Ni
más ni menos que esta es la actitud que todo creyente en Cristo Jesús
ha de tener ante el único Dios verdadero. Ante el Todopoderoso. Tan
simple como ello.
Jesús no vino a establecer ninguna nueva religión.
Ni tan siquiera vino a imponer mandatos o leyes algunas. Todo lo
contrario, Jesús vino a borrar de sobre la faz de la tierra todo aquello
que resultaba ser un impedimento para acercarse al único y verdadero
Dios, Padre de Jesucristo y Padre nuestro.
Consumado es (todo
está hecho). Estas fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz
momentos antes de entregar su espíritu al Padre: ¡CONSUMADO ES! Ya nada
más queda por hacer, ya todo cuanto Dios tenía que hacer en pos de
nosotros ha sido hecho, consumado. Y hoy, gracias a Jesús tenemos acceso
directo a Dios Padre, a su mismísima presencia. Un Dios Padre que nos
ama como jamás nadie nos ha amado, y que está deseoso de manifestar su
amor a todos cuantos en Él creen y confían.
Pero lo olvidamos.
Olvidamos que Dios es Padre, un verdadero Padre. Olvidamos que Dios no
dudó en darnos a su unigénito hijo en la cruz, para que borrase y
eliminase por siempre todo obstáculo e impedimento hacia su santísima
presencia. Que nuestro Señor Jesús vino a mostrarnos el camino al Padre,
eliminando todo cuanto impedía el acceso al Dios verdadero, y que desde
entonces todo quien cree en Cristo Jesús, el primogénito del Padre, le
es dada la potestad de ser hecho hijo de Dios.
Nunca hemos de
olvidar que Dios es Padre, nuestro Padre, y que nos ama. La próxima vez
que acudas a Dios, hazlo como un verdadero hijo, tomando tu lugar y
confiando plenamente en que Él te escuchará, te atenderá y te dará todo
cuanto le pidas si ello es conforme a su Palabra y voluntad. Y sin dudar
que Él te ama, y que está deseoso de mostrarte y manifestarte su amor
por ti. Qué siempre está ahí, que nunca cambia, que nunca te olvida, y
que jamás te desamparará por grandes que sean las dificultades que se
presenten en tu vida, y cada día.
No. No mires a Dios como un ser
lejano, como un Padre que no vela por sus hijos, como un ser extraño,
como si fuese un desconocido. No, todo lo contrario: mira a Dios tal
como es, tal como la Palabra nos lo muestra y da a conocer. Un Dios
Padre que no ha dudado en enviar a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
para que pagase con su propia vida el precio por nuestro rescate.
Dios
es Padre. Ni es una religión, ni es un método, ni mucho menos es una
filosofía. Dios es el Padre de tus sueños. Confía en Él, porque Él
confía plenamente en ti, y por ello no dudo en venir a rescatarte y
darte nueva vida juntamente con su unigénito Hijo Jesucristo, nuestro
Señor. Tanto te ama Dios, tanto confia en ti, que no ha dudado en venir a
buscarte y dar su vida, como hombre verdadero, por ti.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea contigo y todos los tuyos. Amén.
En Cristo Jesús, Raül Gil
-I♥LaCasa–
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada