dimecres, de novembre 28, 2007

El Señor es mi pastor...

Salm. 23:1 El Señor es mi pastor; nada me falta. 2 En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, 3 me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre.

No, mis hermanos, no. No confundamos la palabras del salmista a tal cual nuestras pretensiones. Está siendo muy claro: ¿quién es su pastor?, ¿quién le da nuevas fuerzas?, ¿quién le lleva por caminos rectos?... exacto: EL SEÑOR.

Deberemos empezar a bien entender y bien leer la Escritura. Pues aun siendo Palabra de Dios, aun siendo fiel y verdadera, aun así, no siempre en nosotros esta siendo una realidad plena. Y ello, mis hermanos, por una sencilla razón: las Promesas de Dios únicamente tienen lugar cuando nuestra oración y alabanza es en espíritu y verdad.

¿Es el Señor y en verdad tu Pastor?, ¿es Él quien te está haciendo descansar en verdes praderas?, ¿es Él quien te está conduciendo a las aguas tranquilas?... ¿o sigues siendo tú mismo y por tus propias fuerzas quien pretende que así sea?... estas y otras tantas más son las preguntas que antes bien, y en Él, deberías hallar debida respuesta. Antes tan siquiera de esperar que Dios te preste atención, pues como bien nos cita el salmista y a su vez, ello tiene lugar haciendo honor a su nombre.

Concluyo con una breve exhortación para hoy: el tiempo está llegando, y es Dios quien está reclamando toda tu atención. Y has de ser tú, mi querido hermano, quien determines y por ti mismo si en verdad el Señor está siendo tu Pastor. Y recuerda que no basta un sí a la ligera, no, es necesaria su Luz en nosotros para bien ver nuestra verdadera condición.

En otras palabras: ¿es Él quien te da fuerzas y te lleva por caminos rectos, o sigues siendo tú quien mediante tus propias fuerzas pretendes andar en rectitud ante Dios?...

Un saludo, buenos días, y sigamos andando. Te bendigo.