dilluns, de setembre 05, 2005

!Cuidado con los católicos!

“...Lo que Dios ha purificado, no lo llames tú profano” (Hch. 10.15)

Los tiempos van pasando y el final de los mismos se va acercando. Dios en su misericordia no dudará en perdonar -al igual que nos perdonó y perdona a nosotros- a todos aquellos que reconozcan que Jesús es el Mesias, el hijo de Dios... y se arrepientan de sus pecados. Pero no de palabra, sino de todo corazón. Dios tenía predispuesto que todo sucedise tal cual está sucediendo, y solo Dios, por medio de su hijo Jesucristo, será el encargado de juzgar todas las cosas. Por ello, andar juzgando a la iglesia católica, ortodoxa, o... de que es o deja de ser a los ojos de Dios, es en verdad; un verdadero riesgo que toma personalmente y de forma voluntaria, todo aquel que decide hacer juicios anticipados por su cuenta.

Yo, -aunque ya no soy yo, pues Cristo vive en mi- por la gracia de Dios Padre, no soy ni católico, ni protestante, ni ortodoxo, ni nada que se le parezca, porque simple y llanamente soy: hijo de Dios!, Jesucristo es mi único Señor, y el Espíritu Santo es quien guía día a día mis pasos. Pasos que me llevan por el reino de Dios. Y por ello, no dudo ni un instante en hablarles, con los frutos que me da cada día el Espíritu Santo, a cualesquiera sean aquellos que Dios disponga he de compartir; las virtudes de Aquel que nos llamó a su luz. Que no es otro que !mi Señor Jesucristo! Sin importarme cual es o deja de ser su credo, raza o condición. Tan siquiera busco agradarles, porque si esto hiciese, ya no sería siervo de mi Señor. Para Dios TODOS somos iguales y por consiguiente para mi, iguales todos lo son.

La iglesia católica, la protestante... o cualquiera que anuncie a Dios, cumple a la perfección aquello que Él tenía previsto desde antes de los tiempos -otra cosa es que lo haga de la forma que le agrada a Dios- pero fue Dios mismo quien dispuso que así fuera ¿para qué? para que nadie pueda gloriarse de nada, pues como bien sabemos: !toda la gloria es y será para Dios! Todas estas doctrinas o credos -por no decir...- han llegado en su gran mayoría al punto fatídico de ser: sistemas establecidos por hombres, para placer de los hombres y para la gloria de... algunos hombres. Por lo cual, condenadas a la destrucción, a desaparecer el día que de nuevo venga Jesucristo nuestro Señor -ya no demasiado lejos, por cierto-. Porque hermanos, que duda nos cabe de que nada de lo que hoy vemos tendrá cabida en el reino de Dios.

No se me alarmen antes de tiempo, porque de supuesto que las hay que andan conforme a aquello que le agrada a Dios, pero digamos que tan solo son 2 de cada 7. Y no lo digo yo, sino la Biblia misma. ¿Dónde? en Apocalipsis, ni más ni menos. Por cierto, el libro de Apocalipsis también nos deja bien claro, que todas aquellas "iglesias" que cambien de actitud y se vuelvan en verdad a Dios, serán perdonadas. O sino, ¿por qué pues Jesús mismo dio mensaje en particular para cada una de ellas? ¿para condenarlas de antemano? no, todo lo contrario, para que pudisen ver sus errores, cambiasen de actitud y se volviesen en verdad a Dios y Él, las perdone en el día último. Bien sabemos que estas siete iglesias de Apocalipsis representa la totalidad de la iglesia de Cristo misma... pero este es tema para otro día, que no es otro que: !el que disponga mi Señor!

Hermanos: por no hacer más extenso este documento, finalmente les diré que analicen esto: si mañana mismo y como ejemplo, el que dice llamarse Papa, diese un cambio brusco y empezase a predicar verdadera Palabra de Dios, empezase a quitar imagenes e ídolos de las iglesias, diese a conocer la Biblia a trocho y mocho, empezase a predicar la sana enseñanza, empezase a vender y repartir sus bienes entre los pobres y... ¿dónde quedaría tu condenación? !Dios es grande! o acaso aun lo dudas. Y por supuesto... Jesucrito no vendrá de nuevo hasta que no sea llamados todos, absolutamente todos los verdaderos hijos de Dios y que Él -Dios Padre-, los predispuso desde antes de los tiempos. Y lo que más: en todas partes hay verdaderos hijos de Dios y... !ay de aquel que ponga en duda esto!

¿Continuas pensando igual, o te vuelves de una vez y por todas a Dios?

Bendiciones de lo alto, si en verdad ese es tu anhelo.