dijous, de desembre 18, 2008

Te necesito...


Mi Señor, mi Dios, te necesito, en verdad te necesito. Sin ti nada soy. Es por tu gracia que cuanto más ando junto a tí, en tu búsqueda, más me voy viendo a mi mismo y entendiendo mi Señor que sin ti nada soy.

No logro ver mi Señor nada digno en mi, en mi carne, no mi Señor. En verdad necesito de ti, de tu luz, de tu gracia, de tu don.

Mi Señor, sin tu sustento nada soy. Cuando más se de ti, más me veo a mi mismo, más indigno soy, más me aborrezco a mi mismo, mas como tú quiero ser mi Señor.

Sí mi Señor, necesitamos ser más como tú. Que seas tu Señor quien nos instruyas, quien nos ilumine, quien nos forme, quien nos guie hacia la plenitud.

Hoy, mi Señor, no quiero mirar atrás, por nunca más. Mi vida pasada, mis propósitos, mis intenciones, mis ambiciones, mis anhelos, ante tí, han sido juzgados, y no mi Señor, no, no quiero volver atrás, sino seguir adelante hacia tu luz, conforme tu luz, conforme tu mi Señor me vas mostrando y cada día.

Se que no puedo confiar en mi mismo. Que en mi, el bien, no existe. Que claramente y por tu gracia logro entender que existe una Ley, la del pecado, y que esta y por siempre estará en mi mientras viva en este cuerpo que en tu gracia me has dado.

Sólo tú, mi Señor Jesús, puedes librarnos de todo impedimento, de todo pecado, de toda tentación. Y hoy, mi Señor, tu Iglesia, tu Cuerpo, está verdaderamente necesitado de tu gracia, de tu don. Y es por ello mi Señor que te pido misericordia por todos nosotros.

Te pido Padre que no tengas en cuenta nuestros pecados, sino que te acuerdes de tu Nombre, de tu pacto, de la Sangre de tu Hijo Jesucristo derramada en la Cruz, del Evangelio, de...

Mi Dios, te pido que nos perdones, que de nuevo derrames tu Espíritu, que de nuevo levantes a tu pueblo, que no tengas en cuentas nuestros pecados presentes, sino tus promesas eternas.

Padre, en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, amén.