dijous, de setembre 27, 2007

Buscad...

El Espíritu quiere expresarse. Ello es lo que en ocasiones entiendo, rápidamente acudo al teclado, y ahí: se queda todo. Y tiempo he estado luchando contra ello, y cada vez más cuanto más luchaba, más veía la imposibilidad de hacerlo. Tiempo ha pasado, tanto que al final nomás rendirme pude, y fue entonces cuando en verdad el Espíritu pudo y a su vez expresarse libremente, a tal cual por Dios y en su gracia ha sido dispuesto.

Quiero decir con ello, y simplemente, que con el tiempo, uno, llega a entender y en verdad que la verdadera obra llevada a cabo desde el comienzo no es otra que el sentarse, descansar y estarse quieto, reposando en lugares celestiales en Cristo.

Leyendo la Biblia, uno, bien puede leer que en palabras de Jesús nos es dicho: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas... y no ha sido hasta hoy que en verdad puedo hablar con certeza y convencimiento de ello: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia... atentos: es un Mandamiento.

Dios, en su inmensa sabiduría bien lo dispuso todo, tanto, que un único deber -y al igual que Adán- nos ha sido impuesto a todos quienes por su gracia hemos logrado creer en el Hijo, un único deber: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia..., tan simple como ello. Tanto que bien nos dice y seguido: ... y todas estas cosas os serán añadidas. No dado, no, sino añadido a lo que en unión a Cristo ya tenemos asegurado: el reposo prometido.

Por lo tanto, hoy, uno, puede empezar a edificar para la gloria de Dios, plenamente descansado de todo trabajo inmundo, de todo propósito carnal, y de todo cuanto nomás es un vanagloriar del ser anímico que todo lo quiere, pero que ante Dios mismo, bien le es dicho: hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu.

Terminar quiero con una sencilla palabra: cuanto más pretendas, más empinada será la montaña. La cual no hay que subir, no, sino aprender y por su gracia, la de Dios, que nomás basta una Palabra en reposo para que pase a ser plenamente llana.

Un saludo. Te bendigo.