Cuando Dios nos da Palabra en particular para nosotros, cuando a la verdad sabemos que de Él la hemos recibido, pongamos por caso: "condúcete prudentemente en todos tus asuntos"... entonces pues ya no está en nuestras manos y particular decisión el si podemos o no podemos, si lograremos o no lograremos, si llegaremos o no llegaremos... no, ahora tenemos ya Su Palabra clara y concisa que seguir, y si así lo hacemos, correctamente, y como no, sin dar lugar a la carne y ser anímico, y menos aun a los engaños y artimañas del diablo, si tomamos de la fe y no desmayamos, todo y desde ese momento irá produciendo en nosotros, y a tal cual Dios ha dispuesto, los frutos correctos y adecuados a la voluntad de Dios para con nosotros y todo Su Pueblo. Por una sencilla razón; andaremos aprobados por Él, y por ello, Su Bendición estará sobre nosotros, nos acompañará y siempre, a la vez que andaremos y más fácilmente en comunión constante, pues tenemos Su Palabra donde acogernos ante la posible caída, desliz, o falsa pretensión del acusador.
Ello, no quiere decir que en un primer momento todo sea un camino de rosas, que no tenga sus problemas, sus aparentes atrasos, su aparente falta de frutos, incluso puede aparentar no dar absolutamente ningún resultado, pero... si guardamos Su Palabra, Dios estará a cargo de todo ello, y su protección y plan final, será plenamente cumplido, tanto en/para Su Obra, como en nosotros mismos.
Ahora bien, y claro está, al andar conforme la Palabra de Dios obligatoriamente lleva a una guerra continua contra principados y potestades del mal, los cuales, únicamente pretenden suplantar, anular, y por ello; apartarnos del Plan de Dios, de la comunión con Él, y por tanto, de Su Bendición y Voluntad.
Ahí, ahora, es cuando deberemos ir entendiendo y aplicando el verdadero significado de la obra de la cruz en nosotros, es decir, ante y por encima de todo ESTARÁ LA PALABRA DE DIOS y la cual; habrá que guardar así nos suponga la mayor de las perdidas aparentes. Por encima de nosotros mismos, de nuestros intereses, de nuestras pretensiones, de nuestras debilidades, del que dirán... de todo aquello que se presente contrario a la Palabra que por Dios mismo nos ha sido dada.
Entendamos que en nuestro caminar indudablemente vendrán baches que superar, contradicciones que negar, batallas que ganar, y que todo cuanto nos suceda, todo cuanto en apariencia sea una perdida, será necesario para llegar a entender que la Palabra que nos ha sido dada, es el único camino posible a seguir, por mucho que nos pese, por mucho que nos cueste, y como no, por mucho que a nuestro ser carnal y anímico le desagrade. Ello es entre otras cosas el negarse a uno mismo por amor a DIOS Y SU PALABRA.
Claro, en un principio y hasta la comprensión de la voluntad de Dios para con nosotros, puede haber tenido lugar por nuestra parte una siembra incorrecta, un camino mal andado, habiendo sido todo ello por nuestra falta de visión y reconocimiento, o bien, por no haber estado dispuestos a ello en pro de nuestro ser carnal y anímico. Bien, claro nos quede que si tomamos la decisión de guardar Su Palabra, por encima de todo, pese lo que nos pese, Dios sacará el mayor provecho de todo ello, sin duda alguna, ahora bien; no siempre Dios nos librará de aquello que por falta nuestra suponga que la ley sea aplicada, pues no necesarimente si hemos cometido un gran error, Dios esté dispuesto a eximirnos de nuestra culpa aun sabiendo que por la sangre de Jesucristo derramada y ante Él hemos sido perdonados por siempre. Por ser la consecuencia de un error o falta nuestra lo que llevo a determinada situación, que no de Dios, pero Dios utilizará todo ello para mostrarnos el por qué de las cosas, y como no, un camino mejor... y gracias a ello, habrá en nosotros una verdadera experiencia, sufrimiento, cruz, y por consecuencia; entrega total y sincera de nuestros errores y faltas, al haber entendido y en verdad aquello que no es correcto ante Dios.
Entendamos que este principio es siempre el mismo, para siempre, y por siempre: UNA SOLA ES LA PALABRA DE DIOS, la cual, cuando nos es dada, únicamente hay una opción posible ante Dios, GUARDARLA!!, por una sencilla razón; quien no la guarda, quien la cambia, quien la adapta, quien va más allá o menos... ya no está andando conforme a la Palabra que por Él nos ha sido dada conforme a su voluntad y propósito... y saben: el que es fiel en lo poco, lo es en lo mucho y... quien no es capaz de andar y servir correctamente en sus asuntos, no puede y a la vez, ser confiable para llevar a cabo LOS ASUNTOS DE DIOS.
Y así, siempre igual, ante todo, conforme vayamos andando y siendo fieles a Su Palabra, más nos irá confiando. Sabiendo a la vez, que cuando nos apartemos de ella, de la Palabra dada, todo empezará a irse por otro lado y: O ESTAMOS EN CRISTO, AL PRECIO QUE SEA, O ESTAREMOS SIN DIOS, y allá cada cual con las consecuencias.
Es todo mi hermano, es todo cuanto por la gracia de Dios tenía hoy en mi para compartir. Pero tengamos en cuenta que ahora, sabiendo de ello, necesitará y posiblemente que durante un tiempo el Espíritu de Dios obre en nosotros hasta que llegue a ser una realidad constante en nuestro caminar diario. En otras palabras: ahora, una vez aprobada la teórica, hay que pasar a la practica constante en nosotros hasta ser un verdad plena que se manifieste, y por siempre, en todos nuestros actos.
Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con todos sus hijos.
Ello, no quiere decir que en un primer momento todo sea un camino de rosas, que no tenga sus problemas, sus aparentes atrasos, su aparente falta de frutos, incluso puede aparentar no dar absolutamente ningún resultado, pero... si guardamos Su Palabra, Dios estará a cargo de todo ello, y su protección y plan final, será plenamente cumplido, tanto en/para Su Obra, como en nosotros mismos.
Ahora bien, y claro está, al andar conforme la Palabra de Dios obligatoriamente lleva a una guerra continua contra principados y potestades del mal, los cuales, únicamente pretenden suplantar, anular, y por ello; apartarnos del Plan de Dios, de la comunión con Él, y por tanto, de Su Bendición y Voluntad.
Ahí, ahora, es cuando deberemos ir entendiendo y aplicando el verdadero significado de la obra de la cruz en nosotros, es decir, ante y por encima de todo ESTARÁ LA PALABRA DE DIOS y la cual; habrá que guardar así nos suponga la mayor de las perdidas aparentes. Por encima de nosotros mismos, de nuestros intereses, de nuestras pretensiones, de nuestras debilidades, del que dirán... de todo aquello que se presente contrario a la Palabra que por Dios mismo nos ha sido dada.
Entendamos que en nuestro caminar indudablemente vendrán baches que superar, contradicciones que negar, batallas que ganar, y que todo cuanto nos suceda, todo cuanto en apariencia sea una perdida, será necesario para llegar a entender que la Palabra que nos ha sido dada, es el único camino posible a seguir, por mucho que nos pese, por mucho que nos cueste, y como no, por mucho que a nuestro ser carnal y anímico le desagrade. Ello es entre otras cosas el negarse a uno mismo por amor a DIOS Y SU PALABRA.
Claro, en un principio y hasta la comprensión de la voluntad de Dios para con nosotros, puede haber tenido lugar por nuestra parte una siembra incorrecta, un camino mal andado, habiendo sido todo ello por nuestra falta de visión y reconocimiento, o bien, por no haber estado dispuestos a ello en pro de nuestro ser carnal y anímico. Bien, claro nos quede que si tomamos la decisión de guardar Su Palabra, por encima de todo, pese lo que nos pese, Dios sacará el mayor provecho de todo ello, sin duda alguna, ahora bien; no siempre Dios nos librará de aquello que por falta nuestra suponga que la ley sea aplicada, pues no necesarimente si hemos cometido un gran error, Dios esté dispuesto a eximirnos de nuestra culpa aun sabiendo que por la sangre de Jesucristo derramada y ante Él hemos sido perdonados por siempre. Por ser la consecuencia de un error o falta nuestra lo que llevo a determinada situación, que no de Dios, pero Dios utilizará todo ello para mostrarnos el por qué de las cosas, y como no, un camino mejor... y gracias a ello, habrá en nosotros una verdadera experiencia, sufrimiento, cruz, y por consecuencia; entrega total y sincera de nuestros errores y faltas, al haber entendido y en verdad aquello que no es correcto ante Dios.
Entendamos que este principio es siempre el mismo, para siempre, y por siempre: UNA SOLA ES LA PALABRA DE DIOS, la cual, cuando nos es dada, únicamente hay una opción posible ante Dios, GUARDARLA!!, por una sencilla razón; quien no la guarda, quien la cambia, quien la adapta, quien va más allá o menos... ya no está andando conforme a la Palabra que por Él nos ha sido dada conforme a su voluntad y propósito... y saben: el que es fiel en lo poco, lo es en lo mucho y... quien no es capaz de andar y servir correctamente en sus asuntos, no puede y a la vez, ser confiable para llevar a cabo LOS ASUNTOS DE DIOS.
Y así, siempre igual, ante todo, conforme vayamos andando y siendo fieles a Su Palabra, más nos irá confiando. Sabiendo a la vez, que cuando nos apartemos de ella, de la Palabra dada, todo empezará a irse por otro lado y: O ESTAMOS EN CRISTO, AL PRECIO QUE SEA, O ESTAREMOS SIN DIOS, y allá cada cual con las consecuencias.
Es todo mi hermano, es todo cuanto por la gracia de Dios tenía hoy en mi para compartir. Pero tengamos en cuenta que ahora, sabiendo de ello, necesitará y posiblemente que durante un tiempo el Espíritu de Dios obre en nosotros hasta que llegue a ser una realidad constante en nuestro caminar diario. En otras palabras: ahora, una vez aprobada la teórica, hay que pasar a la practica constante en nosotros hasta ser un verdad plena que se manifieste, y por siempre, en todos nuestros actos.
Que Dios Padre y Jesucristo el Señor derramen su gracia y paz para con todos sus hijos.