dilluns, d’abril 19, 2010

Compartiendo con el Señor...


Hola Mi Señor, buenos días:

Solo tú sabes la verdad sobre mi vida, eres tú Señor quien conoce cada uno de mis pensamientos, de mis dudas, de mis... Señor solo tú sabes cual es mi desierto.

Ando, sufro, me veo derrotado de continuo, y bien sabes que me resulta ya imposible dar un paso. Todo cuanto hasta hoy he vivido, todo, ya es un sin sentido que provoca en mi un tremendo vacío al comprobar que a la verdad no te he buscado a ti. No mi Señor, sino que en todos los aspecto he andado buscando mi placer, mis intereses, el sentirme bien, el...

He acudido a ti mi Señor y siempre, con el único interés de ser yo el que saliese beneficiado. Siempre he acudido a ti para recibir algo a cambio, y olvidando que tú mi Señor ya lo hiciste todo por mi, por los míos, por... Señor; ¿por qué me cuesta tanto el estarte agradecido?.

Hoy vengo a ti mi Señor de nuevo derrotado, sin fuerza alguna. Viéndome cada día más alejado, porque confundí la fe, con el sentirme lleno a mi mismo. Porque confundí el amor, con sacar algo a cambio, porque creyendo estar haciendo tu voluntad, a la verdad únicamente buscaba el llenar mi ego, el sentirme satisfecho.

No se orar, hoy se que no se orar, pero hay una Palabra, que es verdad, que bien nos dice que no sabemos orar, y hoy la quiero tomar como mía, acudir ante ti y decirte en voz bien alta: MI SEÑOR, NO SE ORAR. ENSEÑAME A ORAR.

Son años los que he andando viviendo una hermosa experiencia, en la cual te sentía, te podía vivir en mi cada día, pero hoy se que ello mismo es un gran impedimento y que me condiciona a vivir no por fe, sino por sentimiento, y ello hoy mi Señor, ello, NO LO QUIERO.

Mi Señor y mi Dios, en ti confío. Solo tú puedes sacarme de este error, y es por ello que a ti, Espíritu Santo que moras en mi, a ti te pido que me des luz, que escudriñes mi corazón, mis intenciones, mis más profundos y oscuros pensamientos que bien se que los hay y que son el mayor impedimento para poder y en verdad manifestar la nueva vida increada que de ti mi Dios emana.

Buenos días mi Señor y mi Dios, en ti confío. Te bendigo.