dimecres, de gener 02, 2008

Centrándonos...

Hola, buenos días. Paz en Dios.

Verán, vamos andando y, por la gracia de Dios, vamos entendiendo, viendo, y como no; comprobando que no siempre hemos actuado, y menos aun hablado, a tal cual nos es debido ante Dios. Pero ello, mis hermanos, forma parte de la instrucción.

Y es gracias a ello, a los muchos errores, que vamos entendiendo cuan necesario es aprender a guardar la Palabra de Dios, la Escritura, para ser más exactos. Pues aun pareciendo lo mismo, no, la Palabra de Dios y, la Escritura, no, no son exactamente lo mismo, aunque UNA SON. Pero ello y en su momento, lo trataremos.

Lo que hoy quiero hablarles, mis hermanos, es la imperiosa necesidad que hoy tiene y para nosotros el guardar la Escritura a tal cual nos ha sido dada. Y ello, principalmente, por los tremendos errores doctrinales que se van viendo entre el llamado pueblo de Dios.

Nomás hay que acudir a los foros cristianos y ver cuanta aberración existe, cuanta distorsión de la verdad, cuanta elucubración en base a razonares que únicamente están en las mentes de aquellos que, y por si mismos, se han creado. Y todo, por no prestar atención debida a la Escritura, la cual, y para todo creyente que se precie, contiene la Revelación sin error, está inspirada por el Espíritu Santo, y tiene a Dios por autor. Y ello, mis hermanos: es una razón de mucho, pero que mucho peso.

Por lo tanto; ir más allá de lo que está escrito, ir más allá de lo que Cristo enseñó, es y a día de hoy un grave error.

La Iglesia está muy necesitada de sana enseñaza a tal cual está escrito, sin añadiduras, sin omisiones, y por sobre todo sin error en nuestras expresiones.

Pero bueno, ya lo iremos viendo, ya iremos dándonos cuenta y por su gracia, que hoy, a día de hoy, lo realmente necesario es volver a la base y esencia del Evangelio mismo, y a tal cual, y por la gracia de Dios, nos ha llegado a nosotros y mediante la Biblia hoy.

Un saludo. Les bendigo.