dijous, de novembre 27, 2008

Oremos...


Hoy, leyendo un libro de la Editorial Verbo Divino "Lectio Divina para cada día del año. Vol. 1", en la lectura comentada correspondiente a este día, leí esta oración que seguidamente te comparto:

¡Señor, eres la roca eterna y tus palabras son verdad y vida!

Ayúdame a construir mi vida en tus palabras, sólo así descubriré el cimiento que no vacila, una roca en la que estaré firme, un refugio seguro en las vicisitudes de mi existencia, una lámpara para mis pasos y luz en mi camino.

Perdona Señor mi necedad por cuantas veces he buscado mi plenitud en otra parte, mi cimiento lejos de ti; por cuantas veces he construido sobre arenas movedizas mis proyectos sin confrontarlos con los tuyos, ilusionándome con la autosuficiencia de mis palabras en vez de con una amorosa y gozosa obediencia a tu voluntad.

Señor, acepta mi alma arrepentida y mi corazón humillado, ya que deseo ser y no aparentar; quiero llegar a ser, contando con tu ayuda, un miembro vivo de tu pueblo y anhelo caminar contigo en humildad y justicia, para poder morar en tu ciudad santa.

Sobran mis palabras. Que Dios te bendiga.