dilluns, de novembre 07, 2005

Génesis 7: "El diluvio I"

Gén. 7:1 "Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación"
¿Cuando vio Dios a Noé Justo? ni más ni menos que después de haber comprobado que Noé había tenido fe en aquello tan increíble que le mostró Dios; sin ver, sin entender, sin nadie que creyese en las palabras de Noé, sin nada, todo por fe lo hizo Noé.

Sí, es verdad que en el v.9 del capítulo 6, ya la Biblia dice que: "Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé". Y es por ello que Dios se fijo en él, pero no fue hasta el final, hasta que Noé hizo todo tal cual se lo había ordenado Dios que lo vio justo y después y finalmente; el Señor mismo cerrase la puerta del arca como confirmación. Sí, Dios fue quien al cerrar la puerta sello la anterior vida de Noé y este, entró en su propósito, se ganó el derecho de entrar él y toda su familia en la nueva vida dada por Dios (en la presencia de Dios, en su Reino).

Noé era varón justo, era perfecto en sus generaciones. Es decir: que de toda generación -su generación- él era el único varón justo a los ojos de Dios (un poco más de luz al por qué de las genealogías citadas en la Biblia) y por ello es que Dios se fijo en él. Posteriormente y después que Dios le diese revelación de su propósito (Dios le dio luz y vio que era buena. Es decir: que Noé la había aceptado como verdad de Dios) Noé tuvo que demostrarle a Dios que era digno de Él, llevando para ello la obra de Dios a cabo sin duda alguna. Por su fe y ante lo increíble y no visto, sin dudar nada, Noé terminó la descomunal obra que Dios le había asignado y por ello, él y toda su familia fueron salvos.

Entonces pues, y volviendo al capítulo 7, vemos que por su fe, por no haber defraudado a Dios, fue recompensado, no solo él, sino toda su familia. Fue elegido para que de él, de su descendencia, naciese un nuevo pueblo, un nuevo mundo, una nueva generación de hijos de Dios (una nueva reforma, un nuevo cambio, totalmente dentro del propósito de Dios). Y todo ello, por fe; fe ciega, sin ver, sino por creer en verdad en aquello que Dios le prometió (en la revelación, en la luz que de Dios le llegó). Sin desfallecer, sin dudar, pero... no exento de trabajo, dificultades, de lucha constante contra su yo y un sin fin de circunstancias que una y otra vez, de seguro le llevarían a desesperar... Pero no, no lo hizo, no abandonó. Su fe, su verdadera fe, le llevo finalmente a realizar la obra que Dios le había mostrado con antelación y como no, siguiendo siempre... !la enseñanza divina para la construcción del arca!!! y por ello: Noé y toda su familia fueron salvos por la gracia de Dios. Y es más, un nuevo mundo, una nueva vida, una nueva generación de hombres nació de ello, y de la cual, descendemos nosotros hoy: tú, yo y todo el pueblo de Dios.

Y también hoy: tú, yo, y cualquier hijo de Dios, es un Noé, un llamado de Dios para ser salvo. Pero no, no todos saben seguir su llamado, su camino... el cual y ahora ya, sólo puede ser andado gracias a Jesucristo nuestro Señor. Porque para poder andar el camino, para poder conocer la verdad, para poder ser hijo de Dios, para poder vivir en total libertad; deberemos creer en su único hijo Jesucristo, pedirle que nos de por gracia el Espíritu Santo prometido y este, nos guíe, nos muestre nuestro camino, el cual, siempre estará dentro del propósito de Dios Padre, para todo el pueblo de Dios. O aprendemos a ser guiados por el Espíritu Santo, o estamos fuera del propósito real de Dios. Es decir: sin la guía del Espíritu Santo no seremos aprobados por Dios (si podremos participar en su obra, pero no seremos aprobados).

Lo dejaré aquí por hoy, el Espíritu Santo me ha hecho ver estos días parte del propósito de Dios para mi vida. Por ello y desde hoy trataré de dar más luz, más conocimiento, conforme a la voluntad de Dios, para que tú y cualquier hermano que leas estos escritos, llegue a conocer por medio del Espíritu Santo, la gran obra de nuestro Señor Jesucristo (muy descuidada hoy por hoy, entre el llamado pueblo de Dios).

Nada más: empecemos juntos el camino, empecemos a ser guiados por la LUZ de Jesucristo nuestro Señor: el Rey de reyes, el Señor de señores, el único que nos puede llevar y llevará a los pies de nuestro amado Dios Padre.

Pide hoy a Dios en oración que el Espíritu Santo te guíe a la verdad que hay en ello, por medio de Jesucristo Nuestro Señor.

Bendiciones de lo alto hermano.