dissabte, de desembre 20, 2008

Lávame Señor...


Hola Señor Jesús:

En tu gracia, mi Señor, nos mostraste que ante ti estamos totalmente limpios, que tu sangre derramada en la Cruz cubrió y cubre todos nuestros pecados, que fuimos lavados plenamente al reconocerte y aceptarte, por la gracia de Dios Padre, como nuestro único Señor y Salvador. Y que hoy, cada día, nomás tenemos necesidad de que nuestros pies sean lavados, que no todo nuestro cuerpo, que no todo nuestro ser.

Sí mi Señor, por tu gracia entiendo que no todo nuestro ser necesita de ser y de nuevo lavado, que ya lo fue y por siempre en el Calvario. Que al creer en ti, mi Señor, todo fue plenamente resuelto.

Pero mi Señor, eres tú quien nos dijo que sí, que nuestros pies —cada día— han de ser lavados. Y ello; porque es en nuestro andar diario, que sin poder evitarlo, nos vamos contaminando, ensuciando, llenado de todo aquello que por el contacto con el mundo nos aparta de ti.

Y es por ello, mi Señor, que cada día, en cada ocasión, hemos de acudir a ti para que de nuevo, tú mi Señor, nos laves los pies, las impurezas, que por medio del andar diario han contaminado nuestro ser...

Ser mi Señor que anda por el mundo, que sigue un camino; estrecho, angosto, lleno de polvo, de inmundicia, de contaminación... y mi Señor, bien sabemos que polvo somos y en polvo nos convertiremos si no permanecemos en ti, en tu gracia, en tu don.

Mi Señor, gracias te doy por todo cuanto haces por mi, por todos. Y te pido mi Señor que hoy y de nuevo laves con tu preciosa sangre mis pies, que los limpies de toda impureza, de todo polvo, de toda cuanta suciedad ha quedado impregnada en ellos; por mi caminar por el mundo, por mi andar en el camino, por...

Mi Señor y mi Dios, que la Sangre derramada en el Calvario para perdón de todos nuestros pecados sea y de nuevo el agua limpia y pura que lave nuestros pies, que restaure todo nuestro ser.
"Jn. 13:10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos"
A ti sea la Gloria por los siglos de los siglos, amén.