divendres, de maig 01, 2009

En ti confio...


Mi Señor y mi Dios, en ti confío. Nada más tengo. Cada día y conforme avanzo, más y por tu gracia voy viendo que sin ti mi Señor nada soy, nada tengo.

El silencio. Oí en mis principios hablar de ello, del silencio, de tu silencio. Y creí mi Señor ya haberlo experimentado, ya haberlo vivido, ya bien entenderlo, pero no, ni de lejos, hoy es cuando en verdad empiezo a saber que es el silencio, tu silencio.

Necesito de tu Palabra, de tu amor, de tu consuelo, de todo cuanto cada día, desde siempre, desde el mismísimo principio, tú mi Señor, con toda tu gracia, con todo tu don, me diste y sin dudarlo.

El silencio, mi Señor, es todo cuanto hoy tengo. Gracias mi Señor, en ti espero, porque nada soy, nada tengo.

El silencio, de nuevo el silencio. Gracias mi Señor, gracias de nuevo.