dissabte, de maig 08, 2010

Ser cristiano no es fácil...


 Mi querido hermano:

Ser Cristianos no es fácil. Es un camino estrecho y angosto, que pocos logran hallar. Es el mismo Señor Jesucristo quien así lo enseña a sus discípulos y en la Escritura escrito está. 

Quiero que entiendas que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Y te indico esto para que empieces a ver que no todo quien dice ser de Él, a la verdad lo es. Es por ello que te indiqué que si en verdad quieres conocer a Cristo, el verle cara a cara, a tal cual es, empieces a olvidarte de lo que hasta hoy has creído que era la Iglesia. 

Como cuerpo de Cristo que es, solo pertenecen a ella todos cuantos están unidos a la cabeza, que lo es ÚNICAMENTE Cristo. En concreto la Escritura dice que son hijos de Dios aquellos que son guiados por Su Espíritu. 

No, no todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino únicamente aquellos que hacen la voluntad del Padre. Y ello es ENSEÑANZA DE JESUCRISTO. 

Por desgracia, hoy, la "iglesia" institucional, está siendo y en verdad una piedra de tropiezo para todos cuantos quieren creer. De hecho ni están entrando ellos, ni dejan a nadie entrar. 

Solo hay un camino que conduce al Padre, y este lo es Jesucristo. Es Él quien nos dice, quien nos afirma: "YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA, solo por mi podéis llegar al Padre". 

Si lees las Escrituras, como ya te indiqué, en ellas, en concreto en Jeremías, y en Zacarías, nos es indicado cual es el Pacto, el Nuevo Pacto, que Dios prometio y que se cumple a la perfección en Cristo por medio de su sacrificio en la Cruz. 

Es un pacto que Dios hizo, y que lo confirmó con la propia sangre de su Hijo, que es Dios y en si mismo, y lo avaló, resucitándole de entre los muertos. Un pacto en el cual Dios, en su gracia, NOS PERDONÓ TODOS NUESTROS PECADOS, pero atento, nos los perdonó a todos cuanto aceptamos el sacrificio de su Hijo para perdón de nuestros pecados. Los pecados no le son perdonados a nadie que no crea en el Hijo, en Jesucristo el Señor, porque de ser así, no hubiese sido necesario que Él muriese en la cruz. No, muchos son los que ven a un Dios amoroso, pero se olvidan que a su vez es TREMENDAMENTE JUSTO. Y el amor de Dios está fundamentado en su justicia, y Dios no puede amar de forma injusta, y por ello, tuvo que ser Él quien pagase en la persona de su Hijo, el precio de nuestro rescate ... 

Nuestro Señor Jesucristo MURIÓ por todos. Pero únicamente le son perdonados los pecados a aquellos que en Él creen. Y nada más pide Dios para el perdón de TODOS nuestros pecados, que creemos en su Hijo, el que Él nos ha dado. 

Que Dios os bendiga, y que nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia sobre todos vosotros.