dilluns, de setembre 18, 2006

Sin cambios

Hermanos y amigos todos: después de dedicarle un tiempo a todo cuanto ustedes defienden he llegado a la siguiente conclusión: NO TIENE NINGÚN SENTIDO PARA MI CONTINUAR CON ELLO.

¿La razón? muy simple: Lo perdí todo, no tenia nada, mi vida era un verdadero infierno, no tenía opción a nada... ante todo ello, por un simple versículo que me llego a través de la televisión, tirado en el sofá, casi sin sentido, logré entender Su Palabra, supe que era Él, JESUCRISTO, quien me hablaba. De esto ya hace tiempo, no tanto, pero lo hace, desde aquel día todo fue cambiando, empecé a leer el Evangelio, la Biblia, y conforme Él me iba mostrando, yo lo iba aplicando a mi vida, poco a poco, sufriendo, muriendo a mi yo, iba creciendo en su gracia... ahora, lo tengo todo de nuevo; una familia unida, una esposa que me ama y la amo, unos hijos que de nuevo me llaman papa -con todo el amor verdadero que puede salir de unos niños- unos padres que me admiran, he recuperado mi negocio... y la gente de nuevo me mira, me habla, me muestra su amor cada día.

NO, no voy ir en busca de lo que no necesito para crecer en Cristo, cada cosa está por Dios Padre predispuesta para su gran obra, la cual, es que conozcamos a su Hijo Jesucristo, el que dio por todos nosotros su vida. Y ello, supone muerte, entrega, negación... es decir, cargar con nuestra propia cruz cada día y con fe, certeza y convicción andar por donde Él nos indica.

A todos gracias, que cada cual ande como más le convenga, yo entendí y por ello de nuevo viví, y no cambio nada. Soy negado por muchos, pero también soy aceptado por otros tantos. Da igual que sean católicos, protestantes, adventistas, bautistas, evangelistas, todos y por proporción igual, aceptan palabras mías. Con ello me quedo, ellos son los que me dan la vida, la eterna vida.

Cambiar ahora por seguir a unos en concreto, sería negar la obra de Dios que desde aquel día y hasta hoy, ha tenido y tiene lugar en mi. Le amo por encima de todas las cosas, le busco cada día, y NO, no creáis que soy feliz, que lo tengo todo, que nada me falta, porque esa es mi lucha de cada día, el alabar su Nombre, sea cual sea mi circunstancia... cosa no fácil, supone una gran perdida, es decir, morir a la vida natural y anímica.

Y no creais que ando mal, que estoy errado, sino que de cambiar de actitud, de dejar todo cuanto me ha sido por Él dado y mostrado, ese sería mi gran error, ello supondría el perder mi nueva vida: LA QUE CRISTO ME DA CADA DÍA.

Así pues y como les he dicho: yo y por mi parte: SIGO ANDANDO POR DONDE ÉL ME MUESTRA Y EL ESPÍRITU SANTO ME GUÍA.

Que Dios les bendiga inmensamente.