dilluns, de desembre 28, 2009

¿Son cristianos los Testigos de Jehová?...



No. Los Testigos de Jehová no son Cristianos, ni como tales se les puede, ni debe, considerar. La principal diferencia que se da entre nosotros los Cristianos y los Testigos de Jehová (TJ), es que ellos niegan la Trinidad, es decir: niegan que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, un sólo Dios.

Si hablan con ellos verán que les resulta muy fácil decir que creen lo mismo que nosotros los Cristianos, pero no es así de modo alguno, por tanto que los Testigos de Jehová creen que Jesús es en realidad el arcángel Miguel encarnado, y que Dios lo creó en una primera creación y, mediante él, y siendo en si mismo un dios (otro dios), fueron hechas todas las otras cosas, incluidos los ángeles y demás seres celestiales. Por el contrario los Cristianos creemos que Jesús es el Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, y por quien todo fue hecho. Y no es el arcángel Miguel.

Los TJ también niegan que el Espíritu Santo es Dios, Tercera Persona de la Trinidad, ya que ellos defienden y enseñan que el Espíritu Santo es un algo, que no un alguien. Una fuerza impersonal, y que no es Dios. Se mire por donde se mire la doctrina de los TJ es totalmente contraria a la Cristiana, ya que niegan y totalmente la Trinidad, niegan y como hemos dicho que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo; niegan que el Hijo de Dios es nacido de Dios, engendrado, no creado; y niegan a su vez que el Espíritu Santo es Dios.

Ahora, para mejor entenderlo, y si acudimos a la traducción particular e interesada de la “Biblia” de los Testigos de Jehová y que ellos llaman: “Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras” (TNM), editada por la Sociedad Watchtower, leeremos en su versión del evangelio según Juan, lo siguiente:

• TNM.- (Testigos de Jehová): Juan 1:1 En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. 2 Este estaba en [el] principio con Dios.

Como vemos, ya han cambiado totalmente su sentido, negando que la Palabra es Dios, y declaran que es “un dios” (atención al “un”, y la “d” minúscula). Con lo cual defienden el politeísmo, que es la doctrina de los que creen en la existencia de varios dioses, y la cual es totalmente contraria a la Cristiana que únicamente cree y da a conocer un sólo Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Si ahora leemos una versión católica, por ejemplo la “Nueva Biblia de Jerusalén” (NBJ), editada por Desclée, leeremos:

• NBJ.- (católica): Jn. 1:1 En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios

¿Ven la clara diferencia?, los Testigos de Jehová dicen que “era un dios”. Pero en su traducción debida del griego al español, y conforme los Cristianos creemos, vemos que dice “era Dios”.

Por descontado, si acuden a los TJ, indudablemente y mediante una clara mal traducción del griego, tratarán de hacerles creer que tienen razón, que su traducción es la correcta, pero no es así, podemos consultar infinidad de versiones distintas a la de ellos, que nos mostrarán siempre y en debida traducción del griego al español que: “la Palabra era Dios”. Vamos a verlo en diversas versiones católicas y protestantes:

• Nacar-Colunga.- (católica): Jn.1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.  

• BVI.- (catòlica en valencià): Jn.1:1 Al principi existia el qui és la Paraula. La Paraula estava amb Déu i la Paraula era Déu.

• DHH.- (interconfesional): Jn.1:1 En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.

• RV60.- (protestante): Jn.1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

• NVI.- (protestante): Jn.1:1 En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

Como vemos, no importa a que debida versión Cristiana acudamos, siempre y todas ellas traducen “era Dios” y nunca, como hemos visto hacen los Testigos de Jehová, “era un dios”.

Quizás les resulte curioso ver que unas versiones traducen “Palabra” y otras “Verbo”, las dos son correctas porque del griego “Logos” se puede traducir al español por ambas igualmente, y en un mismo significado.

Es todo por hoy, hay más en los TJ totalmente contrario al Cristianismo, pero ya lo iremos viendo, Dios mediante, en otro momento. 

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sea con vosotros.




divendres, de desembre 18, 2009

El autoexamen ...

 
NO SIRVE PARA NADA!!! Porque mediante el autoexamen, uno, únicamente logra verse así mismo, a tal cual el concepto que de si mismo tiene. Esto es incorrecto. No debemos olvidar que es en su Luz, que en verdad podemos ver la Luz. El hombre comió del árbol del bien y del mal. Y ese bocado sigue estando presente en todos, por tanto que todos, en Adán, hemos comido del mismo fruto.

El hombre, en Adán, sabe que está bien y que está mal bajo su punto de vista y sin necesidad de estar sujeto a Dios, sin necesidad de consultarle a Dios. No debemos olvidar que el corazón del hombre es más engañoso que todas las cosas.

El autoexamen no puede llevarnos a buen puerto, porque únicamente se fundamenta en el ego de la persona, en su yo más profundo, en su egocentrismo, en como cada cual logra ver las cosas por si mismo a su interesado entender y cómo este y por si mismo las juzga... y estas pueden ser –de hecho en la mayoría de casos siempre lo son– muy contrarias a conforme Dios las ve, dispone y juzga.

Sólo en su Luz, podemos ver la verdadera Luz. Únicamente Dios puede escudriñar nuestros corazones, intenciones, y demás... de una forma justa y conforme a su Voluntad. De ahí la necesidad de acudir constantemente ante Él, para ser escudriñados por Él.

El autoexamen NO CORRESPONDE A UN VERDADERO CRISTIANO. Un verdadero Cristiano, por la influencia del Espíritu Santo, se ve pecador, y como tal, se arrepiente de sus pecados, y por ello viene a lo pies de Cristo, y clama a Dios que le libre de sus transgresiones, faltas, y pecados, que le son mostrados bajo la luz del Evangelio, de la Palabra, por la cual vamos siendo limpiados.

No, el autoexamen ES UN ENGAÑO. Un cristiano confía en Dios, reconoce que es pecador, y que todo lo que mana de él, todo, es indigno de Dios. Y es por ello que acude a Dios, por medio del Hijo, y bajo la influencia del Espíritu  Santo, para que sea Dios quien EN SU LUZ, LE DE VERDADERA LUZ, y sea esta la que restaure su vida al mostrarle su verdadera condición caída.

Un Cristiano no ha de confiar en si mismo en absoluto; ni en sus juicios, ni en sus criterios, ni en sus percepciones de que es bueno o malo, porque un cristiano ya ha visto ante Dios que todo en él es contrario a Dios mismo, y únicamente puede conocer quien es y en verdad, ante la Luz de Dios mismo.

EN SU LUZ, Y ÚNICAMENTE EN SU LUZ, ES QUE EN VERDAD PODEMOS VER LA LUZ.

Como Cristianos, dejemos ya de andar conforme el mundo anda, porque este anda a tal cual Adán mismo después de su caída: alimentándose continuamente del árbol del bien y del mal y determinando cada cual, por si mismo, sin Dios, que es o deja de ser verdad.

Dios les bendiga.

dilluns, de novembre 09, 2009

Poco a poco...


Que la Paz del Señor sea contigo:

Sí, es verdad, ya hace algún tiempo que no escribo. La razón es que Dios y en su gracia me está llevando por otros derroteros. Como ando escaso de tiempo únicamente quiero decirte que nunca deberías esperar a hombre alguno, sino únicamente en Dios, porque Él ya ha derramado su Espíritu. Él y en la persona del Hijo ya ha venido hasta nosotros, y todas sus promesas, todas, se han cumplido en aquellos que creen, que tienen verdadera fe, porque como dijo Jesucristo mismo: CONSUMADO ES!!!

¿Qué es la Fe?... pues mi hermano: la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. En otras palabras: tener fe es creer y sin la menor duda que ya se posee aquello que se espera de Dios, siempre y cuando sea en el nombre de su Hijo Jesucristo.

¿Qué significa en el nombre de Jesucristo?... mi hermano, esta es la nueva tarea que te indico. Deberás pedir a Dios que te muestre qué es y en verdad andar en, y conforme, el nombre de Jesucristo, qué es pedir en su nombre.

La Escritura y según ella mismo da testimonio, hay que escudriñarla, hay que dedicarle el debido tiempo, y hay que esperar y sin dudar, con fe, que Dios en su justo momento dará respuesta. Pero siempre nos la dará cuando nuestras preguntas e intenciones sean claras, sencillas, y siempre con la sana y única intención de darle todo honor y gloria.

De momento es todo. Sigamos andando, porque como alguien dijo más o menos: hermano, el camino se hace al andar, a cada paso. Si dejamos de andar, dejamos a su vez de hacer camino.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.


diumenge, d’agost 30, 2009

Qué te pasó hermano?...


De repente la gran sorpresa. Había empezado a seguir al Señor, a escribir sobre él, incluso a poseer un blog donde expresaba su vida en él, y... ¿qué te ha pasado hermano?.

No, has de seguir adelante, independientemente de como te sientas, por vacío e insipido que te veas, has de seguir adelante, porque como bien sabes Dios NO CAMBIA NUNCA.

¿Te sientes vacío, sin sentido, apartado de Dios...?, es normal mi hermano, Dios te está mostrando quien eres y en verdad, quiere hacerte ver que aun no le sigues a Él por amor, sino por interés. Tu interés por sentirte bien, gozoso, lleno... y ello mi hermano es porque aun dependes de los sentimientos, de tu vida anímica, y Dios ve un peligro en ello, y la prueba la tienes en que...

¿En qué mi hermano?... mírate ahora mismo: has dejado de publicar, has borrado lo que tenías escrito, has... ¿te das cuenta?... no te dejes engañar de modo alguno: Somos cristianos, y como tales andamos por fe, que no por sentimiento. Y Dios te está llamando a una vida superior en la que no tiene lugar alguno el “yo” en ninguna de sus formas.

¿Entiendes?... anda; vuelve a casa porque el camino que has tomado de modo alguno te llevará al final de la meta que Dios y para ti ha dispuesto, ya que todo quien pone la mano en el arado y mira atrás... ¡VUELVE A CASA YA, DIOS SIGUE SIENDO EL MISMO, ÉL NO CAMBIA NUNCA, RECUÉRDALO!

Mi hermano, lo importante no es como nos vemos, como nos sentimos, como quisiéramos vernos a nosotros mismos, no, ni mucho menos, lo importante es hacer y siempre la voluntad de Dios sea cual sea el precio, y ello necesita de la cruz más profunda, aquella que lleva a conocernos a nosotros mismos y ver, ante Él, que es ser y en verdad un siervo fiel y verdadero conforme el propósito de Dios.

Que Dios te bendiga

dissabte, d’agost 01, 2009

Enséñame a amarle...


Hola Padre, buenas noches:

Por tu gracia voy entendiendo que Aquel que puede darnos y en verdad a conocer quien es tu Hijo, lo eres tú, Padre nuestro. Únicamente tú mi Dios eres quien puede llevarnos a tu Hijo. Únicamente tú puedes dárnoslo a conocer a tal cual es Él, a tal cual lo ves tú.

Padre nuestro, hoy quiero pedirte algo especial, aquello que tu Hijo Jesucristo te pidió: estar con Él donde Él está para ver su gloria, la gloria que tú le has dado y que nosotros tanto necesitamos para llegar a ser uno con Él. Quiero verle cara a cara, tal como es, tal como tú mi Dios lo ves, lo amas...

Padre nuestro, quiero amar a tu Hijo como tú lo amas. Enséñame a amarle en tu verdad, en tu amor, en tu gracia.

Nada más te pido hoy, únicamente te pido amar a tu Hijo unigénito como tú lo amas mi Dios.

Buenas noches Padre, buenas noches mi Señor. Amén!

dijous, de juliol 30, 2009

A pesar de...


Hola mi Señor; buenas noches:

Apesar de tener un día especial en el que sin dudarlo te he podido ver a mi lado, en cada paso, en cada ocasión; ahora, ya entrada la noche, ya momentos antes de descansar, aun así mi Señor de nuevo viene a mi el pesar, la duda, el pretendido impedimento que como siempre y cada día, quiere evitar mi acción de gracias por todo cuanto nos das.

Mi Señor, como bien sabes, y conforme te vengo pidiendo, cada día necesito más de ti. De que seas tú quien me guíe en cada paso, en cada decisión... y estoy tan falto de ti mi Señor.

Estas palabras que ahora te dirijo a ti mi Señor tienen un propósito claro, un fin concreto; quiero adorarte, alabarte, agradecerte todo cuanto por nosotros haces.

Mi Señor y mi Dios, gracias por responder a mis llamados, gracias por darme luz, por mostrarme tu conformidad, por manifestar que en verdad estás conmigo en este asunto, que en verdad a nuestro lado estás. En ti confío mi Señor, únicamente en ti mi Dios.

No son necesarias más palabras, porque bien conoces nuestro corazón, nuestras intenciones, nuestro más profundo ser y, por ello; te invoco mi Señor, para que seas tú quien me muestre quien soy y en verdad ante ti. Para que seas tú quien ante tu luz me muestre quien soy y en verdad a tal cual me ves tú.

Quiero seguirte por donde sea que vayas. Quiero pedirte más fe, más don, más gracia. Y todo ello, Padre nuestro, en pos de tu Hijo Jesucristo, el Señor, mi Señor.

Buenas noches Padre, buenas noches mi Señor Jesús. Te entrego y de nuevo mi corazón, el nuevo que tú me has dado. A ti sea toda la gloria y honor por los siglos de los siglos, amén!

dimarts, de juliol 28, 2009

Por un momento...


Por un momento en tu presencia, por un instante de tu amor, por un destello de tu gloria, por... todo lo daría... esta es parte de la letra de una canción que me encanta, por cuanto que habla de una verdad, que cuando se da, verdaderamente uno logra entender y por la gracia de Dios, que sin Cristo no somos nada.


Por un momento en tu presencia, por un instante de tu amor, por un... es tan grande el vacío que se se siente apartado del Señor, es tan tremenda la soledad, que por mucho que uno busque, por mucho que se esfuerce, por mucho que quiera llenar el vacío por medio de sea cual sea lo que el mundo puede dar... nada, sin Cristo no somos nada.

Sigue la canción diciendo: hambre que duele, que debilita, que desespera... ¡cuanta verdad en estas palabras hay, mi Señor, cuanta verdad! Hambre de ti, de tu presencia... Sin ti mi Señor, sin tu alimento, sin tu pan de cada día, sin tu vida obrando en nostros; el vacío que produce, el hambre que provoca, nada ni nadie que no seas tú lo puede saciar.

Mi Señor: por un momento en tu presencia, por un instante de tu amor, por un destello de tu gloria... TODO LO DARÍA MI SEÑOR!!!!!

Que la paz del Señor sea con vosotros

dijous, de juliol 23, 2009

Que fácil es...


Si mi Señor, que fácil es el perder la comunión. Eres tan sensible, Espíritu Santo, que al menor descuido perdemos la comunión. No es que te perdamos a ti mi Señor, sino que por causa de la transgresión que nos hace incurrir en pecado, en un acto pecaminoso, en esos momentos se ve ya claramente resentida nuestra unción.

He necesitado tiempo e instrucción para poder percibir cuan delicada es la unción. Como podemos contreñir al Espíritu Santo que mora en nosotros a la menor transgresión que nos hace pecar. Ante cualquier acto indebido se puede sentir como se debilita en nosotros su luz, su brillo, su dulce voz.

Eres tan dulce, tan caballeresco, tan sensible, tan santo... Espíritu Santo: he de pedirte perdón, y como no; pedirte que me ayudes a vencerme a mi mismo, porque es en mi carne, en mis pensamientos, en mi yo más profundo, donde una y otra vez sucumbo a la tentación.

Lo se: tiempo atras, el Padre, que bien sabía que aun era un niño, me consentía lo que hoy ya no puede tener lugar en mi. Vamos por su gracia recibiendo, viendo, entendiendo y, como personas maduras –que vamos madurando– lo que antes era un sí consentido, hoy es un claro no.

Gracias Señor, cada día más aprendo a escuchar tu voz, dulce voz. Que consuela, que corrige, que sana, que quebranta, que...

Sigo andando el camino, tu camino, el que por gracia de Dios Padre, en unión a ti mi Señor, el Espíritu Santo me va mostrando cada día en lo más profundo de mi corazón. Ese corazón nuevo que tú me has dado, que en verdad te busca, que en verdad tiene hambre de ti, que desea servirte, honrarte, glorificarte...

Señor, quiero vivir tu vida, quiero que tú vivas más y más en mi. Me entrego a ti, con todo mi ser, con todas mis fuerzas, con todo mi corazón, pero aun así se que necesito de ti; en cada paso, en cada decisión, en cada...

Gracias Señor, confío en ti.

Ya es mediodia...


Hola mi Señor; ya es mediodia, y vengo de nuevo a ti. Quiero compartir contigo mis angustias, mis dudas, mis... mi Señor, te necesito tanto, necesito tanto de ti...


Sabes mi Señor?... por tu gracia me voy dando cuenta de que es y en verdad temer a Dios. Ha sido leyendo a un hermano, que hoy, he podido entender que el verdadero temor a Dios, es el temer no guardar tu Palabra, la que tú nos haces ver y entender en tu gracia cada día, y que no siempre estamos dispuestos a escucharla. Cuesta tanto entenderlo mi Señor, ha sido necesario tanto tiempo, que hoy... hoy temo: QUIERO TEMERTE MI DIOS!!!

Quiero temer no confiar en ti, en tus promesas, en tus advertencias, en tus enseñanas... quiero temerte a ti mi Dios, en ello está y verdadermente el camino.

Se que soy falto en palabras, que no siempre puedo expresar todo cuanto me das, me compartes, me corriges, me... Señor, sin ti nada soy. Estoy tan necesitado de ti...

Y te doy gracias mi Dios, te doy gracias porque es el mejor regalo que un Padre puede darle a su hijo; el mostrarme que siempre estarás a mi lado, que ande por donde ande, tú, siempre estarás ahí, por siempre...

Te amo, mi Dios, porque antes tú me has amado, nos has amado, tanto, que nos has dado a tu unigénito Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nuestro hermano mayor, nuestro... nuestro amigo.

Mi Señor, quiero ser tu amigo. Enseñame a ser verdaramente un amigo. En ti confio mi Señor y mi Dios.

Amén!

En este día...


Buenos días, mi Señor:

Ya levantado, temprano, he acudido a ti. He leído tu palabra, tu deseo, tu enseñanza, y he de decirte que sí, que en verdad tu Iglesia está verdaderamente necesitada.

¿Quién te busca hoy mi Señor?, ¿Dónde están los tuyos?... salgo a buscarlos y no los halló. No mi Señor, están... no quiero juzgarles mi Señor, porque se que hoy soy quien soy, veo lo que veo, porque tú y en tu gracia me has abierto los ojos, me has dado un verdadero conocimiento, me has instruido y, por sobre todo, librado de mi mismo.

Mi Señor y mi Dios: ¿Dónde está tu Iglesia hoy?... necesito que seas tú quien me enseñe a pescar, quien me indique dónde he de tirar las redes; en que lugar, de que modo, porque sin ti mi Señor y mi Dios nada podemos lograr... ¡instrúyenos mi Señor!

Buenos días mi Señor y mi Dios. En ti confío. Hoy y de nuevo te digo que sí. Sigo andando conforme el camino que en tu gracia nos vas mostrando.


Perdón mi Señor...


Mi Señor; hoy también quiero pedirte perdón, porque se que te he dejado de lado en ciertas decisiones que recientemente he tomado y, por ello, mi confianza ha ido más en pos de los hombres que en ti mismo.

Ha sido por tu gracia que he podido verme a mi mismo, a tal cual tú mi Señor me lo has mostrado cuando te pedí juicio. Cuando clamé a ti para que me mostrases como lo veías tú. Que fuese en tu luz, ante ti, que pudiese verme a mi mismo mis verdaderas intenciones... y me las he visto mi Señor; ante ti me he visto desconfiado, buscando ayuda en los hombres antes incluso de acudir a ti como tantas y tantas veces me has instruido. Y no, mi Señor, este no es el camino.

Perdón Señor. En ti confío. Y se que si es tu voluntad, sin duda alguna ello, lo que te he pedido, tendrá lugar.

Mi Señor; te pido con todo mi corazón, el nuevo que tú me has dado: no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal, amén!


Gracias mi Señor...


Mi Señor Jesús, nada más tengo que a ti, nada más deseo. Como te dije mi Señor, no voy a servir a otro que no seas tú, no voy a dar a conocer a otro que no seas tú, no voy a hablar de nadie más que no seas tú...
Mi Señor, lo he comprendido, tú estás por encima de todo. Todo te está sometido. Y mi Señor, lo que tú no sanes, lo que no restaures... nadie ni nada podrá restaurarlo.
Te vi, cara a cara. Y entendí: lo eres todo mi Señor. En ti confio.
Gracias Señor, te entrego mi vida, a tal cual me has mostrado ha de ser entregada por voluntad del Padre. Y ello quiero mi Señor: servir a tu Palabra, a tus enseñanzas, a tu...
Eres tú quien tiene la última Palabra, y hoy me la has dado, me la has mostrado, cuando por tu gracia te he visto cara a cara, cuando me has hablado, cuando me has dicho cual es tu deseo... y yo te he dicho que sí, que lo acepto, que conforme es la voluntad del Padre, a tal cual de ti mismo he oído, digo que sí, que a tí y a nadie –ni nada– más sirvo.
Buenas noches mi Señor. Gracias por haber venido hoy de nuevo a mi... te amo porque tú y primeramente, como me has mostrado, me has Amado.

dissabte, de juliol 04, 2009

Cómo andas?...


Que la Paz del Señor sea contigo:

Muchas veces vemos en nosotros la derrota, en vez de victoria; temor, en vez de seguridad; desconsuelo, en vez de paz... muchas veces... ¿verdad?.

¿Cómo andas con Dios en esos momentos?... es lo que tenemos que mirar. Hemos de mirar si estamos con Dios, o estamos con nosotros mismos. Hemos de mirar se hay algún pecado en nosotros, si de algún modo estamos yendo más allá de la que es la voluntad de Dios...

¿Estás siendo guiado por el Espíritu Santo, o lo estás siendo por tu carne?... no olvides que nuestra carne, como bien nos lo indica la Escritura, es polvo, y en polvo se ha de convertir. Y bien sabes que el enemigo se alimenta del polvo, y si en tí lo que está obrando es conforme a la carne, sin duda alguna estás invitando al enemigo, al acusador, a que se alimente de ti por mandato de Dios.

Que Dios te bendiga.

dimarts, de juny 23, 2009

Creo en...


Únicamente creo en Dios Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Ninguna otra verdad se. Solo se que uno murió por mi, por mis pecados, por mis trangresiones, por todo cuanto mal hay en mi, y que hoy, creo en Él, porque el Dios y Padre Todopoderoso, en su gracia, me ha llevado a Él.

Nada más se. A la verdad nada más se. Desconozco que es la vida eterna. Desconozco que es la Salvación, incluso desconozco que es el Evangelio. Únicamente creo en mi Señor Jesucristo, y se que cada día incurro en infinidad de trangresiones, que en si mismas y cada una de ellas, son motivo más que suficiente para ser negado por mi Dios.

Pero no, no lo hace. Sufro por todas ellas, mis transgresiones. Desconozco que es la victoria. Nomás conozco la derrota. Pero a la vez se que todo está consumado, hecho perfecto por mi Señor, en la Cruz y sin duda alguna, pero aun así no logro vivir en victoria.

Nada se, a la verdad nada se. Simplemente ando, sufro, y aborrezo todo cuanto hasta hoy he hecho. Ya nada tengo, no hay frutos en mi vida que merezcan...

En fin, sigo andado sin saber hacia donde, pero aun queriendo abandonar, aun queriendo dejar de ser quien creo soy, ni tan siquiera ello puedo.

¿Qué decir pues?... gracias mi Señor, tú eres quien tiene la última Palabra, en ella espero.

dijous, de maig 14, 2009

Un poema...


Eres quien eres por una razón,
Eres parte de un plan minucioso,
Eres criatura singular, diseño hermoso,
Llamado por Dios hombre o mujer.

Vas tras la búsqueda de una razón,
Errores no comete Dios,
Te entretejió en el vientre, no eres ilusión.
Eres justo lo que le queria hacer.

A quienes tienes por padres Él eligió,
Pese a cómo te sientas por ello,
De acuerdo con Su plan los escogió,
Del Maestro llevan el sello.

No fue fácil encarar esa emoción,
Dios lloró al verte sufrir,
Lo permitió para formar tu corazón,
Para que a su semejanza puedas vivir.

Eres quien eres por una razón,
La vara del Maestro te formó,
Eres quien eres, por amor.
La verdad, ¡hay un Dios!

Russell Kelfer

divendres, de maig 01, 2009

En ti confio...


Mi Señor y mi Dios, en ti confío. Nada más tengo. Cada día y conforme avanzo, más y por tu gracia voy viendo que sin ti mi Señor nada soy, nada tengo.

El silencio. Oí en mis principios hablar de ello, del silencio, de tu silencio. Y creí mi Señor ya haberlo experimentado, ya haberlo vivido, ya bien entenderlo, pero no, ni de lejos, hoy es cuando en verdad empiezo a saber que es el silencio, tu silencio.

Necesito de tu Palabra, de tu amor, de tu consuelo, de todo cuanto cada día, desde siempre, desde el mismísimo principio, tú mi Señor, con toda tu gracia, con todo tu don, me diste y sin dudarlo.

El silencio, mi Señor, es todo cuanto hoy tengo. Gracias mi Señor, en ti espero, porque nada soy, nada tengo.

El silencio, de nuevo el silencio. Gracias mi Señor, gracias de nuevo.

dimecres, d’abril 22, 2009

Consumado es?...

Jn. 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

Seguimos pidiendo, reclamando, esperando; sin darnos cuenta que por parte de Dios todo cuanto tenía que hacer por nosotros, todo; ha sido por él hecho, consumado.

La Escritura nos dice: “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. ¿Qué más podemos pedirle a Dios?.

Es Dios, por gracia, quien se ha dado así mismo por nosotros. Y aun así, nosotros, seguimos esperando que Dios obre en nuestro favor sin darnos cuenta que con ello más que creer, más que poner en práctica nuestra fe; lo que en verdad estamos haciendo es invalidar todo cuanto Él, por medio de Jesucristo el Señor, ha pagado en la cruz del Calvario.

Las últimas palabras de nuestro Señor Jesucristo en la cruz fueron muy claras: CONSUMADO ES –todo está hecho–. Por su parte todo cuanto tenía que hacer por nosotros y sin acepción, ha sido plenamente consumado. Pero sin dudarlo el problema sigue estando en nosotros, por la sencilla razón que hemos dejado de lado y totalmente el mensaje, el grandioso y glorioso mensaje de salvación. Hemos olvidado que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios, y: ¿dónde está la Palabra de Dios hoy?; ¿qué lugar ocupa en nuestras vidas su Palabra, su mensaje, su enseñanza...?

Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras maravillosas, y: ¿dónde le dejamos a él y su Palabra?.

No nos dejemos engañar: la fe nace al oir el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo. Y si en nosotros no está la Palabra, por mucho que andemos tras nuestros propios gustos y razonamientos a tal cual entendemos y por nosotros mismos creemos, a la verdad únicamente estaremos andando conforme el mundo mismo anda: sin entendimiento alguno de aquel que es el camino, y la verdad, y la vida.

Pregunto: ¿cuándo es la última vez que hemos puesto en práctica el mensaje de salvación?; ¿cual es el conocimiento que de él tenemos?...

Si seguimos creyendo a nuestra manera y modo, a tal cual consideramos es lo correcto y según nuestros personales critérios; únicamente estaremos andando conforme a mundanos razonares y gustos, y a tal cual por nosotros mismos logramos entender quien es Dios. Olvidando que ha sido Dios mismo, en la persona del Hijo, quien ha venido hasta nosotros y nos ha dado a conocer su voluntad, que no es otra que logremos ser salvos conforme Él y, en su sola potestad, para nuestro bien mayor ha dispuesto.

Recordemos que Adán y Eva sucumbieron a la tentación de comer del árbol del bien y del mal, de ser como Dios. Y ello es lo que muchos de nosotros y sin darnos cuenta vienen haciendo cada día en sus vidas. Dios nos ha dado a conocer su Palabra y voluntad y, por sobre todo, nos ha dado a conocer su Evangelio. Y el Evangelio nos muestra a la perfección el camino a seguir: Cristo mismo. Es nuestro Señor Jesucristo quien nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

¿Cuándo ha sido la última vez que has leído el Evangelio y lo has puesto por obra en tu vida?... ¿cómo pues podemos decir que somos hijos de Dios si no sabemos tan siquiera cual es su voluntad para con nosotros?. No. Dios nos ha hecho herederos de todas sus promesas. Pero son sus promesas. Conforme a su Palabra, y a tal cual Él y en su sola potestad ha dispuesto para con todos sus hijos. Pero olvidamos muy facilmente que Dios es Dios, y que Él es Soberano.

¿Cómo podemos agradar a Dios si tan siquiera sabemos cual es su voluntad para con nosotros?. No. Hemos de acudir a su Palabra y aprender de Él, en concreto de aquel que Dios ha dispuesto, y por cual podemos ser y en verdad salvos.

¿Y quién es él? pues justamente Jesucristo. Él es quien murió por nosotros en la cruz. Quien vino a dar a conocer a Dios Padre, su Padre, y Padre nuestro. Pero Padre nuestro en unión al Hijo resucitado. Porque sin el Hijo, sin verdadera fe en el Hijo, que es el autor y consumador de la fe, ante Dios Padre Todopoderoso NADA LOGRAREMOS.

Mirémonos cada uno a nosotros mismos y veamos si en verdad andamos a tal cual la voluntad de Dios o, por el contrario, seguimos andando al igual que Adán y Eva: comiendo del árbol del bien y del mal creyendo –y queriendo– ser como Dios.

Que la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.


dijous, d’abril 16, 2009

El camino...


Levantarse por la mañana. Un día más. Lo primero y como tantas veces, el mirarse a uno mismo: vacío, dudoso, ausente... no. Este no es el camino.

Largos días de silencio, de andar perdido entre mis pensamientos, mis anhelos, mi... yo mismo, un día y otro, y otro... no. Este no es el camino.

Desgana, desaliento, ofuscación, desespero... un día más perdido, sin sentido, buscando en mi, una vez, y otra y otra... no. Este no es el camino.

Un futuro, una vida mejor, un estar lleno de gozo, un... no. Este no es el camino.

Y ando, y sufro, y caigo y me levanto de nuevo, y duele, y sigo... ¿es este el camino?.

¿Cual es el camino?... el dejar de ser, el no ser y en absoluto uno mismo. El desprenderse de si mismo, el clavar los ojos en Aquel que lo es todo. En... ¿es este el camino?...

Sigamos andando, el tiempo es quien cura todas las heridas, y Él, mi Señor, es quien tiene la última palabra. La espero, en ella está el verdadero consuelo.

Silencio. El silencio de nuevo. Gracias Dios mío.

dissabte, d’abril 11, 2009

Unas palabras mi Señor...


Mi Dios, en ti confio. He de darte las gracias por haber puesto tus ojos en mi, tu humilde servidor. 

Mi Señor, deseo tanto conocerte. Deseo tanto ser como tú. Deseo tanto dejar de ser yo; de mirarme a mi mismo, de entregarme plenamente a ti, de ser como un niño necesitado y totalmente dependiente de ti. Deseo tanto contemplarte cada día mi Señor; en cada momento, ante cada situación. Es mi anhelo hoy.

Largos silencios, tus silencios, me hacen ver verdaderamente quien soy: nada sin ti mi Señor.

En tu bondad y misericordia, mi Dios, nos creaste semejantes a ti, con esplendor. Nos diste plena libertad de elegir, de ser como tú, de ser a imagen y semejanza del Creador: en ello está nuestro error: sucumbimos, todos por igual, a la tentación de ser igual a ti, mi Dios.

¿Qué puedo pedirte mi Señor?... ¿Qué más puedo pedir mi Dios?; tanto nos amaste que nos diste a tu unigénito Hijo. Mi Señor y mi Dios... ¿qué más puedo pedirte?.

Palabras me faltan. Y ello me alegra mi Dios. Porque cuando más ando junto a ti, mi Señor, más voy aprendiendo que sin ti nada soy. Que eres mi todo, que sin ti nada puedo, que necesito y cada día de tu vida, de tu gracia, de tu don.

Largas noches de silencio, que hoy; empiezan a tomar su verdadero sentido. Porque tú mi Dios eres el Dios vivo. En ti vivimos mi Señor.

Silencio. De nuevo el silencio. Gracias mi Dios.

diumenge, de març 15, 2009

El perdón de los pecados...

Gal 1:3 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes. 4 Jesucristo se entregó a la muerte por nuestros pecados, para librarnos del estado perverso actual del mundo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre. 5 ¡Gloria a Dios para siempre! Amén.
Por el delito de Adán toda la humanidad fue apartada de Dios, de Su gloriosa presencia y don. Por la transgresión de un solo hombre la muerte entró en el mundo y, por ella, Satanás mismo entró a gobernar en el mundo y sobre cuantos son del mundo, es decir, todos quienes niegan a Jesucristo como su Señor y Salvador.

Quienes no creen en Jesucristo y no están unidos a él por medio de la fe son, como está escrito; hijos del maligno, destituidos de la gloria de Dios, apartados de su presencia y muertos en sus pecados, los cuáles son fruto del pecado que en todos mora. No olvidemos que pecamos porque el pecado está en nosotros. No, no somos pecadores por pecar, sino que pecamos porque somos pecadores, porque el pecado mora en nosotros. O como nos lo enseña el apóstol Pablo: por la ley del pecado que está en nuestros miembros, en nuestra carne.

Es en Cristo, al creer y en verdad en Cristo Jesús, es decir, cuando por gracia de Dios somos unidos a él, por medio de la fe, que somos vueltos a Dios. Pero no porque Dios perdone el pecado que mora en nosotros, no; sino que es por medio del sacrificio de Cristo, de su sangre derramada en el Calvario, que somos librados y echos aceptos en el Amado.

Tengamos en cuenta que según está escrito: NO HAY PERDÓN DE PECADOS SIN DERRAMAMIENTO DE SANGRE. Y conforme Dios ha decretado, es necesario de llevar a cabo sacrificio por el pecado para que tenga lugar la remisión (perdón) de los pecados.

No olvidemos nunca que quien ofreció el sacrificio, único sacrificio válido y perfecto, lo fue Jesucristo, que NO nosotros. Nosotros no hemos ofrecido –ni podemos ofrecer– ningún sacrificio expiatorio ante Dios por el perdón de nuestros pecados y, menos aun, por el pecado que en Adán todos incurrimos. Es Cristo Jesús quien fue ofrecido en sacrificio una vez y para siempre, para perdón de los pecados. Y es en la propia carne del Hijo que Dios condena, que destruye, el pecado y le quita todo su poder. Pero en el Hijo, en su carne, que no en la nuestra. 

No, en nosotros sigue morando el pecado, sigue estando presente la ley del pecado que nos impide hacer lo bueno que quisiéramos y que solamente Dios, a quien doy gracias por medio de nuestro Señor Jesucristo, puede librarnos.

Jesús, el Cordero de Dios, quita el pecado del mundo ofreciéndose en sacrificio agradable a Dios por todos nuestros pecados, pero él, que no nosotros. Nosotros no hemos ofrecido a Dios ningún sacrificio, sino que es Dios mismo quien nos ha dado a su Hijo, en la cruz, para remisión de nuestros pecados, de todos nuestros pecados. Y a su vez, en Cristo, en unión a Cristo, somos librados del pecado y su poder.

Pero estemos atentos, Dios nos libra del pecado que por causa de Adán todos hemos contraído, y nos perdona de todas nuestras transgresiones y pecados, siempre que andemos con Cristo conforme la enseñanza del Evangelio: creyendo en Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, y teniendo muy en cuenta que es él quien fue ofrecido por Dios en sacrificio perfecto y único. Él ha pagado el precio del rescate derramando su sangre en el Calvario, condenando al pecado en su propia carne, redimiéndonos y hecho, en unión a él, salvos.

Nosotros, sin Cristo, nada tenemos para ofrecer a Dios. Y por supuesto que nadie puede ofrecerse así mismo a Dios como sacrificio expiatorio por sus pecados –ni los suyos ni los de nadie–. Inexorablemente hemos de tomar de Cristo Jesús; de su muerte, de su sacrificio, de su sangre derramada en la cruz, de su resurrección, para en verdad poder ser salvos.

No olvidemos que es Jesús quien murió en la cruz. Es él, por voluntad del Padre, quien se ofreció en sacrificio, en ofrenda única por el pecado. Quien condenó y destruyó el poder del pecado venciendo a Satanás mismo en la cruz. Todo ello LO HA HECHO CRISTO POR NOSOTROS, que NO nosotros.

Tengamos siempre presente que nada podemos ante Dios sin Cristo Jesús. Todos necesitamos del Hijo, de su obra consumada. Y él es quien murió, quien ha pagado el precio por nuestro rescate. Y es ahora que nosotros, al Creer en él y tomar su muerte como nuestra propia muerte, al estar por medio de la fe juntamente con él crucificados, que su sangre derramada nos cubre todos nuestros pecados y somos librados, por gracia de Dios Padre, del poder del pecado y su pago: la muerte.

Hermanos, que nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia sobre todos ustedes. Amén.

dissabte, de febrer 14, 2009

Esto es Fe...


Verdaderamente tener Fe en Cristo es:
Rom. 8:38 Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, 39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! 
Por lo tanto, todo quien crea que la salvación la puede perder, todo quien crea que puede perseverar en la salvación por medio de sus obras, de sus esfuerzos, de su justicia: SIMPLEMENTE NO TIENE FE, Y NO HA ENTENDIDO LA FE QUE EN VERDAD NOS RECLAMA DIOS.

La Fe ES LA MAYOR EXIGENCIA, Y ÚNICA, QUE DIOS RECLAMA AL HOMBRE. Y quien tiene Fe en Cristo Jesús ANDA CONFORME CRISTO JESÚS MISMO.

Simple y sencillo, POR FE SOMOS SALVOS. Si no creen que son salvos, y pretenden por sus obras hallar justificación ante Dios, y a su vez, perseverar en la salvación, simplemente SE HABRÁN PERDIDO, HABRÁN CAIDO DE LA FE, Y ESTARÁN NEGADO A CRISTO MISMO Y SU PERFECTA OBRA REDENTORA.

Por tanto que ya no será por amor, sino por interés, particular e intencionado interés, y a su vez, NEGARÁN QUE ES JESÚS QUIEN LES SALVÓ.

La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sea con vosotros.

Es por Fe...


Que la Paz del Señor sea contigo.

El Señor Jesucristo nos enseña que hay que nacer de nuevo, del Espíritu. Y Pablo a su vez nos dice que con Cristo estamos juntamente crucificados...

Bien, entendamos; si a la verdad hemos nacido de nuevo, del Espíritu, es porque a la verdad juntamente con Cristo estamos crucificados. Por ello, la vida nueva que recibimos por creer en la muerte de Cristo como nuestra propia muerte, es la vida de Cristo mismo que en su resurrección nos es impartida a nosotros mismos al creer en Él y en su obra, muerte y resurrección.

Y si estamos unidos a Cristo en su muerte, a la verdad y al nacer de nuevo estamos unidos a su vida. Es decir: es Su Vida, la de Cristo, la que vive en nosotros. Y por ello Pablo nos dice: "YA NO SOY YO, SINO CRISTO QUIEN VIVE EN MI".

Por lo tanto; cada obra, cada acción, cada manifestación de la Fe, todo, es porque Cristo mismo es quien LO ESTÁ LLEVANDO A CABO por medio de Su Santidad derramada en nosotros, porque es Cristo mismo QUIEN NOS SANTIFICA.

Así pues, siempre que creamos que somos nosotros quienes obramos, siempre que tenga lugar ello en nuestras vidas, y por leve que sea: ESTAREMOS NEGANDO A CRISTO MISMO EN NOSOTROS. En cada ocasión que pretendamos justificarnos, gloriarnos, afirmarnos en la salvación, santificarnos... por medio de nuestras propias obras ESTAREMOS NEGANDO LA VIDA DE CRISTO EN NOSOTROS MISMOS, a Cristo mismo obrando por medio de nosotros.

Nosotros somos pecadores, nacidos en pecado, y es por medio de Cristo, de nuestra Fe en Cristo, que recibimos la vida, Su Vida. Y esta vida lo es el Espíritu Santo morando en nosotros. Y escrito está: SON HIJOS DE DIOS TODOS CUANTOS SON GUIADOS POR SU ESPÍRITU. Y si la obra llevada a cabo por cada cual, es por la guía del Espíritu Santo y en verdad, YA NO SOMOS NOSOTROS, SINO CRISTO MISMO QUIEN OBRA POR MEDIO DE SU ESPÍRITU MISMO QUE MORA EN NOSOTROS.

Otra cosa es que lo entiendan, pero tengan cuidado: POR FE, ÚNICAMENTE POR FE, SOMOS SALVOS. Somos salvos, no por nosotros mismos, sino porque Jesucristo, al creer él, mora en nosotros POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO, y es Su Vida la que nos hace SALVOS, por tanto que Cristo es la vida, y la Vida de Cristo es nuestra propia vida, nueva vida que recibimos del Padre al creer y en verdad EN EL HIJO. 

Y las obras, las buenas obras, SON DEL ESPÍRITU SANTO, ES EL ESPÍRITU SANTO QUIEN HACE LAS BUENAS OBRAS, porque sólo hay UNO bueno, Y ESTE LO ES DIOS MISMO. Simple y sencillo.

La gracia del Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.

dissabte, de gener 31, 2009

El Maná escondido...


Que la Paz del Señor sea con todos:
Apoc. 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Nos dice que a los vencedores, QUE NO A TODOS, nos dará de comer del maná ESCONDIDO. Bien: ¿cual es este maná del que nos está hablando y que está escondido? Dejemos que sea Jesús mismo quien nos hable y enseñe al respecto, y a tal cual es su alimento mismo:
Jn. 4:32 Pero él les dijo: —Yo tengo una comida, que ustedes no conocen.
Jesús nos dice que Él tiene una comida que sus discípulos no conocen. Por lo tanto ya sabemos que no es algo material, sino espiritual, y bien sabemos sus discípulos le están ofreciendo alimentos en el versículo anterior. (Cf. v. 31).

Veamos pues la comida de la cual nos habla el Señor y por si mismo:
Jn. 4:34 Pero Jesús les dijo: —Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo.
¡Hacer la voluntad del que le ha enviado! Muy bien: ya tenemos cual es la comida que sus discípulos no conocen, ya tenemos definido cual es el “maná escondido” para los que vencieren, los vencedores.

Veamos ahora cuan necesaria es esta comida, el hacer la voluntad del Padre, para en verdad poder entrar en el reino de Dios:
Mat. 7:21 “No todos los que me dicen: ‘Señor, Señor’, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial
Como vemos, y siempre a tal cual la Enseñanza de Jesús, la comida escondida, el maná, es HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE. ¿Y cual es la voluntad del Padre? también nos la da a conocer Jesús mismo:
Jn. 6:40 Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Que todo aquel que VE al Hijo, y CREE en él, TENGA VIDA ETERNA, Y... por lo tanto ya sabemos cual es la voluntad de Dios, y como podemos entrar en el reino de los cielos. 

Y claro, ¿cómo podemos saber cual es la voluntad de Dios?... Jesús mismo nos lo indica:
Jn. 14:26 pero el Defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Jn. 15:26 “Pero cuando venga el Defensor que yo voy a enviar de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él será mi testigo.
Por lo tanto es, y sin lugar a duda alguna, el Espíritu Santo quien nos ha de enseñar cual es la voluntad de Dios, y por sobre todo, el como hemos de permanecer en Cristo a tal cual el Espíritu nos enseña. Así lo indica el Apóstol Juan:
1Jn. 2:27 Pero ustedes tienen el Espíritu Santo con el que Jesucristo los ha consagrado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu que él les ha dado los instruye acerca de todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu les ha enseñado.
Y e aquí los que en verdad SON hijos de Dios...
Rom. 8:14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.
Por lo tanto tenemos que la el maná escondido, el verdadero alimento, lo es EL HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, a tal cual Jesucristo hizo siempre y a su vez NOS ENSEÑÓ como Maestro y Señor que es. Así mismo nos dijo que el Padre enviaría el Espíritu Santo, conforme a la Promesa (Cf. Jer. 31:31-34), para que nos enseñase y diese a conocer la voluntad de Dios y nos guiase.

Ahora bien, los hay que suponen estar guiados por el Espíritu de Dios, cuando en verdad son guiados, por falta de discernimiento, por un espíritu imitador (Maligno), A ellos será, lamentablemente, a los que Él les dirá: "No todo el que me dice Señor Señor... Nunca los conocí" (Cf. Mt. 7.22-23). Nunca los conocí, significa "nunca tuve intimidad con ustedes"

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo sea con todos. AMÉN!!!

divendres, de gener 30, 2009

Unos pasitos...


En verdad el camino es hacia adelante, siempre, no hay vuelta atrás, y bien lo dijo el Señor:
Luc. 9:62 "Jesús le contestó: —El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios". 
Hay que andar cada día a tal cual Dios va disponiendo las cosas para nuestro bien, y sin olvidar nunca que todo, absolutamente todo, es para nuestro bien. Pero no olvidemos que la promesa, el “premio”, no tendrá lugar plenamente hasta la edad venidera, cuando en verdad estemos ante el Señor y, Él, nos reconozca como suyos ante Dios Padre y los ángeles.

Realmente vamos de camino hacia la casa del Padre, donde como bien sabemos, el Señor, nos ha dispuesto un lugar donde vivir. Y no será hasta que lleguemos allí que en verdad tendrá lugar todo cuanto Dios, para con cada uno de nosotros, ha dispuesto.

Es mediante la oración, cuando en verdad entramos en comunión con Dios, que logramos ver ante Él, el Hijo, quienes somos y en verdad, y como no, cual es la obra de Dios en nosotros. Y vemos que esta obra no es para con esta vida, no, sino para con la venidera, para con la nueva, para aquella que a la verdad es eterna.

Demos pedir a Dios que nos muestre quienes somos y en verdad ante Él, a tal cual Él nos ve, y sin dudar que en su debido tiempo tendremos respuesta. Hay que esperar que su luz nos ilumine y plenamente.

Pero recordemos y siempre que el camino es hacia adelante, que todo quien pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios. Y atentos porque cuando la Escritura nos habla del reino de Dios, no está hablando de la vida eterna, ni mucho menos de la Salvación.

Sigamos andando.... Bendiciones.

dimecres, de gener 21, 2009

Por la unidad...


Navegando por Internet, en algún lugar, vi esta oración por la unidad de la Iglesia, de los Cristianos. Bien, me uno a ella y encarecidamente os la comparto:

Señor Jesús
que en la víspera de morir por nosotros,
rogaste para que tus discípulos
sean perfectamente uno,
como Tú en tu Padre y tu Padre en Tí,
haz que sintamos dolorosamente
la infidelidad de nuestra desaunión.

Concédenos la lealtad de reconocer
y el valor de rechazar,
cuanta indiferencia, desconfianza
y hostilidad mutua, 
se esconde en nuestro interior.

Concédenos la gracia
de reecontrarnos en Tí,
a fin de que suba incesantemente
de nuestras almas y de nuestros labios,
tu oración por la unidad de los cristianos,
tal como Tú la quieres
y por los medios que Tú quieres.

Haz que hallemos en Tí,
que eres la caridad perfecta,
el camino que conduce
a la Unidad en la obediencia
a tu Amor y a tu Verdad.

AMÉN!!!

diumenge, de gener 11, 2009

Necesitamos de ti...


Buenos días, Padre:

En el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, te presento este día. Te pido Padre que santifiques tu Nombre, que sea santificado entre nosotros y por nosotros.

Padre, venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en los cielos, a tal cual tu razón, a tal cual tu deseo.

Padre, necesitamos de tu alimento, de tu revelación, de que seas tú quien nos muestre cual es tu deseo, tu voluntad para con todos nosotros. Es por ello Padre nuestro que te pido luz, que nos muestres quienes somos y en verdad ante ti, a tal cual nos ves tú.

Mi Señor, no nos dejes caer en tentación. Se tú quien ande delante de nosotros, porque bien sabemos que somos débiles, que somos propensos a pecar, porque el pecado es una Ley que mora en todos nuestros miembros, y que queriendo hacer el bien, mi Señor, a la verdad hallamos que no siempre hacemos lo que debemos, lo que queremos.

Padre, en el Nombre de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor; te pedimos que perdones nuestras deudas, todo aquello que nos va quedando pendiente ante ti. Todo aquello que por pensamiento, palabra, obra u omisión ha quedado ante ti sin ser resuelto. Por todo ello, Padre nuestro, te pido que la Sangre, preciosa Sangre de tu Hijo Jesucristo, sea la que nos restaure de nuevo.

Mi Señor Jesús, lávanos los pies, lávanos de todos cuantos pecados cometemos cada día. Lávanos de nuevo, restáuranos, llénanos de ti, de tu gracia, de tu don, de tu Amor. Porque sin ti nada somos. Llénanos de ti mi Señor!!!!

Porque tuyo es el Reino, tuya la Gloria y el Poder, por los siglos de los siglos, Amén!