dijous, d’octubre 25, 2007

No siempre...

Mis queridos hermanos:

No siempre estamos predispuestos a dar una Palabra, a compartir una enseñanza, a dar a conocer a Aquel que lo es todo, no siempre. Pero ello, mis hermanos, es el pan nuestro de cada día, es el andar de cualquier cristiano, es el ser mismo de cada cual de los llamados a ser uno con Cristo.

Somos personas como cualesquiera otras, con nuestros problemas, con nuestras debilidades, con nuestra preocupaciones... como cualquier otro mortal, pero: con la diferencia que en Cristo somos más que vencedores.

Y ustedes, mis hermanos, quizás se preguntarán: ¿y porqué no siempre podemos estar dispuestos?... ¿verdad?... bien, pues decirles quiero que sí, que siempre lo estamos. Verdaderamente lo estamos. Pero es ahí, en nuestras aun debilidades, que perdemos y en ocasiones la ya posición adquirida en Cristo.

Lleva tiempo, y tanto, el lograr vencer todo cuanto el mundo, los espíritus inmundos, y la propia carne misma puede generar para hacernos perder nuestra posición en Cristo. Tanto tiempo como toda una vida.

Cada día, si bien andamos, iremos creciendo y por ello, viendo. Cada día tendremos un mayor conocimiento, un mayor discernimiento, un mayor control de nosotros mismos. Pero siempre, mis hermanos, habrá debilidades que aun no conocemos, pensamientos que no son los correctos, intereses que aun creyendo son los de Dios, en verdad, nomás lo están siendo de nosotros mismos.

Por ello quiero decirles que, en Cristo, sí, somos más que vencedores. Pero la victoria es de Cristo, del Cordero. Nosotros, mis hermanos, por la gracia de Dios participamos de Su Gloria. Y es al creer en ello, en que todo fue consumado en la cruz, que podemos y en verdad entregar todo nuestro ser junto con Cristo.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ello duele. Por lo tanto, andemos cada día sin dar pie al desánimo, a la duda, al cansancio... no: más bien aprendamos, y para ello, mis hermanos, una invencible arma tenemos: LA FE...

Sigamos andando. Les bendigo.

dimarts, d’octubre 23, 2007

Atentos al engaño...

Buenos días. Paz en Dios:

Andamos, hoy, por sobre oscuridad. El día se ha presentado malo, tanto, que la noche ha pasado sin apenas dormir. Y se repite, un día, y otro, y otro... y aun aparentando no ser nada en sí, atentos, Satanás puede ser quien esté obrando.

Hemos crecido, en Cristo, vamos venciendo al enemigo, ante cada embiste, ante cada caída, ante cada engaño, lo vamos conociendo, lo vamos negando. Pero atentos, llega un momento que bien y perfectamente puede disfrazarse de ángel de luz, y por ello, ya no resulta tan fácil reconocer que nos está y verdaderamente atacando.

Volvamos: No podemos dormir, un día, y otro, y otro... y van pasando. Nuestra mente confusa, nuestra fuerza menguando, el trabajo y quizás se acumula, la concentración y atención se van debilitando...

Atentos, es posible, muy posible, que el enemigo, ahora, pretenda atacar nuestra salud, y para ello, necesita tiempo... No; somos uno con Cristo y ya no le resulta tan fácil vencernos porque por la gracia de Dios tenemos discernimiento espiritual, y de ahí, que ahora, y quizás, se vea en la obligación de obrar y primeramente en nuestra salud para debilitarnos.

Simplemente ello. Satanás es astuto, y tanto. No se confíen, cuando algo acontezca de nuevo en nosotros, siempre, hay que llevarlo a oración, jamás dar por sentado que es normal, que solo es un bache, un mal momento, o simplemente cosas de la edad y tiempo.

En cuanto al ángel de luz, bien, recordemos que Satanás y muy bien conoce la Palabra de Dios, ante Jesús mismo y en el desierto la utilizó. No se confíen, el siempre obra mediante el engaño, y por medio de aquellas debilidades que aun no hemos visto, vencido, y por ello, puertas son que le estamos brindando.

Un saludo, y que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo les bendiga inmensamente.

Sigamos andando.

diumenge, d’octubre 21, 2007

Hemos pecado?...

En ocasiones nos ha resultado imposible el contenernos, y por ello, hemos terminado pecando. Sí, es posible, y en la mayoría de los casos, que nomás haya sido un desliz que nos ha llevado y finalmente a pecar, aunque sea levemente. Bien, tranquilos, vamos a verlo.

Recordemos y siempre que Dios jamás nos induce a pecar, que jamás nace de Él la voluntad de que terminemos pecando, por lo tanto, siempre hemos de tener en cuenta que es Satanás mismo quien nos induce a ello.

Así pues, cuando pequemos, no demos pie al diablo. No. El primer paso es acudir a la oración, pedir a Dios Padre que la preciosa sangre de Jesucristo el Señor nos limpie de toda culpa, de todo error, del pecado y en si mismo. Y ya está. Desde ese momento no consintamos que Satanás nos acuse de absolutamente nada.

Él, Satanás, siempre nos lleva a pecar con la intención de hacernos caer de nuestra posición adquirida en Cristo. Satanás necesita de una base en nosotros donde poder obrar impunemente, y por ello, en ocasiones, ante nuestra debilidad, ante nuestra falta de fortaleza, logra que terminemos pecando, y ello, en la mayoría de los casos, lo lleva a cabo para lograr introducirnos un pesado sentimiento de culpa, y mediante el cual, hacernos más difícil el lograr entrar en comunión con Dios en nuestras oraciones.

Por lo tanto, cuando pequemos, rápidamente acudamos a confesar nuestro pecado ante Dios Padre, dediquemos el tiempo que nos sea necesario, y aun teniendo envistes del diablo que una y otra vez nos pretenden insinuar que no es posible el perdón, que Dios no nos está escuchando... aun así, resistamos, y con fe y tomando de la Palabra recordemos y siempre que ABOGADO TENEMOS ante Dios Padre Todopoderoso: Jesucristo, nuestro Señor y Maestro.

No, mis queridos hermanos, no. La vida en Cristo es una vida hacia delante, llena de luchas contra principados y potestades del mal, y estos, siempre están dispuestos para hacernos caer, intentando que perdamos nuestra comunión con Dios. Y siempre que les demos pie, ellos, no dudarán en hacernos caer, y por ello, tratar de hundirnos más y más si de raíz no tomamos la Palabra y les obligamos a retroceder.

Hemos pecado?... abogado tenemos ante Dios Padre. Acudamos a Él, pidamos que la preciosa sangre de Jesucristo nos libre de ello. Pidamos perdón, aun sintiendo que no estamos siendo sinceros, aun así, creamos que la sangre de nuestro Señor está intercediendo. Y una vez pedido perdón, venga como nos venga la insinuación, jamás demos pie al diablo. Somos más que vencedores, y él, Satanás, es quien está y plenamente derrotado.

Un saludo, buenos días, y que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor les bendiga inmensamente en este día.

Sigamos andando.


dijous, d’octubre 18, 2007

No es un sentir...

Hermanos, no es un sentir a Cristo, sino SER UNO CON Cristo. El sentir forma parte del ser carnal y anímico a un no entregado a cruz, llamado a muerte por Jesucristo nuestro Señor. Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu.

Y mientras sintamos, hermanos, estaremos dependiendo de ello, del sentir, para movernos. Tiempo ha llegado, hoy, en el que deberemos empezar a pedir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo que deje de tener lugar y en nuestras vidas, el sentir, para pasar a ser y por siempre, uno con Cristo.

Cristo ha de ser nuestra vida, nuestra razón, nuestro sustento, únicamente, y para ello, mis hermanos, hay que aprender, y por la gracia de Dios, a sentarse en lugares celestiales junto con Cristo.

Una palabra les comparto, un enseñanza les doy: sentaos, descansad y aprended a estar firmes junto con el Maestro en lugares celestiales (leamos Efesios). Ello es camino de cruz, el dejar de pretender y por nosotros mismos.

Toda obra llevada a cabo en el Nombre del Señor, ha de empezar desde el reposo en Cristo. Ha de ser su voluntad la que nos mueva, y para ello, mis hermanos, el sentir a de haber quedado de lado, pues nomás cuando hayamos muerto, en verdad, nuestra voluntad quedará unida a la del Maestro.

"Efes. 2: 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús"

Y es entonces, por fe, sin sentir, sino por la voluntad de obrar con Cristo y para Cristo, conforme la voluntad de Dios mismo, que habremos logrado ser uno con Él y por siempre.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor les den debida luz y entendimiento. Recordemos: sentaos, descansad y estad firmes en lugares celestiales, con Cristo.

En Cristo Jesús, les bendigo.

¿Y tú quien eres?...

Nadie, ante Dios, nadie. De ahí, mi hermano, que toda lucha llevada a cabo, y por ti mismo, será un sin sentido, un esforzarte perdido, un pretender ser y por ello, un no lograr vencer en Cristo.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ellas, mi hermano, son palabras del Señor, es Palabra de Dios. Es un mandato en si mismo. Y ante él, mi hermano, nomás a sus pies, postrados, y reconociendo nuestra incapacidad, declarar con todo nuestro ser: Señor NO PUEDO. Hazme morir. No quiero luchar, no quiero vencer, no quiero ganar, no quiero y por mi mismo vivir. No Mi Señor Jesús, no: QUIERO MORIR, para que tú, mi Señor Jesús: SEAS QUIEN VIVA EN MI!!

Tomo tu muerte en cruz para mi, ante ella entrego mi vida, la entrego mi Señor. No, no quiero vivir sino morir. Mi Señor vive tú en mi. Se tú mi fuerza, mi castillo, mi todo. He muerto en ti, y por ello, mi Señor Jesús, VIVIR TE PIDO!!

Un saludo, buenos días, y que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor derrame su gracia y paz plena en sus vidas.

En Cristo Jesús, hermanos, les bendigo.

dimarts, d’octubre 16, 2007

Él es mi Padre...

Hoy, y de nuevo, les comparto en palabras de mi hija.

Querido Señor. Te amo, te amo, te amo...

No se porqué te amo tanto. Tal vez porque tú eres mi Padre, mi creador, mi salvador, quien me dio la vida, tal vez...

Solo quiero estar contigo, ya que gracias al amor que nos tienes me dejas llamarte Padre.

Mi amado, mi querido, mi Señor Jesús... no me abandones ¡nunca!, porque sin ti nada soy. Gracias, gracias, gracias...

Gracias mi Señor Jesús. Solo quiero estar contigo Padre. No quiero abandonarte. Quiero glorificarte siempre.

En el nombre de Jesucristo, AMEN!
Bárbara Gil

dissabte, d’octubre 13, 2007

Mi querido Señor...

Les comparto una breve petición que mi hija Bárbara, de 12 años, me ha traido para que la lea. No es que suela escribir demasiado, pero hoy me dijo: –ten papá, me ha salido del corazón. Y tanto, me tocó, lagrímas cayerón, y nada, se la comparto.

Señor, mi querido Señor, te pido por favor que seas tú mi vida, que seas tú mi todo, y haz que por favor nunca me pierda.

Señor, mi Padre amado, yo te amo. No quiero perderte. Así que guárdame. Padre guíame y haz que nunca sea yo, sino tú, quien me guíe.

Tú eres mi Padre amado y se que tú me amas, que no quieres que me pase nada, así que por lo tanto, te pido por favor y de corazón, haz que permanezca siempre contigo y que nunca me pierda en la oscuridad, sino que permanezca para siempre en tu luz.

Te lo pido en el Nombre de tu Hijo Jesucristo, AMÉN!

Bárbara Gil

Amémonos...

Jn. 15:12 Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.

Que nos amemos unos a otros, como Él nos ha amado. ¿Les parece poco este mandamiento?... no, en verdad es necesario el morir y nacer de nuevo, del Espíritu, para poder y por la gracia de Dios bien entenderlo.

Uno murió por todos, y ello; porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Es Palabra del Señor. Indiscutible, fiel, verídica, y sin duda alguna cumplida. Nomás hay que creer, en Él, para a la verdad llegar a ser uno con Cristo.

Amaos, hermanos, amémonos, es Mandato del Señor, es Voluntad del Padre, es deber de todo llamado, es y en verdad mostrar que le amamos.

Recordemos que es Él quien nos dice: "el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí". Son palabras mayores, son palabras del Señor. Y la cruz, la verdadera Cruz, la llevó, soportó, y sufrió el Señor por amor. Sin medida, por todos, por todos, por todos... Uno murió por todos, Jesucristo, y Él es el Señor. Son palabras suyas, es Palabra de Dios.

¿No puedes amar?... pide y Dios te dará. Debemos entender que en verdad todo fue consumado en la cruz, así lo dijo el Señor: "consumado es". Todo está hecho, ahora: ahora hay que creer en Aquel que su vida y por todos nosotros dió, a tal cual la Voluntad del Padre, Padre que tanto amo al mundo que a su Hijo unigénito dió.

El Padre y el Hijo uno son, y Él, el Señor, es quien rogó por todos nosotros, para que a la vez fuésemos uno, como el Padre y Él uno son... hermanos, amémonos!!

Y seguimos andando, pidiendo a Dios Padre y en el Nombre de Jesucristo que el Espíritu Santo siga obrando en nuestras vidas, siga instruyéndonos, siga dándonos conocimiento de Aquel que es el Señor; Jesús, el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Ante quien, y, porque de tal manera amó Dios al mundo, exclamamos: Señor mío, y Dios mío!!

Amén, hermanos, sigamos andando. En Cristo Jesús les bendigo.

dissabte, d’octubre 06, 2007

Buenas noches...


Buenas Noches Padre, gracias por este hermoso día, y gracias por estar a mi lado en cada momento, en cada situación, en cada ocasión que en verdad te he necesitado. Señor Jesús, nada hubiese sido posible sin ti, gracias a ti he podido ver y comprender la grandeza de Dios Padre. Padre, a ti, con todo mi corazón, el que tú me has dado, gracias quiero darte...

Se que en ocasiones aun dudo de ti, de tu Palabra, de tus promesas, de tu inmenso amor para conmigo, por ello, Padre, te doy las gracias, por estar y siempre junto a mi...

Padre, se que no he obrado bien, se que no en todo he sido correcto, y se que sin tu asistencia, la que nos das mediante el Espíritu Santo, no lo hubiese logrado. NO mi Señor Jesús, te necesito, eres mi vida, mi luz, mi consuelo...

Padre, una cosa quiero pedirte, se y por tu gracia que jamás podré vencerme a mi mismo, se que jamás lograré ser digno de ti, y se que sin tu Hijo Jesucristo nada podría ante ti. Por todo ello, Padre, te pido que me des luz, entendimiento, que muestres todo cuanto error hay en mi...

Mi Señor, renueva mi mente, mi corazón, mi alma... Mi Señor, dame luz, haz que el Espíritu Santo ilumine toda cuanta oscuridad hay en mi, que saque a la luz toda mentira, todo engaño, todo cuanto nomás es un obrar de mi anterior ser aun no regenerado por y para ti...

Señor Jesús, te necesito, no puedo, necesito de ti. Señor Jesús, he tomado tu muerte como mía, en ti he muerto, y por ello mi Señor Jesús te digo: no voy a luchar, no voy a pretender cambiar, no voy a intentar ser mejor, no mi Señor, quiero que seas tú, quiero que sea tu vida la que obre en mi, quiero tu fuerza, tu poder, quiero ver tu obra en mi...

Padre, buenas noches. Jesús, buenas noches. Gracias. Alabado sea tu Santo Nombre y el del Cordero por los siglos de los siglos AMEN!!!

divendres, d’octubre 05, 2007

La pasividad (I) ...

Sin palabras, hoy, estoy sin palabras. Pero aun así me pongo ante el teclado, y en Él, el Señor, plenamente confío. Y sigo...

Son muchas las ocasiones en que hacemos caso omiso al deber, son muchas las ocasiones que dejamos de lado nuestros quehaceres diarios, y son muchas las ocasiones en las que al terminar el día, todo, aparenta haber sido una gran perdida, ¿verdad?...

Bien, en estos casos, y siempre, deberemos prestarnos atención a nosotros mismos por tal de determinar cual puede estar siendo la causa, y ello, porque en ocasiones, los falsos espíritus también obran en nosotros con la intención de llevarnos al que es el terreno en el cual ellos y libremente pueden obrar.

Sí, mis queridos hermanos, los falsos espíritus necesitan de unas condiciones concretas para poder y en verdad obrar, y ello siempre bajo nuestro propio consentimiento, pues una ley hay, espiritual, y nadie puede quebrantarla, ni tan siquiera los falsos espíritus, y la cual no es otra que la de la libre voluntad o si lo prefieren: libre albedrío que Dios y en su gracia a toda creatura a concedido.

Bien sabemos que Dios nos hizo libres, bien sabemos que Dios jamás nos impone ni obliga, sino que siempre y mediante el Espíritu nos da a conocer la que es Su voluntad para con nosotros, dejando y siempre en nuestra libre elección si tomamos o no como nuestra la que es Su voluntad y disposición para con nosotros. Y si Dios Padre Todopoderoso obra así, no dudemos que todo espíritu, sea de la clase que sea, ha de obrar y por ley mismamente, es decir, los falsos espíritus necesitan de nuestra voluntad, de nuestro consentimiento, para poder obrar. Y ahí entra la que es su pretendida obra, la de engañar para poder lograr tomar para si mismos el control de nuestra voluntad.

Hoy y en breve destaco una de las más grandes pretensiones de los falsos espíritus, la cual no es otra que la de llevarnos al terreno de la pasividad, el lograr y mediante mentiras y engaños, los cuales y siempre obran conforme a los agrados del ser carnal y anímico aun no regenerado, el dejarnos inactivos, sin propósitos, sin intenciones, sin visión alguna de que queremos y por nosotros mismos... y sus ataques, aun teniendo diversos grados de profundidad (su ataque pueden llevarlo a cabo a diferentes niveles) siempre será con un único propósito, el tomar y para si mismos la que es nuestra voluntad, el adueñarse de ella, el usurpar nuestra libre capacidad de elección y decisión.

Al estar inactivos, al haber logrado que entremos en el peligroso terreno de la pasividad, ellos, los falsos espíritus, pueden obrar con total libertad, siendo que cada vez que nos hacen llegar una intención, un pensamiento concreto, una falsa realidad, una invitación a obrar..., ante la incapacidad de hacerlo por nosotros mismos, ante la falta de visión, ante la pasividad provocada por los falsos espíritus, creemos falsamente que es Dios quien nos lo está reclamando, dando, confirmando, o mostrando..., y ello porque les hemos abierto las puertas de par en par al dejar inactiva nuestra voluntad, la cual toman y para si, sin dudar, los falsos espíritus.

Quiero dejarlo aquí, dar tiempo al entendimiento de cada cual, y confiar en que Dios Padre y Jesucristo el Señor den a todo quien lo esté sufriendo la luz necesaria para su completo entendimiento y libertad.

Un saludo, sigamos andando.

dimecres, d’octubre 03, 2007

Tienes fe?...

Pues pide y Dios te dará, porque Dios da en abundancia a TODOS cuantos le piden.

La maldad no está fuera, en los campos sembrados, no, la maldad está en nuestro más profundo interior, de ahí que si tus ojos son buenos, todo tu ser lo será. Debemos aprender a ver con los ojos que Dios nos da, ojos que nomás ven QUE UNO MURIÓ POR TODOS, y que TODOS tienen, y por igual, necesidad de ver a AQUEL POR CUAL LO ES TODO, Jesucristo.

Dios es grande, y grande es su misericordia, pero también es verdad que nadie tiene nada si Dios no se lo da, y tú, si hoy tienes, es porque Dios y en su inmensa bondad te ha dado unos lindos y preciados ojos que te permiten ver, pero no fuera, sino lo más profundo de tu ser.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree... bien, ahí lo tienes todo: pide y Dios te dará, pero no pretendas y por ti mismo ser superior a Dios mismo, pues es Él quien te dio la vida.

Pide y recibirás. Te bendigo.