dimecres, de gener 09, 2008

Hay que esperar

Salm. 38:15 (16) Yo espero de ti, Señor y Dios mío, que seas tú quien les conteste.

Que sea Él quien les conteste. Ven, lo ven?, no, no resulta tan fácil aprender a esperar en Dios. Y ello, mis hermanos, aun sabiendo que una vez, y otra, nos es mostrado que hemos de aprender a sentarnos, descansar, y estar firmes en Cristo Jesús.

La victoria, mis hermanos, únicamente se logra cuando en verdad es Dios quien actúa, quien ordena, y por sobre todo, quien lleva a cabo Su Obra.

Nuestro deber, hoy, y siempre, ha de ser el esperar en Él, en sus Promesas, en su Palabra, la cual, mis hermanos, bien nos dice que esperemos a que sea Él quien lleve a cabo Su Obra. ¿Y saben por qué?, porque Suya es la Victoria!!

Somos llamados a buscar el reino de Dios, y su justicia. Y este se halla en Cristo Jesús, ante su presencia, cuando él y en verdad pasa a ser verdadero Señor y Rey en nuestras vidas. Lo cual, no; no es únicamente de palabra, no, sino que en verdad tiene lugar cuando desde lo más profundo de nuestro ser, ya regenerado por la gracia de Dios, ante Él; clamamos y en VIVA voz: Tú eres el Cristo, Mi Señor, único Señor y Dios!!

Debemos aprender a esperar en Dios. Debemos aprender a que Él sea quien conteste, y por una sencilla razón: es cuando ello tiene lugar, que entonces y sólo entonces: SUYA SERÁ LA OBRA, TODO SERÁ CONFORME A SU VOLUNTAD, y por ello: VICTORIA!!!!

Un saludo, buenos días, y en Cristo Jesús les bendigo.