dimarts, de desembre 25, 2012

No eches tus culpas a Satanás...


El Señor te bendiga:

Hemos estado confundidos y por largo tiempo, y ello, porque nos hemos dejado llevar por lo que unos y otros nos han contado, olvidando que el único que tiene la respuesta verdadera, el único que toma de Cristo, nos recuerda todas las cosas, y le glorifica, lo es el Espíritu Santo. Y cuando él habla, cuando nos es revelado por él la verdad de Dios, muchas son las cosas que, creyendo ser verdad, no lo son tanto, por no decir nada.

Aunque suene extraño, y parezca incluso que no estoy en mis cabales, ahora se que de modo alguno podemos acusar a Satanás de nuestras faltas, transgresiones y pecados. No, de modo alguno. En ese error ya cayó Eva. Hacerlo es un modo sutil y astuto de pretender justificarnos e intentar ser menos culpables ante Dios, pero de modo alguno sirve para librarnos de nuestra culpa, y mucho menos mitigar nuestro pecado.

Sí, es verdad que Satanás nos tienta. Pero solo hace eso, tentarnos. El caer, el sucumbir a la tentación, el pecar, ya corre por nuestra cuenta. Pretender excusarnos ante Dios, diciéndole que por culpa de Satanás hemos pecado, hemos caído, ello solo muestra una clara debilidad en nosotros, y un aun querer justificarnos cuando algo hacemos mal.

Somos advertidos que hemos de velar, de estar atentos, de no dejar de orar, de estar en constante comunión, de que Satanás está al acecho como un león rugiente buscando a quien devorar. Pero igualmente nos son indicadas las armas que hemos de utilizar para vencer la tentación cuando esta se presente, y nos es dicho que la resistamos. Y todo ello nos deja en claro que seremos tentados, pero a su vez nos dice el como lograr resistir la tentación.

No, de modo alguno se puede acusar a Satanás de aquello que ha sido por culpa nuestra. Satanás no puede ser nuestra excusa de modo alguno. Si pecamos, si sucumbimos a la tentación, nosotros somos culpables y no podemos escudarnos ante Dios diciéndole que por culpa de Satanás, que nos tentó, hemos pecado.

Sí, es verdad que Satanás, por tentar, también es condenado por Dios. Igualmente nos es mostrado en Génesis. Igualmente vemos que Dios condenó a Satanás por haber engañado a Eva, pero Eva no se libro de su parte de culpa ¿verdad que no?

Forma parte de la naturaleza humana, y bien lo sabes, y bien se ve en todos, el excusarse cuando algo mal se hace, cuando somos descubiertos. Todos y por igual, de un modo u otro tratamos de hallar una salida ante nuestro error, ante nuestro pecado. Pero ello está mal, aun habiendo sido tentados por Satanás, no podemos excusarnos ante Dios de modo alguno diciéndole que, por su culpa, hemos pecado. No, la culpa de pecar es nuestra. El pecado está a la puerta, si hiciésemos el bien, lo podríamos dominar. Pero claro; abandonamos la oración, olvidamos de leer la Escritura, nos dejamos llevar por la carne... le abrimos las puertas de par en par, Satanás nos tienta, y para que parezca menor nuestra culpa cuando sucumbimos por no estar alerta, le tiramos las culpas y... ello muestra una clara debilidad, y un aun seguir andando en la carne y obrando conforme esta.

No, la Escritura no dice en lugar alguno que por culpa de Satanás el pecado entró en el mundo, ni mucho menos que por culpa de Satanás somos pecadores. No, la Escritura dice que por la transgresión de un solo hombre, el pecado entró en el mundo. Satanás tentó, es verdad, pero el culpable lo fue el hombre, lo somos nosotros, por dejar de lado la Palabra de Dios

Dicho de otro modo y para que bien entiendas: Cuando peques, cuando sucumbas a la tentación, no busques en otros el mitigar tu culpa. No trates de justificarte ante Dios diciéndole que por culpa de cierta persona, de cierta acción, de cierto momento, de determinada situación, tú has sucumbido a la tentación y has pecado. Ello no es aceptado por Dios de modo alguno. Esta actitud muestra que aun sigues pretendiendo justificarte ante Dios cuando cometes alguna falta grave o transgresión que te ha llevado a pecar y, por ello, apartarte de la comunión debida con el Señor.

Eva lo hizo, Adán lo hizo (lo puedes ver en el libro de Génesis) pero no por ello evitaron cargar con su correspondiente parte de culpa y de nada les sirvió el tratar de justificarse intentando aparentar ser menos culpables, por causa de aquel, o aquello, que les tentó. Cuando peques, reconoce tu pecado y culpa ante Dios, y hallarás su perdón y restaurarás de forma inmediata tu comunión con Él, por medio de –y gracias a– la preciosa sangre de Jesucristo el Señor.

Se que el Espíritu Santo te hará entender.

En Cristo Jesús, Raül Gil