dimecres, d’abril 25, 2007

Cual es el valor de una vida?

¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?, es muy sencilla, lee bien: ¿cual es el valor de una vida?... medítala y hablamos.

¿Ya lo has hecho?, ¿ya lo has meditado?... bien, pues olvídate de todos tus pensamientos, de todas tus ideas, de todas tus ilusiones, pues nada de todo ello sirve para nada, y esto, te lo digo por experiencia, para nada, absolutamente para nada sirve.

Una y sencilla es la razón: ¿quien eres?, ¿sabes quien eres?... nada más que polvo, y al polvo volverás, y ello es para todos; ricos, pobres, famosos, sin fama, bellos, menos bellos... todos, absolutamente todos serán en su día polvo, pues de la tierra vienes y a la tierra has de volver.

Y te preguntarás a que viene esto ¿verdad?. Bien, pues quiero hablarte de ello, sin más, a tal cual es, sencillo, sin complicarlo en nada. Viene a que por mucho tiempo -toda una anterior vida- he andado buscando una razón verdadera por tal de ser quien siempre quise ser, pero que jamás he logrado saber, y al final, por largo tiempo de búsqueda, al final, he visto quien soy, y todo ante Él, mi Señor Jesucristo. Y sí, ahora ya lo entendí, ya vi que nada en este mundo puede darme lo que Él, mi Señor, me está dando: Paz.

¿Paz? seguro que te estás preguntado: ¿paz?... Sí, Paz, pero atento, no como la da a conocer el mundo, no, PAZ en mayúsculas, y con ella me quedo.

Ahora todo está cambiando, ahora le quiero por encima de todo, ahora ya no quiero saber que opinan unos u otros, no, ahora quiero no perder la Paz que en Él he hallado, y ahora; empiezo de nuevo, y queda, un largo camino, pero yo así lo he decidido y así y desde hoy voy a ir andando, cada día, en cada momento, sin lugar a duda alguna dado.

Me queda, y tanto, errores anteriores han de ser solucionados, y los serán, y tanto, pero ahora, ahora ya no espero más, ahora le predico, le reconozco ante ti, ante el mundo entero, el es el Cristo, el Hijo del Dios vivo y verdadero. Él me ha dado la vida, y tanto, y a ello me apego. No, nada quiero más que su Paz, inmensa Paz, y con ella me quedo.

¿Entendiste?... si no ha sido así, bien; tienes quien te hablará de ello, está vivo, llamando, continuamente, simplemente es necesario un paso de fe y al instante lo tendrás a tu lado. ¿Lo dudas?, bien; ello está siendo todo cuanto te está impidiendo el disfrutarlo, porque Él está vivo, Jesucristo es quien te está llamando.

Apoc. 3:20 Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos.

Por lo tanto, dicho está, dicho queda, y con Cristo ando hacia la meta de una vida, eterna, a tal cual es Su Promesa. Por lo tanto: ¿Das el paso de fe y vives por siempre, o continuas hacia el polvo al cual estás sentenciado?.... Tú eliges.

En Cristo Jesús, te bendigo.

dissabte, d’abril 07, 2007

Nací de nuevo...

Así es. Ni más ni menos. Anduve mucho tiempo detrás de todo cuanto el mundo pretende mostrar es Dios. Tome la comunión, mi mujer, mi hijo, mi hija ya no... camine por donde decían era la verdad, acudía a ellos, en momentos de necesidad, pero vacío, algo en mi decía que había más...

Anduve, caí, me perdí, todo cuanto mi vida había sido, todo, se fue, nada tenía, mi mujer, mis hijos... ya no estaban ahí, no, todo perdido, muerto en vida, sin nada, pero su voz seguía estando ahí, como un tambor llamando a la guerra, me rendí, sí, lo hice el día que un señor vino y me dijo; hijo, toma la Biblia, léela, en ella está la vida, lee, estudia, pide, ten fe... y se fue, mi ángel se fue... jamás lo he vuelto ha ver, no es de mi ciudad, se de donde es, le podría buscar, pero no, la voz me dijo que no, Él me dijo que no, que este señor ya había cumplido, que ahora, era yo, ante Él, por fe...

Y leí, y seguí leyendo, y escudriñando, y entendiendo, y viendo, y llorando, y sufriendo, y cayendo, y levantándome de nuevo, y huyendo, y volviendo... y sigo, y ando, y sufro, y lloro, y...

Le quiero, es mi vida, mi todo, sin Él nada soy, le necesito, le pregunto, me da consejo, y todo, simple y llanamente mediante la Biblia, Su Palabra, y Su Voz, dulce voz; sincera, noble, caballeresca, correctora, justa, severa, que duele, que amarga, que hace morir cuando Su Luz nos llega; y vemos, y entendemos, que nada, que Sin Él nada somos, y agrada, la muerte en la cruz junto con Él cuando se entiende da gozo, inmenso, tanto, que le amo, mi vida le entregué y hoy, solo quiero ser uno con Él, por encima de todo, es mi vida, mi hermano, mi amigo querido, MI TODO.

Y nací de nuevo, del Espíritu, y volví, a casa. Y sí, los míos estaban allí; mi mujer, mis hijos, mi techo, mi mundo perdido, todo volvía a ser como nunca jamás ha sido, y vieron, y entendieron que sí, que Cristo estaba en mi, y me amaron, y le amaron, y le aman, y lloran, y sufren y entregan y nada, sin Él no son nada, y ahora, cada día otros van viendo, y creen, y crecen, y somos llenos, de ti, mi Señor y Maestro.

Eres tú, mi Cristo, eres tú, mi amigo querido; a quien le hablo, a quien necesito. Eres tú quien está ahora mismo siendo uno conmigo. Y sigo, y ando, y nada quiero más que saber que en verdad y por Él muero, no, nada más quiero, no…

Bueno sí, a ti, el que lee y escucha; esta tan simple, es tan sencillo, es fe en Aquel que un día ya lejano dijo: CONSUMADO ES… AHORA Y POR SIEMPRE ESTARÉ VIVO.

Por todo ello, GRACIAS, a ti mi hermano, a ti te digo. En el Nombre de Cristo te bendigo.

dijous, d’abril 05, 2007

Muérase de una vez...

A ver si entiende, usted no le conoce, aun lo ha logrado verle, de ahí que solo habla de lo que el mundo le ofrece, y usted está confundiendo lo visible, lo palpable, con Aquel que es invisible, que es Espíritu, y en Espíritu y verdad debe adorarle. Jesús dijo: CONSUMADO ES, es decir; TODO ESTÁ HECHO, ahora, quien en Él cree, le ama, y guarda sus Mandamientos y Palabra, le será manifestado y a la vez, tanto el Padre como Él vendrán a morar. Y si Dios mora en usted, si el Hijo mora en usted, entonces pues ya me dirá que más necesita.

Hay que morir y nacer de nuevo, del Espíritu, y ello es verdadero, necesario, por lo tanto; no le de más vueltas. Nomás habla del mundo, de hombres, de religión, de doctrinas... pero: ¿y el Espíritu?, ¿y Aquel que es verdadero?, ¿y Su vida en usted?... no joven, lo siento pero aun no le ha amanecido.

Le está llegando continuamente Palabra de Dios, la cual, no puede y por usted mismo desmentir, y aun así continua pensando que anda en lo cierto, pero no, usted es moldeable, usted es fácilmente manipulable, por una sencilla razón; busca al Verdadero entre aquellos que no son de Él, entre hombres, entre doctrinas... y Él está vivo, le está llamando, oiga y atiéndale:

Apoc. 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Mientras lo busque entre los hombres, entre las instituciones, entre los templos, ante las imágenes… usted no podrá oír su voz, porque Él es de la misma naturaleza que el Padre, es decir, Espíritu, y es desde el Espíritu que debe buscarle. Hágase el favor y muérase de una vez, deje de luchar, de buscar, de acudir... hágase el favor y escuche su voz y déjele entrar y cenarán juntos.

Yo entiendo que ciertos hombres le han hecho daño, le han quitado parte de su fe, pero no pretenda que esto sea culpa de Él, no, sencillamente es que usted se metió donde no era, pero gracias a ello, ahora está mucho más cerca, pero no vuelva al vómito, no se revuelque y de nuevo entre la carne, no sea moneda de cambio, no deje que comercien con usted, no, usted es ciudadano del cielo, por lo tanto no permita que nadie utilice su ser para mostrar que le han ganado y llevado a sus pies para gloriarse de ello. No; UNO SOLO MURIÓ POR USTED, Y ESTE ES JESUCRISTO, no se venda como esclavo de ellos, ni permita que comercien con usted. No; DIOS PAGO UN ELVADO PRECIO POR USTED, NO LE DEFRAUDE Y DEJE DE PREDICAR Y SERVIR A QUIEN NO ES ÉL.

Olvídese de unos, de otros, de los de más allá, céntrese en el reino de Dios y su justica. Búsquele en su habitación, cada día, ore, medite, lea la Biblia, pida, busque, halle... pero aléjese del mundo y todo cuanto este falsamente le ofrece.

Atienda: MUÉRASE DE UNA VEZ!!!!!!

Un saludo y que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz.

dilluns, d’abril 02, 2007

La Biblia?...

¿La Biblia?, no, La Palabra de Dios, la cual y como bien dicen las Escrituras está Viva. La letra mata, más el Espíritu vivifica.

Su lectura no es más que eso, lectura, si no hay acompañamiento de una vida en Espíritu y verdad, mediante la cual, entendemos y vemos la imagen visible del Dios invisible, es decir: CRISTO EN NOSOTROS.

Cristo es la Palabra de Dios hecha carne, venido a nosotros para darnos entendimiento y conocimiento pleno y mediante la Escritura, de Aquel que es verdadero. Por lo tanto, el estudiar, el escudriñar, el tratar de interpretar y por uno mismo lo que ella, la Escritura dice, no es más que una errada forma de hallar la verdad, porque está, la verdad, solo es posible de ver y entender por Revelación del Hijo.

Hay que andar el camino, cada día, con sus pasos, correctos pasos, y es entonces, y sólo entonces, que la Luz de la Palabra nos va llegando. Y es mediante ella, la Luz, que vamos entendiendo y viendo el verdadero significado de todo cuando nos fue dejado por escrito, lo cual, siempre es en base al Plan de Dios para con su pueblo e hijos.

La Biblia no es un libro de historia, ni de fábulas, ni de normas, ni de preceptos, ni de mandatos, ni… no, la Biblia es PALABRA VIVA, y nos es mostrada a través de los tiempos, siempre mediante la que fue, es y será LA VOLUNTAD DE DIOS. Por lo tanto, ella, la Escritura, debe ser entendida en base a una vida de devoción y adoración al que ES verdadero.

Vamos andando, entendiendo, entregando a la cruz, y es por ello que lo oculto, lo no visible, lo que los del mundo no pueden ver, va siendo y en nosotros una realidad viva, la cual; va tomando forma y sentido a conforme el Espíritu Santo obra en nosotros. No podemos entender nada, si antes no hemos muerto y nacido de nuevo, del Espíritu. Es cuando a la cruz entregamos, que vemos, que entendemos y como no VIVIMOS el verdadero sentido de las Escrituras, a tal cual lo hizo nuestro Señor y Maestro Jesucristo.

La Biblia se vive, hay que vivirla, sí, sin duda, en el cuerpo de uno mismo. Es allí, en lo más profundo del ser carnal y anímico que vemos y entendemos que sin ella, la Palabra Viva, nada somos.

Simple y a la vez tan complicado, pero como no, decir y para terminar, que quien tiene el Espíritu de Cristo, bien ha entendido, y quien no lo logro hacer, es decir: quien no ha entendido, bien, tome nota: AUN NO LE HA AMANECIDO.

Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y su paz para con todos los llamados a ser UNO CON CRISTO.