dimecres, de setembre 28, 2005

¿Denominaciones?

Hablar de denominaciones, es hablar de forma antibíblica. Por más que leamos y releamos la Biblia, en ningún lugar de ella lograremos hallar nombres denominacinales como ahora: pentecostales, bautistas, fundamentalistas, carismaticos... y una larga lista de nombres que de ninguna manera lograremos hallar fundamento bíblico válido que los apoye. No se ni cuando ni donde empezarón a surgir estas diversas denominaciones, ni me interesa lo más minimo saberlo. La verdad sea dicha, algunas rozan aquello que el libro de Apocalipsis llama "nombres blasfemos" pero este será tema para otro día.

En la Primera Carta de Pablo a los Corintios, que como bien sabemos pecaban de andar aun en la carne, apesar de estar bendecidos con todos los dones del Espíritu; Pablo ya les rogaba que se puesieran de acuerdo y que no estuviesen divididos. Pensando y sintiendo de una misma manera. Bueno, para no ser yo quien lo diga, leamos aquello que nos dice la Biblia:

1 Co 1.1-17: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo".

Yo, y tomandome la libertad de ponerme a día de hoy en el lugar de Pablo, os digo publicamente y sin ningún miedo a equivocarme ante la Sana Enseñanza que: todos aquellos de vosotros que aun andais diciendo que sois de tal o cual denominación... !ANDÁIS CONFORME LA CARNE Y NO EL ESPÍRITU DE DIOS! y doy por terminado este breve sermón. Cada cual escuche su espíritu. Bien se que todos aquellos que andáis conforme al Espíritu de Dios, que no es otro que el Espíritu Santo, lo habréis finalmente entendido y como no, aceptado.

Nada más hijitos. Bendiciones de lo alto.