dimecres, de maig 28, 2008

En el principio... DIOS!!

Ante estas cuatro primeras palabras que hallamos en el principio de la Sagrada Escritura Canónica, y antes tan siquiera de seguir leyendo, uno, ha de tener claro que son las que conforman el principio inamovible de la fe en el único Dios verdadero.

Hoy, en estos tiempos, el mundo, cuestiona en demasía la Palabra de Dios, pero es ella, mis hermanos, la que en verdad nos lleva a la regeneración de nuestro ser caído, y por ello, apartado de Dios y su divina Palabra encarnada.

Todo en la Biblia tiene un propósito: el reestablecer el desorden que en nosotros tiene lugar, y que no es otro que el estar apartados de Dios y su verdad, la cual y hoy; únicamente puede ser hallada en Cristo Jesús, el Señor. Él mismo es quien nos dice:

Jn 14:6 Jesús le contestó: -Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

Y sin olvidar que:

Jn 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Volvamos ahora el principio de la Sagrada Escritura Canónica:

Gén 1:1 En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra.

Es cuando uno cree con todo el corazón estas primeras palabras que nos son dadas, que en verdad puede creer todo lo que en la Biblia sigue, y como no, para vida eterna. La cual, y como bien nos enseñó nuestro Señor Jesucristo, no es otra que:

Juan 17. 3 Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Pero volvamos al Génesis...

Gén 1. 2 La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.

E aquí la triple condición del estado del hombre sin Dios (caído) y que lúcidamente aquí, en el principio de la Biblia, ya nos es sugerido:

1.- CONFUSIÓN: “No tenía ninguna forma”... sin armonía con el propósito de Dios. Imperfecto. Todo en el hombre es en base a su mente carnal, la cual y como bien sabemos, está en enemistad con Dios.

2.- VACIEDAD: “todo era un mar profundo”... Incapaz de producir algo bueno por si. Todo en el hombre es vanagloria, hasta lo mejor de si mimo, pues no reconoce que es Dios quien en su bondad y gracia le ha dado todo cuanto es y posee.

3.- OSCURIDAD: “cubierto de oscuridad”... No puede haber otra cosa que oscuridad donde no existe la luz, y la Luz lo es Cristo, el Señor, quien dio su vida por nosotros, muriendo en la cruz por nuestros pecados, y por ello, sin Cristo, continuamos estando en pecado, y estar bajo el pecado es estar bajo el poder de la oscuridad (Tinieblas). Y bien sabemos que Satanás es el Príncipe de la Tinieblas.

Pero atentos al detalle que bien no es dado en Génesis...

... y el espíritu de Dios se movía sobre el agua.

El hombre natural no puede agradar a Dios –por si mismo–. Por mucho que se esfuerce, por mucho que pretenda ser mejor, siempre reinará en él la condición carnal y caída, siempre: pues no depende de la evolución, sino de la creación, de ser criaturas -nuevas- conforme a la voluntad primera y única del Creador. Y para ello: nos es necesario morir y nacer de nuevo, del Espíritu. Y ello, mis hermanos, únicamente nos es dado por Dios –nuevamente– al Creer en su unigénito Hijo Jesucristo, el Señor.

Jn 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Es al reconocer a Dios y creer en Su Palabra -que es Cristo- que a la verdad somos vueltos al Dios Padre, y por ello, nos es dada –en gracia– la potestad de ser hechos hijos suyos. Porque para nosotros, los Cristianos, Dios es ABBA, PADRE!!!

Rom 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

En Cristo Jesús, el Señor, les bendigo

1 comentari:

Rodrigo ha dit...

Saludos hermano,

Lo felicito por el blog.

Creo que lo más dificil es creer que somos hijos de Dios una vez que hemos sido redimidos o nacidos de nuevo, porque nuestra mente estaba acostumbrada a la vida antigua, a los conceptos del mundo y no del espíritu.
Por eso el mismo Espíitu Santo nos va guiando y enseñando todas las cosas, para que nuestra forma de pensar sea la de Cristo y finalmente obremos en consecuencia.

Que Dios le bendiga.

Este es mi blog
http://hablemosdejesus.blogspot.com