, nada habrá logrado ante Dios, para por ellas ser salvos.

Es la Palabra quien bien nos dice que nada somos, nada tenemos, que todo cuanto podamos ser y somos, de Él, y en su gracia, lo hemos recibido. Nada hay en nuestro pecaminoso ser anterior que pueda lograr ganarse la nueva vida que por creer en Cristo el Señor y en gracia de Dios Padre recibimos, ya que esta vida viene y vuelve de donde siempre y para siempre ha existido, de Aquel que es el Dios eterno, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Que Dios les bendiga.

diumenge, de novembre 05, 2006

Conociendo a María (III)

Luc. 1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

Recordemos primeramente que “muy favorecida” (Kecharitömenën) es un participo perfecto pasivo de (charitoö) y significa dotada de gracia (charis), enriquecida con gracia como en Efesios 1.6 y que por lo tanto su traducción e interpretación correcta es “llena de gracia que has recibido” y nunca “llena de gracia que tienes para otorgar” como erróneamente algunos lectores de la Biblia entienden.

Es verdad que en algunas traducciones viene la expresión "llena de gracia", pero su interpretación correcta y significado final es el mismo por ser siempre (Kecharitömenën) la palabra que es utilizada en los manuscritos griegos originales.


Ahora pasemos a la parte donde nos dice:

¡El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres!

Hay que tener en cuenta que en los más antiguos MSS. no tienen “bendita tú entre las mujeres” aquí, sino en el versículo 42, por lo tanto, bien podría suprimirse. Pero viendo que está en algunas de las traducciones de la Biblia que actualmente se utilizan, lo respetaremos y mantendremos.

Ahora veamos que dice textualmente “ENTRE las mujeres” y no “SOBRE las mujeres”, por lo cual, María, queda a un mismo nivel pero siendo ella la más favorecida por ser de entre todas, la que Dios ha elegido para que de ella salga SU Hijo.

Es la Biblia misma quien nos muestra que María no está por sobre mujer alguna, y a la vez, Jesús así nos lo enseña cuando no le da preferencia ante aquellos que oyen
la Palabra de Dios, y la guardan.

Veámoslo:

Luc. 8:20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.

Luc. 8:21 Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.

Luc. 11:27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.

Luc. 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

Como vemos, en dos ocasiones Jesús bien claro deja que María no está sobre quines oyen la Palabra de Dios, y la guardan, lo cual y a la vez, nos muestra que la expresión utilizada “ENTRE las mujeres” es correcta. Pero aun así, la Palabra y por tal de no dejar lugar a duda alguna nos da una escena donde nos muestra claramente el lugar que ocupa María entre aquellos que creen en el Señor Jesucristo, y guardan Su Palabra.

Veámoslo:


Hech. 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Fijémonos bien donde queda María: en tercer lugar, y como no, citada después de las mujeres, lo cual nos está diciendo claramente que está “ENTRE las mujeres” que no "SOBRE las mujeres". Es muy importante tener en cuenta que María es citada después de las mujeres, en tercer lugar, y no antes, y ello quedó escrito así por tal de no contradecir el Evangelio y menos aun, las enseñanzas de Jesucristo que anteriormente han sido reflejadas.

Recordemos y siempre que el Espíritu Santo no se contradice, y que siempre hay que hallar la verdad meditante toda la Escritura, no pudiendo omitir ni añadir nada de lo que en Ella está escrito. Haciéndolo así, es cuando por la gracia de Dios Padre va saliendo la verdad y por ella, entendiendo el Evangelio de Jesucristo para vida eterna. Y siempre y claro está; pidiendo y primeramente a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo que el Espíritu Santo nos guíe en nuestros estudios y nos muestre la verdad del Evangelio de nuestro Señor y Maestro, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Esperando su aportes y apreciaciones de una forma sincera y como no, en base a la Biblia, que no el catecismo, porque este no está incluido en ningún canon bíblico y por lo tanto, no debe ser considerado como fiable para la interpretación de las Escrituras, y menos aun, cuando el apóstol Pablo dijo por dos veces seguidas y claramente dada su importancia:

Gál. 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

Gál. 1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Gál. 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

Gál. 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Añadir como detalle final que cuando el ángel acude a María, cuando está ante ella, simplemente la saluda "Salve, muy..." por lo tanto, el ángel, no adora a María ni le hace reverencia alguna, simplemente la saluda cordialmente. Recordemos que los ángeles si adoran a Cristo Jesús y le sirven como Hijo del Dios Altísimo que es y a la vez, el único Nombre intercesor entre Dios y los hombres.

Que Dios les bendiga.

dijous, de novembre 02, 2006

Conociendo a María (I)

Luc. 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y aconteció que estaba Jesús orando en un lugar... que vello versículo y en el cual, sus discípulos le piden al Maestro que les enseñe a orar, no le preguntan como, sino que les enseñe. Diferencia hay, una cosa es saber de ello y otra ser enseñado por Jesús mismo, el Señor, el Maestro, ¿verdad?... que vello versículo. Aprendamos de ellos, sus discípulos, aprendamos a pedir a Jesucristo nuestro Señor por todas nuestras necesidades y juntos todos: ¡VEREMOS LA GLORIA DE DIOS!. Juntos todos y a una voz diremos: ¡VEN SEÑOR JESÚS, ESTAMOS DISPUESTO!

Nuestro Señor Jesucristo, directamente, sin intermediarios, sin tradiciones, sin dogmas, directamente, en sus propias Palabras, nos enseña a orar diciendo: Padre Nuestro... Y ello, después de haber estado orando en un lugar apartado, solo, ante el Padre, dirigiéndose a Él, al Padre, a tal cual les enseñó a sus discípulos, diciéndole, PADRE... Así siempre lo vemos, así siempre nos es mostrado en el Evangelio, Jesús siempre oraba al Padre, siempre.

Pero ahora, no, ahora nos quieren hacer creer que hay que rezarle a María, la madre de Jesús, sin base bíblica, sin nada, y por encima de todo sin tener en cuenta a quien y como oraba Jesús, porque: ¿Quien puede demostrar que Jesús rezaba el avemaría, quien puede demostrarlo? ¿Quien es capaz de afirmarlo? Claro está que Jesús jamás lo rezó, pero no, no quieren aprender del Maestro, no quieren Guardar sus Palabras, sus Enseñanzas, su Evangelio.

¿Donde dice en la Biblia que deba de rezársele a mujer alguna, a reina alguna, a diosa alguna? ¿Dónde?. Más bien y en cada ocasión que se dio, fue reprendido severamente por Dios Padre, muy severamente, siempre que tuvo lugar la veneración de mujer alguna, de reina alguna, Dios actuó contundentemente, y es más, en el Apocalipsis y de nuevo nos es mostrado nuevamente, sí, entre las 7 iglesias que son mencionadas, una de ellas entre otros errores que está cometiendo es el de consentir una mujer entre ellos, de nuevo lo vemos: DIOS NO CONSIENTE LA VENERACIÓN DE MUJER ALGUNA.

Dios reprendió a su pueblo por venerar y adorar imágenes, por adorar reinas del cielo, por adorar diosas madre, por… da igual, son atributos que se le dan a las diversas representaciones de María.

Dios lo condena, jamás lo ha consentido y para el final de los tiempos, en el libro de la revelación final, de nuevo y entre las iglesias vemos que lo condena. Entonces pues, no nos queda más que pedir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que les de luz y por ella, logren librarse de la oscuridad y mentira que les tiene preso.

María, la madre de Jesús, jamás hubiese consentido que nadie se postrase ante ella, que la venerase, que le diese honor, gloria, jamás, bien claramente lo dijo: HACED TODO CUANTO EL OS DIGA...

María está siendo humillada, está siendo puesta allí donde ella jamás aceptaría, por su humildad, por su sencillez, porque guardó hasta su muerte la Palabra de Dios, la cual y bien claramente dice:

Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Guardemos esto en nuestro corazón, al igual que lo hizo María la madre de Jesús, y veremos la gloria de Dios al cumplirse en nosotros todas la promesas del Padre que han sido dadas para todos cuantos creen en el mensaje de Jesucristo, Su Hijo, nuestro Señor y Maestro.

Nada más, que Dios les bendiga.


Conociendo a María (II)

Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Pero este versículo aun es más precioso, mucho más precioso. Dios Padre nos dio a su único Hijo, para que todo aquel que en él cree...

¿Se dan cuenta? Dios Padre nos da a su Hijo, para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna. El Padre cede todo cuanto Él es y representa, a su Hijo Jesucristo, el Padre cede al Hijo todo honor y gloria, el Padre mismo entrega al Hijo toda Su gloria.

Ya no hay que buscar al Padre, no, ahora llegamos a Él mediante el Hijo, el Padre le cede todo el honor, toda SU GLORIA. El Padre cede al Hijo TODA LA ORACIÓN QUE HASTA ENTONCES EL RECIBIA DE LOS HOMBRES.

Aunque no lo parezca, el padre se humillo así mismo, tomo la forma de hombre y dio a este hombre, que era Su Hijo, toda su gloria, todo su honor TODO, tanto, que para poder ser salvos, para poder llegar al Reino de Dios, hay que creer y primeramente en el Hijo, que no en el Padre.

Dios y ante nosotros cede Su divino lugar en pro de Su Hijo, Jesucristo, el Señor y Salvador nuestro. Le da todo su poder, toda su gloria...

Y ahora, los hombres, se ponen en el lugar de Dios Padre y nos dicen que no, que María es la intercesora, la que nos lleva al Hijo, le dan toda la gloria y la ponen en el lugar que Dios Padre cedió a su Hijo.

Esto es grave, esto es hacerla diosa, porque ella está ocupando el lugar que es del Padre, y el cual, el Padre mismo cedió a su Hijo para que todos pudiésemos ser salvos.

Si Dios Padre cede todo su Ser y gloria al Hijo, si Dios Padre cede toda la responsabilidad al Hijo, Si Dios Padre es quien nos da a Su Hijo…

SI EL MISMISIMO DIOS PADRE TODOPODEROSO INTERCEDE POR NOSOTROS MEDIANTE SU HIJO, entonces pues ¿COMO LOS HOMBRES OSAN SER COMO DIOS Y DARLE ESE HONOR A LA MUJER QUE LE DIO A LUZ POR GRACIA Y OBRA DEL PADRE?

Que Dios les bendiga.

dijous, d’octubre 19, 2006

Reflexiones

Todo tiene un tiempo ante Dios, y todo está dispuesto para bien de quienes le aman. Hubo un tiempo en que me lleno de Su Palabra, dándome revelación constante, era necesario para conocerle, para saber de Él, para centrarme en aquello que es la verdad. Ahora, aunque aparentemente ya no recibo tanta Palabra ni revelación al leer la Biblia, ello, no quiere decir que Dios no me esté dando. Es tiempo de estar atento a otros aspectos de la vida en Cristo. Todo es necesario, cada proceso, cada aparente perdida, cada situación... todo, absolutamente todo es para bien de quienes le aman.

Cuando algo nos está siendo negado, es porque a la vez, algo nuevo nos está dando. Duele por ser costoso el entenderlo a primeras, ello, nos da la sensación que aparentemente Dios nos ha dejado, que algo hemos hecho mal, que mal andamos... pero todo tiene un propósito, el conocernos y saber quien somos ante Dios, que nos mueve, que amor en verdad se está dando: por Él, o por nosotros...

Detalle: he entendido que cuando le pedimos a Dios Padre que nos cambie en cierto mal aspecto de nuestra vida, no necesariamente ha de ser como nosotros pensamos, es decir, a buenas, sin dolor, sin sufrimientos, hay ocasiones que el problema se multiplica, se hace mucho más pesado, se da en más ocasiones, ello, es necesario para poder superarlo, para poder entregarlo, para poder rendirse a sus pies y sea solo Él quien quede para poder solucionarlo. Es cuando nos entregamos, cuando en verdad nos rendimos, que Su vida, la de Cristo, obra en verdad y toma el lugar que le corresponde en lo nuevo hallado.

Es un camino, hay que ir entendiéndolo, hay que ir muriendo y como no CRECIENDO, en Su vida, en Su fuerza, en Su entendimiento...

Que Dios les bendiga, seguimos andando.


dimarts, d’octubre 10, 2006

Más sobre la Iglesia

El PROBLEMA es que no se están dando cuenta de un sencillo y claro detalle, el cual, si lo escudriñasen en base a la Palabra, está más que claro para todos los que a la verdad creen en Jesucristo Nuestro Señor, y el de Ellos.

En el momento en que defienden "su iglesia" como única verdadera por encima de la IGLESIA, que a ver si de una vez les queda claro: IGLESIA SOLO HAY UNA Y ES EL CUERPO DE CRISTO, ya están creando y adorando una imagen falsa del Cuerpo de Cristo y por consiguiente, de DIOS.

La Iglesia de Cristo, no tiene forma alguna; no son templos, no son lugares de reunión, no son congregaciones. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y repito para los que aun no se han enterado o no quieren hacerlo: LA IGLESIA ES EL CUERPO DE CRISTO, es decir, todos cuantos están unidos a la Cabeza. Todos sus miembros son parte viva de la Iglesia y representantes de ella allí donde estén, y, que mediante sus vidas, cada día, la MANIFIESTAN, desde el momento en que creen en Cristo Jesús como su único Salvador, Rey y Maestro y Él, pasa a dirigir su vidas mediante el Espíritu Santo.

Así pues, cuando le añaden determinado nombre, es decir, CUANDO LA APELLIDAN con el nombre de su denominación, ya estan negando la Palabra de Dios y poniéndose en Su lugar, y como no, añadiendo otro nombre que no ha sido dado por Dios.

Cuando uno dice “yo Soy de la "iglesia" tal o cual esta afirmación que sale por su boca, manifiesta que acepta plenamente todo cuanto en ella, su denominación, hay y da lugar (tanto bueno como malo), quiera o no quiera, cuando se define y defiende bajo el nombre dado por los hombres y el cual, no es el dado por Dios, automáticamente hereda todo cuanto compone ese nombre y lo representa, y a la vez, ha aceptado una falsa imagen de Dios, a la cual, por nombrarla por encima del NOMBRE, la está poniendo sobre la Cabeza, es decir, POR ENCIMA DE CRISTO, y ello, ante Dios…

No os engañéis, Iglesia solo hay UNA, el Cuerpo de Cristo. Y no hay otro NOMBRE, dado por Dios a los hombres, por cual podamos ser Salvos.

Para ser miembro de la Iglesia de Cristo, es necesario de guardar Sus mandamientos y como no, ser seguidores de Su Evangelio y por encima de todo, HABER SIDO BAUTIZADOS EN EL ESPÍRITU SANTO. Y no hay más, todo cuanto se salga de ahí, todo cuanto sea añadido por los hombres, todo cuanto nombre sea puesto por encima del Nombre... ES IDOLATRIA.

Nadie puede ser miembro de la Iglesia y Cuerpo de Cristo, si antes no ha sido unido en verdad a Cristo Jesús y Él y sólo Él, es a la verdad su Cabeza. Porque al igual que en nuestro propio cuerpo la cabeza es la que dirige, piensa, determina, coordina y actúa sobre cada uno de sus miembros y no es posible que un miembro vaya por libre, porque de así hacerlo, es porque hay una mal en el cuerpo, el cual, está dando lugar al desorden y desequilibrio de todo el ser, en este caso, el de Cristo.

Así pues, cuando tan a la ligera decís: “yo Soy de la "iglesia tal"”, ya estáis añadiendo un nombre al NOMBRE dado por Dios, el cual, es JESUCRISTO. Y peor aun, estáis poniendo ese falso nombre por encima de Él y Su Iglesia.

No os dais cuenta, pero cada vez que nombráis vuestra organización, la estáis poniendo por encima de la Cabeza, la estáis haciendo el centro de TODO vuestro mensaje, la estáis considerando mejor que la congregación de vuestros hermanos. Y eso, ante Dios, y el cual, es Dios de ellos y nuestro, es PECADO.

Jesucristo es Señor de todos cuantos creen en Él, de todos cuantos le han aceptado EN VERDAD como su único Salvador, Rey y Señor. Así pues, dar otro nombre a Su Iglesia, es añadir un falso nombre sobre el Nombre de JESUCRISTO, es hacer un añadido a la Palabra de Dios.

Los verdaderos miembros del Cuerpo, la verdadera Iglesia, es universal y como no, su traducción es "llamar fuera", lo cual está en consonancia con el mandato dado por nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos y a quienes bien claramente dijo:

Mat. 28:19 Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,

Jesús dijo, VAYAN, es decir; ir, marchar, salir... Jamás dijo; traigan, reúnan, agrupen, denles un nombre nuevo, pongan sobre ellos mandatos, ordenes, tradiciones, doctrinas, imágenes, cultos, misas...

NO, estáis errados desde el momento que no entendéis y atendéis la Palabra de Jesucristo nuestro Señor, y el de ellos.

Nada más, que cada cual atienda y conforme a su fe en Cristo Jesús, empiece a hablar y adorar a Dios Padre, en consecuencia.

Que Dios les bendiga a todos.


divendres, d’octubre 06, 2006

Ante la debilidad

Cuando por la gracia de Dios Padre nos es mostrada una debilidad, sin lugar a dudas, nuestra oración deberá centrarse en ella por tal de que desaparezca y por siempre de nosotros. Tengamos en cuenta que cuando ante la luz ha sido vista, esta, la debilidad, pasa a ser pecado. ¿La razón? por que ya tenemos conocimiento de ello y sabemos que ante Dios Padre no es aceptada. Ya no tenemos excusa, ahora bien, desde ese momento y hasta que es plenamente aceptada, en cada ocasión deberemos pedir perdón y la sangre de nuestro Señor nos irá limpiando de ella y como no, cubriendo hasta que sea logrado. Hay entregas que son rápidas, las hay que necesitan de largos periodos de oración sincera.

Cada día debemos estar pendientes de cada detalle, de cada palabra que nos es dada, todo tiene un propósito ante Dios. Recordemos que todas las cosas son para bien de quienes aman a Dios. Y sepan ustedes que desde el momento que creemos en Jesucristo y lo aceptamos en verdad en nuestras vidas como Señor y Maestro, el Espíritu de Dios pasa a estar sobre nosotros y ante cada situación, ante cada error, ante cada desliz, nos muestra cada una de nuestras debilidades.

Es necesario que pase un tiempo, indeterminado, y que depende de la entrega voluntaria de cada uno, para poder ser llenos de el Espíritu Santo y por ello, entrar en su presencia, es decir, ante Dios siempre. Recordad: no es entrar de vez en cuando en Su presencia, sino ser uno con Él mediante Cristo Jesús, por siempre.

En un principio, ante nuestra cantidad de errores y demás impedimentos que en nosotros habitan por lo pecaminoso de nuestro ser carnal, y el cual, va siendo por nosotros conocido conforme a la luz que vamos recibiendo de Dios, el Padre, y en su gracia, unas veces mediante la Palabra y otras mediante otros hermanos, nos muestra y da luz de aquello que en nosotros debe dejar de tener lugar. Una vez visto, una vez entendido cual es la voluntad del Padre, debemos acudir a la oración hasta que ello deje de tener lugar en nuestras vidas, para pasar y después de ser entregado, a darle gracias por ello. Todo ello supone guerra, lucha, entrega... pero cuando se logra dejar atrás, se descansa y por siempre en Su presencia.

En nuestro primeros pasos predomina la suplica, el reclamo, la entrega, pero conforme vamos siendo regenerados y lavados por la Palabra, vamos viendo que en nosotros y cada vez más nuestras oraciones son llenas de acción de gracias al Padre, llenas de alabanzas, ahí y en ese tiempo, se empieza a saber y ver por la gracia de Dios, que es orar en Espíritu y verdad, es decir, como el Padre quiere que le adoren.

No atender aquello que nos reclama el Padre, será rebelión por parte nuestra, pero en esta ocasión ya no será contra hombre alguno, sino contra su Santa Palabra.

Quizás hoy no entiendas, pero si tomas de ello y lo guardas en tu corazón, en su día y por la gracia de Dios, recibirás Su luz, y por ella, crecerás inmensamente hacia su eterna presencia.

Que Dios te bendiga.

dissabte, de setembre 23, 2006

¿Quién eres o quieres ser?

Que Dios Padre y el Señor Jesucristo te bendigan.

Hay dos caminos a tomar: el de servir a Cristo, o, el de servir a la “denominación”. La diferencia radica en...

1.- Para ser siervo de Jesucristo y servirle solo a Él, es necesario cargar con la cruz y seguir allí donde Él vaya. Para ello, es necesario el negar y por nuestra parte todo cuanto pueda ser piedra de tropiezo. Desde ese día, el de nuestra unión total con Él, terminaron los intereses propios, particulares y por encima de todo, denominacionales.

Los nacidos del Espíritu, los que siguen a Cristo allí donde Él se dirige, son como el viento, es decir: que nadie sabe de donde vienen y menos aun a donde van.

Cada verdadero siervo de Cristo tiene un llamado concreto y a la vez distinto, pero todos y a la vez, son un único sentir y ser de Cristo, todos y unanimamente tienen una única misión “llamado” en común: UNIR TODO EN CRISTO.

Deberemos tener muy en cuenta y a la verdad que; hay que haber muerto y nacido de nuevo. Es decir: haber nacido del Espíritu y por tanto; todo cuanto fue la vida pasada, la cual, estaba sujeta a principados y potestades del mal, y los cuales, obran siempre mediante nuestra carne, mente y alma, han dejado de tener dominio sobre nosotros TOTALMENTE. Siempre, por supuesto, y por siempre; deberemos estar atentos, pendientes y en oración continuada, por tal de no caer y de nuevo en tentación y por ella, la falta de atención, quedar y de nuevo sometido a sus artimañas y engaños continuos que una y otra vez tratarán de someternos a sus malignas voluntades.

Todo ello es un trabajo de a diario (nuestro andar en Cristo), continuo, por siempre, pero por la gracia de Dios Padre y mediante Su Palabra, se va entendiendo, viendo, comprendiendo, aplicando y por ello, muriendo a nuestro ser carnal, a nuestra alma y como no, a nuestros propios intereses y voluntades, los cuales, son reinados de los principados y potestades del mal.

2.- Por otra parte; están los que sirven al templo (“iglesias" particulares dadas), los cuales, siempre entienden que en ellos está la verdad más acertada, defienden -consciente o inconscientemente- lo suyo por encima de los otros como más correcto y justo. Tienen sus propias tradiciones, normas, mandatos, formas y conceptos, los cuales, solo son bien vistos y aceptados en plenitud por todos sus miembros.

Estos, aun dependen de todo ello, no son libres, aun no siguen al Señor allí donde Él les indique (no han logrado ser guiados por el Espíritu Santo), y todo ello, porque aun no les es posible, por haber en ellos y aun, pricipados y potestades que aun les dominan y principalmente, mediante su mente. Cuidado!! todos, absolutamente todos, por ello han de pasar necesariamente. Sin ser visto mediante la luz de Dios, no se puede comprender y por ello entregar a la cruz.

Todo cuanto defienden, todo cuanto entienden, todo cuanto de aun dependen, les impide cargar con la cruz y seguirle. Ahora bien, los hay que su llamado está entre ellos, porque Dios y en su gracia no a todos los hizo libres, siervos, discípulos movibles que por donde Él va, ellos le siguen.

También y como no, cada cual acude allí donde por su forma natural de ser y entender es Dios… (es decir, por ellos mismo, a falta de ser regenerados en plenitud por el Espíritu de Dios) En otras palabras, que no todos los que está en un lugar dado, y por él, cerca de Dios, podrían estar en otro determinado, porque este, les daría la sensación de no ser el correcto para llegar a Dios. Pero todos y a la vez, en sus respectivos lugares, están en el lugar que ha dispuesto Dios, por tal de aprendan que es la autoridad delegada, el estar sometido a ella y… todo cuanto Dios considere es necesario para recibir y en su día, a Su Hijo, Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.

Es conclusión y a quien por la gracia de Dios entienda:

1Cor. 7:22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.

Gál. 3:28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gál. 4:1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;

Ahora, sin pretensión alguna por mi parte, sino porque así lo entendí era voluntad del Señor que os hablara de ello. Que cada cual se escudriñe así mismo y ante Él; determine quien es a día de hoy ante Dios y cual es su voluntad de servir. En base a ello, empiece a pedir, y Dios le dará a tal cual ha dispuesto desde antes de la creación para cada uno de vosotros en concreto.

Que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo te bendiga inmensamente en su paz, reposo y plena sabiduría en unión al Cristo, el Hijo del Dios viviente.

dimarts, de setembre 19, 2006

¿Cuál es la verdadera Iglesia?

Bien sabemos que Cristo Jesús es por sobre todas las cosas cabeza de la Iglesia, la cual, es Su Cuerpo. Y también sabemos que no hay otro nombre bajo el cielo, en que podamos ser salvos.

Efes.1:22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Hech.4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Ello, que es evidencia clara y sin lugar a dudas para todos cuantos están unidos a Cristo Jesús en verdad, continua y por desconocimiento, siendo la principal causa de división y enfrentamiento de todos aquellos que por falta de verdadero conocimiento aun no lo han entendido. Vamos, que son multitud los que aun andan definiéndose como miembros de la “iglesia” católica, protestante, evangélica… y otras tantas como cada vez más denominaciones y nombres se están dando, pero a la verdad; bien sabemos que en su tiempo, TODAS las cosas han de quedar sujetas a Cristo y entonces él, se sujetará a Dios y Dios será todo en todos.

1Cor.15:28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

Lo cual nos lleva a la gran pregunta: ¿dónde quedarán todas y cada una de las denominaciones y nombres de las mismas que hoy se están dando y a las que tantos y tantos afirman ser participes de ellas y por ello, creen erróneamente ser los únicos y verdaderos miembros del cuerpo de Cristo y su única Iglesia?

Porque bien claro está que toda denominación y organización bajo nombre dado -sea cual sea- desaparecerá en aquel tiempo. Entonces y por ello es primordial que tratemos de establecer de una vez por todas y a la verdad; qué es la verdadera Iglesia y Cuerpo de Cristo, por tal que aquellos hermanos que aun no entendieron (y están entre ellos) puedan conocer la verdad y por ella, ir uniéndose al Cuerpo de Cristo, el cual, está por encima de todo nombre que por los hombres -y para interés particular dado- se les está errónea e interesadamente enseñando.

Veámoslo y para empezar, por lo que la conversión de Saulo nos indica y muestra al respecto:

Hech.9:1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Aunque son muchos otros los lugares que la Biblia nos indica claramente que la verdadera Iglesia es el cuerpo de Cristo, centrándonos y primeramente en estos versículos, ya podemos ver y determinar a las claras que así es, porque en ellos vemos que Saulo de Tarso a quien perseguía era a los miembros de la Iglesia, vemos incluso que parte de ella se reunía en las sinagogas ("templos"), pero como bien saben los que han leído sobre ello, Saulo también acudía en busca de los creyentes del nuevo pacto, a las casas donde se reunían. Es decir, que parte de la iglesia acudía a las sinagogas y otra, se reunía en las casas de determinados miembros. Tanto unos como los otros eran iglesia.

Jesús mismo y al dirigirse a Saulo, nos confirma este hecho:

…oyó una voz que le decía “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.

Claramente Jesús le está indicando a Saulo que al perseguir a la iglesia, es a Él mismo a quien persigue, lo cual, deja constancia clara y sin duda alguna que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Porque claro está y evidente es que Saulo no podía perseguir a Jesús mismamente. Pero aun así, sin estar ya presente, fue nuestro Señor y mediante su voz quien le dijo a Saulo:

…Y le dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

Viendo todo lo expuesto, queda claro que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo y que sus miembros, tanto puede hallarse entre las sinagogas, casas, templos y demás lugares dados donde dos o más estén reunidos en su Nombre y a la vez, allí donde haya quienes le invoquen…

Mat.18:20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

1Cor.1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:

Es decir: que la Iglesia de Dios está formada por los miembros del Cuerpo de Cristo y lo cuales, son todos cuantos creen a la verdad en Jesucristo nuestro Señor, estén donde estén, se reúnan donde se reúnan y anden por donde anden congregándose. Porque a la verdad, bien claro lo deja el Evangelio:

Jn.3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Que Dios les bendiga.

dilluns, de setembre 18, 2006

Sin cambios

Hermanos y amigos todos: después de dedicarle un tiempo a todo cuanto ustedes defienden he llegado a la siguiente conclusión: NO TIENE NINGÚN SENTIDO PARA MI CONTINUAR CON ELLO.

¿La razón? muy simple: Lo perdí todo, no tenia nada, mi vida era un verdadero infierno, no tenía opción a nada... ante todo ello, por un simple versículo que me llego a través de la televisión, tirado en el sofá, casi sin sentido, logré entender Su Palabra, supe que era Él, JESUCRISTO, quien me hablaba. De esto ya hace tiempo, no tanto, pero lo hace, desde aquel día todo fue cambiando, empecé a leer el Evangelio, la Biblia, y conforme Él me iba mostrando, yo lo iba aplicando a mi vida, poco a poco, sufriendo, muriendo a mi yo, iba creciendo en su gracia... ahora, lo tengo todo de nuevo; una familia unida, una esposa que me ama y la amo, unos hijos que de nuevo me llaman papa -con todo el amor verdadero que puede salir de unos niños- unos padres que me admiran, he recuperado mi negocio... y la gente de nuevo me mira, me habla, me muestra su amor cada día.

NO, no voy ir en busca de lo que no necesito para crecer en Cristo, cada cosa está por Dios Padre predispuesta para su gran obra, la cual, es que conozcamos a su Hijo Jesucristo, el que dio por todos nosotros su vida. Y ello, supone muerte, entrega, negación... es decir, cargar con nuestra propia cruz cada día y con fe, certeza y convicción andar por donde Él nos indica.

A todos gracias, que cada cual ande como más le convenga, yo entendí y por ello de nuevo viví, y no cambio nada. Soy negado por muchos, pero también soy aceptado por otros tantos. Da igual que sean católicos, protestantes, adventistas, bautistas, evangelistas, todos y por proporción igual, aceptan palabras mías. Con ello me quedo, ellos son los que me dan la vida, la eterna vida.

Cambiar ahora por seguir a unos en concreto, sería negar la obra de Dios que desde aquel día y hasta hoy, ha tenido y tiene lugar en mi. Le amo por encima de todas las cosas, le busco cada día, y NO, no creáis que soy feliz, que lo tengo todo, que nada me falta, porque esa es mi lucha de cada día, el alabar su Nombre, sea cual sea mi circunstancia... cosa no fácil, supone una gran perdida, es decir, morir a la vida natural y anímica.

Y no creais que ando mal, que estoy errado, sino que de cambiar de actitud, de dejar todo cuanto me ha sido por Él dado y mostrado, ese sería mi gran error, ello supondría el perder mi nueva vida: LA QUE CRISTO ME DA CADA DÍA.

Así pues y como les he dicho: yo y por mi parte: SIGO ANDANDO POR DONDE ÉL ME MUESTRA Y EL ESPÍRITU SANTO ME GUÍA.

Que Dios les bendiga inmensamente.


dijous, de setembre 07, 2006

Y cada vez más

Hola Hermanos: al final, uno tiene que reconocer que el mundo, los pensamientos, los ánimos, las intenciones, las voluntades, los deseos y propósitos de una vida anterior, no son de Dios.

Aunque vemos aun borroso y estamos llenos de errores, una cosa hay que entender y aceptar: o tomamos la decisión de que hemos muerto, lo cual implica que hemos muerto. Es decir; que andamos ya y de una vez por todas con esa "pequeñita" nueva vida que Dios nos dio, la cual, es el mensaje que de Él recibimos al principio y el cual, tiene poder para salvarnos, o no llegaremos a ninguna parte.

Creemos en Dios, en Cristo; por encima de todas las cosas. Son nuestra vida, nuestro todo, así pues: o tomamos la decisión de que todo está hecho, consumado y que el todo cuanto nos venga encima de nosotros: pensamientos, voluntades, ánimos, errores... pertenecen a una vida pasada y la cual, ya no tiene razón de ser, o no habremos conseguido nada.

¿COMO TENIENDOLO TODO, NOS PARECE NO TENER NADA? ¿COMO AMANDOLES POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS, NADA APARENTEMENTE SOMOS? la muerte hermanos, es una realidad, tan clara, tan real, que... lo difícil es creer en ello.

Por mucho que luchemos, que nos entreguemos, que nos esforcemos; nuestro ser anterior, el mundo, los problemas, las desilusiones, los errores.... estarán ahí, siempre, siempre, siempre, pero la diferencia está en que YA NO DEBERÍAMOS ESTAR NOSOTROS, no, tenemos una nueva vida "pequeñita" pero con poder suficiente para salvarnos.

En fin, empezamos a ver, a entender, pero aun nos falta hermanos, aun nos falta. ¿Quien dijo que esto tenía un final? ¿quien lo dijo? Cada día, cada paso, cada error... nos van llevando a morir y morir y morir, pero... lo anterior, el mundo, los problemas, los errores; siempre están, son inevitables: ELLO ES LA LUCHA CONTRA ESPIRITUS Y POTESTADES DEL MAL. Pero hay que entenderlo, comprenderlo y por ello; aceptarlo, negarlo y seguir andando conforme a la "pequeñita" vida que tiene EL GRAN PODER DE TODO CAMBIARLO.

Que Dios les bendiga hermanos. Seguimos andando.

dimecres, d’agost 30, 2006

Un paso adelante

Es Dios Padre quien nos llama y da la libertad en Cristo Jesús. Pero cada uno de nosotros es libre de elegir, por si mismo, que camino tomar: el de la salvación o, por contra, el del castigo eterno. Cuando recibimos Su luz, hay que dejar la oscuridad que nos tiene presos y seguirle con fe ciega, de lo contrario, de negarnos, nada ante Él habremos logrado. Cuando recibimos Su verdad y por ella nos vemos a nosotros mismos, hay que cargar con la cruz y seguirle. Y ello, el cargar con la propia cruz, supone negar muchas de las cosas que a día de hoy, y por nosotros, nos parecen correctas y justas, pero al ser vistas por la luz de la verdad, vemos y entendemos que para nada son correctas. Por ello, y de seguir practicándolas y dándoles lugar en nuestras vidas, nuestro andar en Cristo quedará parado hasta que sean libremente entregadas a Dios Padre, que a la verdad, así nos lo reclama.

La verdad es un único camino por cual hay que andar a diario conforme a la luz que vamos recibiendo de Dios; en cada recodo, en cada cuesta, ante cada bache hallado, deberemos aplicar la cruz, es decir, nuestra voluntad por sobre aquello que no es correcto en nuestro andar diario y por mucho que pese y cueste; con fe, esperanza y los ojos puestos en Aquel que nos da la vida, avanzar sin mirar atrás y dejarlo por siempre olvidado. Es por esta, nuestra libre decisión, que logramos crecer en Su Vida, la cual, es Cristo, y a la vez: nuestra vida eterna.

Cada tramo del camino andado, cada verdad recibida, necesita de un tiempo para ser entendida y por ello, aplicada en nosotros mismos conforme a la voluntad de Dios. No es fácil, pero tampoco complicado. Todo es cuestión de fe, de entrega, de mostrarle cada día que en verdad le amamos. Si ante una verdad por Él mostrada, no nos negamos a nosotros mismos, dudamos y no damos el paso que Dios Padre nos está reclamando, cesará nuestra vida en Él, en pro de nuestro interés dado, el cual, le restará la gloria a nuestro Señor.

El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no es digno de Él. Es decir: que ante cada rayo de luz, ante cada nuevo conocimiento de la verdad que por Él nos es dada, deberemos seguir y siempre con firme paso al frente, siempre al frete, hacia lo eterno, hacia la gloria, hacia el ser uno con Cristo, nuestro Señor amado.

Es un andar diario de entrega, luchas, negaciones personales, pero que siempre y cuando por su gracia entendemos y vemos, descansamos eternamente en Su presencia. Jesús es el camino, la verdad y la vida. Él lo es todo, nosotros, ante Su luz, no tenemos razón alguna.

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo les bendigan.

dimarts, d’agost 29, 2006

El libre albedrío

Sin libertad de elección de actos, no hay adoración posible a Dios, porque no dependería de nosotros el adorarle, sino que estaríamos obligados a servirle y ser esclavos sin decisión alguna propia, y por ello, no habría en nosotros capacidad de mostrarle amor verdadero y entrega sana, sincera y glorificadora de Su Santo Nombre. De ser así, sin libertad, ello supondría negar nuestro yo plenamente, nuestro ser, nuestras voluntades, deseos, anhelos y vida propia (seríamos como “marionetas” a su servicio) por lo cual, aquello que tendría vida eterna en nosotros sería el Espíritu de Dios pero no el nuestro, por ello, nada podríamos tener en su presencia porque nuestra vida propia habría sido “poseída”, “dominada” y “aniquilada”, en nuestra unión al Cristo Jesús. ¡Cuidado!: Está es exactamente la obra que Satanás tratará de llevar a cabo y sin lugar a dudas en todos los santos consagrados; el anular y gobernar sobre su propia voluntad.

El libre albedrío, es decir, nuestra libertad de elegir el camino a tomar; siempre estará en nosotros. Es por ello que crecemos en Cristo libremente y al ritmo que por nuestra entrega decidimos y tal cual. De ahí que Pablo se esforzaba por llegar a la meta y nos dice que aun no podía afirmar que lo había conseguido. De no ser así, no podríamos jamás considerar que nos hemos equivocado y menos aun tener culpa alguna ante el pecado por nosotros acaecido, ya que siempre sería Dios el responsable de nuestros actos, todos nuestros actos.

Dios únicamente nos instruye, corrige y regenera por tal que Su voluntad quede unida a la nuestra por encima de todas las cosas e incluso de nuestra libertad de elegir, pero ella, nuestra libertad, siempre quedará, aunque cada vez más sometida a la voluntad de Dios. Es decir y en otras palabras: que dejamos por nuestra voluntad, unida a la Suya, de andar conforme a nuestro ser carnal y anímico en nuestra plena unión a Él y le mostramos por ello nuestro amor al negar -siempre voluntariamente- todo cuanto pueda restarle gloria. De no ser así, y como he dicho: nunca podríamos pecar y es más; nunca tendríamos necesidad de pedir perdón, y más aun; dejaría de tener sentido la muerte de Jesucristo nuestro Señor. Es allí, ante Su sangre derramada, que Dios Padre nos perdona de todo pecado que por causa nuestra haya sido cometido. Nunca la culpa es de Dios, sino nuestra, y es por ellos; nuestros errores y falta de sometimiento a Su voluntad, que entendemos al ser reprendidos por Dios Padre que hemos pecado. Lo cual nos da otra verdad: de no ser libres, de no tener posibilidad de elegir nuestras acciones, no sería necesario que Dios Padre nos corrigiese con amor y nos mostrase por ello cuanto nos quiere. Simplemente sería corrección dada a un esclavo inútil y por lo cual, ningún amor se le debe. Dios es amor y nos lo muestra cada día a nosotros, sus hijos, cuando por su gracia entendemos y vemos que ante la incorrección y falta de sometimiento que por nosotros ha tenido lugar, el Padre siempre nos corrige y por ello, nos hace crecer en Cristo Jesús.

Pablo dice: “ya no soy yo, sino que Cristo vive en mi”, pero a la vez también dice que el pecado vive en él, lo uno no quita lo otro. El posible pecado y la libre elección de actos nos llevan a forzar y forjar por la gracia de Dios nuestra voluntad por tal de no cometer falta alguna, es por ello que somos unidos y cada vez más a nuestro Señor Jesucristo. Si no, no tiene sentido el esforzarse. Si lo damos por hecho, por hecho debemos dar que Satanás aprovechará la ocasión y nos llevará al punto en que nuestra voluntad estará plenamente a su servicio al no poder utilizarla para defendernos de sus ataques y por el tiempo, quedará totalmente sometida al antojo de sus huestes y espíritus malignos. A Satanás se le vence por nuestra voluntad y libre entrega a Cristo Jesús.

De no tener libre elección de actos, ya no sería un camino, sino un lugar dado, el cual, no tendría sentido, porque ante la eternidad; nuestra vida, deseos, anhelos, voluntades y todo cuanto forma nuestro ser y personalidad propia, no tendrían acceso al Reino de Dios por haber dejado de ser, y por ello, muerto.

Tengamos en cuenta que Jesús es el camino, la verdad y la vida, y Él y por medio de sus enseñanzas nos muestra el final del mismo: el ser uno con Él y por lo cual, igual a Él. Cristo es la meta final, la consumación de todo, pero nosotros no hemos llegado todavía, sino que lo tenemos a Él como ejemplo a seguir, de ahí que nos es necesario el equivocarnos, pecar, sufrir y aprender por ello, y… cada cosa a su tiempo.

Para terminar: de no tener libre albedrío estaríamos desprovistos de capacidad para reconocer y vencer las artimañas del diablo al no poder ejercitar la voluntad propia y por ello, no podríamos liberarnos de sus artimañas y engaños. Y a la vez, no podríamos liberar a todos cuantos forman el Cuerpo y que a la vez, estén siendo claramente engañados por el diablo.

Y un pelín más: Los Evangelios también nos dicen que nos guardemos de no pecar, de ser engañados, de no caer en tentación… todo ello es indicativo de que tenemos total libertad de acción y que está puede ser atacada por Satanás. La Biblia es un todo y todo hay que escudriñarlo, verlo, compararlo y como no, ponerlo primeramente por obra en nuestra vida y una vez afirmado por medio de nuestra voluntad en unión a la voluntad eterna de Dios, empezar a mostrarlo al mundo entero. Todo ello y siempre en unión al Cristo, el hijo del Dios viviente.

En resumen: ante Dios siempre tendremos la potestad de obrar por nuestra propia voluntad, reflexión y elección personal, en base a Su voluntad revelada en nosotros.

Que Dios Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y paz sobre todos vosotros.

diumenge, d’agost 27, 2006

Cosas de Dios

Una isla remota, desconocida, sin conocimiento de nuestro Dios. Llega a sus costas y por la gracia de Dios, una Biblia (la traducción es correcta, Dios es quien la manda para que entiendan ¿ok?) Bien, la toma uno de los nativos que en ella viven, lee y por la gracia de Dios le son abiertos los ojos y comprende Su Palabra... mira a los suyos, sus tradiciones, sus falsos dioses, sus amuletos, sus estatuas... ve, y en base a la Palabra que por Dios le ha sido dada, entiende que nada, absolutamente nada es de Dios, del nuevo Dios, el cual, ha llegado por gracia, por mar, de las profundidades de lo inexplorado para esta gente y sus antepasados.

Acude a los suyos, lleno del Espíritu Santo (ha pasado un largo tiempo estudiando, entendiendo, viendo, comparando...) les habla, con amor, en verdad, muestra en él mismo cambios, todos ven, entienden y por la gracia de Dios, porque este era SU PROPOSITO, todos se convierten a nuestro Señor y Maestro, el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

PREGUNTAS PARA TODOS:

¿A qué denominación de cuantas conocemos pertenecen?

¿Qué serán: católicos, protestantes, evangélicos...?

¿Serán o no iglesia de Dios?

¿Serán o no hijos de Dios?

¿Le serán concedidas la gracia y salvación sin acudir a nombre denominativo dado, o por la contra, deberán salir de la isla y acudir a los católicos, protestantes o evangélicos para ser salvos?

No se, me vino y exprese, ahora y cada cual aporte.

Que Dios les bendiga.

PD. No olvidemos que Dios es todo poderoso y bien así lo podría hacer, ya que si nadie acudió a predicarles, ante el fin de los tiempos, Él mismo así toma la decisión y lo hace.

dimecres, d’agost 23, 2006

Tal cual voy andando

Prefiero andar tal cual ando, así siempre lo he hecho y así quiero seguir haciéndolo. Prefiero considerar que de no estar atento, en cada detalle, en cada momento, quizás no logre la salvación. Para mi así lo prefiero. Esto y siempre me ha movido a buscar mi intención, mi ser interior más oculto, es ahí ante la "sana duda" que puedo ir creciendo, buscando, escudriñando, muriendo y por ello, entregando.

Cuando uno entiende la obra de la cruz, cuando uno empieza a verse a él mismo en lo más profundo, cuando uno y por la gracia de Dios, empieza a recibir luz en su ser más inmundo, se da cuenta, entiende y ve que la salvación, sí, es un regalo, pero el cual, tiene un precio, un elevado precio, tanto como el precio de toda una vida, terrena vida, eso es cierto.

En fin, cada cual ande conforme a su certeza y convicción, yo, sigo tal cual lo vengo haciendo, tal cual me ha sido por él mostrado. Me goza el estar siempre despierto, atento, viendo, observando, tratando de identificar cada movimiento y por ello y gracias a Dios, determinando que espíritu está detrás de ello, en cada caso, en cada momento.

Así ando, así vivo, así muero y por encima de todo, ASÍ CUENTO. Y en base a ello, sigo andando hasta la meta, en la cual, veré si me es dada o no la salvación, mi fe me dice que si, pero mi corazón, que es engañoso, me dice que no, por ello, ante él, mi corazón, mejor dudar y seguir escudriñando mi más profundo ser interior hasta el último momento.

Mientras tanto, yo, así seguiré andando, así me lo enseñó mi Señor y es mi deber así mostrarlo, porque para hablar verdad, primero debe haberla en un lugar dado, el cual y en este caso, es mi vida, la que yo expreso y ando.

Que Dios les bendiga.

dijous, de juliol 27, 2006

Hola Señor Jesús

Para conocer Aquel por cual se es Salvo, deberemos saber, ante la verdad, quien es: Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Jesús mismo dijo: “El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él” (Jn. 14.23). Y por esta, Su Palabra, vemos y entendemos por donde andar, por fe, hacia la promesa que Dios Padre nos tiene reservada, en nuestra unión al Cristo Jesús.

Veámoslo en las Escrituras:

Efesios 1.3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. 4 Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defectos en su presencia. Por su amor, 5 nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad. 6 Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. 7 [-8] En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento.

Este es nuestro deber y ÚNICA obligación para con Dios: el llegar a ser uno EN Cristo, mediante Su Palabra. Para ello, necesariamente deberemos guardar todo cuanto Jesucristo nos habla. Sólo así tendremos conocimiento de su obra en nuestro más profundo ser y, por la cual, nos hará ver quien es en verdad; Él, Cristo, la gloria de Dios.

Para conocerle es necesario empezar por la base, por la esencia, por la simpleza de Jesús como hombre igual a nosotros. El cual, y al igual que todos, Dios Padre le creó a su imagen y semejanza. TODOS somos ante Dios iguales y, ante Él, todos seremos juzgados igualmente.

Dios Padre y en su inmensa sabiduría y misericordia, nos dio a su Hijo Jesús en la misma condición nuestra, es decir; como ser de carne y huesos con voluntad propia y libre elección de actos. Jesús y para mostrarnos el camino, renunció a su Divina condición en pro de hacerles ver al mundo y a quienes creen en Él, que: todos los que creyendo en Su NOMBRE, Obra, Muerte y Resurrección de entre los muertos, serán salvos por la gracia de Dios en el postrer día.

Para entender todo aquello que es y concierne la Palabra, todo cuanto es nuestro Señor Jesús, necesariamente deberemos centrar nuestros esfuerzos en conocerle ante la verdad de Dios, es decir; primeramente reconocerle como hombre tal cual lo somos nosotros y, en base a sus enseñanzas y obra, andar nuestro camino juntamente con Él, para entender la verdad y propósito de Dios Padre para con nosotros, sus hijos. Será allí, en nuestra unión al Cristo Jesús, que entenderemos el verdadero Ser Divino de Jesucristo nuestro Señor.

Por ello, ante Dios y desde hoy -al ver y entender por Su gracia- centraré estos “mis” escritos, en la obra y ser a la verdad, de Jesucristo nuestro Señor. Es decir; desde hoy y por Su gracia andaremos conforme lo hizo nuestro Señor Jesús. Entendiendo Sus enseñanzas, Su bondad, Su humildad… y ante todo; Su inmenso Amor por los suyos, que a la vez, son los destinados a ser adoptados por Dios Padre como hijos, ante la Cruz.

Jesucristo es el único Señor y, sin el entendimiento profundo del misterio y por qué de Su vida, Muerte y Resurrección -y por partes- nada podremos lograr ante Dios. Todos tenemos y conocemos las Escrituras, los Evangelios y las Epístolas y, para todos por igual, están en un único libro; “la Biblia”. Pero no todos comprenden que cada lectura tiene un tiempo, un estado espiritual necesario para poder entenderlas por la gracia de Dios, conforme a la verdad. Ante ello, desde hoy, por la gracia y misericordia de Dios Padre en mi, entendí es necesario empezar el dar a conocer por verdad vivida; quien es Jesucristo nuestro Señor: el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Hemos sido llamados NO para servir a Dios por obras, sino a SER la Obra del Dios viviente. Entendamos que nada, absolutamente nada cuanto tengamos u hagamos sirve para nuestra salvación. TODO, por Él y en gracia, nos ha sido dado. Porque todo es de Él, por Él y para Él. ¿Que podemos darle a Dios si ha sido Él quien anteriormente nos lo ha dado?. Y ello, para que nadie se gloríe de nada. Toda gloria es de, y, para Dios.

Así pues, descansad todos cuantos estáis cansados y agobiados: iniciamos el verdadero camino -”EN CRISTO”- para gloria de Dios Padre. Llegó el tiempo del REPOSO prometido por Dios Padre para todos cuantos creyeron en el hijo del hombre, Jesucristo: Nuestro único Señor y Maestro.

¡Acerquémonos unánimemente TODOS, al único NOMBRE, dado por Dios a los hombres, en que podemos ser salvos!.

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo derramen su gracia y paz sobre todos vosotros y os llenen de sabiduría y verdad para su gloria, en unión al Cristo: la Palabra del Dios viviente.

divendres, de juny 09, 2006

No es lo mismo

Hoy quiero comentarte una cosa curiosa, pero que a la vez, está siendo norma en mi andar en Cristo nuestro Señor. Cada cierto tiempo, viene a mi una "desgana" de leer las escrituras, es decir, que me veo imposibilitado a centrarme en ellas, a sacar nada de ellas, todo es seco y forzado. Cuando esto sucede, siempre ha sido en un momento en el que andaba necesitado de Dios (de algo más de Dios). Estas situaciones me ha llevado a esforzarme y centrarme más en la oración (por medio de la voluntad). Finalmente, y en la mayoría de ocasiones, ha venido una luz, una revelación que me ha permitido ver y entender una nueva verdad de Dios (siempre y claro está, en base a la Palabra leída). Bien, entonces y de nuevo viene como cosa natural el volver a leer las escrituras, vuelve a poder ser sin esfuerzo y todo fluye como si nada hubiese pasado, pero cosa curiosa -cada vez así ha sucedido- releyendo aquello que tantas veces he leído, ahora puedo ver aquello que antes no veía, sino que ha sido necesario el conocer la verdad (la nueva recibida), pasar la situación y vivirla, para poder ver aquello que hasta entonces no podía ver por estar oculto.

¿Por qué te cuento esto? porque he entendido por la gracia de Dios, que todos los estados que vivimos, forman parte del plan de Dios en nosotros, si logramos aceptar que todo cuanto nos sucede, es la mano de Dios quien está detrás de ello, entonces uno puede centrarse mucho más en los movimientos del Espíritu Santo y llegar a sorprenderse hasta que punto Dios obra en nosotros en todos los campos y por todos los medios.

Es decir: no por más buscar, leer, estudiar... las escrituras, uno avanza más, sino que cuando en verdad se avanza es cuando se deja en plenitud obrar al Espíritu Santo. Cuando uno puede lograr ver y entender que todo es para bien, sea cual sea la circunstancia que se esté viviviendo, entonces se avanza a pasos tremendos en el mundo Espiritual.

Vamos, dicho de otra forma. Si yo me esfuerzo tremendamente por sacar una verdad, por medio de las escrituras; escudriñando, buscando, indagando… esta, posiblemente y al final vea la luz, pero... por desgracia será PALABRA "LOGOS", es decir, sin fuerza espiritual alguna. Pero ahora bien, si por el contrario, sigo la guía del Espíritu Santo, espero, y le sigo tal cual me vaya indicando (aceptando como de Dios toda circunstancia anexa), al final, veo igualmente y en verdad la Palabra, pero en esta ocasión con una fuerza tremenda, ya que ahora si es Palabra de Dios, es decir: PALABRA “RHEMA”.

Claro está que ambas, tanto la palabra “LOGOS”, como la palabra “RHEMA”, son Palabra de Dios, pero son distintas. Una es el plan, la esencia, la base, la otra es la directa, la que nos habla, la que podemos oír aquellos que, por la gracia de Dios, tenemos oídos para oírla.

1Jn. 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

Al entender esto, se abre un nuevo campo en la búsqueda de la verdad de Cristo Nuestro Señor.

Bendiciones. Seguimos andando.

dimecres, de maig 31, 2006

No estéis divididos

Hermanos; en el nombre de nuestro Señor Jesucristo os ruego que os pongáis de acuerdo y no estéis divididos. Acudid con corazón sincero ante Dios. Solo así lograremos la unión del Cuerpo. Bien sabéis que no hay forma humana posible de lograr la unión, porque esta, y como bien dicen las Escrituras, solo es posible por obra y gracia de Cristo nuestro Señor. Él y sólo Él es la cabeza, y hasta que toda Su Iglesia no esté dispuesta a reconocerle como único Maestro, Rey y Señor, no habrá unión posible del Cuerpo, es decir, Su verdadera Iglesia.

Que si “católicos”, que si “protestantes”, que si “evangélicos”... ¿Acaso Cristo está dividido? ¡No!. Hermanos; hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Y todo, absolutamente todo, está sujeto en Cristo nuestro Señor. Entonces; quede claro que hasta que no os volváis todos personalmente a Dios Padre, mediante la gracia y obra de Cristo nuestro Señor, y Él: os guíe, os instruya, os sane y os indique Su propósito, el del Padre, en lo más profundo de vuestro corazón, no habrá unión posible del Cuerpo y por consiguiente...

Hermanos; estamos ya en el tiempo de derramamiento del Espíritu, de volverse a Dios. Terminaron los intermediarios, aquellos que usurpan, para su condenación, el lugar de Cristo nuestro Señor. Ahora es tiempo de verdad, de fe, de búsqueda real de Dios. Y Dios, su Espíritu, mora en nuestro más profundo interior, limpio este, por la muerte en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Sí, en lo más profundo, allí donde la sabiduría de hombre alguno puede llegar porque es necesaria la obra, única obra, del Espíritu Santo. Y este, el Espíritu de Dios, está ansioso y deseoso de revelaros la verdad de Dios Padre para el tiempo que corre hoy. Y no os pide mucho, simplemente que creáis en aquel que os llamó a su luz, es decir, Jesucristo nuestro Señor.

¿Hasta cuando estaréis encadenados y sometidos a sistemas y autoridades que no aman en verdad a Dios? ¿Hasta cuando andaréis persiguiendo aquello que no es más que oscura e impura ambición? ¿Hasta cuando seguiréis a hombres que en el fondo son reflejo de aquello que desea vuestro más profundo y pecaminoso corazón?.

Hermanos; es tiempo de abandonar ambiciones, luchas, recelos, críticas, envidias, vanaglorias… es tiempo de volverse personalmente a Dios Padre por medio de Cristo nuestro Señor. Es tiempo de mirar el tronco de nuestro ojo y dejar las pajas para Dios.

¿No entendéis? Entonces es tiempo de pedir a Dios Padre la guía y luz del Espíritu Santo y ver en su gracia, esta verdad que me ha sido dada por Jesucristo nuestro Señor para este tiempo, el tiempo de volverse con corazón sincero a Dios Padre y Cristo nuestro Señor.

Efesios 4:3-7: "3 procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. 4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. 5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; 6 hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos. 7 Pero cada uno de nosotros ha recibido los dones que Cristo le ha querido dar".

Que el Señor Jesucristo derrame su gracia sobre vosotros.

dilluns, de maig 01, 2006

Discípulos de Cristo


Mat. 28:19 Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Este es el mandato de Jesús dado a sus discípulos, es decir: tú, yo y todos cuantos creen en verdad en él. Y no hay más hermano, no tenemos otro deber, ni otra obligación.

Nuestro deber, nuestro mandato, es hacer discípulos de Cristo tal cual él nos enseña por medio del Espíritu Santo. Pero para nada nuestro deber es sacar a la luz los trapos sucios de otros hermanos, ni de otras iglesias, ni de otros pueblos, ni de otras naciones… en perjuicio de los más débiles. Es decir, no debemos comer del árbol del bien y del mal que nos cita Génesis y el cual, fue el causante del pecado capital. Recordemos que comieron de este árbol, entre otras cosas, por querer ser como Dios, y terminaron cometiendo el mismo pecado que Satanás mismo. Y este pecado está desde entonces en cada uno de nosotros y solamente puede ser vencido por la cruz de Cristo obrando hasta lo más profundo de nuestro corazón.

Tengamos en cuenta que los débiles en la fe son, ante Dios Padre, como niños inocentes, los cuales, pueden estar siendo guiados por ciegos, pero estos, los niños, los aun débiles en la fe, lo hacen con todo el corazón y totalmente convencidos de que están haciendo lo correcto, aquello que para ellos es en verdad seguir a Dios (dependen aun de la ley, al no conocer por si mismos a Cristo nuestro Señor). Y no es culpa de ellos, porque por su inocencia, por su desconocimiento de la verdad al no guiarlos nadie a ella, es la causa de que anden ciegos en cuanto a la verdad del Reino. Estos, los niños débiles en la fe, están esperando la luz verdadera que solo puede ser dada por el Espíritu Santo. Y nosotros, como hijos de Dios, como verdaderos discípulos de Cristo, debemos ser luz para ellos, guía y luz para ellos. ¿Pero qué hay peor que quitarle a un niño aquello que le está llenando su corazón porque si, sin explicación, sin entendimiento por su parte, sin amor? Lo correcto, lo justo, es hacerle ver y comprender con palabras que él pueda entender y aceptar, el por qué ha de dejar aquello que no le está haciendo ningún bien. Con amor, con sinceridad, con dulzura, con… ¡la verdad de Cristo nuestro Señor! No hay que hacerle ver que hay de mal en ello, sino que comprenda y acepte por él mismo y libremente, que ganará si deja de tenerlo.

De ello que nuestro mensaje ha de llegar a ser lo más puro posible, lo más noble posible, lo más caballeresco posible, es decir, un mensaje lleno del fruto del Espíritu Santo, de luz, de puro crecimiento en Cristo, un mensaje lleno de ganancias y bendiciones celestiales. Y este mensaje se logra por la gracia de Dios que nos ha sido dada, es decir, al poder ver y discernir por la gracia de Dios cuanto mal hay en cada uno de ellos, porque nosotros podemos evitar el hablar de ello y el mostrarles lo más mínimo al respecto y por ello, darles un mensaje que eso si, aparte con el fruto del Espíritu Santo toda cizaña que hay entremezclada en ellos.

Entonces pues; evitemos toda referencia al mal y centramos nuestro mensaje santamente en las virtudes de aquel que nos llamó a su luz y este logrará estar lleno de verdad para demoler los errores y como no, lleno fuerza divina que les hará chirriar los dientes al no haber ley que pueda condenar nuestra verdad. Al no haber acusado ni juzgado, sino haber dicho la verdad. Y por encima de todo, al no haber humillado sus sentimientos, sino desgarrado su corazón, por haber sido cortado este, con la espada de doble filo que nos ha sido dada por la Palabra de Dios totalmente pura, sin contaminación (trigo limpio, sin cizaña) que cortará de raíz todos sus argumentos carnales y del alma que les están dando pie a justificar sus actitudes egoístas y carnales que aun les dominan por desconocer la más profunda falsa verdad de su yo.

Hermanos: si estamos en lugares celestiales junto con Cristo, si hemos logrado sentarnos en el cielo junto con nuestro Señor, todo cuanto hay en el mundo está por debajo, sometido a Cristo. Nada entonces debería contaminar nuestro mensaje, nada en él debería dar pie a que sea y de nuevo sembrada la cizaña. Porque esta, la cizaña, también habita o habitó en nuestro corazón, esta, la cizaña, también puede estar sembrada en lo más profundo de nuestro yo. Recordemos que hasta que no conocimos y creímos en Jesús, éramos hijos del maligno, llenos de cizaña y esta, está siendo apartada de nosotros por los ángeles de Cristo Jesús (son todos cuantos Dios utiliza para hacernos ver y discernir las verdades del Reino) los cuales, son los únicos designados por Dios para separar la cizaña. No hay otros que la Biblia indique para este trabajo. No nos alcemos como ángeles, sino como lo que en verdad somos: discípulos de Cristo nuestro único Señor.

Somos hijos de Dios y vivimos en Su Reino. Entonces pues, nada de lo que existe en la tierra, que a la vez, es creación de Dios, es de nuestra incumbencia y por consiguiente, nada debe apartarnos del mandato de nuestro señor, el cual, y como está escrito, es el que he citado al principio.

Y de nuevo repito; no tenemos otro deber que dar a conocer la verdad de aquel que nos hace libres. Todo cuanto Dios y por su gracia nos hace discernir, nos hace ver está mal ante sus ojos, todo cuando podemos ver es error entre las llamadas iglesias, y que son estas y a la vez, las que forman la plenitud del pueblo de Dios, estaba ahí desde antes de la creación, nuestra creación, junto con Cristo nuestro Señor.

Todo estaba ahí desde antes de que Dios nos llamase, desde antes incluso de que naciésemos por la gracia de nuestro Señor. Por ello, cuando logramos ver por su gracia todo error, no es para ir juzgándolo y condenándolo a los cuatro vientos, sino, para purificación de nuestro mensaje, para la gloria de Dios. Para que nuestro mensaje sea llenado de las virtudes de aquel que nos llamó a su luz, y cada vez y por los tiempos, más desprovisto de toda cizaña que pueda ser sembrada desde lo más profundo de nuestro corazón.

Gracias a todo cuanto Dios en su gracia nos deja ver y discernir anda mal entre el llamado pueblo de Dios, es para que nuestro mensaje gane en amor, en pureza, en humildad, en bondad, en mansedumbre, en… fruto del Espíritu más puro, más limpio, más lleno de la gloria de Dios. Pero si entramos en detalles de que está bien o que está mal, de quien anda bien y quien anda mal, si nos ponemos a atacarnos unos a otros…

Gál. 5:13 Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. 14 Porque toda la ley se resume en este solo mandato: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” 15 Tengan cuidado, porque si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos.

Demos a conocer la virtudes de aquel que nos llama a su luz y no entremos en el engaño de Satanás. Este, Satanás, está vencido, derrotado, así pues, no perdamos tiempo nombrándoles a los demás como, donde, cuando actúa y sobre quien actúa, porque cuanto más lo hagamos, mas tiempo llevará el reducirlo. Mientras en nosotros, en nuestro hablar, en nuestro mensaje, haya cizaña, habrá referencia a Satanás y por ello, daremos pie a la obra satánica, y este, Satán, estará vivito y coleando. Si lo tenemos sometido en todo cuanto hacemos y decimos, sin darle lugar a existir, estará vencido y derrotado.

dimarts, d’abril 18, 2006

El corazón de Cristo

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo te bendigan.

Si no buscamos el corazón de Cristo, si no nos esforzamos por unir todas las cosas en Cristo, si no luchamos por hacer una unidad real en Cristo, no venceremos nunca al maligno. Dios está pidiendo la unidad del cuerpo de Cristo para mostrar por siempre su Gloria.

Y Dios no está buscando multitudes, ese tiempo ya paso, está buscando verdaderos siervos, verdaderos discípulos guiados en plenitud por Cristo mismo. Dios está levantando y reclamando a sus hijos en base a la promesa dada:

1Jn. 2:27 "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él".

Dios pide una iglesia (cuerpo) unida en verdad, sin pretensiones individuales, sin intereses personales, sino en unidad, en plenitud de unidad en Cristo, y esta iglesia será la vencedora (va a ser). No hay otra forma de vencer al maligno sino es por medio de la unidad del cuerpo. Dios está pidiendo una iglesia que le de toda la Gloria a su Hijo.

Terminaron los sistemas, terminaron los super-hombres, terminaron las grandes congregaciones y el perseguir el tener más y más miembros. Ahora Dios está pidiendo unidad del Cuerpo. Ahora es el tiempo del remanente, del verdadero pueblo. Dios está levantándolos individualmente y personalmente en multitud de lugares (naciones y pueblos), para unión del cuerpo. Vienen con fuerza, verdadera fuerza, la dada por la unción que les muestra todas las cosas. Saben todo, lo ven todo, entienden todo, pero en base a un corazón, a un único corazón: EL DE CRISTO. Todo lo que viene de nuevo arranca desde ahí, desde el corazón de Cristo. Es la base, es el final del principio de los tiempos.

Eso es lo que pide Dios, ni más ni menos. Y no es trabajo fácil, pues como bien sabes; es arduo, penoso, amargo y como no, costoso, tiene un coste, un elevado coste, pero no para unos pocos sino para la totalidad del cuerpo. Se acabo el tiempo de que unos si, y otros... coman del resto. Es tiempo de entrega total y el que no, ha de ser desechado de entre ellos. Es tiempo de victoria. Es tiempo de volverse a Dios y que él les muestre todas las cosas. Es tiempo de conocer a Cristo y su verdad en todas las cosas.

Pero esto no hay que centrarlo en congregación alguna, sino en individuos y en particular. Dios pide que empecemos desde abajo, desde la plenitud individual en Cristo. Buscando cada cual a Cristo y como no, individualmente descansando (tratando de hallar descanso) en Cristo. Cuando los miembros de una congregación y de forma individual busquen en verdad a Cristo, la bendición de Dios recaerá sobre todo el Cuerpo, pues este y desde ese momento, saldrá fortalecido desde el primer paso hacia la total plenitud del Cuerpo. Ya no es responsabilidad de unos pocos, sino de la plenitud de ellos.

El corazón de Cristo, busquemos el Corazón de Cristo, tengámosle a él y venceremos por siempre al maligno.

Busquemos su corazón y desde él, desde su fluir, desde su latir, desde su sentir, edifiquemos todos y a la vez: EL CUERPO DE CRISTO, el vencedor, el que en voz alta dirá: VEN SEÑOR JESÚS, ESTAMOS DISPUESTOS!!!!!!

Nada más por hoy hermano, fue un compartir para bien de todo el cuerpo.

Bendiciones.