dijous, d’octubre 18, 2007

¿Y tú quien eres?...

Nadie, ante Dios, nadie. De ahí, mi hermano, que toda lucha llevada a cabo, y por ti mismo, será un sin sentido, un esforzarte perdido, un pretender ser y por ello, un no lograr vencer en Cristo.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ellas, mi hermano, son palabras del Señor, es Palabra de Dios. Es un mandato en si mismo. Y ante él, mi hermano, nomás a sus pies, postrados, y reconociendo nuestra incapacidad, declarar con todo nuestro ser: Señor NO PUEDO. Hazme morir. No quiero luchar, no quiero vencer, no quiero ganar, no quiero y por mi mismo vivir. No Mi Señor Jesús, no: QUIERO MORIR, para que tú, mi Señor Jesús: SEAS QUIEN VIVA EN MI!!

Tomo tu muerte en cruz para mi, ante ella entrego mi vida, la entrego mi Señor. No, no quiero vivir sino morir. Mi Señor vive tú en mi. Se tú mi fuerza, mi castillo, mi todo. He muerto en ti, y por ello, mi Señor Jesús, VIVIR TE PIDO!!

Un saludo, buenos días, y que el Dios y Padre de Jesucristo el Señor derrame su gracia y paz plena en sus vidas.

En Cristo Jesús, hermanos, les bendigo.